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Una Tarde de Lluvia

Un día viernes, mes de abril de 2011, me despierto como cualquier día para ir a la oficina, eran las 8:32 am cuando decido pararme de la cama, me siento en el borde de la misma y a través de la ventana veo un día frio y nublado, perfecto para seguir durmiendo. Pero hay que ir a trabajar...

Observo mi celular y noto que tengo un sms, mi novia, Alejandra me escribe todas las mañanas y este mensaje decía:

-Hola corazón, buenos días, seguro todavía duermes en tu cama tibia,
como quisiera estar allí contigo. Un beso, voy saliendo al trabajo.


Decido levantarme, ir al baño y abrir la ducha para tomar un baño caliente. Salgo de la ducha, me lavo los dientes y le escribo a Alejandra:

- Buenos días amor, ya estoy despierto y voy saliendo a la oficina,
como quisiera yo también tenerte en mi cama. Un beso


Así mismo, me visto, agarro las llaves de la moto y salgo a la oficina. Y empieza otro día de trabajo...

A eso de las 12 del medio día Alejandra me llama:

-Hola amor…

-Hola corazón, ¿cómo andas? ¿Cómo va tu día?

-No muy bien en verdad, este clima no ayuda en nada, es viernes estoy
cansada y no tengo ganas de trabajar, sino de estar en una playa
tomando sol y con una piña colada en mis manos

-jajajaja- yo suelto una leve risa que ella logra escuchar - no te quejes
que ya te faltan dos horas para salir de tu "querido trabajo".
- diciéndolo con una risa entre los dientes.

-si es cierto… - me dice ella -pero a ti solo te falta una hora para
salir, aparte de que te despiertas tarde, sales temprano de la oficina, que comodidad la
tuya.

-Pues así es la vida gorda, cada quien hace lo que tiene que hacer, te
dejo porque tengo que firmar unos cheques, apenas salga de la oficina paso
por el súper a comprar algo para almorzar en la casa, vale?

-Ok mi amor, al salir me voy a tu casa. Un beso, nos vemos.- y tranca
la llamada


Yo guardo el celular, voy al departamento de Administración, y pido los cheques que tengo que firmar. En 20 minutos había terminado, recojo todo, cierro mi PC, saludos a los demás compañeros de trabajo y salgo al súper en la moto.

Llego al súper, y empiezo a pensar que puedo preparar de almuerzo, mientras daba vuelta por los pasillos pienso en lo que me dijo Alejandra de que estaba cansada, así que decido consentirla, voy al pasillo de las verduras agarro un poco de albahaca, luego al pasillo de pescadería y agarro unas bandejas de salmón ahumado, truchas ahumadas y unos langostinos pre cocidos, un buen vino blanco, y aceite de oliva extra virgen, ya tenía planeado que hacer para consentir a mi bella nena! Pago en el súper, salgo y en la panadería un buen pan siciliano. Y me voy a la casa, tenia 40 minutos para preparar todo, me sobraba el tiempo en verdad...

Llegue a la casa, pongo el vino tinto en el freezer, preparo una salsa de albahaca con aceite de oliva y una clara de huevo, machaco unos ajos, no mucho para el aliento, pero justo para darle un toque, junto
con unas hojitas de albahaca, pico el pan, sobre tres platos distribuyo el salmón, la trucha y los langostinos, por encima un buen poco de aceite de oliva y más arriba el ajo con las hojitas de
albahaca, y en un pocillo la salsa de albahaca! -el olor de la albahaca ya es algo increíble- una comida ligera.

¡Todo perfecto!

-Ah!!! Se me olvida al gran Barry White de fondo- y pongo el reproductor a sonar a tono medio.

Y en ese instante.- Toc toc toc - suena la puerta. Bajo las escaleras y Alejandra deslumbra como siempre, rubia con el cabello corto, en verdad un corte muy moderno, alta con sus tacones, falda un poco más abajo de las rodillas y una blusa increíble que le resaltaban sus senos con pecas de manera espectacular.

Una Tarde de Lluvia


-Pasa corazón, estas bellísima como siempre- haciéndole un pequeño halago, mientras se acercaba a mí, sin decir una palabra, me daba un beso intenso!! Primero sentí sus labios húmedos frotarse contra los
míos, y luego nuestras lenguas se retorcían de pasión y lujuria, sentía que me abrazaba más fuerte de lo normal, y la pasión de su beso era increíble. Nos separamos lentamente, y ella me dijo:

-Hola amor! Tuve un día pesadísimo! Y ahora que empieza a llover lo que
quiero es dormir.


Yo veo hacia afuera, y unas gotas finas que empiezan a mojar el suelo.

Le digo: -pasa amor, que te hice algo exclusivo para consentirte en tu mal día.


Mientras subíamos las escaleras Alejandra me dice:

-Y esa música? - mirándome con ojos entrecerrados, queriéndome decir, que tramas...


Yo me hice el loco y seguí subiendo las escaleras, entramos al comedor, la agarro por la mano, y le pongo la silla para que se siente, destapo la comida y me siento, diciéndole:

-Hoy por tener un día tan malo te prepare esto para consentirte.


Y ella me mira con cara de asombro y a la vez de satisfacción, como agradeciendo el gesto. Abro la botella de vino, le sirvo y comenzamos a comer.

Entre risas y palabras se nos fue el tiempo, y yo veía que la actitud de Alejandra era como seductora, no sé si queriéndome agradecer el buen gesto o porque lo hacía, pero me mataba la intriga…

Terminamos de comer, ella quería recoger los platos y la mesa pero le dije que dejara todo así, que luego lo hacíamos,

-Mejor vamos a recostarnos en el sofá a ver que dan de bueno por la TV- Le dije. Eran ya como las 3:30 de la tarde.


Pasamos al estar, prendo el aire acondicionado y me siento en el sofá mientras ella iba al baño, me acomodo y en eso ella vuelve, se sienta a mi lado y se recuesta sobre mí, abrazándome y apoyando su cabeza en mi pecho. Siento que iba a decir algo pero no lo hace, entre el cansancio, el clima frio y estar cómodo en el sofá me quede dormido, y creo que ella también...

En eso siento que alguien se sienta a mi lado y me despierto, veo la hora y eran las 5:14 de la tarde, volteo y veo a Alejandra con un mini short, y una camisa mía con solo 3 botones cerrados, con el cabello bastante húmedo, y me dice:

-Buenas tardes gordo, te quedaste tan dormido que no quise despertarte,
yo aproveche y lave todos los platos recogí la mesa y me di una buena
ducha caliente.


Mientras me abrazaba y se acercaba más a mi boca,

-Con esta lluvia y este frio la ducha caliente fue estupenda!


Y me besa lentamente la boca, suavemente nos fuimos fundiendo en un lento pero profundo beso, fui sintiendo su lengua entrar en mi boca e ir recorriéndola en cada rincón, yo poco a poco me fui despertando y respondiendo ante tal beso. Vaya manera de despertarme...

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Sus manos empezaron a desabotonarme la camisa, y a la vez sentía como se sentaba en mis piernas, con mis manos fui acariciando sus piernas desnudas, desde la rodilla hasta el muslo y casi las nalgas. Que vale acotar que las nalgas de Alejandra son algo inimaginable, súper abultadas con una figura increíble y muy bien definidas gracias a horas y horas de gimnasio.

Al ir acariciándole las piernas, y la parte interna de los muslos, fui sintiendo que le causaba un escalofrió que le iba desde los pies hasta el cuello, se le erizo la piel y sentí que su beso era más fuerte y lujurioso, frotaba mi cabeza con sus manos, como pidiendo que no me separara. Para este punto yo ya estaba sin camisa y tenía más libertad. Empezaba a sentir que mi pene se despertaba lentamente, pero seguro.

Al ver esto decidí ir por más, desabotone los 3 botones y le saque la camisa, y sus pechos saltaron al aire, con sus pezones muy bien definidos y bien erectos, ella andaba sin brassier, como que sabía lo que venía, o simplemente estaba decidida a ir por ello.

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Ahora mis manos cambiaron de víctima, suavemente fui subiéndolas desde sus piernas, pasando por sus costados casi arañándola, sintiendo sus finas costillas y pasándolas por su espalda para luego llegar a esos monumentales senos que reclamaban a gritos mi atención!

Mis manos suavemente fueron cubriendo semejantes senos, que desprendían un calor tibio muy placentero, fui acariciándolos por toda su superficie, rozando levemente esas aureolas sensuales, y sentía que los pezones pedían cariño y algo de fiesta!
Me fui separando de su boca que me besaba intensamente, y lentamente entre besos fui recorriendo su oreja, su cuello y bajando por su pecho llegando a sus senos, cuando llegue a los pezones, lo apreté entre mis labios, mientras mis manos volvían a bajar para quitarle el short y acariciar sus nalgas. Sus pezones estaban muy motivados, mientras lo apretaba con mis labios, la punta de mi lengua empezaba a tocarlo y humedecerlo, en ese instante Alejandra soltó un leve gemido de placer en mi oído, mientras me abrazaba y me besaba el cuello.

Mientras mordisqueaba sus pezones y acariciaba sus nalgas, sentí sus manos recorriendo mi pecho desnudo pasando por mi abdomen y llegando al botón de mi pantalón, lentamente lo soltó y me bajo el cierre, sentí el calor de su mano deslizándose dentro de mi bóxer hasta que agarro completamente mi ya bien erecto pene. Sentí una sensación suprema cuando me agarro ahí, lo que provoco que apretara aún más los labios con que besaba sus pezones y apretara sus nalgas de manera como queriéndolas abrir, con la punta de un dedo levemente roce su ano, y sin querer desate algo retenido por días!

Alejandra estaba que explotaba de necesidades sexuales, en ese instante la víctima era yo, y no ella como yo pensaba al principio. Lentamente alejó la mano de mi pene, y la subió arañándome el abdomen, separo sus senos de mi boca y se paro por completo.

Uff! Ni se imaginan la escena! Un rubia despampanante frente mío, unos senos perfectamente definidos, una cintura descomunal, y lo más bello una fina línea de bellos púbicos que indicaba el camino a la perdición sexual. Al estar de pie, se agacha hacia mi lentamente y con sus dos manos toma la parte baja de mi pantalón y lo saca de mis piernas, a este punto yo estaba en bóxers y ella completamente desnuda, vuelve a subir las manos y agarra la elástica de mis bóxer, y mientras me da un beso, sigilosamente me quita la ropa interior. Mi situación era de completo éxtasis.

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Sin dejar de besarme, y ya los dos estando en igualdad de condiciones la cosa tomaba otro rumbo. Yo estando ya sentado en el sofá, completamente desnudo y sintiendo semejante beso, Alejandra se me fue acercando y sentando sobre mis piernas, yo frente a ella y ella estando con sus dos preciosas y divinas nalgas sobre mis muslos. Por la forma de sentarse sobre mis piernas hizo que mi pene quedara prisionero entre mi abdomen y su vientre. Alejandra al sentir mi pene allí comenzó a realizar pequeños movimientos con su vientre, lograba frotar con más precisión su clítoris con mi pene. La sensación era suprema!

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Con mis manos agarre firmemente sus nalgas, apretándolas y abriéndolas, hice fuerza para subirla y en el punto exacto mi pene se coloco entre los labios de su ya desesperada vagina. El fulgor era tal que Alejandra dejo de besarme y me abrazo, quedando mi rostro entre sus senos ya con mucho sudor, era algo divino, me halaba los cabellos por la excitación en la que se encontrada, su respiración era tremenda y mi rostro entre sus senos estaba de lo mejor. El sudor ya nos bañaba a ambos.

Suavemente fui bajando a Alejandra y mi pene lentamente fue penetrando su dulce manjar, la humedad era perfecta. Un fuerte pero corto gemido salió de sus entrañas, sus uñas arañaban mi espalda, y para terminar la agonía de placer, deje caer a Alejandra sobre mi pene los últimos 6 cm que estaban fuera. Literalmente Alejandra comenzó a cabalgarme, hacia movimientos con sus caderas que me dejaban sin aliento! Mis manos apretaban sus nalgas y seguían el ritmo de la danza erótica sobre mis piernas, ella levemente agarrándome por la cabeza se balanceo hacia atrás, las gotas de sudor corrían desde su pecho bordeando las curvas de sus senos, recorriendo todo su abdomen y llegando a su entrepierna.

beso

En ese instante salí del éxtasis en el que me encontraba sumergido, volví plenamente en mi y tome el control, Alejandra se quedo firme, apoyada de rodillas sobre el sofá un tanto despegada de mis piernas,
dejándome especio para moverme, y comenzó mi actuación.

acabada

Mis movimientos eran bestiales, la embestía con mucha fuerza, entraba y salía a placer, sus manos estrujaban mi cabello, mis manos apretaban sus nalgas de tal forma que su ano quedaba totalmente expuesto y mis dedos sutilmente lo rozaban. Sus gemidos eran continuos, estaba extasiada, la humedad de su vagina comenzaba a ser excesiva y suavemente empezaban a escurrir gotas de su divino elixir. Yo seguía en mi afanoso trabajo, embestida tras embestida ella gemía y se lo gozaba de manera descomunal, y de repente... -aahhhhh...- un gemido salió de su boca, me abrazo mordiendo mi oreja y se separo de mi pene repentinamente, yo sentía como su liquido bañaba mi pene, había acabado de manera imponente y salvaje!!!

semen


Pero yo quería más. En el mismo instante la abrace y la cargue, poniéndome de pie. La recuesto en el sofá, abro sus piernas y sin mediar palabras mis labios y lengua se fueron directo a su vagina, su liquido aún saliendo lentamente humedecieron mis labios, el sabor, el aroma, eran indescriptibles.

Con movimientos circulares empezó la batalla oral. Alejandra hacia presión sobre mi cabeza, si pudiera meter mi boca entera allá adentro, ella lo hubiera pedido. Estimulaba su ya bien erecto clítoris que
sobresalía levemente de sus labios superiores, con la punta de mi lengua solo para él, lo rozaba, lo lamia, lo envolvía, y con mis labios hice una pequeña succión. Ahí Alejandra se encontraba en el Limbo absoluto. Un movimiento de su pelvis me indicaba que todo estaba como ella quería. Ella era mi consentida, mi amante, la puta que siempre tuvo por dentro esa tarde se estaba exteriorizando, yo era su fantasía y su realidad.

Levanto levemente su cabeza y nuestras miradas se cruzaron, mi lengua había dejado su clítoris de lado, ahora buscaba entrar en su cavidad, sus líquidos entraban en mi boca, y eso me volvía loco, mi lengua
entraba levemente y adentro se movía, ella se agarraba del sofá, sus uñas clavadas en el cuero, y nuestras miradas siempre cruzadas le ponía un toque mágico. Lentamente retire mi lengua de su preciosa vagina, con toda mi lengua fui desde su ano lamiendo hacia arriba, ella se estremecía… Al llegar a su clítoris Alejandra se volvió a acostar. Bese sus piernas y el poco vello que tenía en su pelvis. De besito en besito iba subiendo, su ombligo majestuoso fue rodeado por la punta de mi lengua y luego seguí subiendo. Cuando iba a empezar a besar sus senos, Alejandra me agarra por los cabellos y me separa, yo quedo sentado en el sofá y ella se levanta, quería tomar el control. Me señala con el dedo que me coloque donde estaba ella, y yo obedezco. Quede acostado, lo único en posición vertical era mi pene aún húmedo, producto de su previo orgasmo, me recuesto y pierdo el contacto con sus ojos, siento como mi pene entra en algo aún más húmedo, y una leve pero profunda succión se apodera de él, levanto levemente mi vista y veo a Alejandra de rodillas sobre el sofá, su culo en posición alta y su cabeza en mi entrepierna. La imagen era apoteósica.

Una Tarde de Lluvia

Su lengua frotaba mi glande, sus labios succionaban y sus manos acariciaban mis testículos, yo extasiaba de placer, me estremecía y un grave -Oohhh- salió de mi boca, Alejandra cambio el ritmo y ahora su boca subía y bajaba, mi pene desaparecía por momentos entrando a lo más profundo de su garganta. Yo por un momento sentía que acababa, respirando profundo y abriendo los ojos logre contenerlo. Mis manos agarraban los cabellos cortos de Alejandra y seguían el ritmo de su movimiento.

Bruscamente sacó mi pene de su boca, Alejandra había lubricado muy bien para lo que venía. Se sentó sobre la otra esquina del sofá, y subió sus piernas, con cada mano se agarro los talones y las abrió
totalmente. Su vagina quedaba expuesta solo para mí. Yo me levante, una rodilla sobre el sofá y una pierna sobre el suelo, esos eran mis puntos de apoyo para la cogida. Mi pene con toda la sangre corriendo dentro de él, carnoso y venoso pedía embestir esa belleza que tenia adelante.

Lentamente me acerque a Alejandra, agarrando mí pene con la mano coloque el glande sobre su clítoris y comencé a juguetear y a acariciar su zona clitoriana, Alejandra cerraba los ojos y se estremecía, su respiración se entrecortaba y de la nada se escucho con una voz de éxtasis:

- Mételo!! - Alejandra estaba desesperada por volver a sentir mis penetraciones. Dejo de agarrarse un tobillo y me apretaba un glúteo, enterraba sus uñas en él, y eso me excitaba muchísimo.


Lentamente fui posicionando mi pene en la entrada de su vagina, los pequeños labios bordearon la cabeza de mi pene y eso me provoco un escalofrió que erizó toda mi piel, los dedos de mis manos y pies se apretaron de manera instintiva.

Alejandra al sentir que mi pene estaba en posición me halo hacia ella con la mano que tenía en mi glúteo, y suavemente mi pene fue desapareciendo dentro de su húmeda vagina.

Cuando se encontraba todo dentro los papeles cambiaron! El control era absolutamente mío. Mi movimiento pélvico era constante, movimientos firmes y profundos, dos movimientos suaves y un movimiento de embestida bestial. Yo sabía que el cambio de ritmo enloquecía a Alejandra.

Mi pene entraba a mansalva, los gemidos de Alejandra eran la mejor música que podía existir, con una mano sostenía su cabeza, y con mi mano derecha estimulaba su clítoris. La posición era totalmente para gozarla. Las estimulaciones del clítoris iban provocando una excitación insuperable en Alejandra, ella cerraba los ojos, apretaba mi glúteo, gemía y su vagina con una humedad que lubricaba mi pene de la mejor manera.

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Sin sacar mi pene me fui inclinando hacia ella, que se encontraba casi acostada sobre el sofá, mi boca quedo al lado de su oreja, y aproveche en besarla y morderla suavemente, besos sobre su cuello, lamidas y mordiscos, mientras seguía embistiéndola de forma ruda y profunda, violentamente sentí que me abrazo el cuello, y sus piernas abrazaron mi cintura, Alejandra no quería que esto terminara aún. Con una voz grave y muy despacio le dije:

-Eres lo más pasional y lujurioso que he tenido! Me gusta penetrarte y
hacerte gemir- mientras seguía en mi afanosa tarea de embestirla, y con las palabras, sus gemidos fueron incrementando de velocidad y de volumen. -me encanta besar tu vagina, y sentir mi pene mojado dentro de ti, hacerte acabar es mi deseo perpetuo-


Al ir terminando de decir esto, Alejandra soltó un grito muy agudo:
-Aaaayyyyy- su cintura comenzó a moverse con espasmos que chocaban contra mi pelvis. El momento de lujuria era intenso, aprovechando mí posición sobre ella, la abrace y la cargue, Alejandra con sus piernas abrazando mi cintura se aferraba a mí, ya de pie la puse de espalda a la pared, y pase mis brazos por debajo de sus rodillas, mientras ella abrazaba mi cuello. La penetración era total! Alejandra no era dueña de su cuerpo, las sensaciones eran su verdugo, estaba a mi total merced.

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La sostenía fuerte contra la pared para tener su pelvis fija, mientras yo la penetraba a discreción, salvajemente mi pene entraba y salía de su vagina, la humedad se incrementaba, Alejandra mordió el lóbulo de mi oreja, y eso me lleva al clímax, yo le decía cosas sucias, cosas que ni narrando la historia me atrevo a decir. Mi pene embestía y embestía su dulce sexo, mis manos se aferraban a sus nalgas para no dejarla caer, hacia movimientos ascendentes para introducir mi pene, y le estimulaba directamente su punto G, los gemidos eran suaves porque ella mordía mi oreja, y poco a poco llegábamos al clímax de este lujurioso encuentro! Yo lamia su cuello, lo mordía. Sentí que soltó mi oreja y no desperdicie la oportunidad, la bese profundamente, mi lengua entro en su boca como un rayo, con movimientos pausados pero profundos recorrí toda su boca, nuestras lenguas se regocijaban de pasión. Cambie el ritmo de mis embestidas, 3 embestidas suaves y una profunda y ruda, luego una pequeña pausa dejando mi pene totalmente dentro de ella.

Su abrazo incremento la fuerza, dejo de besarme y sus gemidos se convirtieron en un grito apasionante, su pelvis se acerco a la mía y no se movía, sus ojos cerrados indicaban que algo venia en camino, su cuerpo se estremecía y violentamente sentí como su vagina soltaba mi pene, y un manantial de jugos salía de su delicioso sexo, cayendo encima de mi pene, bañándolo, mojándolo y deleitándolo con tan divino elixir.

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Me besó de nuevo pero mi lengua no era rival para tal beso, su lengua recorrió mi boca a su total antojo, los espasmos aún en ella hacía que su vientre rozara mi pelvis.

Ante tal momento, mi excitación se fue al cielo, yo contenía mi semen que corría dentro de mi pene, el glande era el doble de grande, las venas demarcaban todo mi miembro, velozmente puse a Alejandra en el piso y ella como buena entendida del asunto sabía que debía hacer. Se coloco en cuclillas y sin pensarlo dos veces se introdujo mi pene en su boca, totalmente bañado en su liquido vaginal, la lubricación que se formó entre su saliva y su eyaculada fue insuperable, con una mano sujetaba una de mis nalgas, y con la otra masajeaba su clítoris aún con movimientos espasmódicos, su lengua consentía mi glande que pedía a gritos liberar lo que venía en camino, su mano apretó mi nalga y se introdujo totalmente mi pene en su garganta, el Deep throat era absoluto, la punta de su lengua lamía mis testículos, y en su garganta se veía a donde llegaba mi miembro, yo totalmente extasiado retire fugazmente mi pene de la boca de Alejandra, con una mano tome su cabello y con la otra mi pene totalmente mojado, lo apunte hacia sus senos pero Alejandra repentinamente tomo mi pene y colocó su lengua bajo mi glande, ya era irreversible, mis piernas se estremecían, y los dedos de mis pies y mis manos se cerraban por instinto, mi glande abrió su pequeña fisura y 1 grueso hilo de semen salió disparado entrando profundamente en la boca de Alejandra. Ahí Alejandra se introdujo la cabeza de mi pene en su boca y con la lengua estimulaba mi glande, esto provoco otros dos grandes hilos de espeso semen que salía de mi pene y se juntaba con la saliva de Alejandra. Yo vibraba ante tal orgasmo. Al terminar de acabar, yo aún con los ojos mirando semejante escena, y con los dedos de los pies aún estrujados, sentí como Alejandra muy sutilmente fue succionando todo el resto de mi liquido seminal, se paro y me vio directamente a los ojos, y yo sin pensarlo la bese en los labios y suavemente introduje mi lengua en su boca.

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La abrace y ella con un pequeño salto abrazo mi cintura con sus piernas, di un paso atrás y me senté en el sofá, y en un beso por demás lujurioso, nuestras lenguas y nuestros líquidos se dieron un festín de pasión sin medida, algo totalmente fuera de razón nos estaba manipulando, el estupor era de tal magnitud que nos llevó a esto pero el sabor de mi semen era inigualable, la viscosidad y textura se movía entre nuestras lenguas. Alejandra suavemente retiro su lengua, me dio un suave beso en los labios y se separo de mi boca, yo abrí los ojos y la tenía frente a mí, bella como jamás la había visto. Nuestro encuentro fue algo para no olvidar jamás. Observe como Alejandra tragaba algo, me abrazaba y me decía:

-El próximo viernes en mi casa...- Que más podía pedir, semejante mujer y semejante batalla la que habíamos tenido.

Se levantó de mis piernas, me agarro de la mano y nos fuimos a dar una ducha.

beso

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Muchísimas gracias por leerme, espero que hayan disfrutado tanto como yo esta historia, contiene hechos reales y otros irreales para darle continuidad y erotismo.

La totalidad del relato es de mi autoría, me llevo muchísimo tiempo la redacción, y la edición aún más. Así que por favor si alguien desea publicar este relato en su Foro, Blog, Tumblr, etc, favor hacerme las menciones respectivas indicando la fuente (Poringa) y mi autoría.

Cualquier comentario es bien recibido, sea para aportar u opinar algo al respecto.


Saludos y espero pronto tener el segundo post! (coloquen sus ideas para inspirarme)

1 comentarios - Una Tarde de Lluvia

morochadel84
Lo guardo para leerlo luego, pinta muy bueno, pero ya me caigo del sueño!