Nuestro debut en el ambiente Swinger

Somos una pareja de 42 años, casados hace 20 y con tres hijos. Estamos en el ambiente sw hace ya cinco años y es algo que nos cambió totalmente la vida de pareja, ya que le agregamos a nuestra sexualidad matrimonial la complicidad, la honestidad, ya que acabaron los secretos y todo se charla incluido por supuesto los desacuerdos sexuales. En la calle ya no disimulamos entre nosotros si alguien nos gusta y si hay posibilidades de incorporarlo a nuestra cama por supuesto lo hacemos.
Esta vez les relataré como fue nuestra primera vez. Nuestra vida sexual se estaba tornando un poco monótona a pesar de haber incorporado juegos y otras variantes, entonces decidí intentar convencer a mi esposa de hacer un cambio porque ibamos camino al aburrimiento y de ahí a la infidelidad o la separación hay un paso y estaba seguro de nuestro mutuo amor.
Desde una vez que leí un libro de relatos hace mucho tiempo, en el que se contaban historias de intercambio entre otras cosas, yo tenía fantasias de ese tipo, pero nunca había pasado de eso. Entonces una noche después de tener relaciones le propuse ir a conocer un lugar donde se practicara el swinger a lo que ella respondió que ni loca haría eso, entonces a partir de ahí siempre buscaba la forma de convencerla, hablandole en sus momentos más calientes, en pleno orgasmo, de incorporar gente a nuestras relaciones sexuales; a lo que ella respondía a veces y por cansancio afirmativamente hasta que al enfriarse se negaba y decía que lo dejaramos ahí.
Después de mucho tiempo de negaciones de su parte, una noche la invité al teatro a la calle Corrientes y luego a cenar. Al terminar tipo 0:30 hs. le propuse ir a bailar cosa que nos gusta mucho, a lo que ella aceptó, preguntándome a donde iriamos, a lo que respondí que si se animaba había un boliche sw que había visto por internet, donde se bailaba entre otras cosas y que nadie te obligaba a hacer otra cosa si no lo deseabas, que sería una linda experiencia y nos divertiriamos mucho, a lo que ella no con mucho agrado pero considerando el vino y el shampagne que tomamos y mi promesa de cuidarla, aceptó.
Llegamos al lugar (de donde en la actualidad somos asiduos concurrentes) , luego de presentarnos diciendo que eramos nuevos y que nos explicaran las formas de manejarse y nos mostraran los distintos lugares del boliche, nos ubicamos en una mesa frente a la barra y al costado de varios mini reservados donde hay una especie de bancos acolchonados en "U" muy cómodos y una cortina de velo trasparente en el frente para cerrarlos si quieren más intimidad sus habitantes. Después de bailar mucho, de roces discretos de otras parejas y mirar también las escenas de sexo en los reservados, nos sentamos a tomar otra botella de shampagne y descansar un poco. Mi esposa fue al toilete y cuando volvió me contó que una chica integrante de las dos parejas que ocupaban el reservado junto a nuestra mesa la había invitado a pasar y charlar sin compromiso ya que ellos cuatro se conocian del ambiente pero que no tenían pensado hacer nada, que estaban allí solo por la comodidad, yo le dije que no tenía problemas por lo que ella entonadita por el alcohol aceptó.
Nos presentamos, eran dos parejas de nuestra edad más o menos, muy amables, que nos contaron algo del ambiente. Luego de un rato una de las parejas se retiró ya que debian viajar al día siguiente y nos quedamos con Alberto y Fernanda (así se llamaban), seguimos bebiendo y yo notaba que a cada comentario risueño Alberto apoyaba sus manos y acariciaba los muslos de mi esposa ( que tenía una minifalda) cosa que a ella parecía no molestarle, eso me ponía a mil. Nos propusieron salir a bailar cambiados de pareja cosa que hicimos sin problemas ya que era música bolichera. Luego de un rato pusieron lentos, a lo que mi esposa intentó huir hacia mí, yo le dije que bailara y se tranquilizara que no pasaba nada. Fernanda comenzó a aferrarse muy fuerte a mí y notó que yo estaba al palo. Me dijo: Estás así por mí o por ver a tú mujer con Alberto?... -Por todo esto- respondí, me dijo -Vos querés que concretemos algo?- Yo sí le dije pero ella no vá a querer. Dejalo hacer a Alberto me dijo. Yo miraba a mi esposa y notaba que ya no estaba molesta y que poco a poco se aferraba a Alberto, en un momento ví que él bajó sus manos y acariciaba su cola , a lo que ella quitó sus manos y se fue a sentar. Entonces fuimos todos a sentarnos, le pregunté que pasaba y ella me dijo que estaba exitadísima pero que no se animaba a hacer nada, que Alberto era un muy dulce y respetuoso pero que tenía miedo y además se sentía un poco borracha. Mientras tanto Alberto y Fernanda se besaban apasionadamente, yo abracé a mi esposa, la bese intensamente y comencé a acariciarla de la manera que sé la enloquece, ella se fue entregando, tomé la mano de Alberto que estaba junto a mí e hice que fuera él quien la acariciara, Fernanda se apartó y miraba muy excitada, cuando mi esposa ya no aguantaba más e iba a estallar en un intenso orgasmo, me aparté un poco y Alberto con mucha maestría la comenzó a besar y ella ya no pudo negarse. Fernanda se arrodilló, desprendió mi pantalón y me la chupó como nunca antes nadie lo había hecho, ver a mi esposa entregada al placer que le estaba brindando Alberto y a Fernanda iniciandome como si nunca hubiera estado con una mujer es un recuerdo que nunca borraré de mi memoria. Esa noche tuvimos el mejor sexo de nuestras vidas, no solo con ellos sinó que al volver a casa nos amamos como nunca lo habiamos hecho desde que estabamos juntos. A partir de ahí Alberto y Fernanda forman parte de nuestras selectas amistades, nos juntamos y salimos aunque no siempre tengamos sexo o lo compartamos con otras parejas, solos o solas (ah porque mi esposa con el tiempo también descubrió su parte bi). Conocemos mucha gente del ambiente que crece día a día, muchos lugares y el respeto que existe en este ambiente.
No sé si este relato fue de su agrado pero es totalmente verídico, tal vez no soy lo detallista que les hubiera gustado, pero espero que sirva para que los que no se animan a ingresar, charlen con sus parejas y si estan decididos prueben. Recuerden que es hermoso vivir el sexo con libertad y a pleno, cuidandose y cuidando y respetando al prójimo. Y que a partir de la primera vez no solo tendran una esposa/o sinó que tendrán un compinche con quien compartir sus fantasias y travesuras.