Hace un tiempo encaré como siempre al kiosko de revistas, vengo de la época que nos masturbábamos con revistas y no con Internet. Eran cerca de las 8 de la noche y cuando llego, para sorpresa, había un tipo que no era el que habitualmente estaba. Saludo y paso al fondo donde estaban las viejas revistas de desnudos y las pornos.
-Estabas buscando algo en especial?
-Eh, si (mentira, y busqué algo bien difícil) la Playboy de mediados del 92 con Katja Alemann
-No, esa es muy difícil...
-Bueno, sigo buscando...
Al parecer no tenía ni idea, porque allí estaba. La abrí y me encontré con esas imágenes que acompañaron mis noches adolescentes... El tipo estaba lejos, y había muchos estantes que dificultaban la visión.
Ahi saqué mi pija y comencé lentamente a tocarme, fue tal la intensidad que me olvidé donde estaba y en un momento...
-Molesto? me preguntó el tipo
-Uy!, perdoname!
Yo no sabía que hacer, ya me había bajado todo y el tipo me dijo
-No hay drama, justo había cerrado y me había puesto a ver algo en la tele.
Miré a la Tv y había puesto un DVD donde 2 chicas se estaban matando. Cuando vuelvo la vista a el ya estaba desnudo y con una poronga gruesa, aunque no del todo dura... así que me dispuse a terminar de endurecerla con mi mano, mientras me sacaba lo que me quedaba de ropa. El cuarentón se había acostado en el suelo y me acariciaba la cabeza, pero seguí con la paja un rato más. Ya estaba hecha un mástil y me puse esa verga finalmente en la boca al mismo tiempo que él, haciendo un 69 fantástico, rodeados virtualmente de minas en bolas y sobre todo ante la mirada sonriente de una Katja a la que podía dejar de mirarle su pubis suave y poblado mientras la lengua de mi ocasional amante se acomodaba en mi ano y yo lamía sus huevos.
Nos salimos del 69 y nos pajeamos con las pijas una arriba de otra.
Primero acabé yo sobre su pierna, y me alejé tan histéricamente que a el lo enloqueció. Estaba por aullar en su orgasmo y le puse mi verga que seguía chorreando leche mientras lo masturbaba para que terminase. Fue tan caliente que al acabar me hundió los dedos en el culo.
Luego nos vestimos y cuando me estaba por ir por la puertita de metal me dijo
-Te olvidás algo
Por supuesto, era la Playboy con la Alemann y de paso me dió el dvd que estaba de fondo
-Cuanto es?
-Nada, cortesía de la casa.
-Estabas buscando algo en especial?
-Eh, si (mentira, y busqué algo bien difícil) la Playboy de mediados del 92 con Katja Alemann
-No, esa es muy difícil...
-Bueno, sigo buscando...
Al parecer no tenía ni idea, porque allí estaba. La abrí y me encontré con esas imágenes que acompañaron mis noches adolescentes... El tipo estaba lejos, y había muchos estantes que dificultaban la visión.
Ahi saqué mi pija y comencé lentamente a tocarme, fue tal la intensidad que me olvidé donde estaba y en un momento...
-Molesto? me preguntó el tipo
-Uy!, perdoname!
Yo no sabía que hacer, ya me había bajado todo y el tipo me dijo
-No hay drama, justo había cerrado y me había puesto a ver algo en la tele.
Miré a la Tv y había puesto un DVD donde 2 chicas se estaban matando. Cuando vuelvo la vista a el ya estaba desnudo y con una poronga gruesa, aunque no del todo dura... así que me dispuse a terminar de endurecerla con mi mano, mientras me sacaba lo que me quedaba de ropa. El cuarentón se había acostado en el suelo y me acariciaba la cabeza, pero seguí con la paja un rato más. Ya estaba hecha un mástil y me puse esa verga finalmente en la boca al mismo tiempo que él, haciendo un 69 fantástico, rodeados virtualmente de minas en bolas y sobre todo ante la mirada sonriente de una Katja a la que podía dejar de mirarle su pubis suave y poblado mientras la lengua de mi ocasional amante se acomodaba en mi ano y yo lamía sus huevos.
Nos salimos del 69 y nos pajeamos con las pijas una arriba de otra.
Primero acabé yo sobre su pierna, y me alejé tan histéricamente que a el lo enloqueció. Estaba por aullar en su orgasmo y le puse mi verga que seguía chorreando leche mientras lo masturbaba para que terminase. Fue tan caliente que al acabar me hundió los dedos en el culo.
Luego nos vestimos y cuando me estaba por ir por la puertita de metal me dijo
-Te olvidás algo
Por supuesto, era la Playboy con la Alemann y de paso me dió el dvd que estaba de fondo
-Cuanto es?
-Nada, cortesía de la casa.
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