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mi vecino

Hola, me llamo Gabriel, tengo 38 años, casado con Ana de 35 y por ahora sin hijos. Y adicto a la pornografía. Quiero aclarar que me considero una persona heterosexual, me encantan las mujeres, pero en materia de pornografía me calienta absolutamente todo (menos zoofilia y temas escatológicos). Lo que mas me calienta son la pelis o fotos de mujeres siendo penetradas por grandes vergas. Considero que a toda mujer le debe calentar tener un buen pedazo entre las piernas y no comparto que el tamaño no es importante. Lamentablemente la naturaleza me doto con un miembro de 15 cm; muy lejos de las medidas deseadas.
Vivo en un moderno departamento de Barrio Norte, aunque si bien es muy coqueto, las paredes parecen ser muy delgadas ya que escuchamos desde nuestra habitación lo que sucede en el departamento vecino.
Mi vecino se llama Javier, de unos 30 años y el otro protagonista de este relato. Javier es el clásico soltero quilombero que tiene dinero de no se donde y que tiene una vida nocturna bastante agitada. Cuándo todos nos acostamos a dormir después de una jornada laboral bastante agitada, él recién comienza, pone la música bien fuerte y entonces empiezan a caer los amigos y las “amigas”. Ya es rutinaria escuchar por las noches los jadeos y los gritos de las mujeres que se coge. Una distinta cada vez, ya que no tiene pareja fija. Y por la forma en que grita a veces me pongo a pensar en que les estará metiendo. Por conversaciones que llegue a escuchar, llegue a darme cuenta que es un verdadero adicto al sexo anal. A más de una le escuche suplicar que por la cola no, aunque mucho caso parecía no hacerles, ya que enseguida se escuchaban gritos desgarradores y luego una interminable sucesión de gemidos placenteros. Todo esto despertaba en mí, cierta libido que se me hacía difícil aplacar y lo mismo le sucedía a mi esposa, que aunque se hacia la desentendida conmigo, la escuche hablando con una amiga por teléfono donde le comentaba que su vecino debía tener un miembro enorme ya que las mujeres gemían de placer.
Un día regrese bastante temprano del trabajo ya que no me sentía muy bien. Ana , mi esposa, se había ido al gimnasio con lo cual llegue y me recosté en el sofá del living. Al rato escucho conversaciones en el palier del piso. Miro por la mirilla y veo a Javier charlando con Ana. Mi mujer vestía una calzas que le marcaban su hermosa cola y una musculosa blanca mojada por la transpiración.
Mi vecino estaba con calzas de ciclista que le marcaban la longitud y grosor de la pija.
No sabia que ibas al mismo gimnasio que yo, le decía Ana a Javier. Lo que sucede es que como me levanto tarde, entreno después de las 6 de la tarde.
No se si te levantas tarde, pero por lo que se escucha te acostas bastante tarde, le dijo Ana riéndose. Uyy perdón, no sabia que los molestaba tanto con los ruidos; se escucha mucho. Mucho y con lujo de detalle, acoto Ana.
A que te referís con lujo de detalle, pregunto Javier poniéndose colorado ?? A eso mismo que estas pensando; pero no te preocupes ya que muchas veces lo motivas a mi marido con lo cual te tengo que agradecer.
Mira, si tu marido depende de mi para motivarse, debe ser ciego o tener algún tipo de problema. Bastante vergüenza pase con vos viniendo del gimnasio hacia aquí. No podes caminar en la calle con esas calzas y esa musculosa. Que tienen de malo, pregunto mi esposa haciéndose la inocente. De malo nada; te quedan demasiado buenas, demasiado ajustadas y demasiado tentadoras. Gracias dijo Ana; las uso debido a que Gabriel no esta aquí cuando voy al gimnasio; de lo contrario tendría quilombo.
Mientras tanto mi calentura iba en aumento con la conversación entre Ana y Javier. Mi esposa le estaba coqueteando al vecino aprovechando que eran solo dos departamentos por piso y creyéndome a mi en el trabajo. Seguí escuchando y mirando por la mirilla.
Vos sos un caradura le dijo Ana a Javier; me criticas las calzas y vos entrenas con esas calzas de ciclista. Y que tienen de malo, pregunto Javier.
Y.....dijo Ana; te marcan un poco la entrepierna. Se nota dijo el, levantándose la remera y exhibiendo su poderoso bulto a los ojos de mi esposa. Y...notar se nota. Las chicas del gimnasio decían que tenias el estuche de los anteojos metido en la calza. Que malas que son Uds. ; les podes decir que no tenia ningún estuche.....No te preocupes Javier...les conté de los gritos que escuchamos de tus novias a través de la pared....y de lo bien que parecía que la pasaban.
Los pezones de Ana se habían endurecido durante la conversación y se le marcaban alevosamente en la musculosa.
Javier tenia los ojos fijos en las tetas de Ana y parecía que tuviera una morcilla en la calza. La verga se le estaba llenando de sangre y empezó a latirle levemente.
Ahora era Ana la que había posado los ojos en el terrible bulto que se estaba formando en la entrepierna de mi vecino.
Bueno dijo Ana, creo es hora que me meta en el departamento y me de una ducha de agua helada y vos deberías hacer lo mismo Javier y le señalo descaradamente la entrepierna.
Ya te vas ?? le dijo Javier con carita de nene bueno. No fue mi intención molestarte; lo que sucede es que con esas calzas que te marcan todo y los.......y señalo sus pezones... que se te pusieron duros por el frío, no pude contenerme; en realidad el no pudo contenerse y se acaricio levemente su palpitante instrumento.
Y quien te dijo que es el frío el culpable que tenga los pechos así, le dijo Ana entre desafiante y vacilante.
Y que fue, dijo el, dando un paso hacia adelante. Ana lo freno con un dedo y mientras se lo recorría por el pecho le dijo: - Una no es de acero y si bien estoy casada y enamorada de mi esposo, no es común estar hablando con un hombre como vos con terrible.........pecho ?? y ahora Ana apoyo sus dos manos en el pecho de Javier y le dijo: Que pecho hombre !! parece que no es lo único grande y duro que tenes ?? y ambos se pusieron a reír. Queres que te muestre dijo el ?? Que cosa pregunto Ana asustada. El pecho, vecina; no estábamos hablando de mi pecho ?? y dicho esto se saco la remera y dejo al descubierto un torso musculado, hombros redondos y brazos como columnas. Además de abdominales rocosos y venosos.
Los pezones de Ana volvieron a endurecerse y apuntaban desafiantes hacia adelante. Ahora entiendo que tengas tantas novias Javier....con ese cuerpo, no hay quien se te resista.
Nadie ??, dijo el, e intento aproximarse aun mas a Ana.
Bueno, yo estoy intentando resistir Javier; por favor, somos vecinos y encima estoy casada. Ayúdame !!
Y que puedo hacer ?? Sos hermosa, tenes un culo y unas piernas moldeadas en roca y encima tus pezones me están volviendo loco.
Javier, soy una vieja, tengo 35 años !!! Déjate de joder dijo Javier recorriendo su ya completamente verga por encima de la calza.
Cambio a todas las mujeres que veo, por tenerte en mi cama.
Me daría miedo estar en tu cama; me harías gritar y sufrir con eso que tenes escondido en la calza...
Quien dijo que lo escondo y se bajo las calzas de un solo movimiento.
Debo admitir que me quede helado del otro lado de la puerta. Estaba impactado: de vez en cuando se la había mirado de reojo a algún amigo en un vestuario, pero la de Javier era algo impresionante, si hasta daban ganas de chupársela.
Debía medirle mas de 20 cms y exhibía en toda su extensión una virilidad impactante. Las venas se le marcaban latentes y palpitantes, recorriendo toda su generosa extensión, desde el nacimiento de los pendejos, hasta la cabeza, la cuál, dicho sea de paso, era enorme del tamaño de una pelota de golf.
Ahora entiendo, dijo Ana, sin poder sacarle los ojos de encima. Que es lo que entendes, pregunto Javier mientras se la recorría de arriba a abajo. Los gritos, los gemidos, los suspiros que escuchamos desde nuestro departamento. El miembro que tenes debe ser la envidia de todo hombre y el placer de toda mujer.
-Eh… bien… esta bien… es… grandota- dijo con falsa modestia.
Para colmo de males, él se la agarraba con una mano y se la sacudía ostentosamente, haciendo que golpeara su otra mano.
La tentación es demasiado grande Javier, pero no puedo, no debo. Estaría mal y por favor vestite que puede venir alguien. De eso no te preocupes; es la hora de la siesta este edificio es una tumba y encima solo nosotros vivimos en este piso.
Bueno, al menos cubrite para ayudarme a mi.
No es justo dijo Javier. Es la primera vez que me encuentro completamente en pelotas y entregado y la mujer me hace sufrir y ni siquiera pude mirarla.
Que es lo que queres mirar Javier ?? Me muero de ganas de verte ese maravilloso culo que tenes. Si te lo muestro va a ser peor. Bueno, al menos me vas a dar material para poder luego masturbarme pensando en vos y sacarme terrible calentura.
No se Javi; se esta yendo todo al diablo. Dale Ana, déjame mirarte; me parece justo. Vos me viste...me estas mirando la poronga y todo el cuerpo y yo solo pide mirarte un poco la cola; no es demasiado.
-¿Esto queda acá?- le preguntó.
-Obvio, no voy a andar publicando por ahí que estuvimos en esta situacion, ¿Cómo se te ocurre?-
Ana pareció pensarlo por unos segundos cuando se giro y empezó a bajarse las calzas.
Hay que reconocer que Ana tiene un culo perfecto y unas piernas torneadas y musculosas que son la envidia de todas las que la conocen.
Ana apoyo las manos en la pared y levanto las nalgas en pompa. Y ?? valió la pena tanto lío para verme ??
Que suerte que tiene tu marido preciosa. Le entregas la cola ?? Si, claro, pero por suerte no tiene tu tamaño; o por desgracia acoto la muy hija de puta.
Que, te gustaría que la tuviera como yo ?? No pido tanto, pero si la tuviera como vos me la pasaría cogiendo seguido como lo haces durante las noches.
Puedo coger de tarde, si es necesario. Javier ya se pajeaba con furia; Ana se dio vuelta mostrándole su concha depilada con sus exquisitos labios vaginales. Gracias, dijo Javier. Es un extra que te pueda ver de frente ??
Que haces Javier ?? Dedicándote una soberana paja. Al menos voy a obtener placer mirándote.
Javier tenia la pija que parecía a punto de estallarle; un espeso jugo transparente le chorreaba por la punta.
Ana estaba con los ojos abiertos en toda su extensión. Que pedazo de verga tenia el hijo de puta. Yo estaba completamente empalado y haciéndome también una paja con el espectáculo que me ofrecía Javier.
Mi esposa se saco la musculosa y el corpiño y mostrándole sus deliciosas y pequeñas tetas le pregunto si así lo ayudaba con su paja.
Me ayudarías mas si me reemplazas un poco ya que se me esta acalambrando la mano. Y dicho esto, la agarro de la cintura y le metió la lengua hasta el fondo de la garganta.
Ana respondió a su beso y mientras con una mano lo atraía hacia ella del cuello, con la otra se las ingenio para agarrar impresionante instrumento.
Que pija tenes Javier !! Es la primera vez que tengo un monstruo en mi mano y no se si te la estoy acariciando bien. Así, te gusta ?? Me encanta, le dijo Javier; me estas haciendo una paja maravillosa.
El espectáculo era grandioso; mi esposa en puntas de pies, besándose con mi vecino, ambos con las calzas por las rodillas y la pequeña mano de Ana, empuñando terrible herramienta.
Las manos de Javier habían bajado hacia el culo de Ana y empezó a meterle los dedos en su raya.
Un fuerte gemido soltó mi esposa.....Nooo Javi, ese no era el trato....Pensé que vos también necesitabas una mano como yo, le dijo entre sonrisas Javier a mi esposa.
El problema es que empezas metiéndome un dedo en el concha y luego me vas a pedir que te la chupe o vas a queres cogerme.....
No lo había pensado; pero....no quisieras chuparme la pija ??
Ana se puso de rodillas con la hermosa pija de Javier a pocos centímetros de su cara, palpitando de ansiedad. Un juguito espeso y transparente le goteaba por la punta. Por un instante estuve a punto de abrir la puerta y terminar con todo esto, pero la calentura y el morbo me venció y seguí espiando por la mirilla. Ana le agarro la pija con una mano y le paso la lengua a todo lo largo, de abajo hacia arriba, saboreando en el final esas gotitas que ya fluían profusamente. Al sentir la lamida, Javier echó la cabeza hacia atrás y soltó un complaciente suspiro. Ya estaba hecho, no había vuelta atrás. La pija estaba ahí frente a su cara y no pudo o quiso resistir la tentación con lo cual abro la boca y cerro los labios en torno a esa caliente y lustrosa herramienta. Cerro los ojos y se puso a chupársela con todas sus ganas. Para mi sorpresa le dijo que hacia tiempo fantaseaba con el, de tanto escucharlo detrás de las paredes. Pero ni en las mejores de sus fantasías pensó que podría tener una poronga tan hermosa y suculenta.
Estuvo un buen rato chapándosela y a través de la puerta escuchaba sus profusos suspiros, llenándome una y otra vez de intensa calentura.
Ana tenia su boca abierta al máximo, recibiendo esa carne tan repleta de venas que se alcanzaba a percibir los prominentes bultitos a medida que los deslizaba entre los labios de mi mujer.
Se escuchaba el “Chup… chup… chup…” de la soberana mamada que Ana le hacia al hijo de putas de mi vecino. El ruido de la chupada y los suspiros de Javier.
De repente, él que se había mantenido hasta ese momento quieto, dejando que se la chuparan al ritmo de mi esposa, se la sacó de la boca, la apretó contra sus marcados abdominales y comenzó a restregarle las bolas por toda la cara. A continuación le agarró la cara con ambas manos y manteniéndola bien sujeta, comenzó a clavarle la pija en la boca una y otra vez, metiéndosela lo mas adentro posible. Se la estaba cogiendo por la boca. Sentía como Ana se ahogaba y como las lágrimas me saltaban de sus ojos, pero él seguía salvajemente hasta que apiadándose de ella la dejo continuar a su propio ritmo.
-Ya sabía que te iba a gustar mi verga- musitó a la vez que apoyaba una mano en la parte de atrás de su cabeza y la empujaba hacia su cada vez más endurecida virilidad.
Ana se aparto y escupiéndole a su pija una mezcla de saliva y líquido preseminal , le dijo: gustarme ??? me fascina !! tras lo cuál se la volvió a meter, ahogándose con ese exceso de carne que palpitaba frenéticamente.
Cuándo esperaba que eyaculaba y listo y quedara todo en una chupada y paja, Javier la levanto y girándola la puso contra la puerta del ascensor. Amarrándose su larga y gorda poronga, empezó a refregársela por la raya del culo, intentando metérsela entre las piernas. Ana agarrando la cabezota de terrible morcilla, lo miro y le dijo: Ni pienses en cogerme !!
Tanto Javier como yo nos quedamos helados. Si bien estaba disfrutando del morbo de ver a mi mujer tocándose con otro, me gusto que quisiera serme fiel; o relativamente fiel.
Javier, balbuceo unas palabras de sorpresa, disculpas y sorpresa, pero inmediatamente mi esposa agrego: - Ni pienses en cogerme.......aquí !! llévame a la cama donde te escucho todas las noches y háceme gozar a mi también.
Se metieron en su departamento y no los vi mas.
Bueno, no los vi, pero desde mi cuarto pude escuchar como por mas de 2 horas mi esposa gemía, suplicaba y gritaba de dolor y placer. Como le estiraban la concha y le rompían el culo.
Durante las noches de vez en cuando escuchamos gemidos en el cuarto vecino. Esas veces yo me pongo serio y a mi esposa se le dibuja una sonrisa en la boca, tal vez pensando que la tarde siguiente tal vez sea el turno de ella.

fuente:neias hawk300

13 comentarios - mi vecino

1990eloii
mmmm mami q rico relato! 😉
winnerxxx2 +1
buen relato pero a mi me pasa algo parecido pero mas raro, si me pasara eso con mi chica me gustaria verla disfrutar con otro sin que se entere que yo la veo pero que diga todo eso de q el otro la tiene mas grande, q fantaseaba con ese, q disfruta mas con el otro no me lo bancaria ni en pedo:S
gise_pet +2
Excelente relato, es realmente excitante eso de los sonidos, a veces calienta más que ver, los gemidos, jadeos, suspiros, lo que se dice, me encanto...
pablons87 +1
muy buen relato, pero no creo poder aguantarme esa situacion 😛
josegroso +1
son todas unas guachas, te hacen quedar mal...
MAAG76
Siiiii. Así es que debe ser. Los que me quedan para ti amiga. Excelente.
profezonasur
La imaginación, en este caso, la de escuchar gemidos a través de una pared, es un excelente disparador del morbo y especialmente de un relato erótico. Buen aporte.
mamuycami
hizo lo que las mayorias quiere hacer ,,, que buen relato ,, me calento
kramalo
jaja...!! muy bueno...!! como la entiendo a la mina... por lo menos, los que la tenemos grande, somos famosos.....jeje...te imaginás Juli?
cornu99
hermosos cuernos ... no tener un vecino asi para que se la coja a mi flaca ¡¡¡




hot
PAJAESVIDA
bien por el marido, y bien por la esposa por no dejar pasar la oportunidad! van 10 y paja! 😋🍆💦💦