HOLa a todos subo este relato que creo que es real
🙂 🙂
Por rabia desarrollé productos capaces de poner bajo mi
control a la gente e implantar sugestiones post-hipnĂłticas
Siempre me interesĂł la hipnosis, y desde niño tenĂa
erecciones cuando veĂa pelĂculas donde habĂa control mental. Sin embargo a los
14 años, cuando comencé a investigar sobre ello me di cuenta del verdadero
potencial de ayuda tenĂa la hipnosis en la gente para controlar infecciones,
curar acné, aliviar dolores, impedir sangrado, dominar vicios, mejorar hábitos,
etc. y aprendĂ varias tĂ©cnicas, y todas ellas requerĂan de la aceptaciĂłn y
colaboraciĂłn del hipnotizado, "no puedes hipnotizar a nadie en contra de su
voluntad" me indicĂł uno de los instructores y varios asĂ me lo confirmaron "si
das una sugestiĂłn en contra de los principios o deseos de una persona, esta
despertará inmediatamente" me indicó otro y en más de una ocasión asà lo
comprobamos.
Años después, cuando cursaba mi último año de secundaria me
llamó la atención la historia que me contó un amigo: En un viaje a Panamá se
habĂa encontrado con un chico que luego de conversar un poco le ofreciĂł un
chocolate y lo Ăşltimo que recuerda es que lo comiĂł, se despertĂł en su hotel al
dĂa siguiente, sin un centavo y con una cuenta de miles de dĂłlares en su tarjeta
de crĂ©dito. Varias personas lo vieron en compañĂa de un joven haciendo compras,
bebiendo y gastando, mi amigo no recordaba nada.
Siempre he sido un chico respetuoso, excelente estudiante,
bueno con los demás, blanco, complexión robusta, no muy buen deportista, 1.80 m,
ojos verdes pelo castaño claro; soy multifacético en mis gustos y habilidades y
sobre todo soy un excelente investigador. Comencé la investigación sobre las
drogas y encontré un mundo fascinante en los alcaloides, y lo que más me gustó
fue la cantidad de plantas que los producen en Latino América. En ese entonces
en el internet sĂłlo aparecĂa en las noticias internacionales, asĂ que mi
investigación era sobre todo bibliográfica y mi información era limitada. Con un
tema tan delicado como los alcaloides no podĂa compartir mi interĂ©s ni siquiera
con mi hermano, asĂ que me hice amigo de algunos chicos de la facultad de
BioquĂmica de la Universidad de C* y logrĂ© que me enseñaran a extraer
concentrados. Sin poder probar los efectos más que en ratones, mi trabajo no
podĂa ir lejos, la Ăşnica prueba en humanos fue en una fiesta del colegio en la
que pude mezclar una dosis en el ron y comprobé un ligero efecto alucinógeno y
una desinhibiciĂłn increĂble en chicas y chicos, para la media noche el salĂłn
olĂa a sexo.
Pasó el tiempo y mi interés se desvaneció, tuve algunas
enamoradas pero con ninguna tuve relaciones, la verdad es que tenĂa poco Ă©xito
con las chicas, mas de Jenny realmente me enamoré y la deseé como a ninguna,
pero nunca me permitió más allá de unos cortos besos hasta que me peleó, quedé
devastado pero con la ilusiĂłn de volver con ella hasta que a los dos dĂas la vi
besando a un patán despreciable, Ăntimo amigo de su hermano mayor Ricky (que
también era un patán musculoso) y permitiéndole tocar y acariciar todo lo que a
mà nunca me dejó, sentà un mareo extraño y todo lo vi rojo, volvà tambaleándome
a mi casa y a cada minuto el dolor se iba convirtiendo en rabia, pensé en llamar
algĂşn amigo y meterme la borrachera de mi vida, abrĂ mi closet para buscar una
botella de whisky y lo que el diablo me mostró al fondo me detuvo… mi viejo
equipo de laboratorio, la venganza me hizo sonreir.
No lo pensé dos veces, lo armé en mi estudio, revisé mis
apuntes y prendĂ mi computador, tenĂa tanta fiebre que resbalaban gotas de sudor
sobre mis ojos, mi padre se preocupĂł de que no hubiese cenado "tengo un trabajo
de la U. – expliqué – te traeré un sándwich – me dijo- " ¡ El internet es
fabuloso, y en ese entonces la informaciĂłn de las universidades extranjeras
estaba muy accesible. Llamé a un primo de Colombia para pedirle que me enviase
unas partes de la "borrachera" que crece allá y salà recolectar algunas plantas
que crecen en mi ciudad, acetona, alcohol isopropĂlico y otros productos
controlados fueron fácilmente obtenidos de un amigo, dormĂa poco y mi madre me
recriminĂł por mi aspecto, era increĂble en una semana habĂa obtenido cuatro o
cinco productos que sin la rabia y el deseo de venganza no lo hubiese obtenido
en meses… dormĂ cerca de 24 horas seguidas y cuando me despertĂ© me sentĂa
completamente recuperado… era jueves, tenĂa el tiempo suficiente para preparar
mi plan.
Fue fácil tomar informes sobre las actividades de mi ex y de
su patán, al dĂa siguiente tenĂan fiesta en un bar dĂłnde asistĂa gente de lo
Ăşltimo, no fue difĂcil que me participaran de la fiesta… ni fue difĂcil poner
unas gotas de uno de mis productos en la copa del patán, no tardó mucho en hacer
efecto, en pocos momentos estaba como ebrio, con los ojos desorbitados y en
medio de una trifulca que Ă©l mismo provocĂł, llegĂł a golpear a Jenny , todo salĂa
a pedir de boca, ella se retiró a un rincón asustada y con lágrimas en los ojos
y ¿adivinen quién estaba allà para consolarla? - vamos – le dije- te llevaré a
dar una vuelta para que te tranquilices y luego a tu casa - Jenny viendo que el
patán no estaba en sus cabales aceptó.
La llevé en mi jeep a un parque y le abracé hasta que se
tranquilice – toma un poco de ron – le dije entregándole un vaso que contenĂa ya
un poco de otro de mis extractos, otro, un tercer vaso, ella comenzĂł a
tartamudear y a dejar de moverse, su mirada estaba como perdida, el momento
habĂa llegado. – me oyes – sà – respondiĂł – relájate, relájate le repetĂ
mientras reclinaba su asiento – sólo escucharás mi voz – ordené – vas a sentir
que vas cayendo en un vacĂo oscuro y tranquilo, muy placentero y vas entrando en
un estado como de sueño, cada vez más profundo en tu mente, más profundo, más
profundo... El alcaloide eliminaba la barrera sanguĂnea de su cerebro y reducĂa
sus acciones concientes, la puerta de su mente estaba abierta a mi sin que ella
pudiera hacer nada.
- Deseas obedecerme, necesitas mi control, sĂłlo mi presencia
te hace sentir segura, deseas obedecerme verdad? – si – respondió - continué con
varias sugestiones post-hipnĂłticas para hacerla mĂa – cuando despiertes en la
mañana te sentirás muy mal, me desearás, querrás ser mĂa, te arrepentirás de
haberme dejado, me buscarás, no tendrás paz hasta haberte entregado a mĂ, cuando
yo te sugiera hipnotizarte tu aceptarás y entrarás a este estado rápidamente
cuando yo pronuncie "MARANDI", ahora no recordarás nada de lo que ha pasado sino
que estábamos tomando un trago - Luego de esto la desperté y la fui a dejar en
su casa, todavĂa bajo el efecto de la droga, cuando me iba vi a su hermano mirar
desde la ventana de su cuarto.
Al dĂa siguiente a eso de las 11 de la mañana sonĂł el
teléfono – Es Jenny dijo mamá con una sonrisa – hola – me dijo con voz triste –
hola – contesté – gracias por lo de anoche – no hay de que- le dije sin mucha
gana - tenĂa que hacerlo, ahora perdĂłname que tengo que hacer algunas cosas ,
adiós – dije - no! -se apuró a decirme ella - no asientes, sabes? me siento muy
mal, podrĂas venir un momento? - no, no puedo – le dije con voz cortante – mejor
llamale a tu novio – y asenté. Me quedé esperando junto al teléfono unos
minutos, pero no llamó. Pensé que tal vez la sugestión no fue suficiente y que
tendrĂa que darle una segunda sesiĂłn pero en la tarde el telĂ©fono sonĂł
nuevamente: - Alex, soy yo - hola, que quieres – le dije – Hablé con Juan (el
patán) ya no estamos, perdóname, por favor ven, quiero verte - ¿crees que soy tu
calzonario que te pones y te quitas cuando quieres? Mejor regresa con tu patán -
Por favor ven, hablemos sólo un momento, después si quieres te vas – me hice de
rogar un rato más y luego acepté pasar a verla en la noche a las 19h00. Cuando
lleguĂ© ella saliĂł y me dijo que estaba sola en casa, que sus papás habĂan ido a
la finca y que su hermano habĂa ido de fiesta - entra – aceptĂ© – cuando
estuvimos adentro me dijo que querĂa volver conmigo, que le perdonara, etc, etc.
– nunca me dejaste más que darte un beso y te và con el patán dejándote tocar
toda, le recriminé - se me acercó con lágrimas en los ojos y trató de besarme,
me hice a un lado pero ella insistió, pensé en irme y cumplir con mi venganza
pero me sentĂ traicionado por el corazĂłn, mis sentimientos por ella afloraron y
la besé, nos besamos apasionadamente, mis manos recorrieron su cuerpo, las suyas
se metieron bajo mi camiseta, pronto sus senos estuvieron desnudos, presionados
contra mi pecho – vamos a mi cuarto – dijo entre jadeos- me tumbó sobre su cama
y bajó mi calentador, mi verga saltó enorme, estaba más hinchada que de
costumbre y las venas latĂan visiblemente, la metiĂł en su boca y succionĂł con
fuerza, yo la tomé de la nuca y guié sus movimientos, un minuto después
eyaculaba en su boca, tragĂł y subiĂł a besarme, sentĂ en mi boca mi propio semen
frĂo comparado con su ardiente piel, ella reacconaba a la hipnosis pero yo
estaba ebrio por ella, la desnudé lo que faltaba y recorrà con mi boca todo su
cuerpo, me detuve en su vagina y comencé a lamerla, tuvo dos o tres orgasmos de
los que bebà sus jugos mientras mi verga tomaba nuevamente su tamaño y dureza,
la besĂ© mientras ella con lágrimas me decĂa – hazmelo, mĂ©temela, quiero ser tuya
– me abrazó con sus piernas y mi pene lentamente fue ingresando en su estrecho
canal, sentà un obstáculo y empujé con fuerza, ella gritó mientras arañaba mi
espalda, comencĂ© el mete y saca, era la primera vez que lo hacĂa, era
fantástico, cada vez más rápido, - vente, vente ahora- dijo y acabé dentro de
ella, en ese momento se abriĂł la puerta del cuarto y entrĂł su hermano.
Me despertĂ© al dĂa siguiente algo tarde, con mucho dolor de
las costillas, un labio sangrante y un ojo algo verde, el cretino además de ser
más fuerte, llegó en un momento no muy propicio. Le llamé a Jenny, y contestó el
cretino, - si le llamas de nuevo te mato, no quiero volver a verte cerca de mi
hermana – y asentó el teléfono. En la tarde me llamó ella, - mi hermano salió –
dijo – casi me revienta a golpes – te amo, quiero verte, pero va a volver en un
rato, me quitó las llaves y cerró la casa, les va a contar todo a mis padres –
explicó angustiada – a dónde fue – pregunté – al club a hacer sus ejercicios –
dijo – no te preocupes, le dije, no pasará nada, te llamo mañana –
Armado de mis productos, tomĂ© las llaves del Jeep y me dirigĂ
al club, era domingo y estaba oscureciendo, habĂa poca gente en el club, vi a
Juan y al patán de mi cuñado levantando pesas, no habĂa nadie más en el
gimnasio, me escabullà en los vestidores, pensé poner un poco de escopolamina en
el agua que tomaban pero no podĂa acercarme sin ser visto, peor aĂşn con los
espejos que cubrĂan las paredes. Me ocultĂ© en los vestidores y esperĂ© sin saber
exactamente que hacer. Demoraron como media hora y luego entraron charlando y
riendo de estupideces, Ricky entrĂł a las duchas mientras Juan iba al turco, me
armé de valor, me desnudé y entré al turco protegido por el vapor, me acerqué
disimuladamente y antes de que se diera cuenta recibiĂł un chisguetazo de
solución en su cara, reaccionó furibundo, pensé que estaba perdido, era la
primer vez que usaba este producto y no estaba seguro de la dosis ni de la
rapidez de su acción, pero dos segundos después él quedó desorientado, le dà una
segunda dosis, esta vez en la nariz y le dije que esperara sentado, el lo hizo.
Seguro de la acción rápida del extracto de escopolamina, me acerqué a las
duchas, esperé a que el otro tarado saliera, y antes de que se diera cuenta
corriĂł la misma suerte del otro, pronto ambos estaban desnudos, sentados en los
vestidores y por la hora sabĂa que nadie más llegarĂa.
- Descansen, relájense , cierren lo ojos, se sienten
cansados, muy cansados…. Pronto los tuve en trance. TenĂa poco tiempo porque
pronto cerrarĂan el gimnasio, asĂ que le ordenĂ© al hermano de Jenny que olvidara
lo sucedido y que no deseaba hablar de su hermana, -dĂlo- no hablarĂ© de mi
hermana con mis papás – repitió - luego me dediqué a la venganza, me paré
delante de Ă©l y quitĂ© mi short – observa mi verga, obsĂ©rvala , mĂrala brillar,
siente como te seduce, deseas mamarla, deseas mamar mi verga, deseas tragar mi
semen , mama, mama, notĂ© como su respiraciĂłn se volvĂa rápida y superficial, se
estaba resistiendo, de no estar bajo el efecto de la droga habrĂa despertado
pero su conciente estaba anulado, la barrera sanguĂnea de su cerebro simplemente
no funcionaba y mis palabras penetraban su cerebro sin piedad – mama, deseas
mamar mi verga, hazlo ahora, salieron lágrimas de sus ojos, la hombrĂa en su
pequeño cerebro luchaba contra mis órdenes pero fui implacable y tomándole por
su nuca presioné hacia mi verga – observa como brilla, te llama, la deseas, mama
– su boca se fue abriendo lentamente y su cabeza fue cediendo a mi presión,
pronto mi aparato invadió su boca – mama, chupa, disfruta mamando – comencé el
vaivén mientras provocaba placer en su cerebro – goza, disfruta, siente el sabor
de una verga, pronto saldrá leche y sentirás su increĂble sabor, voy a contar
cada chorro y con cada número te gustará más mamar vergas, en adelante lo
necesitarás, percibirás vergas en los pantalones de tus amigos y querrás
mamarlas- en ese momento coméncé a eyacular - te gustará 1, 2, comenzó a gemir
de placer, 3, 4 ,5 – traga, disfruta, bien. Luego siguió el turno de Juan, el no
se resistió tanto, y pronto estuvo deleitándose con la verga de Ricky, el
espectáculo era grotesco pero yo lo estaba disfrutando tanto, mi aparato pronto
estuvo nuevamente a su máximo esplendor y seguà trabajando el indefenso cerebro
de Ricky - recuerdas mi verga?– si- respondió – ahora sentirás un cosquilleo en
el culo, desearás que te la meta por el culo- nuevamente se resistió – siente el
deseo, acuĂ©state en el banco, pĂdeme que te la meta- no obedecĂa, resistĂa mis
sugestiones, miré el reloj, casi era una hora de la aplicación del alcaloide,
podrĂa administrarle más pero podrĂa convertirlo en vegetal y entonces no podrĂa
jugar con él. – acuéstate, alivia ese cosquilleo, siente el placer de mi verga
en tu culo - ah, ah, no, no – dijo- SĂ, mĂrla, mĂra como brilla, deseas sentirla
en tu culo, lo deseas- no, no – hazlo, acuéstaté – le empujé y quedó acostado en
la estrecha banca de madera, ubiqué la cámara de video y continué - levanta las
piernas- lágrimas corrĂan hacia su oreja, le ayudĂ© a levantarlas, y sin piedad
le penetré buscando su próstata, lentamente – disfruta, siente lo que es una
verga en tu culo, disfruta, disfruta- su quijada temblaba mientras le penetraba-
ahora te gustarán las vergas, te gusta sentir una verga en el culo verdad- no,
no – respondió inseguro – si, te gusta, sientes mucho placer – dilo – nnnn,
nnnn, si, me gusta – bien, te gusta tener una verga en tu culo y cada vez que me
veas desearás la mĂa, pero no harás nada, porque te da vergĂĽenza ser maricĂłn- mi
exitaciĂłn llegaba al climax, no sĂłlo me estaba tirando al maldito sino que le
tenĂa bajo mi control, sentirás mi leche en tu vientre y a cada disparo te
sentirás más esclavo de las vergas , 1, 2, 3, 4…- yaaaa, yaaaa sus gemidos eran
intensos y yo disfruté mucho de este momento - No recordarán nada de lo ocurrido
pero en adelante no me molestrán ni a mà ni a Jenny, y les gustará las vergas
aunque saben que eso es de maricones, cuando cuente hasta tres despertarán y
saldrán en short y camiseta e irán juntos a un parque a dormir – recogà mis
cosas, me vestà y conté 1, 2, 3.
Al medio dĂa fui a ver a Jenny que me recibiĂł con una cara de
enamorada Ăşnica, - mi hermano no volviĂł hasta hace un rato y no me ha dicho nada
– me explicó – dice que no recuerda nada desde que fue al club, tiene mucho
dolor de cabeza, sequedad en la boca y camina raro -
Luego de unos dĂas hipnoticĂ© a Ricky para liberarlo del gusto
por mi aparato que se estaba haciendo muy notorio pero parece que con Juan le
habĂan tomado gusto al asunto y lo Ăşltimo que supe es que decidieron alquilar un
departamento.
Han pasado unos años de estos sucesos, luego de tres meses de
sexo constante me cansé de Jenny, asà que la liberé de las sugestiones para que
siga con su vida normal y terminé con ella, que esta vez sufrió mucho.
No he vuelto a practicar la hipnosis quĂmica pero mantengo a
mano un poco del alcaloide que desarrollé en el colegio, con este he desinhibido
a varios chicos que han terminado en mis brazos, por cierto ahora me considero
bi.
🙂 🙂
Por rabia desarrollé productos capaces de poner bajo mi
control a la gente e implantar sugestiones post-hipnĂłticas
Siempre me interesĂł la hipnosis, y desde niño tenĂa
erecciones cuando veĂa pelĂculas donde habĂa control mental. Sin embargo a los
14 años, cuando comencé a investigar sobre ello me di cuenta del verdadero
potencial de ayuda tenĂa la hipnosis en la gente para controlar infecciones,
curar acné, aliviar dolores, impedir sangrado, dominar vicios, mejorar hábitos,
etc. y aprendĂ varias tĂ©cnicas, y todas ellas requerĂan de la aceptaciĂłn y
colaboraciĂłn del hipnotizado, "no puedes hipnotizar a nadie en contra de su
voluntad" me indicĂł uno de los instructores y varios asĂ me lo confirmaron "si
das una sugestiĂłn en contra de los principios o deseos de una persona, esta
despertará inmediatamente" me indicó otro y en más de una ocasión asà lo
comprobamos.
Años después, cuando cursaba mi último año de secundaria me
llamó la atención la historia que me contó un amigo: En un viaje a Panamá se
habĂa encontrado con un chico que luego de conversar un poco le ofreciĂł un
chocolate y lo Ăşltimo que recuerda es que lo comiĂł, se despertĂł en su hotel al
dĂa siguiente, sin un centavo y con una cuenta de miles de dĂłlares en su tarjeta
de crĂ©dito. Varias personas lo vieron en compañĂa de un joven haciendo compras,
bebiendo y gastando, mi amigo no recordaba nada.
Siempre he sido un chico respetuoso, excelente estudiante,
bueno con los demás, blanco, complexión robusta, no muy buen deportista, 1.80 m,
ojos verdes pelo castaño claro; soy multifacético en mis gustos y habilidades y
sobre todo soy un excelente investigador. Comencé la investigación sobre las
drogas y encontré un mundo fascinante en los alcaloides, y lo que más me gustó
fue la cantidad de plantas que los producen en Latino América. En ese entonces
en el internet sĂłlo aparecĂa en las noticias internacionales, asĂ que mi
investigación era sobre todo bibliográfica y mi información era limitada. Con un
tema tan delicado como los alcaloides no podĂa compartir mi interĂ©s ni siquiera
con mi hermano, asĂ que me hice amigo de algunos chicos de la facultad de
BioquĂmica de la Universidad de C* y logrĂ© que me enseñaran a extraer
concentrados. Sin poder probar los efectos más que en ratones, mi trabajo no
podĂa ir lejos, la Ăşnica prueba en humanos fue en una fiesta del colegio en la
que pude mezclar una dosis en el ron y comprobé un ligero efecto alucinógeno y
una desinhibiciĂłn increĂble en chicas y chicos, para la media noche el salĂłn
olĂa a sexo.
Pasó el tiempo y mi interés se desvaneció, tuve algunas
enamoradas pero con ninguna tuve relaciones, la verdad es que tenĂa poco Ă©xito
con las chicas, mas de Jenny realmente me enamoré y la deseé como a ninguna,
pero nunca me permitió más allá de unos cortos besos hasta que me peleó, quedé
devastado pero con la ilusiĂłn de volver con ella hasta que a los dos dĂas la vi
besando a un patán despreciable, Ăntimo amigo de su hermano mayor Ricky (que
también era un patán musculoso) y permitiéndole tocar y acariciar todo lo que a
mà nunca me dejó, sentà un mareo extraño y todo lo vi rojo, volvà tambaleándome
a mi casa y a cada minuto el dolor se iba convirtiendo en rabia, pensé en llamar
algĂşn amigo y meterme la borrachera de mi vida, abrĂ mi closet para buscar una
botella de whisky y lo que el diablo me mostró al fondo me detuvo… mi viejo
equipo de laboratorio, la venganza me hizo sonreir.
No lo pensé dos veces, lo armé en mi estudio, revisé mis
apuntes y prendĂ mi computador, tenĂa tanta fiebre que resbalaban gotas de sudor
sobre mis ojos, mi padre se preocupĂł de que no hubiese cenado "tengo un trabajo
de la U. – expliqué – te traeré un sándwich – me dijo- " ¡ El internet es
fabuloso, y en ese entonces la informaciĂłn de las universidades extranjeras
estaba muy accesible. Llamé a un primo de Colombia para pedirle que me enviase
unas partes de la "borrachera" que crece allá y salà recolectar algunas plantas
que crecen en mi ciudad, acetona, alcohol isopropĂlico y otros productos
controlados fueron fácilmente obtenidos de un amigo, dormĂa poco y mi madre me
recriminĂł por mi aspecto, era increĂble en una semana habĂa obtenido cuatro o
cinco productos que sin la rabia y el deseo de venganza no lo hubiese obtenido
en meses… dormĂ cerca de 24 horas seguidas y cuando me despertĂ© me sentĂa
completamente recuperado… era jueves, tenĂa el tiempo suficiente para preparar
mi plan.
Fue fácil tomar informes sobre las actividades de mi ex y de
su patán, al dĂa siguiente tenĂan fiesta en un bar dĂłnde asistĂa gente de lo
Ăşltimo, no fue difĂcil que me participaran de la fiesta… ni fue difĂcil poner
unas gotas de uno de mis productos en la copa del patán, no tardó mucho en hacer
efecto, en pocos momentos estaba como ebrio, con los ojos desorbitados y en
medio de una trifulca que Ă©l mismo provocĂł, llegĂł a golpear a Jenny , todo salĂa
a pedir de boca, ella se retiró a un rincón asustada y con lágrimas en los ojos
y ¿adivinen quién estaba allà para consolarla? - vamos – le dije- te llevaré a
dar una vuelta para que te tranquilices y luego a tu casa - Jenny viendo que el
patán no estaba en sus cabales aceptó.
La llevé en mi jeep a un parque y le abracé hasta que se
tranquilice – toma un poco de ron – le dije entregándole un vaso que contenĂa ya
un poco de otro de mis extractos, otro, un tercer vaso, ella comenzĂł a
tartamudear y a dejar de moverse, su mirada estaba como perdida, el momento
habĂa llegado. – me oyes – sà – respondiĂł – relájate, relájate le repetĂ
mientras reclinaba su asiento – sólo escucharás mi voz – ordené – vas a sentir
que vas cayendo en un vacĂo oscuro y tranquilo, muy placentero y vas entrando en
un estado como de sueño, cada vez más profundo en tu mente, más profundo, más
profundo... El alcaloide eliminaba la barrera sanguĂnea de su cerebro y reducĂa
sus acciones concientes, la puerta de su mente estaba abierta a mi sin que ella
pudiera hacer nada.
- Deseas obedecerme, necesitas mi control, sĂłlo mi presencia
te hace sentir segura, deseas obedecerme verdad? – si – respondió - continué con
varias sugestiones post-hipnĂłticas para hacerla mĂa – cuando despiertes en la
mañana te sentirás muy mal, me desearás, querrás ser mĂa, te arrepentirás de
haberme dejado, me buscarás, no tendrás paz hasta haberte entregado a mĂ, cuando
yo te sugiera hipnotizarte tu aceptarás y entrarás a este estado rápidamente
cuando yo pronuncie "MARANDI", ahora no recordarás nada de lo que ha pasado sino
que estábamos tomando un trago - Luego de esto la desperté y la fui a dejar en
su casa, todavĂa bajo el efecto de la droga, cuando me iba vi a su hermano mirar
desde la ventana de su cuarto.
Al dĂa siguiente a eso de las 11 de la mañana sonĂł el
teléfono – Es Jenny dijo mamá con una sonrisa – hola – me dijo con voz triste –
hola – contesté – gracias por lo de anoche – no hay de que- le dije sin mucha
gana - tenĂa que hacerlo, ahora perdĂłname que tengo que hacer algunas cosas ,
adiós – dije - no! -se apuró a decirme ella - no asientes, sabes? me siento muy
mal, podrĂas venir un momento? - no, no puedo – le dije con voz cortante – mejor
llamale a tu novio – y asenté. Me quedé esperando junto al teléfono unos
minutos, pero no llamó. Pensé que tal vez la sugestión no fue suficiente y que
tendrĂa que darle una segunda sesiĂłn pero en la tarde el telĂ©fono sonĂł
nuevamente: - Alex, soy yo - hola, que quieres – le dije – Hablé con Juan (el
patán) ya no estamos, perdóname, por favor ven, quiero verte - ¿crees que soy tu
calzonario que te pones y te quitas cuando quieres? Mejor regresa con tu patán -
Por favor ven, hablemos sólo un momento, después si quieres te vas – me hice de
rogar un rato más y luego acepté pasar a verla en la noche a las 19h00. Cuando
lleguĂ© ella saliĂł y me dijo que estaba sola en casa, que sus papás habĂan ido a
la finca y que su hermano habĂa ido de fiesta - entra – aceptĂ© – cuando
estuvimos adentro me dijo que querĂa volver conmigo, que le perdonara, etc, etc.
– nunca me dejaste más que darte un beso y te và con el patán dejándote tocar
toda, le recriminé - se me acercó con lágrimas en los ojos y trató de besarme,
me hice a un lado pero ella insistió, pensé en irme y cumplir con mi venganza
pero me sentĂ traicionado por el corazĂłn, mis sentimientos por ella afloraron y
la besé, nos besamos apasionadamente, mis manos recorrieron su cuerpo, las suyas
se metieron bajo mi camiseta, pronto sus senos estuvieron desnudos, presionados
contra mi pecho – vamos a mi cuarto – dijo entre jadeos- me tumbó sobre su cama
y bajó mi calentador, mi verga saltó enorme, estaba más hinchada que de
costumbre y las venas latĂan visiblemente, la metiĂł en su boca y succionĂł con
fuerza, yo la tomé de la nuca y guié sus movimientos, un minuto después
eyaculaba en su boca, tragĂł y subiĂł a besarme, sentĂ en mi boca mi propio semen
frĂo comparado con su ardiente piel, ella reacconaba a la hipnosis pero yo
estaba ebrio por ella, la desnudé lo que faltaba y recorrà con mi boca todo su
cuerpo, me detuve en su vagina y comencé a lamerla, tuvo dos o tres orgasmos de
los que bebà sus jugos mientras mi verga tomaba nuevamente su tamaño y dureza,
la besĂ© mientras ella con lágrimas me decĂa – hazmelo, mĂ©temela, quiero ser tuya
– me abrazó con sus piernas y mi pene lentamente fue ingresando en su estrecho
canal, sentà un obstáculo y empujé con fuerza, ella gritó mientras arañaba mi
espalda, comencĂ© el mete y saca, era la primera vez que lo hacĂa, era
fantástico, cada vez más rápido, - vente, vente ahora- dijo y acabé dentro de
ella, en ese momento se abriĂł la puerta del cuarto y entrĂł su hermano.
Me despertĂ© al dĂa siguiente algo tarde, con mucho dolor de
las costillas, un labio sangrante y un ojo algo verde, el cretino además de ser
más fuerte, llegó en un momento no muy propicio. Le llamé a Jenny, y contestó el
cretino, - si le llamas de nuevo te mato, no quiero volver a verte cerca de mi
hermana – y asentó el teléfono. En la tarde me llamó ella, - mi hermano salió –
dijo – casi me revienta a golpes – te amo, quiero verte, pero va a volver en un
rato, me quitó las llaves y cerró la casa, les va a contar todo a mis padres –
explicó angustiada – a dónde fue – pregunté – al club a hacer sus ejercicios –
dijo – no te preocupes, le dije, no pasará nada, te llamo mañana –
Armado de mis productos, tomĂ© las llaves del Jeep y me dirigĂ
al club, era domingo y estaba oscureciendo, habĂa poca gente en el club, vi a
Juan y al patán de mi cuñado levantando pesas, no habĂa nadie más en el
gimnasio, me escabullà en los vestidores, pensé poner un poco de escopolamina en
el agua que tomaban pero no podĂa acercarme sin ser visto, peor aĂşn con los
espejos que cubrĂan las paredes. Me ocultĂ© en los vestidores y esperĂ© sin saber
exactamente que hacer. Demoraron como media hora y luego entraron charlando y
riendo de estupideces, Ricky entrĂł a las duchas mientras Juan iba al turco, me
armé de valor, me desnudé y entré al turco protegido por el vapor, me acerqué
disimuladamente y antes de que se diera cuenta recibiĂł un chisguetazo de
solución en su cara, reaccionó furibundo, pensé que estaba perdido, era la
primer vez que usaba este producto y no estaba seguro de la dosis ni de la
rapidez de su acción, pero dos segundos después él quedó desorientado, le dà una
segunda dosis, esta vez en la nariz y le dije que esperara sentado, el lo hizo.
Seguro de la acción rápida del extracto de escopolamina, me acerqué a las
duchas, esperé a que el otro tarado saliera, y antes de que se diera cuenta
corriĂł la misma suerte del otro, pronto ambos estaban desnudos, sentados en los
vestidores y por la hora sabĂa que nadie más llegarĂa.
- Descansen, relájense , cierren lo ojos, se sienten
cansados, muy cansados…. Pronto los tuve en trance. TenĂa poco tiempo porque
pronto cerrarĂan el gimnasio, asĂ que le ordenĂ© al hermano de Jenny que olvidara
lo sucedido y que no deseaba hablar de su hermana, -dĂlo- no hablarĂ© de mi
hermana con mis papás – repitió - luego me dediqué a la venganza, me paré
delante de Ă©l y quitĂ© mi short – observa mi verga, obsĂ©rvala , mĂrala brillar,
siente como te seduce, deseas mamarla, deseas mamar mi verga, deseas tragar mi
semen , mama, mama, notĂ© como su respiraciĂłn se volvĂa rápida y superficial, se
estaba resistiendo, de no estar bajo el efecto de la droga habrĂa despertado
pero su conciente estaba anulado, la barrera sanguĂnea de su cerebro simplemente
no funcionaba y mis palabras penetraban su cerebro sin piedad – mama, deseas
mamar mi verga, hazlo ahora, salieron lágrimas de sus ojos, la hombrĂa en su
pequeño cerebro luchaba contra mis órdenes pero fui implacable y tomándole por
su nuca presioné hacia mi verga – observa como brilla, te llama, la deseas, mama
– su boca se fue abriendo lentamente y su cabeza fue cediendo a mi presión,
pronto mi aparato invadió su boca – mama, chupa, disfruta mamando – comencé el
vaivén mientras provocaba placer en su cerebro – goza, disfruta, siente el sabor
de una verga, pronto saldrá leche y sentirás su increĂble sabor, voy a contar
cada chorro y con cada número te gustará más mamar vergas, en adelante lo
necesitarás, percibirás vergas en los pantalones de tus amigos y querrás
mamarlas- en ese momento coméncé a eyacular - te gustará 1, 2, comenzó a gemir
de placer, 3, 4 ,5 – traga, disfruta, bien. Luego siguió el turno de Juan, el no
se resistió tanto, y pronto estuvo deleitándose con la verga de Ricky, el
espectáculo era grotesco pero yo lo estaba disfrutando tanto, mi aparato pronto
estuvo nuevamente a su máximo esplendor y seguà trabajando el indefenso cerebro
de Ricky - recuerdas mi verga?– si- respondió – ahora sentirás un cosquilleo en
el culo, desearás que te la meta por el culo- nuevamente se resistió – siente el
deseo, acuĂ©state en el banco, pĂdeme que te la meta- no obedecĂa, resistĂa mis
sugestiones, miré el reloj, casi era una hora de la aplicación del alcaloide,
podrĂa administrarle más pero podrĂa convertirlo en vegetal y entonces no podrĂa
jugar con él. – acuéstate, alivia ese cosquilleo, siente el placer de mi verga
en tu culo - ah, ah, no, no – dijo- SĂ, mĂrla, mĂra como brilla, deseas sentirla
en tu culo, lo deseas- no, no – hazlo, acuéstaté – le empujé y quedó acostado en
la estrecha banca de madera, ubiqué la cámara de video y continué - levanta las
piernas- lágrimas corrĂan hacia su oreja, le ayudĂ© a levantarlas, y sin piedad
le penetré buscando su próstata, lentamente – disfruta, siente lo que es una
verga en tu culo, disfruta, disfruta- su quijada temblaba mientras le penetraba-
ahora te gustarán las vergas, te gusta sentir una verga en el culo verdad- no,
no – respondió inseguro – si, te gusta, sientes mucho placer – dilo – nnnn,
nnnn, si, me gusta – bien, te gusta tener una verga en tu culo y cada vez que me
veas desearás la mĂa, pero no harás nada, porque te da vergĂĽenza ser maricĂłn- mi
exitaciĂłn llegaba al climax, no sĂłlo me estaba tirando al maldito sino que le
tenĂa bajo mi control, sentirás mi leche en tu vientre y a cada disparo te
sentirás más esclavo de las vergas , 1, 2, 3, 4…- yaaaa, yaaaa sus gemidos eran
intensos y yo disfruté mucho de este momento - No recordarán nada de lo ocurrido
pero en adelante no me molestrán ni a mà ni a Jenny, y les gustará las vergas
aunque saben que eso es de maricones, cuando cuente hasta tres despertarán y
saldrán en short y camiseta e irán juntos a un parque a dormir – recogà mis
cosas, me vestà y conté 1, 2, 3.
Al medio dĂa fui a ver a Jenny que me recibiĂł con una cara de
enamorada Ăşnica, - mi hermano no volviĂł hasta hace un rato y no me ha dicho nada
– me explicó – dice que no recuerda nada desde que fue al club, tiene mucho
dolor de cabeza, sequedad en la boca y camina raro -
Luego de unos dĂas hipnoticĂ© a Ricky para liberarlo del gusto
por mi aparato que se estaba haciendo muy notorio pero parece que con Juan le
habĂan tomado gusto al asunto y lo Ăşltimo que supe es que decidieron alquilar un
departamento.
Han pasado unos años de estos sucesos, luego de tres meses de
sexo constante me cansé de Jenny, asà que la liberé de las sugestiones para que
siga con su vida normal y terminé con ella, que esta vez sufrió mucho.
No he vuelto a practicar la hipnosis quĂmica pero mantengo a
mano un poco del alcaloide que desarrollé en el colegio, con este he desinhibido
a varios chicos que han terminado en mis brazos, por cierto ahora me considero
bi.
4 comentarios - La hipnosis quĂmica