Ojos Bien Cerrados - Final

Desde hacia meses la veia llegar, sacarse la calza y meterse en su pieza. Un rato y al baño. Un larguisimo baño. La ducha seescuchaba primero. El duchador despues. El repiqueteo de las gotas inconfundible contra la cortina y despues se escuchaba llenar la bañadera. Ya era un rito. Cuatro de cada cinco dias eran asi.
En general eran a la tarde temprano. Por eso no esperaba que me pase lo que sucedio esa noche.
Subi corriendo las escaleras y pense que estaba libre el baño. Por alguna razon me gustaba usar ese baño y ver sus cosas. Entraba siempre irrumpiendo. Inconcientemente queria sorprenderla. Desde la vez que genuinamente la sorprendi en cueros, sentia el impulso de irrumpir.
No fue el caso. Subi la escalera y vi la puerta del baño entreabierta. La luz del dia casi se habia ido. Pero como ella debio entrar temprano a su proceso de baño la luz no estaba encendida.
Entre suavemente. Creyendo que no habia nadie. La puerta no rechino. Y me vi reflejado en el espejo. Por el espejo que estaba de costado la vi con la cola desnuda asomada del agua de la bañadera. La cara apretada contra los azulejos de la pared deformandole la nariz.
La mano asomaba entre las piernas y aparecian entre sus nalgas. Era lo unico en movimiento. Circulaban el culo redondo. Circular como una rosca y la mano apretaba todo el ojete como su fuera un sachet.
Me quede mudo y no pude ni siquiera sorprenderme. Cada vez que entraba al baño esperaba secretamente esta imagen. Y finalmente la tenia. En alguna oportunidad cuando sus jadeos en medio de la noche me despertaron me levante y le golpee la puerta. Ahora. Al contrario. Guardaba silencio que no queria interrumpir ni con mi respiracion.
Le mire los ojos y los tenia fuertemente apretados. Parecia estar en transe. Sobretodo cuando el dedo le entraba en el orto y daba lentos circulos en su interior.
Permaneci inmobil y me convenci que no era advertida mi presencia.
La pija se me endurecio como garrote y solo pude atajarla con mi mano.
Veia ese culo dilatado que le entraban los dedos con tanta facilidad que moria de ganas de hacer algo. Nunca la había tocado. Mil pajas me había hecho con igual numero de imágenes de ella. En esa posición no la había imaginado. Pero si chupándomela. Y haciéndole el culo bien fuerte. Eran garantía de acabada.
Trate de pensar rápido. Nada me haría perder la oportunidad de tenerla re caliente deseosa de una verga.
Mi intriga es cuanto aguantaría esa calentura. Si era capaz de vencer las barreras sociales.
Pensé una maniobra que permita una vuelta atrás. Le tomé el pie por la planta y le amasé el área que seguramente en reflexoterapia seria sin dudas el clítoris. Porque fue como tocarle el orto ardiente con la punta de mi verga. Se retorció exultante y apoyo su planta contra mi muslo.
Vi acomodar su cara en dirección a la pared opuesta y estirar su pie hasta mi ingle. Sin mirarme. Quien iba a conocer mejor mi cuerpo de memoria.
Recorrió con su pie mi pierna hasta encontrar mis huevos y la verga al palo. Delicadamente la acaricio con el pie mientras yo veia como lo hacia sin poder responder de ninguna manera. La punta del dedo llego a la de la verga mojada y se entretuvo un instante que pareció un siglo.
Cuando no pudo mas, sostener esa postura contra la gravedad, le tome el pie y la pierna fuerte. Un suspiro me dio la bienvenida. Mis manos rápidamente se me deslizaron por la pantorrilla. Miraba atento su cara para advertir alguna contrariedad, pero nada mas alejado de lo que pasaba. Ella estaba tan caliente que no podía abrir los ojos. Los mantenía apretados como si fuera a tirarse de cabeza en una pileta. La mano que antes no le veía , ahora apretaba su nariz contra la palma, haciéndola estirarse hacia arriba.
Mi mano paso por su muslo y se instalo en la vera del orto. Un ultimo paso antes de cometer una locura. Ya la locura las habia cometido en mi cabeza, pero ahora era diferente. Ahora tenia su culo caliente y abierto a centímetros de mi mano y mi pija al palo.
La roce suavemente con el pulgar, y ella retiro su mano que tenia en el culo mojado. Se chupo los dedos mientras suspiraba. Antes que termine el suspiro tenia mi dedo indice y mayor profundamente en el orto. Imitando los circulos que le vi hacer ni bien la sorprendi.
Irguió el culo casi apoyandolo contra mi cuerpo, y quedando a la merced de mi verga. Llevado como por un guión de cine, le metí fuerte la pija en el culo. Se retorcio suavemente como queriendo disfrutar mas de mi palo. La aferre de las caderas y la empuje lo mas fuerte que pude.
El agua de la bañadera desbordaba por todos lados, la tenia ensartada y casi revoleandola como un juguete. Los pelos despeinados se hundían en el agua y por varios minutos quedaba sin respirar. Tenia que esforzarme para sacarle la cabeza del agua, aunque ella no se quejaba de la falta de aire. Parecía estar en estado de inconciencia. Cuando ese estado comenzó a asustarme, giro su rostro y me miro fijamente a los ojos. Por primera vez abria los ojos y me miraba como la empujaba con fiereza. Parecia querer partirla en pedazos, cada empujon era mas fuerte y entrar mas adentro que el anterior. Aunque sacudida como montando un caballo brioso, no me quito la mirada de los ojos. Parecía determinada a hacerme terminar y verme la cara en el momento justo del espasmo.
Verla ansiosa por mi orgasmo, me llevo por unas ultimas sacudidas donde ya no podia resistir mas las ganas de acabar. Si por mi fuera la cojeria toda la noche, pero la verga y mis huevos estaban deseosos de llenarla de leche.
Fueron estertores desparejos, después de movimientos de relojeria, sobrevino una serie de movimientos que llevaron inexorablemente a la acabada. Ella logro safarse de mi ensartada justo antes que termine de salir toda la leche y tomando la pija por los huevos, lamio toda la verga como llevada por una ciega pasion.
Ahora el que no podia abrir los ojos era yo, los aprete con saña y senti como salia el resto de leche que tenia en mi interior.
Me tome de la cortina, me resbale, la arranque y cai al piso. Me quede tirado en el piso mojado, sobre las piernas y cara de ella durante mas de veinte minutos, hasta creo que me dormi. Me desperté sobresaltado y me acomode como pude.
Camino a mi dormitorio, mire a mi izquierda y la vi profundamente dormida en su cama matrimonial.
Hoy lo recuerdo como un sueño vívido mas que como una realidad difusa. Nunca nadie habló ni comentó del tema.