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Escapada con Sofi al mar de mis pasiones 4. Arena, sudor y sexo fuerte
Despertamos por la tarde sin recordar cómo llegamos hasta la casa que alquile. Pero poca importancia le di ya que era nuestro primer día en la playa después de aquella tarde de shopping y de esa cena inolvidable (que nunca sabré como terminó).
Me dio pena despertarla... era como un ángel en mi cama... pero quería disfrutar de su lado salvaje y la desperté con caricias y besos.
Cargamos la Toyota con todas las cosas para pasar una tarde espectacular y tomamos la ruta para llegar a una solitaria y alejada playa argentina.
Vestía esa bikini dorada que me alucina con su tanguita del conjunto de baño. Realmente la deseo más vestida que desnuda, y no es que no tenga un cuerpo hermoso, proporcionado y escultural, sino que la sensualidad con que viste, cómo luce su cuerpo, cómo resalta sus tetas y su culo, su pelo… me alucina.
Fue emocionante hacer una pequeña travesía por las dunas para llegar a la orilla del mar. Tuvimos que acomodar más de una vez el tráiler del jet que con tanto zarandeo quedaba inclinado sobre una sola rueda o enterrado en la arena. Pero valía la pena… la playa parecía virgen y no había nadie…
Bajamos todo y con nuestras últimas fuerzas metimos el tráiler de culata en el mar para bajar el jet, que paramos en la orilla.
Agotados, nos dejamos caer de espaldas a la arena, pero al poco tiempo el sol calentó nuestros cuerpos que sudaban.
De repente, se levantó de un salto (como un resorte) y fue corriendo hacia el mar hasta quedar metida a la altura de su cintura. Verla correr en la playa, el movimiento de su culito duro y redondito, cómo subían y bajaban esas nalgas, esas tetas que se asomaban por los costados de su espalda, me pusieron al palo de inmediato, elevando mi bermuda cómo un Everest en mi entrepierna.
_ DAAALEEE NEEENEEEE… VENIIII AA DIVEERTIIIRRTEEE… gritaba mientras revoleaba la bikini con su mano en alto, dejando sus tetas al sol bailando y rebotando al ritmo de sus saltitos.
Saque fuerzas no sé de dónde y comprobé el dicho que dice “tira más un pendejo de concha que miles de bueyes” jajaja.
El agua estaba fría pero con la calentura que traía parecía que iba a evaporar todo el mar.
Me recibió con un abrazo por el cuello y un beso francés que me hizo hervir la sangre y entrar en taquicardia, esa sensación de efervescencia que produce en mi cuerpo. Correspondí con mis manos en su cadera para traerla hacia mí y refregar mi pija en su conchita.
Es fantástico hacerlo en el mar porque nuestros cuerpos son mucho más livianos y manejables.
La sujetaba por el culo mientras lo acariciaba y de un sólo movimiento la subí a mi cintura y Sofi cruzó sus piernas por mi espalda (más bien por mi culo jaja). Movíamos nuestras caderas para seguir el frotamiento cada vez más intenso mientras nuestras lenguas jugaban una con otra. Tanta sobada me dejó afuera el glande y lo notó al instante en su piel. Pasó una mano por detrás de su culo sin dejar de besarme como loca y como la experta putita que es, acomodó con maestría mi pija en su conchita corriendo la tanquita en menos de un segundo.
Fue delicioso sentir su calor interior. Un UMMMMMM hacía eco en nuestras bocas abiertas y fundidas una con otra.
Apenas entro inició una cabalgada descomunal. Siempre nuestras lenguas luchaban para ver quien daba más placer. Sus tetas se refregaban en mi pecho al ritmo de la cabalgada y eso me ponía más sacado. La ayudaba moviéndola más rápido de sus caderas y me apretaba con sus piernas para darnos mayor intensidad. Fue fantástico. Sentía mi pija durísima apretada por su conchita. Su respiración cada vez más agitada. Sus ojos cerrados. Su cara de placer. Cada vez más intenso.
Fueron varios orgasmos seguidos, encadenados, uno tras otro. Entre besos, jadeos, gritos, insultos, mordidas… si mordidas, me mordía todo lo que tenía a su alcance, mi boca, mi cuello, el hombro y hasta el pecho. Arañaba mi espalda que soportaba las olas. Ardían sus marcas en mi piel.
Estuvimos cojiendo así por no sé cuánto tiempo hasta que vibró toda como convulsionada en un terrible orgasmo (que luego confesó que fue con su clítoris) y no aguantaba más. Quería más pero sus fuerzas no ayudaban.
Sin sacarle mi pija (que todavía estaba enorme) salimos del mar llevándola, alzada como la tenía agarrada del culo, hacia la arena. Todo el trayecto nos besábamos dulcemente, como agradeciéndonos por el placer intenso vivido, diciéndonos sin hablar lo bien que la estábamos pasando.
Me dejé caer de rodillas sobre la arena y suavemente la dejé sobre la toalla.
Sin dejar de mirarla me saque la bermuda que me molestaba. Verla acostada boca arriba casi desnuda en la playa, con sus ojos cerrados y sus manos detrás de la cabeza disfrutando del sol en su cuerpo, me dieron unas ganas incontrolables de comerle la concha. La tomé de los tobillos y alce juntas sus piernas para dejarlas sobre mi hombro. Bajé muy despacio mis manos por sus piernas mientras besaba sus pies. Tenía todo el tiempo del mundo para disfrutarla por lo que hacía todo despacio y suave. Mi boca tomo uno de sus dedos gordos del pie y mi lengua jugó con él como hace Sofi con mi pija, con ganas. Mis manos llegaron a la tanguita y agarrándola de las tiritas de los costados tiré para subirlas por sus piernas mientras le acariciaba en el trayecto. Finalmente la saqué y la tiré a un costado. Mi boca bajó hacia su conchita besando sus pies juntos, sus pantorrillas, sus muslos y sus labios vaginales. Me ayudó abrazando sus piernas detrás de sus rodillas. Toda expuesta, su conchita y su culito a meced de mis caricias con mi lengua y manos. La mezcla de su sabor interior dulce y ácido y el salado del mar sobre su piel, me dieron un gusto que me fascinó y me puso como en un trance. Cuando quise darme cuenta estaba acostado boca abajo saboreando su concha despacio y todo mi cuerpo desnudo sobre la arena caliente con mi pija que crecía y crecía.
A medida que mi lengua jugaba con sus pliegues, entrando y saliendo de su concha, subiendo y bajando por los bordes, desde su clítoris hasta su anito delicioso, deseaba cada vez más ponerla a gatas y romperle el orto… pero estaba exhausta aunque excitada. Mis dedos jugaban en la entrada de su ano mientras mi lengua recorría todo su interior lamiendo lo más que podía las paredes de su concha. Apretaba sus nalgas con mis manos y hundía mi cabeza para penetrarla con mi lengua que ponía dura para abrirme paso en su anito. Cada caricia me ponía más lujurioso. Dudé un instante entre disfrutarla suave o saciar mi locura en ella. Y no lo pensé más. Otra vez daba rienda a mi deseo.
_ Noo nene, no pares, seguí con mi concha que lo haces delicioso… se quejó cuando me incorporé para darla vuelta.
_ No voy a parar, te quiero comer en cuatro como la perra que sos
_ Pero acostada es mejor
_ Date vuelta y dame ese culo que lo quiero comer todo.
Se quejaba por el cansancio y ronroneaba como una gatita en celo mientras se ponía como me gusta, con el culo parado y sus tetas y carita apoyadas en el suelo.
_ Que culo hermoso… alababa mientras le daba una nalgada tras otra en cada cachete, apretaba, masajeaba y hasta arañaba su culo.
_ Es tuyo para que hagas lo que quieras con el
_ Es precioso y te aseguro que voy hacer todo lo que quiero.
Otra vez mis manos estaban concentradas en esas nalgas pero toooda mi cara estaba dentro de su culo. Con mi nariz jugaba en la entrada del orto mientras mi lengua rozaba suave y despacio su clítoris. Apoyaba mi lengua en su botoncito paseando de un lado al otro. Lo tomaba con mis labios y lo succionaba sacándolo de su capullo. La saboreaba toda mmmm que rico.
_ AAAAAYY HIJO DE PUTA ME ESTAS MATANDO… gritaba mientras jugaba con su clítoris.
Las piernas le vibraban y no sabía si era por el placer extremo que le estaba provocando o por el cansancio que traía. Como no sabía cuánto tiempo más podría soportar así, deje en paz su clítoris para dedicarme a full en su ano. Parecía una guerra por penetrarla que se libraba entre mis dedos y mi lengua. Metía uno, dos y tres dedos juntos por su culito que los recibía gustoso abriéndose sin problemas. El orto le brillaba de tanta saliva y se contraía despacio cerrándose después de sacar mis dedos por lo que aprovechaba para meterle mi lengua y moverla en círculos desde adentro hacia afuera. Sentía como se fruncía con mi lengua adentro mmm. Cuando quedaba cerrado abría sus nalgas para estirarlo y succionándolo para sacarlo todo afuera lo agarraba con mis dientes para morderlo suave.
_ AAAAAAAAAAAAAHHHHHH SSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII... jadeaba a gritos
_ Te gusta que te coma el orto puta?
_ SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII METEMELAAAAAAAAAAAA
_ Estas apurada?
_ HIIIIIIII JOOOOOOOOOOOO DEEEEEEEE PPPUUUUUUU TAAAAAAAAAAA MEEEEEEEEEEE TEEEEEEE LAAAAAAAAAAAAAA… gritaba agitadísima
_ Que culito hambriento tenés puta... y esa conchita mmm como laten...
Y realmente se veían latir. Su anito se dilataba y contraía como pidiéndome que lo destroce. Los labios de su conchita se movían al ritmo de su respiración agitada.
Instintivamente me agarre la pija para masajearla ante semejante espectáculo pero noté que estaba llena de arena. Tenía mi pija como un palo mojado y arenado. Quería pajearme pero raspaba la arena y dolía un poco. Era como masturbarme con una hoja de lija. Sofi no paraba de gritarme que se la meta por el culo y explorando mi lado sado masoquista le dí el gusto.
_ queres que te parta el orto puta?
_ SIIIIIIIIIIIIII DAAAAAAAAAAAAAAAA MEEEEEEEEEEEEEE DAAAAAAAAAAAA MEEEEEEEEEEEEEE
_ ENTONCE TOMAAAAAAAAAAAAAAA
Y sujetándola de sus hombros enterré mi verga arenada hasta mis pelotas de un solo movimiento.
_ AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA... gritaba muy fuerte y agudo, como un chillido terrorífico.
_GGGGGGGGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRRRRRRRRRR... gritaba a la par tuya con voz ronca y grave.
Pero el dolor no me detuvo y después de atravesar todo su culo y sentir como si metiera mi pija en una trituradora de basura, lastimando mi verga, raspando las paredes de su culo, raspando mi glande, empecé un mete y saca furioso. Dolía pero no quería parar. Sentía esa sensación de satisfacción mezclada con dolor que me provocaba darle más y más fuerte por el culo. Quería destrozarle el culo a pijazos. Quería reventarme la pija en su culo. Al poco tiempo empezaron a sangrar mi pija y su culo. Nuestros cuerpos sudaban a cantos. Me ardía la pija con la sal.
_GGGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRRRRRRRRRR TTTTTTOOOOOOOOOOOO MMMMMAAAAAAAAAAAA PPPPPPPPPPPPPUUUUUUUUUUUUU TTTTTTTTAAAAAAAAAAAAAA
_PARA PARA
_AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
_AAAAAAAAAAAAAAAIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
_GGGGGGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR
_ DUELE DUELE DUELE
_ GGGGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRRRRRRR
Y su llanto y súplicas me hicieron estallar en un orgasmo rarísimo.
Le solté los hombros y cayó hacia adelante.
Yo también caí al lado suyo.
_AAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNN JJJJJJJJJJJJJAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNNNN JJJJJJJAAAAAAAAAAAAAANNNNN... lloraba y gritaba
_ TENEMOS.... QUE.... REPETIRLO.... vociferaba sin aire entre gemidos
No sé cuánto tiempo quedamos tirados sin movernos, así como caímos quedamos.
Cuando nos calmamos se dio vuelta mirándome con cara de odio.
_ Me lastimaste hijo de puta
_ Estaba muy caliente... trate de excusarme de lo indefendible
_ No me tocas ni un pelo ahora y por mucho tiempo... sentencio
_ Ni unas caricias suaves... decía con carita de nene bueno mientras suavemente pasaba mi mano por su cuerpo caliente y mojado.
_ No
Al poco tiempo se relajó y quedó dormida desnuda boca arriba. Me puse de costado para verla mejor y, como queriendo disculparme, fui acariciando suavemente (y con la mano limpia de arena) la base de su teta más próxima. Apreté suave su teta desde abajo provocando un leve gemido mientras dormía. Mi pulgar subió despacio por su contorno y llegó al pezón. Moví lento ese botoncito que se alzaba erguido por mi acción y veo como inconscientemente mordía sus labios en clara señal que le gustaba lo que hacía. Ansioso por su respuesta, me senté a su lado y con mis dos manos cubro la teta como agarrando un tesoro y su pezón emerge entre mis manos por el apretar lento y suave. Juego con esa delicia haciéndola subir y bajar entre mis dedos. Siento su peso al volver a su lugar natural cuando la dejaba libre. Con mi dedo índice recorrí por la aureola de su pezón en un suave toque, sin presionar, y reaccionó de inmediato contrayéndose y quedando más pequeña y oscura. Mi desesperación por devorar esa teta es controlada por mis ganas de que realmente lo disfrute. Me inclino sobre ella y mis labios encerraron gran parte de su teta quedando casi toda adentro de mi boca. Mi lengua jugó dando vueltas por su pezón. Succioné y como un chupón me alejé despacio de su cuerpo logrando estirar su teta, siempre jugando con mi lengua lento en su pezón.
_ Cojeme amor... me susurraba como si estuviera en un trance de placer
Me limpié bien la pija para no lastimarla y me acomodé arrodillado entre sus piernas para penetrarla muy despacio. Sentía su conchita super mojadita y fue un verdadero placer avanzar hasta tocar fondo. Acariciaba con mi verga dura todo su interior con mi suave cojida. Realmente lo disfrutamos.
Abrió sus ojos y clavó su mirada en los míos.
Nos besamos al ritmo lento de semejante sexo.
Fue terriblemente intenso nuestro orgasmo que alcanzamos al mismo tiempo.
Por unos minutos quede dentro suyo sintiendo como se achicaba mi dolorida pija.
El sol casi no se veía.
_ No se para que trajimos el jetsky... dije sonriendo
_ Nunca lo usaste de noche?
_ Con vos no tengo límites, será esta la primera vez?
_ Ay nene, que lindo sos, siempre tan complaciente
_Vos me inspiras nena... vos me inspiras...
Escapada con Sofi al mar de mis pasiones 4. Arena, sudor y sexo fuerte
Despertamos por la tarde sin recordar cómo llegamos hasta la casa que alquile. Pero poca importancia le di ya que era nuestro primer día en la playa después de aquella tarde de shopping y de esa cena inolvidable (que nunca sabré como terminó).
Me dio pena despertarla... era como un ángel en mi cama... pero quería disfrutar de su lado salvaje y la desperté con caricias y besos.
Cargamos la Toyota con todas las cosas para pasar una tarde espectacular y tomamos la ruta para llegar a una solitaria y alejada playa argentina.
Vestía esa bikini dorada que me alucina con su tanguita del conjunto de baño. Realmente la deseo más vestida que desnuda, y no es que no tenga un cuerpo hermoso, proporcionado y escultural, sino que la sensualidad con que viste, cómo luce su cuerpo, cómo resalta sus tetas y su culo, su pelo… me alucina.
Fue emocionante hacer una pequeña travesía por las dunas para llegar a la orilla del mar. Tuvimos que acomodar más de una vez el tráiler del jet que con tanto zarandeo quedaba inclinado sobre una sola rueda o enterrado en la arena. Pero valía la pena… la playa parecía virgen y no había nadie…
Bajamos todo y con nuestras últimas fuerzas metimos el tráiler de culata en el mar para bajar el jet, que paramos en la orilla.
Agotados, nos dejamos caer de espaldas a la arena, pero al poco tiempo el sol calentó nuestros cuerpos que sudaban.
De repente, se levantó de un salto (como un resorte) y fue corriendo hacia el mar hasta quedar metida a la altura de su cintura. Verla correr en la playa, el movimiento de su culito duro y redondito, cómo subían y bajaban esas nalgas, esas tetas que se asomaban por los costados de su espalda, me pusieron al palo de inmediato, elevando mi bermuda cómo un Everest en mi entrepierna.
_ DAAALEEE NEEENEEEE… VENIIII AA DIVEERTIIIRRTEEE… gritaba mientras revoleaba la bikini con su mano en alto, dejando sus tetas al sol bailando y rebotando al ritmo de sus saltitos.
Saque fuerzas no sé de dónde y comprobé el dicho que dice “tira más un pendejo de concha que miles de bueyes” jajaja.
El agua estaba fría pero con la calentura que traía parecía que iba a evaporar todo el mar.
Me recibió con un abrazo por el cuello y un beso francés que me hizo hervir la sangre y entrar en taquicardia, esa sensación de efervescencia que produce en mi cuerpo. Correspondí con mis manos en su cadera para traerla hacia mí y refregar mi pija en su conchita.
Es fantástico hacerlo en el mar porque nuestros cuerpos son mucho más livianos y manejables.
La sujetaba por el culo mientras lo acariciaba y de un sólo movimiento la subí a mi cintura y Sofi cruzó sus piernas por mi espalda (más bien por mi culo jaja). Movíamos nuestras caderas para seguir el frotamiento cada vez más intenso mientras nuestras lenguas jugaban una con otra. Tanta sobada me dejó afuera el glande y lo notó al instante en su piel. Pasó una mano por detrás de su culo sin dejar de besarme como loca y como la experta putita que es, acomodó con maestría mi pija en su conchita corriendo la tanquita en menos de un segundo.
Fue delicioso sentir su calor interior. Un UMMMMMM hacía eco en nuestras bocas abiertas y fundidas una con otra.
Apenas entro inició una cabalgada descomunal. Siempre nuestras lenguas luchaban para ver quien daba más placer. Sus tetas se refregaban en mi pecho al ritmo de la cabalgada y eso me ponía más sacado. La ayudaba moviéndola más rápido de sus caderas y me apretaba con sus piernas para darnos mayor intensidad. Fue fantástico. Sentía mi pija durísima apretada por su conchita. Su respiración cada vez más agitada. Sus ojos cerrados. Su cara de placer. Cada vez más intenso.
Fueron varios orgasmos seguidos, encadenados, uno tras otro. Entre besos, jadeos, gritos, insultos, mordidas… si mordidas, me mordía todo lo que tenía a su alcance, mi boca, mi cuello, el hombro y hasta el pecho. Arañaba mi espalda que soportaba las olas. Ardían sus marcas en mi piel.
Estuvimos cojiendo así por no sé cuánto tiempo hasta que vibró toda como convulsionada en un terrible orgasmo (que luego confesó que fue con su clítoris) y no aguantaba más. Quería más pero sus fuerzas no ayudaban.
Sin sacarle mi pija (que todavía estaba enorme) salimos del mar llevándola, alzada como la tenía agarrada del culo, hacia la arena. Todo el trayecto nos besábamos dulcemente, como agradeciéndonos por el placer intenso vivido, diciéndonos sin hablar lo bien que la estábamos pasando.
Me dejé caer de rodillas sobre la arena y suavemente la dejé sobre la toalla.
Sin dejar de mirarla me saque la bermuda que me molestaba. Verla acostada boca arriba casi desnuda en la playa, con sus ojos cerrados y sus manos detrás de la cabeza disfrutando del sol en su cuerpo, me dieron unas ganas incontrolables de comerle la concha. La tomé de los tobillos y alce juntas sus piernas para dejarlas sobre mi hombro. Bajé muy despacio mis manos por sus piernas mientras besaba sus pies. Tenía todo el tiempo del mundo para disfrutarla por lo que hacía todo despacio y suave. Mi boca tomo uno de sus dedos gordos del pie y mi lengua jugó con él como hace Sofi con mi pija, con ganas. Mis manos llegaron a la tanguita y agarrándola de las tiritas de los costados tiré para subirlas por sus piernas mientras le acariciaba en el trayecto. Finalmente la saqué y la tiré a un costado. Mi boca bajó hacia su conchita besando sus pies juntos, sus pantorrillas, sus muslos y sus labios vaginales. Me ayudó abrazando sus piernas detrás de sus rodillas. Toda expuesta, su conchita y su culito a meced de mis caricias con mi lengua y manos. La mezcla de su sabor interior dulce y ácido y el salado del mar sobre su piel, me dieron un gusto que me fascinó y me puso como en un trance. Cuando quise darme cuenta estaba acostado boca abajo saboreando su concha despacio y todo mi cuerpo desnudo sobre la arena caliente con mi pija que crecía y crecía.
A medida que mi lengua jugaba con sus pliegues, entrando y saliendo de su concha, subiendo y bajando por los bordes, desde su clítoris hasta su anito delicioso, deseaba cada vez más ponerla a gatas y romperle el orto… pero estaba exhausta aunque excitada. Mis dedos jugaban en la entrada de su ano mientras mi lengua recorría todo su interior lamiendo lo más que podía las paredes de su concha. Apretaba sus nalgas con mis manos y hundía mi cabeza para penetrarla con mi lengua que ponía dura para abrirme paso en su anito. Cada caricia me ponía más lujurioso. Dudé un instante entre disfrutarla suave o saciar mi locura en ella. Y no lo pensé más. Otra vez daba rienda a mi deseo.
_ Noo nene, no pares, seguí con mi concha que lo haces delicioso… se quejó cuando me incorporé para darla vuelta.
_ No voy a parar, te quiero comer en cuatro como la perra que sos
_ Pero acostada es mejor
_ Date vuelta y dame ese culo que lo quiero comer todo.
Se quejaba por el cansancio y ronroneaba como una gatita en celo mientras se ponía como me gusta, con el culo parado y sus tetas y carita apoyadas en el suelo.
_ Que culo hermoso… alababa mientras le daba una nalgada tras otra en cada cachete, apretaba, masajeaba y hasta arañaba su culo.
_ Es tuyo para que hagas lo que quieras con el
_ Es precioso y te aseguro que voy hacer todo lo que quiero.
Otra vez mis manos estaban concentradas en esas nalgas pero toooda mi cara estaba dentro de su culo. Con mi nariz jugaba en la entrada del orto mientras mi lengua rozaba suave y despacio su clítoris. Apoyaba mi lengua en su botoncito paseando de un lado al otro. Lo tomaba con mis labios y lo succionaba sacándolo de su capullo. La saboreaba toda mmmm que rico.
_ AAAAAYY HIJO DE PUTA ME ESTAS MATANDO… gritaba mientras jugaba con su clítoris.
Las piernas le vibraban y no sabía si era por el placer extremo que le estaba provocando o por el cansancio que traía. Como no sabía cuánto tiempo más podría soportar así, deje en paz su clítoris para dedicarme a full en su ano. Parecía una guerra por penetrarla que se libraba entre mis dedos y mi lengua. Metía uno, dos y tres dedos juntos por su culito que los recibía gustoso abriéndose sin problemas. El orto le brillaba de tanta saliva y se contraía despacio cerrándose después de sacar mis dedos por lo que aprovechaba para meterle mi lengua y moverla en círculos desde adentro hacia afuera. Sentía como se fruncía con mi lengua adentro mmm. Cuando quedaba cerrado abría sus nalgas para estirarlo y succionándolo para sacarlo todo afuera lo agarraba con mis dientes para morderlo suave.
_ AAAAAAAAAAAAAHHHHHH SSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII... jadeaba a gritos
_ Te gusta que te coma el orto puta?
_ SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII METEMELAAAAAAAAAAAA
_ Estas apurada?
_ HIIIIIIII JOOOOOOOOOOOO DEEEEEEEE PPPUUUUUUU TAAAAAAAAAAA MEEEEEEEEEEE TEEEEEEE LAAAAAAAAAAAAAA… gritaba agitadísima
_ Que culito hambriento tenés puta... y esa conchita mmm como laten...
Y realmente se veían latir. Su anito se dilataba y contraía como pidiéndome que lo destroce. Los labios de su conchita se movían al ritmo de su respiración agitada.
Instintivamente me agarre la pija para masajearla ante semejante espectáculo pero noté que estaba llena de arena. Tenía mi pija como un palo mojado y arenado. Quería pajearme pero raspaba la arena y dolía un poco. Era como masturbarme con una hoja de lija. Sofi no paraba de gritarme que se la meta por el culo y explorando mi lado sado masoquista le dí el gusto.
_ queres que te parta el orto puta?
_ SIIIIIIIIIIIIII DAAAAAAAAAAAAAAAA MEEEEEEEEEEEEEE DAAAAAAAAAAAA MEEEEEEEEEEEEEE
_ ENTONCE TOMAAAAAAAAAAAAAAA
Y sujetándola de sus hombros enterré mi verga arenada hasta mis pelotas de un solo movimiento.
_ AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA... gritaba muy fuerte y agudo, como un chillido terrorífico.
_GGGGGGGGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRRRRRRRRRR... gritaba a la par tuya con voz ronca y grave.
Pero el dolor no me detuvo y después de atravesar todo su culo y sentir como si metiera mi pija en una trituradora de basura, lastimando mi verga, raspando las paredes de su culo, raspando mi glande, empecé un mete y saca furioso. Dolía pero no quería parar. Sentía esa sensación de satisfacción mezclada con dolor que me provocaba darle más y más fuerte por el culo. Quería destrozarle el culo a pijazos. Quería reventarme la pija en su culo. Al poco tiempo empezaron a sangrar mi pija y su culo. Nuestros cuerpos sudaban a cantos. Me ardía la pija con la sal.
_GGGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRRRRRRRRRR TTTTTTOOOOOOOOOOOO MMMMMAAAAAAAAAAAA PPPPPPPPPPPPPUUUUUUUUUUUUU TTTTTTTTAAAAAAAAAAAAAA
_PARA PARA
_AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA
_AAAAAAAAAAAAAAAIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII
_GGGGGGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR
_ DUELE DUELE DUELE
_ GGGGGGGGGGGGGRRRRRRRRRRRRRRRR
Y su llanto y súplicas me hicieron estallar en un orgasmo rarísimo.
Le solté los hombros y cayó hacia adelante.
Yo también caí al lado suyo.
_AAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNN JJJJJJJJJJJJJAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAANNNNNNNNNNNNN JJJJJJJAAAAAAAAAAAAAANNNNN... lloraba y gritaba
_ TENEMOS.... QUE.... REPETIRLO.... vociferaba sin aire entre gemidos
No sé cuánto tiempo quedamos tirados sin movernos, así como caímos quedamos.
Cuando nos calmamos se dio vuelta mirándome con cara de odio.
_ Me lastimaste hijo de puta
_ Estaba muy caliente... trate de excusarme de lo indefendible
_ No me tocas ni un pelo ahora y por mucho tiempo... sentencio
_ Ni unas caricias suaves... decía con carita de nene bueno mientras suavemente pasaba mi mano por su cuerpo caliente y mojado.
_ No
Al poco tiempo se relajó y quedó dormida desnuda boca arriba. Me puse de costado para verla mejor y, como queriendo disculparme, fui acariciando suavemente (y con la mano limpia de arena) la base de su teta más próxima. Apreté suave su teta desde abajo provocando un leve gemido mientras dormía. Mi pulgar subió despacio por su contorno y llegó al pezón. Moví lento ese botoncito que se alzaba erguido por mi acción y veo como inconscientemente mordía sus labios en clara señal que le gustaba lo que hacía. Ansioso por su respuesta, me senté a su lado y con mis dos manos cubro la teta como agarrando un tesoro y su pezón emerge entre mis manos por el apretar lento y suave. Juego con esa delicia haciéndola subir y bajar entre mis dedos. Siento su peso al volver a su lugar natural cuando la dejaba libre. Con mi dedo índice recorrí por la aureola de su pezón en un suave toque, sin presionar, y reaccionó de inmediato contrayéndose y quedando más pequeña y oscura. Mi desesperación por devorar esa teta es controlada por mis ganas de que realmente lo disfrute. Me inclino sobre ella y mis labios encerraron gran parte de su teta quedando casi toda adentro de mi boca. Mi lengua jugó dando vueltas por su pezón. Succioné y como un chupón me alejé despacio de su cuerpo logrando estirar su teta, siempre jugando con mi lengua lento en su pezón.
_ Cojeme amor... me susurraba como si estuviera en un trance de placer
Me limpié bien la pija para no lastimarla y me acomodé arrodillado entre sus piernas para penetrarla muy despacio. Sentía su conchita super mojadita y fue un verdadero placer avanzar hasta tocar fondo. Acariciaba con mi verga dura todo su interior con mi suave cojida. Realmente lo disfrutamos.
Abrió sus ojos y clavó su mirada en los míos.
Nos besamos al ritmo lento de semejante sexo.
Fue terriblemente intenso nuestro orgasmo que alcanzamos al mismo tiempo.
Por unos minutos quede dentro suyo sintiendo como se achicaba mi dolorida pija.
El sol casi no se veía.
_ No se para que trajimos el jetsky... dije sonriendo
_ Nunca lo usaste de noche?
_ Con vos no tengo límites, será esta la primera vez?
_ Ay nene, que lindo sos, siempre tan complaciente
_Vos me inspiras nena... vos me inspiras...
2 comentarios - Escapada con Sofi al mar de mis pasiones 4. Arena, sudor ...
Muy buen relato, excelentemente escrito !!!
Gracias por compartir.
Besos y Lamiditas !!!
Compartamos, comentemos, apoyemos, hagamos cada vez mejor esta maravillosa Comunidad !!!
No es nada comparado con lo que ustedes nos dan....
GRACIAS CHICOS
los seguire hasta el fin