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fuera la mascara

Nunca se termina de conocer a alguien y cuando crees que lo hiciste es que recién comienzas.
Se lo escuché decir a alguien que por mi memoria no recuerdo quien era, pero hoy sé que estaba en lo cierto.
Mi nombre es César, aunque para el relato que sigue, poco importa.
Estoy o aclarando estaba, casado con Ana desde hacía 8 años.
Yo tengo 31 años y ella 27.
No tenemos hijos, ahora pienso que por suerte, pero nos íbamos a poner en campaña para buscarlo.
Yo soy un tipo común, con un buen trabajo, pero insisto, poco importa.
Ella es linda, bajita, pero muy bien armada. Con cabello cortito negro, ojos azules, dos grandes pechos, una terrible cola, muy linda en serio.
Desde que nos casamos hasta que sucede lo que les voy a relatar, llevamos una vida feliz.
Teníamos nuestro departamento propio, un buen auto, y todos los años nos íbamos de vacaciones en el verano a distintos lugares.
Todo bien, a pesar que en la cama ella ponía algunas limitaciones que yo respetándola entendía.
Nunca me dio su preciosa y gran cola, aduciendo que sabía que dolía mucho y otros tabúes que yo respeté.
Tiene una amiga de su infancia, Beatriz, que nunca soporté, pero no intervine jamás en su amistad como ella no se metía en la mía.
Su amiga era separada, aunque nunca mi señora me explicó bien porque se separó yo lo imaginaba.
Beatriz es de esas chicas que creen que ser liberales es hacer cualquier cosa sin importarle que pasa con el de al lado.
Sabía que a su pobre ex marido le había llegado el turno de sufrir la liberación de ella, por eso encima que lo corneó lo echó de la casa.
Volviendo a mi matrimonio. Para ese verano alquilamos una casa hermosa con vista al mar en una zona bastante poblada, pero para mi sorpresa, desagradable por cierto, Beatriz alquiló un departamento a dos cuadras de nosotros.
Como presentí algo raro en esa coincidencia, le dije a Ana qué porque Beatriz justo ese verano se le ocurría seguirnos.
Ella me dijo que cuando le comentó a su amiga donde íbamos a ella le gustó mucho por eso decidió ir también.
Aceptando bajo protesta la explicación no dije más nada.
Llegó el día y viajamos para allá.
Ese día, llegamos y todo fue bien porque nos quedamos en la casa acomodando todo y descansando del viaje.
Al día siguiente fuimos a la playa, y me encontré con un matrimonio mayor que eran vecinos nuestros, quedándonos con ellos para hablar.
Ana estaba normal, con una bikini mediana, que si bien le marcaba el terrible culo, todas lo hacían, pero ella jamás provocaba.
Hasta que llegó Beatriz, con una mini bikini amarilla y un ejército de babosos que la montaban con la mirada.
La salude sin poder ocultar el fastidio que sentía, pero ella,dando muestra de un pulido caradurismo, ni acusó recibo.
Por supuesto, las miradas masculinas se centraron en donde estábamos, atraídas por la amiga de mi señora.
Me alivió cuando Beatriz comenzó a hablar con un tipo, morocho, de bigotes, que sin verlo tan especial, al notar que tenía un bulto gigante bajo la malla, enseguida supe lo que Beatriz había encontrado en él.
Pasamos una tarde tranquila, porque Beatriz, se fue con su presa para ablandarla y seguro comérsela a la noche.
Al otro día, para mi sorpresa, Beatriz no apareció.
Disfrutando de esa tranquilidad, nos quedamos en la playa con el matrimonio vecino charlando y a la noche fuimos los cuatro a comer afuera.
Pero nada dura para siempre, al día siguiente volvió.
Mientras yo hablaba con el matrimonio, vi que Beatriz tomaba a Ana de un brazo apartándola. Y cerca de donde yo estaba comenzó un diálogo que me dejó impactado, pues yo haciéndome el que hablaba escuché todo.
"¿cómo te fue anoche?" le preguntó Ana.
"Mal", le contestó Beatriz y continuó "Aunque te parezca mentira estuvo casi dos horas para metérmela, de tan grande que la tiene, es gigante, se me fue la mano al elegirlo, cuando metió la cabeza casi me muero, encima de bronca me la quería poner en el culo y lo saqué volando. Es una bestia, pero lo peor, es que está recaliente con tu culo, porque cuando terminamos me lo dijo":
Ana le contestó "¿En serio?, está loco y vos también, olvidate de todo que hay muchos tipos que te miran, elegí bien", y se rió.
Quedé mal con eso de que el tipo ese estaba caliente con el culo de mi mujer, pero nada podía decir ni hacer.
Beatriz consiguió otro tipo, y se ve que a su medida porque desapareció por un tiempo.
Al otro día, el matrimonio no fue a la playa, y mientras estábamos tomando sol boca abajo con Ana, ví al tipo que rompió a la amiga de mi esposa, sentado sobre una lona y mirando supongo que el culo de Ana depravadamente.
Pensé en ir y decirle algo pero ¿qué?, el tipo no hacía nada y las palabras de Beatriz no eran pruebas, aparte con la diferencia que había entre los dos, corría serio riesgo de que me matara a trompadas, por eso me hice el distraído y miraba de reojo.
Pero lo terrible, fue que Ana, levantó la cabeza, lo vio y asegurándose que yo estaba con los ojos cerrados lo miró y le dio una sonrisa a lo que él contestó enseguida.
Ahora sí la cabeza se me daba vuelta, esto no podía ser, Ana no, pensaba como loco, ella no.
A pesar de mi locura, decidí hacer algo para confirmar lo que me costaba tanto creer.
Le dije a Ana que iba a meterme en el mar y ella me dijo que vaya, que ella se quedaba tomando sol. Primera confirmación que algo pasaría.
Fui y al rato me metí entre la mucha gente que había bañándose, sabiendo que estaba perdido de su vista, pero yo veía bien la ubicación de Ana.
Y veo que el morocho se le acerca y pidiéndole fuego algo le dice.
Ella, siempre con el culo para arriba, le da fuego y se rie, hablan un rato y ella estaba animada riéndose cada tanto hasta que él le dijo algo y se fue.
Yo tenía bronca y rabia, no podía ser esto, se me vino el mundo abajo porque yo amaba a Ana, que desastre pensé, pero tenía que seguir fingiendo, tal vez yo tenía celos que me nublaban el cerebro me dije a mi mismo.
Volví y disimulando la bronca no dije nada.
Esa noche no dormí, y mirándola a ella que sí lo hacía pensaba que depravación le había brotado para jugar con un tipo, que por lo dicho por su amiga, la destrozaría si la agarrara.
Ella estaba acostumbrada a mi arma que era normal y como dije al principio nunca en su culo que me parecía que estaba dispuesta a entregar a una bestia.
Maquinaba a mil por hora, hasta que logré dormir algo.
A la mañana siguiente fuimos a la playa, pero esta vez mi mujer se puso una pequeña bikini, ahora sí marcando bien su culo.
Yo no dije nada, pero pensé que si esto avanzaba algo debía hacer.
Estábamos hablando con el matrimonio, cuando lo volví a ver.
Vi de reojo que le hacía una seña a mi mujer, y al rato ella dijo que iba al baño.
Bueno, pensé, ya está todo clarito. Al ratito le dije al matrimonio,que yo también iba al baño y despacio busqué hasta que los encontré.
Ella estaba contra una pared de atrás y él con una mano sobre esa pared, muy cerca frente a ella le hablaba con su boca muy cerca de la de ella, pero no se tocaban. Estuvieron un rato hablando hasta que él le dio un pequeño beso en los labios que ella no abrió se rieron y comenzaron a volver cada cual por su lado.
Me apuré para llegar primero, escuchaba que el matrimonio me hablaba sin escuchar qué.
Se me ocurrió algo, y le dije que iba a hablar con mi mamá para decirle que estábamos bien, sabiendo que ella se quedaría con el matrimonio para no despertar sospechas.
Fui a una cabinas telefónicas y llamé a mi mejor amigo, que es abogado.
Como era verano, y él salía al otro mes de vacaciones lo encontré en la casa.
Le expliqué todo y él luego de escucharme mudo del asombro me dijo "Me cuesta creer lo que me contás César, pero sé que decís la verdad ¿Cómo puede Ana hacerte algo así?, mirá hay dos opciones: una que decidas ser un cornudo consiente entonces dejá todo como está y la otra es tenderle una trampa para que caiga y después con las pruebas la hago pelota y no va a poder reclamar nada. Vos decidís. Y sea lo que sea que decidas te digo que lamento muchísimo lo que pasa, porque vos no merecés esto, pero la vida te suele cagar a golpes cada tanto."
"Decime lo que tengo que hacer, porque cornudo no me gusta ser", le respondí.
"Bueno, andá a un negocio de filmaciones y alquila un equipo para filmar, el más chico, decile que te expliquen como instalarlo que es fácil, ponelo en tu dormitorio y con eso la aplasto".
"¿Y si van a otro lado?". Le dije
"Por la experiencia que tengo te digo que van ahí, inventá que te vas una noche por una urgencia, si querés te llamo al celular mañana a las cuatro de la tarde, cosa que estén en la playa y ella le diga al tipo que la casa va a estar libre y acordate que van allí. El tipo no debe tener donde ir, sino hubiera llevado a Beatriz y sin embargo se la volteó en la casa de ella".me dijo muy seguro.
"Dale, mañana espero tu llamado", y corté.
Volví y Ana estaba tomando sol, pero al tipo no lo ví.
A la tarde ella volvió a decir que iba al baño, y como sopeché un nuevo encuentro, con cuidado la seguí.
Los ví en la misma posición que a la mañana, pero esta vez, los labios del tipo rozaban los de Ana mientras hablaban.
Hasta que él le encajó un beso de lengua a lo que ella esta vez respondió.
El tipo la tomó de la cintura y ella del cuello.Hasta que él bajó su mano y la apoyó en el culo de ella. Ana se la sacó y diciéndole algo comenzaron a marcharse, quedando el tipo con el bulto tan hinchado que casi no podía caminar para disimular.
Volvimos a casa y cuando ella se metía en el baño para bañarse, le dije que iba a la casa de fotos a comprar un rollo, sabiendo que ella tarda mucho en bañarse, y arreglarse.
En el negocio me explicaron todo ,que realmente era fácil, y volví.
Todavía estaba en el baño, por eso tuve tiempo de esconder todo en el placard.
Al otro día fuimos otra vez temprano a la playa y a media mañana volvió al "Baño".
Los ví de nuevo en el mismo lugar, pero esta vez la mano del tipo se instaló en el culo de Ana sin ser rechazada, se lo refregó fuerte, mientras le colocó disimulado la mano de ella sobre su bulto. Ella tanteó y con cara de mucha sorpresa le dijo algo a lo que él con una sonrisa le contestó. Se saludaron con un beso y se volvieron.
Me costaba mucho hacer el papel de estúpido pero tenía que hacerlo, y pensé con bronca que ojalá sufriera cuando le entierre ese enorme pene en el gran culo de ella y la destroze.
A las cuatro en punto llamó mi amigo y yo con cara de preocupación decía si o no.
Corté, mientras ella me miraba, y con cara de disgusto total le dije "Ana, me acaban de llamar para decirme que murió el padre de Jorge – un amigo mío que veíamos cada tanto y con un padre lleno de salud – tengo que ir si o si esta noche al velorio. Vos quedate que yo, mañana temprano salgo para acá. Te dejo el celular (Cosa que no llame) por cualquier cosa que te llame", comenté con cara de consternación. Ella poniendo cara de tristeza dijo que estaba bien.
Nos quedamos un rato más y ella de pronto volvio al lugar de citas.
Le tocaba el bulto mientras seguro le comentaba el milagro de poder encontrarse, mientras él no dejaba en paz el culazo de ella.
Volvimos temprano y primero me bañé yo, cuando entró ella sabiendo que hoy tardaría mas que nunca, me puse a instalar las cámaras. Yo pensaba ver el espectáculo en vivo, no sé si esperando ver eso y juntar odio para divorciarme tranquilo o por masoquismo, pero de cualquier manera no iba a intervenir porque sabía que echaba todo a perder.
Ella salió del baño con su más chiquita ropa interior negra, con la tanga toda metida en el culo y el corpiño dejando medias tetas afuera, y pintada como nunca.
A las 8 y 30 me despedí, diciéndome ella que me cuide y mandándole su pésame a mi amigo.
"De vos hija de puta me tengo que cuidar", pensé y me fui.
Dejé el auto en un garaje a cinco cuadras y volví parándome en un lugar donde no se me veía.
Pasó como una hora y media y yo pensé que se iba todo al diablo, cuando apareció el morocho. Mirando para todos lados, tocó el timbre y ella lo recibió con una remerita cortita y la tanga al aire libre.
Volé para la puerta de servicio y con sumo cuidado la abrí, entre a la sala de servicio, recordando donde estaba cada cosa para no llevármela por delante miré desde allí viéndolos en el comedor.
Estaban abrazados besándose apasionadamente, mientras él le retorcía el culo con las manos, ella de estrujaba el terrible bulto.
El tipo, ya al borde de la desesperación se desnudó y ahora sí entendí las palabras de Beatriz.
Era una cosa descomunal larguísimo y super grueso con una terrible cabeza hinchada y colorada de la calentura.
Por favor pensé, el mío es de juguete al lado de eso, que basura me siento.
Ana se agachó asombrada ante eso y lo tomó con las dos manos, lo miró bien, le dio unos besos en la cabeza y le dijo "UFF, esto es mucho peor de lo que imaginé, que noche me espera Dios Mio".
El morocho, satisfecho por la palabras de ella, la tomó de la cabeza a Ana y le respondió "Nada de trampas ahora, habíamos quedado que toda la noche te iba a hacer el culo solamente, porque si te la meto en la concha tu marido se va a avivar cuando te coja él, que estás muy abierta. Por eso preparate, que despacio te la vas a comer toda por el culo grande y precioso que tenés."
A la mierda pensé, si se llega a comer el culo de Ana eso no se sienta por un mes del dolor, pero seguí mirando, ahora pensando que todo con ella había terminado para mí.
Ella le pasaba la lengua por todo el choto pero siempre pensativa, supongo que subestimó lo que su amiga le contó y ahora había que aguantar eso.
Estuvo un rato largo entretenida en esa bestia hasta que él la levantó, ahora se agachó él , la le bajó la tanga y comenzó a chupar la vagina.
Ella gemía como loca parada teniéndolo tomado con sus manos por su cabeza y con la cabeza de ella para atrás agitándola para todos lados.
Luego la dio vuelta , le abrió un poco las piernas y como loco le empezó a pasar la lengua al culo de Ana, que era el actor principal de esta novela.
Estuvo como media hora ablandando con la lengua a ese tesoro, se levantó, le sacó el corpiño y le sobó un largo rato las grandes tetas.
La tomó de una mano y caminaron al dormitorio.
Que suerte pensé, a ver si la clavaba en el comedor y yo quedaba mirando sin filmar nada.
Entraron y dejaron la puerta abierta para continuar con mi buena suerte. Era imposible que vieran las cámaras, pues estaban muy bien disimuladas, y aparte en el estado que estaban no veían nada alrededor.
Se acostaron y yo pasé al comedor para ver.
Se besaron un largo rato,mientras él siempre le tocaba el culo, pasándole todas sus manos y ella agarrada del enorme palo.
Hasta que él tomó un pote de crema y comenzó despacio a untarse el monstruo, mientras siempre tenía su vista en el trasero que iba a destruir.
Le puso crema en el culo a ella y la dio vuelta abriéndole las piernas bien.
Ella ahora consiente de lo que venía le dijo "Por favor, muy despacio, porque es muy grande para mí, seguro va a doler mucho, por eso despacio para que pueda aguantar".
"Quedate tranquila que tenemos toda la noche, vamos a hacerlo despacio y bien", le contestó él pero sin dejarla demasiado conforme.
Se puso sobre ella, aplastándola porque sabía que vendrían movimientos bruscos, le apoyó la cabeza de la pijota en el agujero del culo de ella y empezó.
Cuando ella sintió que su culo se empezaba a expandir para recibir a terrible objeto, se retorció toda y mordiendo la almohada, tiró sus brazos para atrás para frenarlo.
El tipo aguantó las manos de ella, y muy despacio empujó un poco más.
Ahora la cabeza abrió el culo para su tamaño, buscando meterse.
Ella mordiendo la almohada con todo la soltó y pego un fuerte grito que me hizo retroceder.
El tipo despacio empujó un poco más y la cabeza entró siendo envuelta por el agujero extremadamente abierto del culo de ella.
Ana del dolor lo pudo empujar a él con sus manos para atrás obligándolo a que la saque dando otro grito cuando salió.
"No puedo recibir eso, es terrible, no va a entrar nunca, es mortal.", dijo ella traspirada y agitada.
El morocho, besándole el cuello le dijo "Querida, tenés que aguantar un poco, ya te habías comido la cabeza que es lo peor, tenés que relajarlo bien y entra toda, una vez que lo tengas abierto vas a gozar como nunca, pero tenés que aguantar. Vamos a cambiar de posición para que se abra más".
La puso boca arriba con las piernas levantadas apoyadas en él y la aplastó.
Volvió a meter la cabeza y ella volvió a retorcerse, pero esta vez ella no podía sacarlo con las manos.
El tipo muy despacio siguió metiéndola y ahora con la cabeza ya adentro comenzó la perforación.
Ana lo tomó de la espalda clavándole las uñas, y gritó fuerte dando cabezazos en la almohada, toda traspirada, y pálida del dolor.
El tipo se bancó las uñas de ella y siguió su ruta.
Ya la pija se había escondido la mitad dentro del culo de ella y seguía su viaje al fondo del orificio.
Ella llorando le dijo "AYY,que dolor terrible, me estás destrozando padrillo hijo de puta, aflojá".
Pero él con una sonrisa de satisfacción continuó, hasta que la pija se escondió toda adentro, para mi terrible sorpresa al ver que el culo de mi mujer se comiera semejante elemento.
Despacio y con ella a los gritos comenzó el movimiento perforatorio, tranquilo pero sin tregua.
Ana se quejaba permanentemente puteándolo "Hijo de puta,me estás rompiendo el culo con esa pija, Hasta donde querés llegar desalmado de mierda".
El tipo seguía, pero aumentando el ritmo al ver que el culo se había entregado a su enorme instrumento rompedor. Ella seguía puteando y llorando pero a medida que se sucedían los empujones diminuían sus retorcijones, hasta que luego casi de media hora de guardar con su culo la pija de él, comenzó tibiamente a moverse y gemirle en el oído "Así , así, ya lo rompiste bien guacho, ahora dale despacio pero dale", como contenta de haberse podido comer lo que su amiga no pudo.
Seguía él dándole pero esta vez con gran ritmo, entraba y salía ya mucho más cómoda de ese orto ya abierto, cuando a la hora y minutos se lo llenó de leche.
Descansaron casi una hora y ahora ella se subió sobre él, luego de jugar con la pija volviéndola a levantar, y se clavó el choto de él en su culo.
Al principio se retorció pero siguió clavándose hasta que logró sentarse arriba escondiendo toda la pija dentro de ella.
Lo cabalgó casi una hora clavándose eso en su culo, y gritando mitad de placer y mitad de dolor.
Terminó, haciéndolo acabar de nuevo y se quedó a su lado besándolo.
Yo me fui dolorido por lo que acababa de ver y con lágrimas en mis ojos, me quedé sentado lo que quedaba de la noche mirando el mar en silencio.
Al otro día volví y la encontré en la cama, diciéndome que le dolía el cuerpo.
No dije nada, cuando se fue a bañar y viéndola con dificultad para caminar, saqué las cámaras, las devolví y me quedé con la película.
Pasamos lo que quedaba de veraneo, y no sé si lo siguió viendo al tipo, ya no me importaba.
Cuando volvimos a la Capital , al tiempo le llegó una intimación de mi amigo diciendo que yo solicitaba el divorcio, me miró casi pálida, y solo le dije "Se terminó todo", junté mis cosas y le dije que disfrute estos días en casa porque la iba a sacar para siempre de allí.
Al tiempo cuando nos juntamos en los tribunales, sufrió un desmayo cuando mi amigo presentó las películas al juez.
Nunca más la volví a ver, estoy solo en casa sabiendo que costará mucho adaptarme a otra mujer sin sospechar de ella.
fuente:relatos ardientes escrito:milord

9 comentarios - fuera la mascara

angieyruben
El relato es muy bueno !
Tremendo sufrimiento masoquista ante la infidelidad....


Gracias por compartir.
Besos y Lamiditas !!!

fuera la mascara

Felices Fiestas !!!
puta
Yo comenté tu post, vos comentaste el mío?
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
Mirkasolitaria41
Hola muy buen relato....a mi me paso al revés se sufre mucho1!!!!
fulanoo512
que relato cheee! no se que habria echo yo en tu lugar..
ElNacho90
Excelente relato la verdad!

Como juega con la sexualidad y la psicología...

La verdad impresionante!
pipa64
impresionante man te felicito por el relato aunque realmente siento tu dolor ante esa situación
buen año master
Morochoaltivo19
tremendo loco, no creo poder bancarme una cosa asi, la mando a la mierda antes que nada
tj7878
muy muy bueno