Una mañana de domingo, estando en la estancia de un tío lejano, me levante con la pija más dura que nunca, que podía hacer, hacía más de 15 días que estaba allí porque mi mamá fue de viaje a la Argentina a visitar a su novio, no tenía donde dejarme más que allí, tenía en aquel entonces 18 años, jugaba al fútbol, me gustaba ejecutar guitarra y cantaba no sé si mal, pero me defendía.
Como les contaba, me levante con la pija dura, entre a bañarme, el baño no era como los de la ciudad, tan modernos, pero tenía lo esencial, la puerta nada más no se podía asegurar, me desvestí y entre bajo la ducha que estaba muy fría, me enjabone y la pija no se me bajaba, entonces intente masturbarme, pero tenía que pensar en algo o más que eso, mire alrededor del baño y vi que en el cesto de ropas había una tanga, la agarre y era tan caliente su diseño que me dio más ganas de sacarme la leche, era de color rosado, atrás chiquita, adelante con encajes, la lie por mi pija, empecé a masajearlo con todo y la leche como si fueran balas de un arma automática se incrustaron por la pared, termine y la pija pareció entender que tenía que bajar pero mi mente necesitaba jugar con algo tangible, tocable, metible.
Salí de baño, me dirigí a mi habitación que tenía las ventanas abiertas, me vestí con un pantalón corto, una remera, me peiné y fui a la cocina. A llegar veo que no hay nadie en la cocina, salgo al patio y nadie, voy por el frente y solo el campo abierto con animales en frente, vuelvo a la casa, me siento en la mesa, y me sirvo un café, en ese momento veo entrar a una señora con una cantidad de ropas, la miro y no la reconozco, entonces le digo:
-Hola, que tal señora?
Ella se da vuelta, me mira y sonriente me contesta:
-Hola, todo bien y usted joven?
Cuando bajó las ropas, se puso de espaldas a mí y metía las prendas en el lavarropas, tenía una pollera larga, pero dejaba ver esas nalgas enormes, mi pija se levantó de nuevo, mucho más luego porque la tanga le marcaba la raya del culote que tenía, creo que no les voy a mentir, era gordita, creo que unos 65 kilos, en ese momento le pregunte;
-¿Sabes dónde está mi tío?
Ella terminó de introducir la última prenda, puso a funcionar el lavador y se dio la vuelta, esas tetas no tenían corpiño, y eran unos enormes pezones, en una gigante teta, se me hizo agua en la boca, al acercarse para tomar algo de la mesa me dijo:
-Fueron al pueblo, falleció el alcalde y como tu tío es uno de sus ahijados creo que se quedan hasta mañana allí. No te aviso nada porque no quería despertarte.
No pensé nada en ese momento, pero mi otro yo, el lado calentón de mí si se imaginó cosas. Así que no dije nada más y sólo atine a entender con señas.
Me prepare un tereré, agarre un libro, fume un cigarrillo, me senté fuera y lejos de la casa ya que había campo para eso, porque mi mente no podía pensar en otra cosa que ese culo enorme. Ya siendo las 12 del día, la señora viene llegando y me dice:
-Son las 12 joven, si quiere almorzar yo le sirvo.
La mire, le sonreí y le dije:
-Claro, pero ¿no querés un tereré? ¿Antes de almorzar?
Ella aceptó, se sentó y empezamos a charlar. Yo le dije:
-Me llamo Carlos, vengo de Asunción, hace 15 días que estoy aquí, pero me aburro, no sé qué hacer muchas veces.
Ella mientras metía la bombilla en la boca, mi pija otra vez se ponía dura, en este caso mi pantalón corto dejaba notar esta situación, ella sonrió nada más y me contesto:
-Ya sabía que tu nombre era Carlos, siempre te miro desde allá – me mostro un lugar a lo lejos, donde había una casa- y suelo ver que te vas a pescar en el arroyo.
Más dura se me puso la pija, porque sabía que me abrió la cancha, pero no sabía qué hacer ni cómo empezar, entonces deje que destino decidiera que pasaría.
Fuimos a la casa, me senté en la mesa, me sirvió un plato de comida, un vaso de jugo y ella almorzó conmigo, luego prendí un cigarrillo, ella me pidió uno y fumó conmigo, le dije:
-Muy rico tu almuerzo… ¿Cuéntame, eres casada?
Ella sonrío y empezó a contarme:
-No, pero tengo una hija de 5 años, vive en donde te indique, mis padres viven allí hace tiempo, en realidad también vine de vacaciones, pero como mi madre no podía venir a atenderte me ofrecí yo. Y vos a que te dedicas? – me pregunto-
-Yo a estudiar, con el tiempo me gustaría ser algo en la vida, pero eso no me interesa ahora mismo, me gusta cómo me tratas, y me gusta – dude un poco, y ella sonrío mucho más y sus ojos se clavaron en mi- y me gusta tu pollera, replique.
Ella dijo:
-Enserio? Qué te gusta de mi pollera?
Mi pija no esperaría más, estaba a punto de engullir lo que venga, conteste entonces:
-Me gusta el color, y lo bien que te deja ver la cola – me puse rojo – y eso me exita.
Ella se levantó, se dio la vuelta y miro su cola, pensé que se enojó, pero me dijo;
-Tenés razón, es transparente, y te diste cuenta que color es mi tanga? Replicó.
Mi corazón aceleró de 2da a 6ta en 1 segundo, mi mente se fijaba solo en sus tetas, mis ojos daban vueltas, y le dije;
-Pues no, no lo sé.
Ella agarra la silla la pone frente a mí y se sienta con las piernas abiertas, pero sin mostrarme nada, y mientras me dice algo, va levantando las piernas.
-Hoy mientras dormías, entre a tu pieza, pensando que no estaba nadie, te mire y tenías la pija muy dura, me arrime y la olí de cerca, estabas con ganas de meterla en cualquier lado, así que fui al baño, me saque la tanga, y la deje ahí, te levantaste, fuiste al baño y te masturbarte con mi tanga, yo te miré, y también me masturbe concluyó.
No sabía que decir o si era un sueño, entonces deje de ponerme rojo, me levante y le arrime mi pantalón a su cara, ella empezó a olerlo y darles besitos sin sacarme el short, metió sus manos debajo y toco mis huevos que estaban calientes, llevo su lengua hasta allí para saborearlos, mientras su dedo tocaba la cabeza de mi pija – está a punto de salir algo caliente, me dijo – ella continúo con la lengua sobre mi pija, mis manos tenían ganas de tocar sus senos pero por la posición no podía – le dije vamos a la cama – la levante y fuimos a mi habitación, ella subió a la cama y se puso de 4 – vení y cójeme fuerte y rápido, si? – levante la pollera y esas nalgas juntas a esa tanguita beige que tenía eran enormes – les dije que era gordita – le abrí las nalgas y se la metí despacito al principio, luego rápido y fuerte, se escuchaba en todo el campo el sonido de sus nalgas al chocar contra mi pierna, la cama se movía con un ruido que solo lo escuche al final, saque mi pija y se la di de comer, le dije – quiero que me saques toda la leche corazón- ella metió la pija en la boca y no la saco más, yo le metía manos a sus tetas que eran tan grandes que no entraban en mis manos, le metía el dedo en el culo – me dijo quiero que me largues en el culo, después te hago una sola con mi boca, querés? Me dijo – acepte y la metí despacito por el culo, pasaron 30 segundos y ella dijo – siento tu leche calentita entrando en mi culito, que ricooooo, así me masturbe por vos, que ricoooo, bien calentito, solo para mi – mientras eyaculaba con todo, me agarraba de su tanguita y la estiraba para arriba, hasta que solo mi respiración se escuchaba fuerte y en franco descenso, fueron intensos esos tal vez 5 o 6 minutos de apareo calenturiento.
Me recosté a su lado y ella despacito con su lengua iba lamiendo mi pija, la sensibilidad era lo mejor de su lengua, más tarde lo hicimos de nuevo, pero eso les contare en otro post.
Hasta siempre.
Como les contaba, me levante con la pija dura, entre a bañarme, el baño no era como los de la ciudad, tan modernos, pero tenía lo esencial, la puerta nada más no se podía asegurar, me desvestí y entre bajo la ducha que estaba muy fría, me enjabone y la pija no se me bajaba, entonces intente masturbarme, pero tenía que pensar en algo o más que eso, mire alrededor del baño y vi que en el cesto de ropas había una tanga, la agarre y era tan caliente su diseño que me dio más ganas de sacarme la leche, era de color rosado, atrás chiquita, adelante con encajes, la lie por mi pija, empecé a masajearlo con todo y la leche como si fueran balas de un arma automática se incrustaron por la pared, termine y la pija pareció entender que tenía que bajar pero mi mente necesitaba jugar con algo tangible, tocable, metible.
Salí de baño, me dirigí a mi habitación que tenía las ventanas abiertas, me vestí con un pantalón corto, una remera, me peiné y fui a la cocina. A llegar veo que no hay nadie en la cocina, salgo al patio y nadie, voy por el frente y solo el campo abierto con animales en frente, vuelvo a la casa, me siento en la mesa, y me sirvo un café, en ese momento veo entrar a una señora con una cantidad de ropas, la miro y no la reconozco, entonces le digo:
-Hola, que tal señora?
Ella se da vuelta, me mira y sonriente me contesta:
-Hola, todo bien y usted joven?
Cuando bajó las ropas, se puso de espaldas a mí y metía las prendas en el lavarropas, tenía una pollera larga, pero dejaba ver esas nalgas enormes, mi pija se levantó de nuevo, mucho más luego porque la tanga le marcaba la raya del culote que tenía, creo que no les voy a mentir, era gordita, creo que unos 65 kilos, en ese momento le pregunte;
-¿Sabes dónde está mi tío?
Ella terminó de introducir la última prenda, puso a funcionar el lavador y se dio la vuelta, esas tetas no tenían corpiño, y eran unos enormes pezones, en una gigante teta, se me hizo agua en la boca, al acercarse para tomar algo de la mesa me dijo:
-Fueron al pueblo, falleció el alcalde y como tu tío es uno de sus ahijados creo que se quedan hasta mañana allí. No te aviso nada porque no quería despertarte.
No pensé nada en ese momento, pero mi otro yo, el lado calentón de mí si se imaginó cosas. Así que no dije nada más y sólo atine a entender con señas.
Me prepare un tereré, agarre un libro, fume un cigarrillo, me senté fuera y lejos de la casa ya que había campo para eso, porque mi mente no podía pensar en otra cosa que ese culo enorme. Ya siendo las 12 del día, la señora viene llegando y me dice:
-Son las 12 joven, si quiere almorzar yo le sirvo.
La mire, le sonreí y le dije:
-Claro, pero ¿no querés un tereré? ¿Antes de almorzar?
Ella aceptó, se sentó y empezamos a charlar. Yo le dije:
-Me llamo Carlos, vengo de Asunción, hace 15 días que estoy aquí, pero me aburro, no sé qué hacer muchas veces.
Ella mientras metía la bombilla en la boca, mi pija otra vez se ponía dura, en este caso mi pantalón corto dejaba notar esta situación, ella sonrió nada más y me contesto:
-Ya sabía que tu nombre era Carlos, siempre te miro desde allá – me mostro un lugar a lo lejos, donde había una casa- y suelo ver que te vas a pescar en el arroyo.
Más dura se me puso la pija, porque sabía que me abrió la cancha, pero no sabía qué hacer ni cómo empezar, entonces deje que destino decidiera que pasaría.
Fuimos a la casa, me senté en la mesa, me sirvió un plato de comida, un vaso de jugo y ella almorzó conmigo, luego prendí un cigarrillo, ella me pidió uno y fumó conmigo, le dije:
-Muy rico tu almuerzo… ¿Cuéntame, eres casada?
Ella sonrío y empezó a contarme:
-No, pero tengo una hija de 5 años, vive en donde te indique, mis padres viven allí hace tiempo, en realidad también vine de vacaciones, pero como mi madre no podía venir a atenderte me ofrecí yo. Y vos a que te dedicas? – me pregunto-
-Yo a estudiar, con el tiempo me gustaría ser algo en la vida, pero eso no me interesa ahora mismo, me gusta cómo me tratas, y me gusta – dude un poco, y ella sonrío mucho más y sus ojos se clavaron en mi- y me gusta tu pollera, replique.
Ella dijo:
-Enserio? Qué te gusta de mi pollera?
Mi pija no esperaría más, estaba a punto de engullir lo que venga, conteste entonces:
-Me gusta el color, y lo bien que te deja ver la cola – me puse rojo – y eso me exita.
Ella se levantó, se dio la vuelta y miro su cola, pensé que se enojó, pero me dijo;
-Tenés razón, es transparente, y te diste cuenta que color es mi tanga? Replicó.
Mi corazón aceleró de 2da a 6ta en 1 segundo, mi mente se fijaba solo en sus tetas, mis ojos daban vueltas, y le dije;
-Pues no, no lo sé.
Ella agarra la silla la pone frente a mí y se sienta con las piernas abiertas, pero sin mostrarme nada, y mientras me dice algo, va levantando las piernas.
-Hoy mientras dormías, entre a tu pieza, pensando que no estaba nadie, te mire y tenías la pija muy dura, me arrime y la olí de cerca, estabas con ganas de meterla en cualquier lado, así que fui al baño, me saque la tanga, y la deje ahí, te levantaste, fuiste al baño y te masturbarte con mi tanga, yo te miré, y también me masturbe concluyó.
No sabía que decir o si era un sueño, entonces deje de ponerme rojo, me levante y le arrime mi pantalón a su cara, ella empezó a olerlo y darles besitos sin sacarme el short, metió sus manos debajo y toco mis huevos que estaban calientes, llevo su lengua hasta allí para saborearlos, mientras su dedo tocaba la cabeza de mi pija – está a punto de salir algo caliente, me dijo – ella continúo con la lengua sobre mi pija, mis manos tenían ganas de tocar sus senos pero por la posición no podía – le dije vamos a la cama – la levante y fuimos a mi habitación, ella subió a la cama y se puso de 4 – vení y cójeme fuerte y rápido, si? – levante la pollera y esas nalgas juntas a esa tanguita beige que tenía eran enormes – les dije que era gordita – le abrí las nalgas y se la metí despacito al principio, luego rápido y fuerte, se escuchaba en todo el campo el sonido de sus nalgas al chocar contra mi pierna, la cama se movía con un ruido que solo lo escuche al final, saque mi pija y se la di de comer, le dije – quiero que me saques toda la leche corazón- ella metió la pija en la boca y no la saco más, yo le metía manos a sus tetas que eran tan grandes que no entraban en mis manos, le metía el dedo en el culo – me dijo quiero que me largues en el culo, después te hago una sola con mi boca, querés? Me dijo – acepte y la metí despacito por el culo, pasaron 30 segundos y ella dijo – siento tu leche calentita entrando en mi culito, que ricooooo, así me masturbe por vos, que ricoooo, bien calentito, solo para mi – mientras eyaculaba con todo, me agarraba de su tanguita y la estiraba para arriba, hasta que solo mi respiración se escuchaba fuerte y en franco descenso, fueron intensos esos tal vez 5 o 6 minutos de apareo calenturiento.
Me recosté a su lado y ella despacito con su lengua iba lamiendo mi pija, la sensibilidad era lo mejor de su lengua, más tarde lo hicimos de nuevo, pero eso les contare en otro post.
Hasta siempre.
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