Era nuestro segundo verano juntos, esta vez habíamos ido a Mar del Plata por un mes junto a en ese entonces mi novio, hoy mi marido, y para que tenga sentido este relato me parece oportuno hacer una pequeña intro de sobre mi persona. Anteriormente a Martín (mi actual marido) venía de una relación de unos 10 años de duración absolutamente rutinaria y sin ninguna fantasía por concretar. Luego, al conocer a Martín mi vida sexual fue cambiando paulatinamente de su mano. En el primer verano fue él quien me indujo a usar cola less en la playa, cosa que me daba mucha vergüenza ya que no estaba preparada, la cosa que me gusto mucho usar micro bikinis y nunca más me las saqué. Ese verano tuvimos unos dias espléndidos de playa a puro sol, y nos habiamos tomado la costumbre de ir siempre a la misma playa, unas al sur de la ciudad pasando el faro. A Martín le encantaba que yo histeriqueara en la playa, es más me dejaba sóla y me pedia que quede tomando sol cola para arriba, como así también era yo la encargada de ir a comprar los jugos y siempre haciendo algún movimiento con mi cola para que el me espiara. En la misma playa paraba un muchacho aparentemente separado con sus dos hijos, el tipo estaba re bueno y se lo veia muy serio, recio, de poca onda, pero mi marido aseguraba que yo lo volvía loco y cuando podia me miraba de arriba abajo, al enterarse que a mí el tipo me gustaba Martín me pidio que le juegue con la mirada y con algunos gestos a la hora de tomar sol o pasarme crema, cosa que accedí con gusto y lo disfrutaba. Pasaron los dias, todos de playa, y el juego era siempre el mismo, Martín se iba a nadar y yo lo ratoneaba a este tipo serio (le quedaba bien lo serio) hasta que un dia llegamos tarde a la playa y el único hueco que habia era justa al lado de este muchacho cosa que hizo que entraramos en confianza y charlando nos invito a una fiesta que se iba a realizar en una casa. Sólo nos quedaban tres dias de vacaciones y decidimos ir a la fiesta sin ningún objetivo claro. Recuerdo que era una noche divina y yo me fui muy atrevida con una pollerita blanca que dejaba traslucir mi pequeña bombachita con una musculosa ajustada y escotada, al llegar notamos que era una casa enorme y en la fiesta habia mucha gente, música, pileta y alcohol por doquier. Gustavo (así se llamaba el serio) nos recibió muy cordialmente y nos presento a un grupo de amigos y entre ellos a un tal Gabriel que era un flaco divino, alto, musculoso, simpático y por sobre todas las cosas entrador. La cosa que a la hora de estar en la fiesta y de beber casi sin parar llegó un momento en que Martín quedó por un lado y yo por otro hablando con Gustavo y Gabriel de manera muy amigable, me acerco a mi novio a ver como andaba y el me dice muy naturalmente que me siente libre y disfrute la noche susurrándome al oído "cogételo", termina d edecir eso y unas chicas comenzaron a meterse en la pileta y casi todos los invitados las siguieron Martín inclusive, yo decidi quedarme mirando como se bañaban ya que tenia un poco de frio, en eso se acerca Gustavo con un trago en la mano y me pide que lo acompañe a la terraza para que pueda ver la maravillosa vista, la casa tenia tres pisos y al llegar al segundo ya no se escuchaba la música, pasamos por una habitación a la cual sin decir palabra me tomo de la mano e ingresamos, abrió una ventana y me dijo que yo lo volvía loco, me lo tenia muy caliente y que no le importaba nada que estuviera con mi novio, me tomó de la cintura y me empezó a besar, primero me resistí un poco, pero sus manos eran muy fuertes y me tomaba más de la cintura, la cosa que aflojé, me dije a mi misma, le doy unos beso y bajo, para que, la cosa se puso muy caliente enseguida, sus manos eran indomables y en cuanto me quise dar cuenta me habia corrido la tanguita y sus dedos jugaban con mi húmeda conchita, intenté safar otra vez pero de un tirón me acostó sobre una mesa y me empezó a chupar la concha de una manera desenfrenada, me gustaba, pero era muy bruto, lo dejé que siga un rato, enseguida el se sentó y note que tenia un preservativo puesto, me puso de espaldas a el e hizo que me sentara muy despacio en la punta de su ancho y duro choto, la tenia muy ancha y me dolia, la penetración fue muy lenta, si bien me gustaba, el jadeo era muy lento e intentaba acostumbrarme al ancho d esu miembro cuando de repente entra a la habitación su amigo Gabriel !sorpresa! Sin dudar s eacerco hacia mi, saco su grosera pija, la tenia enorme el flaco y sin preguntar me la puso en la boca, su actitud me pudo, no lo podia creer, de repente estaba haciendo un trio con dos desconocidos y me gustabala situacion fue tan excitante que me olvide de lo ancha que la tenia Gustavo y empezó a cogerme como loco y ya no me dolia, me sentia muy puta sentada en una pija y con otra en la boca, Gustavo me empezó a coger de parado ahora, me tomo d ela cintura y me daba con toda su fuerza mientras decia una y mil veces que le encantaba mi cola toda bronceada con la marca de la tanguita, mientras que la poronga de Gaby seguía en mi boca, es entonces cuando Gustavo grita y acaba como un animal y sin decir palabras sale de la habitación. Yo ya estaba en el juego, y este flaco me encantaba y tenia una poronga hermosa, asi que le pregunte si tenia forros y solita me puse en cuatro patas. Lo que me cogió ese flaco no tiene nombre, era un dulce y un animal a la vez, su pija me llenaba por completo, y el cambio de ritmo que metia era como si me estuviera leyendo la mente, después de cogerme unos 10 minutos acabo y nos retiramos sin hablar. Al bajar Martín seguía en la pileta divirtiéndose mucho, le hice caso, pero abusé en ve< de uno me cogi a dos, fue tal el pedo que tenia Martín esa noche que ya le conté muchas historias diferentes con lo que paso esa noche sin saber cual es la verdadera.
fuente: mareri contactos
fuente: mareri contactos
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