En la cama era una noche de esas en que mi esposa, a quien amo profundamente, había decidido que no era noche de sexo. Como casi siempre, cuando no hay respuesta de su parte, comencé a acariciar mi verga suavemente, pequeños movimientos masturbatorios junto a ella de espaldas a mi. A veces creo que se niega a tener sexo en algunas oportunidades sabiendo que termino haciéndome una buena paja a su lado, pienso también que disfruta de eso, lo sabe y le gusta.
Esta vez salí de la cama y terminé, luego de fumarme un cigarrillo, sentado frente a la compu.
Poringa me atrajo como tantas otras veces, mi búsqueda fue directa a tríos hombre-mujer-travesti, es mi fantasía incumplida, quizás no lo entiendan, no me atraen los hombres pero sueño con chuparme una pija de un buen trava junto a mi mujer, experimentar todo, recibirla en mi culo, ver como la penetra, verla masturbarse, y besarnos locos de placer.
El video terminó de cargar y mi pija estaba al palo, suaves movimientos por sobre el bóxer primero mientras el trío de la pantalla iluminaba mi cara. No tarde demasiado en sacarla, los primeras gotas aparecieron y pare, no era tiempo de acabar.
El hombre de la pantalla saboreaba la verga del travesti como un majar mientras la mujer observaba, quise sentir, tome las gotas de la punta y las llevé a mi boca, explotaba de deseo.
Escuche ruidos y minimice la ventana, giré y allí estaba ella, mi mujer mirándolo todo y sonriendo. No hubo diálogo.
Nos besamos desesperadamente y en pocos segundos mi pija penetro su húmeda concha, mirarme si que la había excitado, sus jugos permitieron mi juego, primero con los dedos, para que la penetrara por el orto, el placer subia, bombeamos un buen rato y me apartó. No quiero que acabes amor, fueron de las pocas palabras que pronunció, viene lo mejor.
Pasamos al sillón junto al escritorio de la compu y pidió que pusiera la película, ¿Qué mirabas? dijo entre inocente y perversa, dudé un poco y lo hice.
Miramos unos minutos en silencia como el trío probaba todas las variantes que se imaginen.
Cuando el hombre estaba siendo penetrado por el trava comenzó su juego. Me colocó boca abajo y empezó con masajes en mi espalda, imaginé sus intenciones cuando sus manos bajaron hacia mi cola, suave, siempre suave. Dejó los masajes y sin más vueltas comenzó a besar mis nalgas, su lengua pasaba cada vez más cerca de mi ano y yo me retorcía, humectó con su saliva y un dedo empezó a jugar en mu agujero, siempre suave.
Me dí vuelta boca arriba, nos miramos, y con esa mirada creo que acepté lo que se venía, levanté mis piernas y me entregué. En la pantalla la fiesta seguía, ahora la mujer estaba siendo penetrada por ambos. Me di cuenta que ella también miraba y se exitaba.
Su dedo entró en mi ano, lo disfruté, su otra mano me pajeaba lentamente, comenzó a moverlo y me volvía loco, entraba y salía mientras la paja me iba a hacer acabar en cualquier momento.
¿te gusta? Susurró, me encanta perra, cógeme, quiero sentir lo mismo que vos cuando te hago la cola, mi puta, respondí, ya totalmente jugado.
Allí entró el segundo dedo, tomé su otra mano, quería esperar un poco más para acabar y la paja me estaba matando de placer. Cojeme, cojeme con esos dedos, ya gritando, fue una orden, me los metía hasta el fondo y los sacaba, mi culo explotaba.
La paja siguió y cuando probaba meterme el tercer dedo exploté. Nunca había sentido placer igual, fue una locura.
Ella saboreó mi verga y llevó a la boca todo el semen que pudo, yo no entendía, se acercó a mi cara y me besó profundamente, la leche pasó de su boca a la mía varias veces hasta que la escuipió.
Quedamos en silencio. Luego de un rato nos besamos y me dijo al oído: la próxima será como en la película, quiero verte chuparla y recibirla en tu culo.
Se los cuento en la próxima en donde también me animaré a mejores fotos.
Esta vez salí de la cama y terminé, luego de fumarme un cigarrillo, sentado frente a la compu.
Poringa me atrajo como tantas otras veces, mi búsqueda fue directa a tríos hombre-mujer-travesti, es mi fantasía incumplida, quizás no lo entiendan, no me atraen los hombres pero sueño con chuparme una pija de un buen trava junto a mi mujer, experimentar todo, recibirla en mi culo, ver como la penetra, verla masturbarse, y besarnos locos de placer.
El video terminó de cargar y mi pija estaba al palo, suaves movimientos por sobre el bóxer primero mientras el trío de la pantalla iluminaba mi cara. No tarde demasiado en sacarla, los primeras gotas aparecieron y pare, no era tiempo de acabar.
El hombre de la pantalla saboreaba la verga del travesti como un majar mientras la mujer observaba, quise sentir, tome las gotas de la punta y las llevé a mi boca, explotaba de deseo.
Escuche ruidos y minimice la ventana, giré y allí estaba ella, mi mujer mirándolo todo y sonriendo. No hubo diálogo.
Nos besamos desesperadamente y en pocos segundos mi pija penetro su húmeda concha, mirarme si que la había excitado, sus jugos permitieron mi juego, primero con los dedos, para que la penetrara por el orto, el placer subia, bombeamos un buen rato y me apartó. No quiero que acabes amor, fueron de las pocas palabras que pronunció, viene lo mejor.
Pasamos al sillón junto al escritorio de la compu y pidió que pusiera la película, ¿Qué mirabas? dijo entre inocente y perversa, dudé un poco y lo hice.
Miramos unos minutos en silencia como el trío probaba todas las variantes que se imaginen.
Cuando el hombre estaba siendo penetrado por el trava comenzó su juego. Me colocó boca abajo y empezó con masajes en mi espalda, imaginé sus intenciones cuando sus manos bajaron hacia mi cola, suave, siempre suave. Dejó los masajes y sin más vueltas comenzó a besar mis nalgas, su lengua pasaba cada vez más cerca de mi ano y yo me retorcía, humectó con su saliva y un dedo empezó a jugar en mu agujero, siempre suave.
Me dí vuelta boca arriba, nos miramos, y con esa mirada creo que acepté lo que se venía, levanté mis piernas y me entregué. En la pantalla la fiesta seguía, ahora la mujer estaba siendo penetrada por ambos. Me di cuenta que ella también miraba y se exitaba.
Su dedo entró en mi ano, lo disfruté, su otra mano me pajeaba lentamente, comenzó a moverlo y me volvía loco, entraba y salía mientras la paja me iba a hacer acabar en cualquier momento.
¿te gusta? Susurró, me encanta perra, cógeme, quiero sentir lo mismo que vos cuando te hago la cola, mi puta, respondí, ya totalmente jugado.
Allí entró el segundo dedo, tomé su otra mano, quería esperar un poco más para acabar y la paja me estaba matando de placer. Cojeme, cojeme con esos dedos, ya gritando, fue una orden, me los metía hasta el fondo y los sacaba, mi culo explotaba.
La paja siguió y cuando probaba meterme el tercer dedo exploté. Nunca había sentido placer igual, fue una locura.
Ella saboreó mi verga y llevó a la boca todo el semen que pudo, yo no entendía, se acercó a mi cara y me besó profundamente, la leche pasó de su boca a la mía varias veces hasta que la escuipió.
Quedamos en silencio. Luego de un rato nos besamos y me dijo al oído: la próxima será como en la película, quiero verte chuparla y recibirla en tu culo.
Se los cuento en la próxima en donde también me animaré a mejores fotos.
3 comentarios - Mi fantasía, con mi mujer y un trava