Tu mujer

Estás en la oficina con un cliente y tu jefe, y aunque sabés que lo que se está hablando es importante para tu futuro en la empresa todavía te resuenan las palabras de tu mujer hoy por la mañana, Ya vas a ver, esto no va a quedar así. No tenés ni idea a qué se refiere, por qué está enojada o qué va a hacer. Sus reacciones, desde que le dijiste que te gustaría incorporar más sal a la vida sexual, te están dejando perplejo. Nunca le diste motivos para que se enoje verdaderamente, es decir, siempre fiel y tratando de escucharla y prestarle atención, solo que en más de una ocasión le sugeriste entrar a una página de contactos, a ver fotos en poringa y al pasar alguna vez planteaste incorporar a otra persona, Qué te gustaría estar con otra mina? Para salir del paso y sin mucho convencimiento retrucaste, O verte a vos con un tipo.... No se jugar un poco.... De ahí no pasó la cosa, aunque si tu mujer no volvió a ser la misma.

Todavía resonaban en tu cabeza sus palabras que no terminaban de dejarte cómodo y no permitían que te concentraras en la conversación. En eso suena el móvil, es tu mujer. Tu jefe te mira con mala cara, pero le decís que es del asesor de quien estás esperando unas cosas para completar la información para el cliente. Sabés que va a ser un problema, porque al cortar no vas a tener una respuesta, pero también intuís que es un llamado que tenés que atender.

- Hola....
- Ocupado?
- Si, un poco, pero decime, estaba esperando tu llamado -decís para pilotear la situación frente a tu jefe y cliente
- Ah... si? Qué oportuno, porque como te dije Ya vas a ver, en realidad debería haber sido ya Vas a oir... Se escuchó como que cambiaban de manos el móvil y apareció una voz masculina del otro lado, Qué tal?
Vos te quedaste mudo, amagaste a pararte pero tu jefe te dice, A dónde vas? Hablá desde acá a ver qué te responden... Así que no te quedó más remedio que volver a sentarte.
-Preunté que tal? Dejá no importa cómo estés, lo importante es cómo está tu mujer, que además de buenísima está re caliente.... Ahora voy a bajar el teléfono para que puedas escuchar cómo me chupa la pija, me comentó que estas cosas te dan morbo, así que disfrutalo cornudo!
No podías creer lo que estaba pasando, nunca le dijiste que eso te diera morbo, de compromiso y para zafar tiraste la de estar con otro flaco, pero no era la idea, y ahora la muy hija de puta te estaba corneando con andá a saber quién sin vos poder hacer nada.
Inmóvil escuchaste cada sonido, que tan bien conocías de tu mujer, después de unos pocos minutos se escucha desde lejos, No puedo más, voy a terminar... Dale, dame la lechita... y escuchaste los sonidos guturales del tipo que se estaba garchando a tu esposa. Ella volvió al teléfono y relamiéndose te preguntó, Y, era esto lo que querías? Así le agregamos más sal a la vida? Te confieso que estaba saladita, dijo entre divertida e irónica... Cuándo tengas otra de tus grandes ideas avisame, tal vez me resulte tan divertida como esta...
Tu indignación no tenía límites, no te merecías ese trato de ninguna manera, pero tu humillación creció aún más cuando notaste que tu pantalón estaba mojado, habías acabado delante de tu jefe y tu cliente.
Te veo a la noche en casa, dijo tu mujer antes de cortar.
Tu jefe, al notar tu cara, te preguntó, Y todo bien con el provedor?
- Si, pero a partir de ahora tendremos que acomodarnos a lo que pida, si no, no trabajará más con nosotros.