Hola como están?
Les contaré una aventura que me pasó en el qerido metro de la ciudad de México hace un par de años, comenzaré por describirme hace un poco, soy rubia, ojitos color miel, con una colita riquísima, tetas chiquitas pero firmes, cetro k lo mas riko y atractivo de mi cuerpo es mi trasero, tengo piernas firmes debido a desde muy pekeña mis padres me inculcaron a practicar siempre algún deporte, en ese entonces tenía 23 años debido a k tengo un bonito cuerpo me encanta vestirme provocativamente y siempre me las arreglo para tener vergas duras pegadas a mi trasero y me encanta q la manoseen.
Hace dos años k sucedió esto k les voy a platicar no tenia auto y tenia que tomar el metro para llegar a mi trabajo que quedaba a un par de horas de mi casa, hasta el otro lado de la ciudad, siempre que tenia que tomar el metro me metia en los vagones para hombres (aun lo sigo haciendo) ya q en México debido a estos manoseos, han separado vagones para hombres y mujeres en las horas picos.
Esa mañana en cuanto desperté me sentía muy caliente no se por que, tal ves tuve un sueño subido de tono o algo asi y fue por eso k desde k desperté tenia una calentura lujuriosa increíble, mientras me bañaba se me ocurrió k quería una aventura en el metro para bajar mi temperatura, me visti sexy como de costumbre, con un vestido azul celeste medio transparente q apenas me cubría las nalguitas, sostén blanco se denotaba a través del vestido, una tanguita igualmente blanca y zapatos de tacon alto, sali lo mas pronto posible de mi casa ya que mientras mas temprano tomas el metro mas lleno va. Ya se pueden imaginar una preciosa chica caliente subiéndose al vagón de los hombres una mañana donde el metro va lleno.
El metro tardo un poco en pasar el anden ya estaba lleno y cuando paso el metro hiba tan lleno que ni siquiera hice el intento por subierme, asi deje pasar un par de trenes mas hasta que llego uno con un poco de espacio para subirme, Al subir yo también varias personas mas subieron detrás de mi, de hecho puros hombres jeje, me empujaron para poder entrar ellos y kede justo a la mitad del vagon rodeada y apretadísima de puros hombres, frente a mi quedo un chico que llevaba abrazado su portafolios, era mas alto que yo y su portafolios quedaba justo a la altura de mis pechos, cuando el metro avanzo y llego a la siguiente estación increíblemente entro aun mas gente apretándome aun mas, al chico del portafolios lo empujaron mas y al moverlo se giro un poco moviendo mi vestido de su lugar y rozando mis pechos, al seguir su marcha el metro el chico aprovechaba por rozar mis pechos diciendome:
- Perdona, pero están empujando de atrás
Yo siendo una chica comprensiva, le di una sonrisa con un no te preocupes.
Esta respuesta solo le hecho leña al fuego y de inmediato comencé a sentir una lluvia de manos sobre mis piernas y mis nalguitas.
Me agarraban el culo con palmas abiertas, no tardaron casi nada en levantar mi vestido y meter manos por debajo de este, metiendo dedos entre mis cachetes y los q podían introducían dedos en su conchita, haciendo a un lado la fina tanguita blanca, Comence a respirar hondo para evitar gemir en voz alta. Eso es lo que estaba buscando desde que desperté, la lujuria de ser atacado por incontables manos por todo mi cuerpo, mi vaginita de inmediato se humedeció, varias manos empujaban mis muslos, queriendo abrir miss piernas, y poco a poco lo iban logrando, el chico de enfrente se dio cuenta de lo k pasaba por debajo y de mis gemidos ahogados, pero el no podía hacer nada dado que estaba abrazando su portafolios, intento bajarlo pero como en cada estación entraba mas y mas gente la cual nos apretaba mas y mas no podía hacerlo, el chico no pudo soportar mas y descaradamente volteo ambas manos sobre mis pechos masajeándolos sin ninguna intención de ser disimulado, masajeo mis pechos por ensima de mi vestido, e intentaba sacar mis echos del vestido pero no podía. Una persona k hiba detrás de mi se percato de eso y deslizo los tirantitos de mi vestido pro mis hombros quedando este arrugándose en mi cintura mientras empinaba las nalguitas para dar mejor facilidad de acceso, las manos se entre-chocaban tratando de acariciar, agarrar, apretar, sobar mi rico y apretadito cuerpo q gozaba con cada caricia sobre mi piel y dentro de mi conchita q iba de totalmente humeda, alguien detrás de mi, no estoy segura si bajo mi vestido, desabrocho mi bra dejándolo caer al suelo y dándole acceso libre y sin problemas al chiko del portafolios a mi pechos que sin dudarlo un segundo comenzó a pellizcar y acariciar mis rozados pezones.
Con el sosten en el suelo y mi vestido arrugado en mi cintura entre cerraba mis ojitos al sentir dedos diferentes invadir mi conchita, sobar mis labios vaginales y meterse por toda mi rajita. El q estaba directamente detrás sobaba y apretaba mis nalgas como si se fueran a desaparecer en cualquier momento, dedos entraban y salían de mi panochita con increíble rapidez, un pulgar frotaba mi clítoris aplicando una presión deliciosa q me llevaba al cielo, no pude gemir bajito con mis ojitos bien apretados mientras una onda de éxtasis barría con mi cuerpo, era un banquete los hombres q me rodeaban.
Mas de uno quiso ensartarme un dedo en el culo, pero por alguna razón, quizás la difícil posicion de las manos no pudieron, onda tras onda de orgasmos me invadían, asi disfrute y goce a lo largo de del trayecto de 10 estaciones alrededor de media hora, aquellos tipos se dieron un festín proporcionándome la mega-manoseada del siglo, varios me susurraban obscenidades y me decían lo ... q era, q era la perra caliente mas rica del mundo y q era un deliciosa hembra q me quieran meter la verga por todos lados, etc Cuando el metro estaba por llegar a la estación donde tenia k transbordar de linea, comencé a decirles a duras penas entre gemidos que ya por favor me dejaras, ya tenia k bajar, la gran mayoria de las manos se apartaron y el chico solto mis pechos, aun que algunos aun seguían masajeando mi culito y mis piernas, como pude medio acomode mi vestido, y me dispuse a bajar, la gran mayoría de las personas transborda en esa estación hacia otra línea k pasa por el centro de la ciudad, asi que no fue nada difícil abrirme paso para bajar puesto k entre todo ese mar de gente solo hay k dejarse llevar por la corriente para salir del vagon, mientras salian muchos me fueron nalgueando y dicendome obcenidades, yo no segui el recorrido, espere en el anden a que toda la gente se fuera hacia la otra línea y aproveche para acomodar bien mi ya arrigado y mojado vestido, cuando estaba acomodándolo me percate que no llevaba mi bra, supongo k se kedo en el bagon tirado, por lo cual mis pezones se notaban por debajo de mi vestido, arregle mi tanguita q estaba como un trapo mojado, puse mi vestido en orden y me diriji a la otra linea.
Iba con mis piernas como gelatina después de tantos orgasmos y con mis pezones erectos como la goma de un lápiz debajo del vestido medio transparente, cuando llegue a la línea el anden estaba repleto y los trenes k llegaban peor aun, estuve esperando como por 20 minutos a que pasara un metro decente en el cual me pudiera subir pero nada, hasta que enviaron un metro completamente vacio para la estación, de igual manera me subi en los vagones para hombres, pero a pesar de los 20 minutos k me sirvieron de descanso aun hiba muy agotada por la acción de hace un momento, afortunadamente pude alcanzar asiento y me recosté sobre la ventana cerrando mis ojos para tratar de dormir un poco ya que el recorrido de esa línea es aun mas largo k la otra.
Iba media dormida cuando sinti alguien sentarse a su lado y poner una mano sobre mi muslo, lo mire y era un viejo de unos 65 años, al ver su mano arrugada, su cuerpo viejo, gordo y feo, le dio asco.
Antes de poder quitar su mano, el viejo me dijo
- Iba detrás de ti en el otro vagón, yo fui el q te desabrochó el sostén y me quede con ganas de meterte mi pito.
Y fue subiendo la mano por el muslo. Al escuchar eso, por la sorpresa no le dije nada y mas por el morbo q otra cosa lo deje seguir.
El viejo subía su mano por debajo del diminuto vestido y al tocar mi tanguita, dijo con voz de triunfo
- Sabia q seguías mojada ... !
El escuchar al vejete decirme ... hizo q me excitara de nuevo y sin querer abri mas las piernas, una sonrisa malévola se formó en la boca del hombre.
- Asi es putita. Abre esas piernas putita
Los dedos gordos del viejo se posaron sobre la tanguita y comenzó a sobar mis labios vaginales y clítoris lentamente, por encima de la fina tela.
Me recline de nuevo sobre la ventana a disfrutar de las caricias que me daba.
Las manos de mi acompañante no se estaban quietas, subían y bajaban por mis muslos, de vez en cuando sus dedos se posaban sobre mi vaginita, pero siempre por encima de la tanguita blanca
La estación donde bajaba se acercaba era la penúltima estación y me puso de pie, el viejo rápidamente tiro de mi brazo hacia abajo diciéndome:
- Si te levantas te golpo como la ... que eres!!!
Me dio algo de miedo y se quede senta en el asiento quieta, de repente su situación había cambiado por completo. Unos segundos atrás yo era la chica q teniendo piedad de aquel vejete, permitía q este la sobara a placer, ahora el viejo me tenia amenazada con una golpiza si se movía de ahí
Mientras llegábamos a la ultima estacion el viejo no paraba de amasar mi muslo y sobar mi conchita, al llegar a la ultima estacion, las pocas personas q habían se marcharon dejando con el señor a solas, las puertas se cerraron, me sintia prisionera de aquel hombre, tenía miedo y no me atrevía a decir nada.
Aquí era donde el tren se metía en los túneles oscuros hasta salir de nuevo al anden.
Apenas el tren comenzó a moverse hacia la oscuridad el viejo me sacó del asiento y me puso de rodillas encima de este dándole la espalda. El viejo empujó mi espalda de la hacia enfrente haciéndome que empine aun mas su culito hacia él, apreté los ojos sabiendo lo que se venia. Escuche el cierre del pantalón y sinti las gordas manos del viejo subirme el vestido hasta la cintura dejando mi conchita totalmente expuesta a él.
Una mano gorda me tomó de la cintura fuertemente mientras sentía la cabeza de su verga ponerse entre sus labios vaginales, respire hondo, el viejo gordo me la hiba a meter. Sin mas miramientos, me enterró la verga entera hasta las bolas haciendome gemir como una perra en celo, el viejo gemía y gruñía obscenidades mientras enterraba su miembro una y otra vez en mi conchita.
Lo único q se escuchaba en el vagón eran los fuertes gemidos que salian de mi boca, los gruñidos del vejete y el jugoso mete saca de una verga entrando y saliendo de mi conchita empapada acompañado de el distinguido SPLAT SPLAT SPLAT SPLAT de la pelvis del viejo sobre mis nalguitas.
El viejo sabia q tenía poco tiempo para disfrutar de mi cuerpo de la chica y tomándome de los hombros con ambas manos, empujó su verga aun mas profundo con fuertes embestidas haciéndome gemir aun mas y mas.
El señor me agarró de los hombros y comenzó a darme embestidas fuertísimas.
El caso era q el viejo me tenia agarrada de los hombros me metía la verga sin piedad, me tenia de rodillas con mi espalada arqueada dándole toda mi conchita en bandeja de plata, las embestidas eran brutales y yo tenia las manos bien sujetas al respaldo del asiento. Esto se añadía al increíble morbo q tenia al sentirse usada como un juguete sexual por este viejo, quien pronto con alaridos anunciaba q se corría.
Afortunadamente el viejo se había puesto un condón y evitó tener mi conchita inundada de semen del viejo.
El sudor del vejete me caía en los cachetes de mi culo mientras sentía el miembro duro q me acababa de penetrar a duras embestidas hacerse nada dentro de su conchita, el respirar del viejo era como si hubiera corrido una maratón y lentamente se salió de mi, rápidamente arregle mi ropa justo antes de salir a la fuerte luz de la primera estación.
La severa cogida no duró más de 5 minutos, pero el morbo de haber sido manoseada a placer por tantos hombres, y luego ser usada como putita personal era increíble, y para sellarlo con broche de oro, antes de salir del vagón el viejo me dijo:
-Abre la boca ...
Y me metió el condón usado en mi boquita diciéndo:
-A todas las ... como tú les gusta masticar chicle y dándome una palmada en las nalgas bajo la mirada de los q entraban el señor se fue.
Como una buena perrita sumisa, mastique el condón como un chicle y trage todo el juguito q salió de él.
Llegue a la estación dodne tenia que bajar y tome el camión a mi trabajo, ahí si pude dormir jeje.
Les contaré una aventura que me pasó en el qerido metro de la ciudad de México hace un par de años, comenzaré por describirme hace un poco, soy rubia, ojitos color miel, con una colita riquísima, tetas chiquitas pero firmes, cetro k lo mas riko y atractivo de mi cuerpo es mi trasero, tengo piernas firmes debido a desde muy pekeña mis padres me inculcaron a practicar siempre algún deporte, en ese entonces tenía 23 años debido a k tengo un bonito cuerpo me encanta vestirme provocativamente y siempre me las arreglo para tener vergas duras pegadas a mi trasero y me encanta q la manoseen.
Hace dos años k sucedió esto k les voy a platicar no tenia auto y tenia que tomar el metro para llegar a mi trabajo que quedaba a un par de horas de mi casa, hasta el otro lado de la ciudad, siempre que tenia que tomar el metro me metia en los vagones para hombres (aun lo sigo haciendo) ya q en México debido a estos manoseos, han separado vagones para hombres y mujeres en las horas picos.
Esa mañana en cuanto desperté me sentía muy caliente no se por que, tal ves tuve un sueño subido de tono o algo asi y fue por eso k desde k desperté tenia una calentura lujuriosa increíble, mientras me bañaba se me ocurrió k quería una aventura en el metro para bajar mi temperatura, me visti sexy como de costumbre, con un vestido azul celeste medio transparente q apenas me cubría las nalguitas, sostén blanco se denotaba a través del vestido, una tanguita igualmente blanca y zapatos de tacon alto, sali lo mas pronto posible de mi casa ya que mientras mas temprano tomas el metro mas lleno va. Ya se pueden imaginar una preciosa chica caliente subiéndose al vagón de los hombres una mañana donde el metro va lleno.
El metro tardo un poco en pasar el anden ya estaba lleno y cuando paso el metro hiba tan lleno que ni siquiera hice el intento por subierme, asi deje pasar un par de trenes mas hasta que llego uno con un poco de espacio para subirme, Al subir yo también varias personas mas subieron detrás de mi, de hecho puros hombres jeje, me empujaron para poder entrar ellos y kede justo a la mitad del vagon rodeada y apretadísima de puros hombres, frente a mi quedo un chico que llevaba abrazado su portafolios, era mas alto que yo y su portafolios quedaba justo a la altura de mis pechos, cuando el metro avanzo y llego a la siguiente estación increíblemente entro aun mas gente apretándome aun mas, al chico del portafolios lo empujaron mas y al moverlo se giro un poco moviendo mi vestido de su lugar y rozando mis pechos, al seguir su marcha el metro el chico aprovechaba por rozar mis pechos diciendome:
- Perdona, pero están empujando de atrás
Yo siendo una chica comprensiva, le di una sonrisa con un no te preocupes.
Esta respuesta solo le hecho leña al fuego y de inmediato comencé a sentir una lluvia de manos sobre mis piernas y mis nalguitas.
Me agarraban el culo con palmas abiertas, no tardaron casi nada en levantar mi vestido y meter manos por debajo de este, metiendo dedos entre mis cachetes y los q podían introducían dedos en su conchita, haciendo a un lado la fina tanguita blanca, Comence a respirar hondo para evitar gemir en voz alta. Eso es lo que estaba buscando desde que desperté, la lujuria de ser atacado por incontables manos por todo mi cuerpo, mi vaginita de inmediato se humedeció, varias manos empujaban mis muslos, queriendo abrir miss piernas, y poco a poco lo iban logrando, el chico de enfrente se dio cuenta de lo k pasaba por debajo y de mis gemidos ahogados, pero el no podía hacer nada dado que estaba abrazando su portafolios, intento bajarlo pero como en cada estación entraba mas y mas gente la cual nos apretaba mas y mas no podía hacerlo, el chico no pudo soportar mas y descaradamente volteo ambas manos sobre mis pechos masajeándolos sin ninguna intención de ser disimulado, masajeo mis pechos por ensima de mi vestido, e intentaba sacar mis echos del vestido pero no podía. Una persona k hiba detrás de mi se percato de eso y deslizo los tirantitos de mi vestido pro mis hombros quedando este arrugándose en mi cintura mientras empinaba las nalguitas para dar mejor facilidad de acceso, las manos se entre-chocaban tratando de acariciar, agarrar, apretar, sobar mi rico y apretadito cuerpo q gozaba con cada caricia sobre mi piel y dentro de mi conchita q iba de totalmente humeda, alguien detrás de mi, no estoy segura si bajo mi vestido, desabrocho mi bra dejándolo caer al suelo y dándole acceso libre y sin problemas al chiko del portafolios a mi pechos que sin dudarlo un segundo comenzó a pellizcar y acariciar mis rozados pezones.
Con el sosten en el suelo y mi vestido arrugado en mi cintura entre cerraba mis ojitos al sentir dedos diferentes invadir mi conchita, sobar mis labios vaginales y meterse por toda mi rajita. El q estaba directamente detrás sobaba y apretaba mis nalgas como si se fueran a desaparecer en cualquier momento, dedos entraban y salían de mi panochita con increíble rapidez, un pulgar frotaba mi clítoris aplicando una presión deliciosa q me llevaba al cielo, no pude gemir bajito con mis ojitos bien apretados mientras una onda de éxtasis barría con mi cuerpo, era un banquete los hombres q me rodeaban.
Mas de uno quiso ensartarme un dedo en el culo, pero por alguna razón, quizás la difícil posicion de las manos no pudieron, onda tras onda de orgasmos me invadían, asi disfrute y goce a lo largo de del trayecto de 10 estaciones alrededor de media hora, aquellos tipos se dieron un festín proporcionándome la mega-manoseada del siglo, varios me susurraban obscenidades y me decían lo ... q era, q era la perra caliente mas rica del mundo y q era un deliciosa hembra q me quieran meter la verga por todos lados, etc Cuando el metro estaba por llegar a la estación donde tenia k transbordar de linea, comencé a decirles a duras penas entre gemidos que ya por favor me dejaras, ya tenia k bajar, la gran mayoria de las manos se apartaron y el chico solto mis pechos, aun que algunos aun seguían masajeando mi culito y mis piernas, como pude medio acomode mi vestido, y me dispuse a bajar, la gran mayoría de las personas transborda en esa estación hacia otra línea k pasa por el centro de la ciudad, asi que no fue nada difícil abrirme paso para bajar puesto k entre todo ese mar de gente solo hay k dejarse llevar por la corriente para salir del vagon, mientras salian muchos me fueron nalgueando y dicendome obcenidades, yo no segui el recorrido, espere en el anden a que toda la gente se fuera hacia la otra línea y aproveche para acomodar bien mi ya arrigado y mojado vestido, cuando estaba acomodándolo me percate que no llevaba mi bra, supongo k se kedo en el bagon tirado, por lo cual mis pezones se notaban por debajo de mi vestido, arregle mi tanguita q estaba como un trapo mojado, puse mi vestido en orden y me diriji a la otra linea.
Iba con mis piernas como gelatina después de tantos orgasmos y con mis pezones erectos como la goma de un lápiz debajo del vestido medio transparente, cuando llegue a la línea el anden estaba repleto y los trenes k llegaban peor aun, estuve esperando como por 20 minutos a que pasara un metro decente en el cual me pudiera subir pero nada, hasta que enviaron un metro completamente vacio para la estación, de igual manera me subi en los vagones para hombres, pero a pesar de los 20 minutos k me sirvieron de descanso aun hiba muy agotada por la acción de hace un momento, afortunadamente pude alcanzar asiento y me recosté sobre la ventana cerrando mis ojos para tratar de dormir un poco ya que el recorrido de esa línea es aun mas largo k la otra.
Iba media dormida cuando sinti alguien sentarse a su lado y poner una mano sobre mi muslo, lo mire y era un viejo de unos 65 años, al ver su mano arrugada, su cuerpo viejo, gordo y feo, le dio asco.
Antes de poder quitar su mano, el viejo me dijo
- Iba detrás de ti en el otro vagón, yo fui el q te desabrochó el sostén y me quede con ganas de meterte mi pito.
Y fue subiendo la mano por el muslo. Al escuchar eso, por la sorpresa no le dije nada y mas por el morbo q otra cosa lo deje seguir.
El viejo subía su mano por debajo del diminuto vestido y al tocar mi tanguita, dijo con voz de triunfo
- Sabia q seguías mojada ... !
El escuchar al vejete decirme ... hizo q me excitara de nuevo y sin querer abri mas las piernas, una sonrisa malévola se formó en la boca del hombre.
- Asi es putita. Abre esas piernas putita
Los dedos gordos del viejo se posaron sobre la tanguita y comenzó a sobar mis labios vaginales y clítoris lentamente, por encima de la fina tela.
Me recline de nuevo sobre la ventana a disfrutar de las caricias que me daba.
Las manos de mi acompañante no se estaban quietas, subían y bajaban por mis muslos, de vez en cuando sus dedos se posaban sobre mi vaginita, pero siempre por encima de la tanguita blanca
La estación donde bajaba se acercaba era la penúltima estación y me puso de pie, el viejo rápidamente tiro de mi brazo hacia abajo diciéndome:
- Si te levantas te golpo como la ... que eres!!!
Me dio algo de miedo y se quede senta en el asiento quieta, de repente su situación había cambiado por completo. Unos segundos atrás yo era la chica q teniendo piedad de aquel vejete, permitía q este la sobara a placer, ahora el viejo me tenia amenazada con una golpiza si se movía de ahí
Mientras llegábamos a la ultima estacion el viejo no paraba de amasar mi muslo y sobar mi conchita, al llegar a la ultima estacion, las pocas personas q habían se marcharon dejando con el señor a solas, las puertas se cerraron, me sintia prisionera de aquel hombre, tenía miedo y no me atrevía a decir nada.
Aquí era donde el tren se metía en los túneles oscuros hasta salir de nuevo al anden.
Apenas el tren comenzó a moverse hacia la oscuridad el viejo me sacó del asiento y me puso de rodillas encima de este dándole la espalda. El viejo empujó mi espalda de la hacia enfrente haciéndome que empine aun mas su culito hacia él, apreté los ojos sabiendo lo que se venia. Escuche el cierre del pantalón y sinti las gordas manos del viejo subirme el vestido hasta la cintura dejando mi conchita totalmente expuesta a él.
Una mano gorda me tomó de la cintura fuertemente mientras sentía la cabeza de su verga ponerse entre sus labios vaginales, respire hondo, el viejo gordo me la hiba a meter. Sin mas miramientos, me enterró la verga entera hasta las bolas haciendome gemir como una perra en celo, el viejo gemía y gruñía obscenidades mientras enterraba su miembro una y otra vez en mi conchita.
Lo único q se escuchaba en el vagón eran los fuertes gemidos que salian de mi boca, los gruñidos del vejete y el jugoso mete saca de una verga entrando y saliendo de mi conchita empapada acompañado de el distinguido SPLAT SPLAT SPLAT SPLAT de la pelvis del viejo sobre mis nalguitas.
El viejo sabia q tenía poco tiempo para disfrutar de mi cuerpo de la chica y tomándome de los hombros con ambas manos, empujó su verga aun mas profundo con fuertes embestidas haciéndome gemir aun mas y mas.
El señor me agarró de los hombros y comenzó a darme embestidas fuertísimas.
El caso era q el viejo me tenia agarrada de los hombros me metía la verga sin piedad, me tenia de rodillas con mi espalada arqueada dándole toda mi conchita en bandeja de plata, las embestidas eran brutales y yo tenia las manos bien sujetas al respaldo del asiento. Esto se añadía al increíble morbo q tenia al sentirse usada como un juguete sexual por este viejo, quien pronto con alaridos anunciaba q se corría.
Afortunadamente el viejo se había puesto un condón y evitó tener mi conchita inundada de semen del viejo.
El sudor del vejete me caía en los cachetes de mi culo mientras sentía el miembro duro q me acababa de penetrar a duras embestidas hacerse nada dentro de su conchita, el respirar del viejo era como si hubiera corrido una maratón y lentamente se salió de mi, rápidamente arregle mi ropa justo antes de salir a la fuerte luz de la primera estación.
La severa cogida no duró más de 5 minutos, pero el morbo de haber sido manoseada a placer por tantos hombres, y luego ser usada como putita personal era increíble, y para sellarlo con broche de oro, antes de salir del vagón el viejo me dijo:
-Abre la boca ...
Y me metió el condón usado en mi boquita diciéndo:
-A todas las ... como tú les gusta masticar chicle y dándome una palmada en las nalgas bajo la mirada de los q entraban el señor se fue.
Como una buena perrita sumisa, mastique el condón como un chicle y trage todo el juguito q salió de él.
Llegue a la estación dodne tenia que bajar y tome el camión a mi trabajo, ahí si pude dormir jeje.
5 comentarios - Aventura en el metro
Bienvenido a P! Te sigo para que me sigas...
jajaja