(continua de http://www.poringa.net/posts/relatos/1984792/Escapada-con-Sofi-al-mar-de-mis-pasiones-1-De-shopping.html)
Terminamos de comprar todo lo que Sofi consideraba necesario para esos días en la playa y tuvimos que volver a la casa que alquilé lejos de la ciudad a dejar los bolsos y paquetes que, a duras penas, alcanzábamos agarrar entre los dos. Se dio el gusto de comprar decenas de cosas muy sexy...miles de accesorios (cintos, collares, pulseras, aritos, pañoletas, pareos, etc) y vestidos, remeras, topsitos, minifaldas, shorcitos, pantalones capri, conjuntos de ropa interior, conjuntos deportivos, zapatillas, sandalias, tacos, suecos y ropas que ni se el nombre. Necesitaría una gran valija para llevar todo pero ambos sabíamos que la mayor parte del viaje estaría desnuda... para mí...
Se dejó puesta una camisola de gaza azul transparente que usaba de vestido (que apenas tapaba su culo) con un cinto ancho. Debajo traía una tanguita blanca que se veía a kilómetros. Sus tetas perfectas lucían más que apetecibles con sus pezones en punta, parecían cortar la tela... (tengo que confesar que me ponen como loco sus tetas deliciosas y tuve que hacer un escuerzo consiente de no tomarlas con mis manos o con mi boca). Su pelo largo y suelto le daba un look más salvaje y natural… era su arma de seducción con la cual jugaba a mostrar o esconder su escote, su pezones, su cuello y a veces su mirada de deseo…
La noche estaba muy estrellada y calurosamente agradable. Decidimos cenar liviano en un parador (demasiado fashion para mi gusto) sobre la playa para luego salir a bailar. Casi no había nadie y la atmósfera íntima era perfecta para nuestras ansias de satisfacer nuestros deseos. Podía respirar nuestros deseos. “Sex in the air”.
Durante toda la cena nuestras manos, miradas y hasta nuestros pies se dedicaron a estimular la piel del otro.
Las risas nerviosas contrastaban con las ganas de querer gritar de placer.
Cada bocado era una provocación al otro.
Los besos se hacían más largos e intensos.
Su manera de beber el vino en esas grandes copas… sus labios húmedos… su lengua deseosa e impaciente que salía de su boca para expresarme la calentura que traía… todo, todo me encendía en una pasión que sentía recorrer por todo mi cuerpo como si tuviera la sangre hirviendo y hasta me incomodaba a medida que mi pija hinchada estaba más apretada en mi bermuda queriendo salir a su encuentro…
Estábamos muy cachondos. Y es que la cojida de hace unas horas no fue suficiente para saciar nuestra lujuria.
La cena estaba durando más de lo pensado, pero la seducción y provocación a la que me sometía Sofi valía la pena el agónico retardo a ese momento de placer y disfrute que pensaba tener.
La desesperación de tomarla con urgencia, con violencia, para hacer con su cuerpo todo lo que me gusta y provocar sus sentidos con ganas de hacerla gozar al extremo… ese descontrol, ese fuego, esos pensamientos ardientes me costaban mucho, pero mucho esfuerzo por controlar mis acciones y mantener la compostura frente a Sofi en el restaurante.
Luego de terminar con nuestros platos me abalancé sobre ella. Con un ágil movimiento quede sentado a su lado y el contacto con su piel, su calor, su perfume, me provocaron besarla suave pero muy lujuriosamente. Mi lengua se metió en su boca y la exploró casi por completo. Jugué con su lengua envolviéndola una y otra vez. Mis labios tomaban los suyo. Mis dientes mordían a veces sus labios. No sé cuanto tiempo pasamos besándonos ni cuando mis manos tomaron la iniciativa de acariciar sus piernas. Fue instintivo. Mi mano paseaba por su muslo desde la rodilla hasta su ingle. Sofi abrió lentamente sus piernas para darme acceso a su concha que estaba super mojada.
De reojo vigilaba nuestro alrededor y contemplaba con satisfacción la expresión de su cara que demostraba la intensidad de sensaciones placenteras que estaba viviendo. Ella cerraba sus ojos y ceñía su frente. Nuestras respiraciones aumentaban al igual que nuestros latidos.
_ ummmmmmm UMMMMMM… gemía cada vez más fuerte.
_ Te gusta? Tenes ganas que te manosee toda tu concha?
_ Siiiiiiiiiiiiiii
_ Controlate perra. Ya vas a tener tiempo para gritar como una puta.
La chica que nos estaba atendiendo en la mesa no paraba de mirarnos y eso me inquietaba. Se notaba que estaba más atenta que lo normal. Varias veces intercepté su mirada que se encontraba con la de ella en un juego de seducción que a Sofi le sale perfecto. A medida que la noche avanzaba, percibía un interés mutuo entre ellas que solo después de estar con Sofi he aprendido a descubrir.
Sofi aceptó gustosa cuando le propuse que el postre sea más que un plato dulce y que se deje llevar por la situación que pensaba provocar, pero de la cual no le diría nada. Llamé a la moza y le consulte por algún lugar donde estar más cómodos, con mayor intimidad de la que ya disfrutábamos. Sofi, que no paraba de mirar a la moza, al escuchar mi pregunta me regalo una mirada cargada de lujuria. La chica interpretó al instante mi pedido y con una mirada lasciva e indiscreta le contesto exclusivamente a Sofi en un tono sensual, ignorando por completo mi presencia...
_ Tenemos un lugar privado para eventos especiales en la terraza. Si lo desea, dispondré del lugar.
Sofi aprobó tímidamente (si, cuando quiere aparenta la nena tímida) solo moviendo su cabeza sin decir nada y sin sacarle la mirada de sus ojos verdes.
_ Bien, daré indicaciones para que no sean molestados y en unos momentos los llevaré cuando esté todo listo.
No hizo más que darse la vuelta la chica para dirigirse al encargado que Sofi comió la boca a besos y mientras me apretaba la pija me dijo susurrándome al oído:
_ Ayyy nene, no aguanto más. Quiero tu pija dura en mi culo ahora. Partime en dos nene. Dame pija, dame pija. Que todos ven lo puta que soy y como me llenas el culo con tu carne nene.
_ Ya va puta. Vas a tener pija. Apenas subamos te rompo el orto.
Estábamos en eso cuando vuelve la chica y nos pide que la sigamos hasta el VIP en la terraza.
Cuando subimos por las escaleras me puse detrás de Sofi para manosearle ese culito hermoso que se movía a centímetros de mi cara.
La chica nos dejo solos con un sugestivo “que lo disfruten” al cerrar la puerta de acceso.
La noche estaba espectacular. Cielo estrellado, una temperatura agradable, una suave y fresca brisa y el ruido del oleaje del mar de fondo. A esto se le sumaba las luces tenues en tonos rojos y dorados, los decores con telas que bailaban lento con la brisa colgando de las vigas y columnas de maderas, y una música suave que me encantaba con temas lentos (todos nacionales) de Fito, Andrelo (Calamaro), Diego Torres, Ceratti… Alucinante el habiente que habían preparado en la terraza de ese parador.
Pero sin dudas lo mejor de esa noche era Sofi. Su pelo volándose de a ratos por la brisa. Sus ojos hermosos con esa mirada de deseo. Sus labios. Sus tetas duras. Su cintura. Sus caderas. Su culito que es mi perdicón. Sus piernas bien formadas. Sus pies delicados. Una Diosa. Una Ninfa que provoca al Sátiro que llevo dentro.
Estábamos parados en el centro de la terraza y sin decirle nada, desabroché lentamente su cinto ancho. La puse de espaldas a mi. Junté sus codos y até sus antebrazos con su cinto.
_ Llegó tu hora putita. Ahora te voy a dar duro como te gusta. Vas a ser mi esclava y me vas a obedecer. Vas hacer todo lo que te diga. Soy claro?
_ Si nene. Soy tu perra. Soy tu puta. Soy tu esclava. Dame pija que me muero de calentura. Rompeme todo. Usame como quieras.
_ Basta puta. Callate!!! Ahora sos muda…
Mis manos se fueron directamente a sus tetas. Las acariciaba sobre la tela pero quería sentir el calor y la suavidad de su piel. Le subí su camisola enrollándola y la dejé enganchada detrás de su nuca y por sus axilas. Sus tetas al aire me volvían loco y en menos de un segundo las estaba mamando y sobando. Mis dedos apretaban el pezón que quedaba libre mientras mi lengua jugaba con el otro. Apretaba fuerte con las dos manos una teta y la chupaba como si fueran un chupetín, succionando su pezón que sentía tocar mi campanilla. Tironeaba de su pezón tomándolo con mis dientes. Sofi no paraba de gemir y gritar de placer. Pero me parecía que estaba haciendo mucho escándalo y tenía que callarla. La tomé de los hombros y la empujé hacia el suelo hasta que quedó arrodillada frente a mi pija dura. Desabroché mi cinto y lo puse en el cuello de Sofi. Me bajé de un tirón la bermuda y mi bóxer y lo tiré sobre unos sillones si respaldo.
_ Ahora sacate las ganas de chuparme la pija. Tragala toda como la buena putita que sos…. le dije tirado del collar de puta que hice con mi cinto.
Sofi empezó besando toda mi pija pero estaba muy caliente para ese juego.
_ Dale puta. Tragala. Metéte mi pija hasta la garganta puta que tenes.
Y agarrando su pelo le perforaba la garganta a pijazos moviendo mis caderas para clavarle toda mi verga que estaba venosa a punto de estallar.
Realmente la disfrutaba.
Por momentos le tiraba el pelo para que cambie de posición su cabeza y mi pija raspara sus mejillas que parecían que las iba a perforar. Sacaba mi pija y como no dejaba nunca de succionar, su boca hacía un ruido de chupón. Sofi casaba toda su lengua para recibir de nuevo mi pijazos directos a su garganta. Movía su cabeza para raspar mi pija en su paladar. Sostenía su cabeza pegada a mis abdominales haciendo que se quede con mi pija atravesada por varios segundos, sintiendo como con arcadas contraía su garganta en mi glande masajeándolo.
Estaba muy excitado y no podía aguantar más, por lo que le dí con todo, frenéticamente me cojía a Sofi por su boquita de putita. Y estallé en lo más profundo dejando mi pija todo el tiempo dentro de su boca que rebalsaba de sus babas y mi leche. Era un verdadero enchastre el que dejamos en el piso.
_ Qué rica acabada!!! Cómo me gusta tu boquita de puta!! Me encantas. Vení que quiero seguir disfrutando de tu boquita porque la noche recién empieza… le dije tirando del “collar” y la llevé gateando hasta el sillón donde me acosté boca arriba para que Sofi siguiera mamando mi pija que no estaba dura como antes pero que tampoco se achicaba.
Y la verdad es que a ella le encanta mamarla. Es una experta.
Esa vez la deje hacer y como buena putita dedicada me hizo un oral de lujo. Ubicada en cuatro patas entre mis piernas y con su cara pegada a mi pija, lo primero que me hizo fue morderme suavemente el tronco de mi verga y mover mi prepucio de arriba hacia abajo. Después se la metió despacio hasta tragarla entera haciendo fuerza para cerrar su boca con sus labios. Lo hizo varias veces hasta que se dedicó a mis huevos. Uno por uno, los lamía, los succionaba hasta tragarlos, los escupía, refregaba su cara entre mis pelotas. Urgó con su naríz entre mis huevos y sacó su lengua para masajearme el ojete. Cuantas sensaciones placenteras.
A esa altura mi pija estaba apuntando al cielo. Toda inflada, con sus venas llenas de sangre, latiendo, creciendo en cada infada.
De repente entra la pendeja que nos atendía junto al encargado de la mano. Me incorporé y les dije:
_ Vienen a sumarse a la fiesta?
_ Veo que realmente están disfrutando… me contesto la moza.
_ Aquí tengo para muchos… respondí manoseando con una mano el culo de Sofi mientras con la otra mano sostenía una vez más su cabeza estacada en mi pija hasta la garganta.
_ Es una propuesta tentadora… dijo el encargado.
_ Pero yo la vi primero. Asique es mía antes… la pendeja soltó al encargado y apurada metió su cabeza entre las nalgas de Sofi que no paraba de bufar.
_ mmm que rico huele esta conchita..
_ probala y vas a ver que es adictiva. No vas a poder para de chupalra… dije mientras soltaba la cabeza de Sofi.
La pendeja sacó la tanguita blanca de Sofi y se dedicó a chuparle su conchita y lamerle el culito. Desde mi posición no podía ver cómo lo hacía pero sentía las respuestas de placer que daba Sofi mientras seguía chupando mi pija. Me moría de ganas de ponerme con la pendeja a chuparle todo a Sofi y juntar nuestras lenguas en su conchita pero me estaba mamando de maravillas y prefería ser más un espectador del show. Cada vez eran más intensos los movimientos que Sofi hacía con su boca como queriéndome dar más placer al igual que lo sentía ella.
El encargado se puso rápidamente en pelotas y se puso también a chuparle la concha a Sofi.
Era un trencito jaja. Yo sentado, Sofi en cuatro sobre mí pija, el flaco y la pendeja también en cuatro uno al lado del otro juntando sus lenguas en el culo de Sofi, besándose como locos entre lamidas y chupadas.
Sofi solo gemía y a veces gemía a gritos con mi pija dentro de su boca.
Yo aprovechaba que tenía sus tetas colgando al alcance de mis manos y me dedique a disfrutarlas. Las apretaba una contra la otra desde los costados. Tiraba de sus pezones hacia afuera por sus lados. Las aplastaba contra su torax. Las masajeaba fuerte. Son mi debilidad.
La pendeja vio como trataba las tetas de Sofi y dejó por un instante la conchita para desnudarse mientras le decía:
_ Que tetas hermosas tenes!! Te voy a devorar mujer. Voy a gozarte a full.
_ Esta es mi puta, pero esta noche será la putita de todos. Hacele lo que quieras bebe.
_ Que putita divina tenes. Quiero llenarle esa conchita jugosa con mi garrote… dijo en el flaco.
_ Dale duro que le gusta bien fuerte… acentí
En dos segundos estábamos en una nueva pose. Sofia seguía en cuatro apoyando su carita de puta en el sillón. La pendeja se acostó de espalda en el suelo mamando las tetas de Sofi. El flaco le metía verga como loco por la concha a Sofi arrodillado detrás de ella agarrándola por sus caderas clavándole los dedos de lo fuerte que la sujetaba. Y yo me dedicaba a chuparle la conchita de la pendeja mientras me pajeaba como loco. La pendeja me agarraba de la cabeza y me apretaba contra su clítoris. Sofi gritaba. La pendeja gritaba. El flaco bufaba. Y uno a uno fueron corriéndose.
El ruido del mar se mezclaba con la música y con los jadeos de los cuatro.
Por un instante me olvidé de Sofi y me tiré encima de la pendeja y la comí a besos. Besé su boca, su cuello, sus tetitas, su cuello de nuevo… y refregaba mi pija en su concha, la movía de abajo hacia arriba pasando mi cabeza entre sus labios, su clítoris, salía hacia afuera y otra vez abajo. Estuve así hasta que me suplicó que se la metiera. Que estrecha era mmmm Apretaba como ninguna. Estaba empapada entre mi saliva y sus flujos por lo que se deslizaba mi pija sin problemas pero abriéndose paso por su conchita.
Busqué con la mirada a Sofi y la vi saltando de espaldas sobre la pija del encargado del parador que estaba sentado en el sillón. Ella gritaba como loca y el flaco la insultaba y le decía de todo mientras tiraba del “collar” con una mano y azotaba las tetas con la otra.
Nuestras miradas se buscaban. Estábamos muy excitados gozando cada uno con otro extraño. Sofi acabó miles de veces y el flaco se la sacó de encima para acabale en la cara.
_ No te limpies... le ordenó la pendeja entre jadeos debajo mío... esa leche es mía… reclamó.
_ Tengo más para vos puta de mierda… le respondió el flaco que tomando del cinto ancho que Sofi tenía en sus brazos la trajo casi arrastrando hasta nosotros y la tiró al piso quedando su cara pegada a nosotros.
_ Te morís de ganas de tragarte mi leche?!! Ahí tenes puta, ahora limpiala.. le ordenó el flaco a la pendeja mientras tiraba del pelo a Sofi para que acerque su cara a su boca. La pendeja se puso a lamerle la cara a Sofi tomando toda la leche desparramada mientras yo me puse sus piernas sobre mis hombros y bombeaba como desesperado buscando mi propio orgasmo que no se hizo esperar llegando unos minutos después…
_ Flor de putas tenemos aquí… le dije al encargado una vez recuperado el aliento.
_ Son de lo mejor por lo que veo… me respondió mientras tiraba del pelo a Sofi para que se la chupe, los dos de parados, sofí inclinada hacia adelante con sus manos atadas todavía por su espalda.
Verla así me renovaron las ganas y le ordené a la pendeja que me la mamara para ponerla bien dura. Cuando lo logró me fui con la pendeja detrás de Sofi…
_ Chupale el orto a mi puta… le ordené a la pendeja… Chupame la pija… le ordené de nuevo… Metele la lengua en el orto, dale abrilo para mi pija… le dije como si realmente necesitara abrirlo pero sabiendo lo puta que es del orto recibe hasta un desodorante de ambientes sin problemas… Meté mi pija en su orto, ahhhhhhhhhhhh asi asi ahhhhhhhhhhhhhh… y empece a moverme como conejo en celo, golpeando con mis pelotas en la concha de Sofi, golpeando con mis caderas en las nalgas de Sofi, golpendo con mis manos con firmes nalgadas mientras gritaba…SI SI SI TOMA PUTA DEL ORTO TOMA TOMA TOMA…
La cojida que le estábamos dando a Sofi era brutal. Mientras le taladraba el culo, la pendeja le masajeaba las tetas y le besaba cuerpo que se movía al fuerte ritmo de mis clavadas. Y el flaco contra arrestaba mi empuje con vergazos en la garganta de Sofi que lloraba de placer…
(continuará... se viene lo mejor en http://www.poringa.net/posts/relatos/1989795/Escapada-con-Sofi-al-mar-de-mis-pasiones-3_-Amanecer-lujurio.html)
Terminamos de comprar todo lo que Sofi consideraba necesario para esos días en la playa y tuvimos que volver a la casa que alquilé lejos de la ciudad a dejar los bolsos y paquetes que, a duras penas, alcanzábamos agarrar entre los dos. Se dio el gusto de comprar decenas de cosas muy sexy...miles de accesorios (cintos, collares, pulseras, aritos, pañoletas, pareos, etc) y vestidos, remeras, topsitos, minifaldas, shorcitos, pantalones capri, conjuntos de ropa interior, conjuntos deportivos, zapatillas, sandalias, tacos, suecos y ropas que ni se el nombre. Necesitaría una gran valija para llevar todo pero ambos sabíamos que la mayor parte del viaje estaría desnuda... para mí...
Se dejó puesta una camisola de gaza azul transparente que usaba de vestido (que apenas tapaba su culo) con un cinto ancho. Debajo traía una tanguita blanca que se veía a kilómetros. Sus tetas perfectas lucían más que apetecibles con sus pezones en punta, parecían cortar la tela... (tengo que confesar que me ponen como loco sus tetas deliciosas y tuve que hacer un escuerzo consiente de no tomarlas con mis manos o con mi boca). Su pelo largo y suelto le daba un look más salvaje y natural… era su arma de seducción con la cual jugaba a mostrar o esconder su escote, su pezones, su cuello y a veces su mirada de deseo…
La noche estaba muy estrellada y calurosamente agradable. Decidimos cenar liviano en un parador (demasiado fashion para mi gusto) sobre la playa para luego salir a bailar. Casi no había nadie y la atmósfera íntima era perfecta para nuestras ansias de satisfacer nuestros deseos. Podía respirar nuestros deseos. “Sex in the air”.
Durante toda la cena nuestras manos, miradas y hasta nuestros pies se dedicaron a estimular la piel del otro.
Las risas nerviosas contrastaban con las ganas de querer gritar de placer.
Cada bocado era una provocación al otro.
Los besos se hacían más largos e intensos.
Su manera de beber el vino en esas grandes copas… sus labios húmedos… su lengua deseosa e impaciente que salía de su boca para expresarme la calentura que traía… todo, todo me encendía en una pasión que sentía recorrer por todo mi cuerpo como si tuviera la sangre hirviendo y hasta me incomodaba a medida que mi pija hinchada estaba más apretada en mi bermuda queriendo salir a su encuentro…
Estábamos muy cachondos. Y es que la cojida de hace unas horas no fue suficiente para saciar nuestra lujuria.
La cena estaba durando más de lo pensado, pero la seducción y provocación a la que me sometía Sofi valía la pena el agónico retardo a ese momento de placer y disfrute que pensaba tener.
La desesperación de tomarla con urgencia, con violencia, para hacer con su cuerpo todo lo que me gusta y provocar sus sentidos con ganas de hacerla gozar al extremo… ese descontrol, ese fuego, esos pensamientos ardientes me costaban mucho, pero mucho esfuerzo por controlar mis acciones y mantener la compostura frente a Sofi en el restaurante.
Luego de terminar con nuestros platos me abalancé sobre ella. Con un ágil movimiento quede sentado a su lado y el contacto con su piel, su calor, su perfume, me provocaron besarla suave pero muy lujuriosamente. Mi lengua se metió en su boca y la exploró casi por completo. Jugué con su lengua envolviéndola una y otra vez. Mis labios tomaban los suyo. Mis dientes mordían a veces sus labios. No sé cuanto tiempo pasamos besándonos ni cuando mis manos tomaron la iniciativa de acariciar sus piernas. Fue instintivo. Mi mano paseaba por su muslo desde la rodilla hasta su ingle. Sofi abrió lentamente sus piernas para darme acceso a su concha que estaba super mojada.
De reojo vigilaba nuestro alrededor y contemplaba con satisfacción la expresión de su cara que demostraba la intensidad de sensaciones placenteras que estaba viviendo. Ella cerraba sus ojos y ceñía su frente. Nuestras respiraciones aumentaban al igual que nuestros latidos.
_ ummmmmmm UMMMMMM… gemía cada vez más fuerte.
_ Te gusta? Tenes ganas que te manosee toda tu concha?
_ Siiiiiiiiiiiiiii
_ Controlate perra. Ya vas a tener tiempo para gritar como una puta.
La chica que nos estaba atendiendo en la mesa no paraba de mirarnos y eso me inquietaba. Se notaba que estaba más atenta que lo normal. Varias veces intercepté su mirada que se encontraba con la de ella en un juego de seducción que a Sofi le sale perfecto. A medida que la noche avanzaba, percibía un interés mutuo entre ellas que solo después de estar con Sofi he aprendido a descubrir.
Sofi aceptó gustosa cuando le propuse que el postre sea más que un plato dulce y que se deje llevar por la situación que pensaba provocar, pero de la cual no le diría nada. Llamé a la moza y le consulte por algún lugar donde estar más cómodos, con mayor intimidad de la que ya disfrutábamos. Sofi, que no paraba de mirar a la moza, al escuchar mi pregunta me regalo una mirada cargada de lujuria. La chica interpretó al instante mi pedido y con una mirada lasciva e indiscreta le contesto exclusivamente a Sofi en un tono sensual, ignorando por completo mi presencia...
_ Tenemos un lugar privado para eventos especiales en la terraza. Si lo desea, dispondré del lugar.
Sofi aprobó tímidamente (si, cuando quiere aparenta la nena tímida) solo moviendo su cabeza sin decir nada y sin sacarle la mirada de sus ojos verdes.
_ Bien, daré indicaciones para que no sean molestados y en unos momentos los llevaré cuando esté todo listo.
No hizo más que darse la vuelta la chica para dirigirse al encargado que Sofi comió la boca a besos y mientras me apretaba la pija me dijo susurrándome al oído:
_ Ayyy nene, no aguanto más. Quiero tu pija dura en mi culo ahora. Partime en dos nene. Dame pija, dame pija. Que todos ven lo puta que soy y como me llenas el culo con tu carne nene.
_ Ya va puta. Vas a tener pija. Apenas subamos te rompo el orto.
Estábamos en eso cuando vuelve la chica y nos pide que la sigamos hasta el VIP en la terraza.
Cuando subimos por las escaleras me puse detrás de Sofi para manosearle ese culito hermoso que se movía a centímetros de mi cara.
La chica nos dejo solos con un sugestivo “que lo disfruten” al cerrar la puerta de acceso.
La noche estaba espectacular. Cielo estrellado, una temperatura agradable, una suave y fresca brisa y el ruido del oleaje del mar de fondo. A esto se le sumaba las luces tenues en tonos rojos y dorados, los decores con telas que bailaban lento con la brisa colgando de las vigas y columnas de maderas, y una música suave que me encantaba con temas lentos (todos nacionales) de Fito, Andrelo (Calamaro), Diego Torres, Ceratti… Alucinante el habiente que habían preparado en la terraza de ese parador.
Pero sin dudas lo mejor de esa noche era Sofi. Su pelo volándose de a ratos por la brisa. Sus ojos hermosos con esa mirada de deseo. Sus labios. Sus tetas duras. Su cintura. Sus caderas. Su culito que es mi perdicón. Sus piernas bien formadas. Sus pies delicados. Una Diosa. Una Ninfa que provoca al Sátiro que llevo dentro.
Estábamos parados en el centro de la terraza y sin decirle nada, desabroché lentamente su cinto ancho. La puse de espaldas a mi. Junté sus codos y até sus antebrazos con su cinto.
_ Llegó tu hora putita. Ahora te voy a dar duro como te gusta. Vas a ser mi esclava y me vas a obedecer. Vas hacer todo lo que te diga. Soy claro?
_ Si nene. Soy tu perra. Soy tu puta. Soy tu esclava. Dame pija que me muero de calentura. Rompeme todo. Usame como quieras.
_ Basta puta. Callate!!! Ahora sos muda…
Mis manos se fueron directamente a sus tetas. Las acariciaba sobre la tela pero quería sentir el calor y la suavidad de su piel. Le subí su camisola enrollándola y la dejé enganchada detrás de su nuca y por sus axilas. Sus tetas al aire me volvían loco y en menos de un segundo las estaba mamando y sobando. Mis dedos apretaban el pezón que quedaba libre mientras mi lengua jugaba con el otro. Apretaba fuerte con las dos manos una teta y la chupaba como si fueran un chupetín, succionando su pezón que sentía tocar mi campanilla. Tironeaba de su pezón tomándolo con mis dientes. Sofi no paraba de gemir y gritar de placer. Pero me parecía que estaba haciendo mucho escándalo y tenía que callarla. La tomé de los hombros y la empujé hacia el suelo hasta que quedó arrodillada frente a mi pija dura. Desabroché mi cinto y lo puse en el cuello de Sofi. Me bajé de un tirón la bermuda y mi bóxer y lo tiré sobre unos sillones si respaldo.
_ Ahora sacate las ganas de chuparme la pija. Tragala toda como la buena putita que sos…. le dije tirado del collar de puta que hice con mi cinto.
Sofi empezó besando toda mi pija pero estaba muy caliente para ese juego.
_ Dale puta. Tragala. Metéte mi pija hasta la garganta puta que tenes.
Y agarrando su pelo le perforaba la garganta a pijazos moviendo mis caderas para clavarle toda mi verga que estaba venosa a punto de estallar.
Realmente la disfrutaba.
Por momentos le tiraba el pelo para que cambie de posición su cabeza y mi pija raspara sus mejillas que parecían que las iba a perforar. Sacaba mi pija y como no dejaba nunca de succionar, su boca hacía un ruido de chupón. Sofi casaba toda su lengua para recibir de nuevo mi pijazos directos a su garganta. Movía su cabeza para raspar mi pija en su paladar. Sostenía su cabeza pegada a mis abdominales haciendo que se quede con mi pija atravesada por varios segundos, sintiendo como con arcadas contraía su garganta en mi glande masajeándolo.
Estaba muy excitado y no podía aguantar más, por lo que le dí con todo, frenéticamente me cojía a Sofi por su boquita de putita. Y estallé en lo más profundo dejando mi pija todo el tiempo dentro de su boca que rebalsaba de sus babas y mi leche. Era un verdadero enchastre el que dejamos en el piso.
_ Qué rica acabada!!! Cómo me gusta tu boquita de puta!! Me encantas. Vení que quiero seguir disfrutando de tu boquita porque la noche recién empieza… le dije tirando del “collar” y la llevé gateando hasta el sillón donde me acosté boca arriba para que Sofi siguiera mamando mi pija que no estaba dura como antes pero que tampoco se achicaba.
Y la verdad es que a ella le encanta mamarla. Es una experta.
Esa vez la deje hacer y como buena putita dedicada me hizo un oral de lujo. Ubicada en cuatro patas entre mis piernas y con su cara pegada a mi pija, lo primero que me hizo fue morderme suavemente el tronco de mi verga y mover mi prepucio de arriba hacia abajo. Después se la metió despacio hasta tragarla entera haciendo fuerza para cerrar su boca con sus labios. Lo hizo varias veces hasta que se dedicó a mis huevos. Uno por uno, los lamía, los succionaba hasta tragarlos, los escupía, refregaba su cara entre mis pelotas. Urgó con su naríz entre mis huevos y sacó su lengua para masajearme el ojete. Cuantas sensaciones placenteras.
A esa altura mi pija estaba apuntando al cielo. Toda inflada, con sus venas llenas de sangre, latiendo, creciendo en cada infada.
De repente entra la pendeja que nos atendía junto al encargado de la mano. Me incorporé y les dije:
_ Vienen a sumarse a la fiesta?
_ Veo que realmente están disfrutando… me contesto la moza.
_ Aquí tengo para muchos… respondí manoseando con una mano el culo de Sofi mientras con la otra mano sostenía una vez más su cabeza estacada en mi pija hasta la garganta.
_ Es una propuesta tentadora… dijo el encargado.
_ Pero yo la vi primero. Asique es mía antes… la pendeja soltó al encargado y apurada metió su cabeza entre las nalgas de Sofi que no paraba de bufar.
_ mmm que rico huele esta conchita..
_ probala y vas a ver que es adictiva. No vas a poder para de chupalra… dije mientras soltaba la cabeza de Sofi.
La pendeja sacó la tanguita blanca de Sofi y se dedicó a chuparle su conchita y lamerle el culito. Desde mi posición no podía ver cómo lo hacía pero sentía las respuestas de placer que daba Sofi mientras seguía chupando mi pija. Me moría de ganas de ponerme con la pendeja a chuparle todo a Sofi y juntar nuestras lenguas en su conchita pero me estaba mamando de maravillas y prefería ser más un espectador del show. Cada vez eran más intensos los movimientos que Sofi hacía con su boca como queriéndome dar más placer al igual que lo sentía ella.
El encargado se puso rápidamente en pelotas y se puso también a chuparle la concha a Sofi.
Era un trencito jaja. Yo sentado, Sofi en cuatro sobre mí pija, el flaco y la pendeja también en cuatro uno al lado del otro juntando sus lenguas en el culo de Sofi, besándose como locos entre lamidas y chupadas.
Sofi solo gemía y a veces gemía a gritos con mi pija dentro de su boca.
Yo aprovechaba que tenía sus tetas colgando al alcance de mis manos y me dedique a disfrutarlas. Las apretaba una contra la otra desde los costados. Tiraba de sus pezones hacia afuera por sus lados. Las aplastaba contra su torax. Las masajeaba fuerte. Son mi debilidad.
La pendeja vio como trataba las tetas de Sofi y dejó por un instante la conchita para desnudarse mientras le decía:
_ Que tetas hermosas tenes!! Te voy a devorar mujer. Voy a gozarte a full.
_ Esta es mi puta, pero esta noche será la putita de todos. Hacele lo que quieras bebe.
_ Que putita divina tenes. Quiero llenarle esa conchita jugosa con mi garrote… dijo en el flaco.
_ Dale duro que le gusta bien fuerte… acentí
En dos segundos estábamos en una nueva pose. Sofia seguía en cuatro apoyando su carita de puta en el sillón. La pendeja se acostó de espalda en el suelo mamando las tetas de Sofi. El flaco le metía verga como loco por la concha a Sofi arrodillado detrás de ella agarrándola por sus caderas clavándole los dedos de lo fuerte que la sujetaba. Y yo me dedicaba a chuparle la conchita de la pendeja mientras me pajeaba como loco. La pendeja me agarraba de la cabeza y me apretaba contra su clítoris. Sofi gritaba. La pendeja gritaba. El flaco bufaba. Y uno a uno fueron corriéndose.
El ruido del mar se mezclaba con la música y con los jadeos de los cuatro.
Por un instante me olvidé de Sofi y me tiré encima de la pendeja y la comí a besos. Besé su boca, su cuello, sus tetitas, su cuello de nuevo… y refregaba mi pija en su concha, la movía de abajo hacia arriba pasando mi cabeza entre sus labios, su clítoris, salía hacia afuera y otra vez abajo. Estuve así hasta que me suplicó que se la metiera. Que estrecha era mmmm Apretaba como ninguna. Estaba empapada entre mi saliva y sus flujos por lo que se deslizaba mi pija sin problemas pero abriéndose paso por su conchita.
Busqué con la mirada a Sofi y la vi saltando de espaldas sobre la pija del encargado del parador que estaba sentado en el sillón. Ella gritaba como loca y el flaco la insultaba y le decía de todo mientras tiraba del “collar” con una mano y azotaba las tetas con la otra.
Nuestras miradas se buscaban. Estábamos muy excitados gozando cada uno con otro extraño. Sofi acabó miles de veces y el flaco se la sacó de encima para acabale en la cara.
_ No te limpies... le ordenó la pendeja entre jadeos debajo mío... esa leche es mía… reclamó.
_ Tengo más para vos puta de mierda… le respondió el flaco que tomando del cinto ancho que Sofi tenía en sus brazos la trajo casi arrastrando hasta nosotros y la tiró al piso quedando su cara pegada a nosotros.
_ Te morís de ganas de tragarte mi leche?!! Ahí tenes puta, ahora limpiala.. le ordenó el flaco a la pendeja mientras tiraba del pelo a Sofi para que acerque su cara a su boca. La pendeja se puso a lamerle la cara a Sofi tomando toda la leche desparramada mientras yo me puse sus piernas sobre mis hombros y bombeaba como desesperado buscando mi propio orgasmo que no se hizo esperar llegando unos minutos después…
_ Flor de putas tenemos aquí… le dije al encargado una vez recuperado el aliento.
_ Son de lo mejor por lo que veo… me respondió mientras tiraba del pelo a Sofi para que se la chupe, los dos de parados, sofí inclinada hacia adelante con sus manos atadas todavía por su espalda.
Verla así me renovaron las ganas y le ordené a la pendeja que me la mamara para ponerla bien dura. Cuando lo logró me fui con la pendeja detrás de Sofi…
_ Chupale el orto a mi puta… le ordené a la pendeja… Chupame la pija… le ordené de nuevo… Metele la lengua en el orto, dale abrilo para mi pija… le dije como si realmente necesitara abrirlo pero sabiendo lo puta que es del orto recibe hasta un desodorante de ambientes sin problemas… Meté mi pija en su orto, ahhhhhhhhhhhh asi asi ahhhhhhhhhhhhhh… y empece a moverme como conejo en celo, golpeando con mis pelotas en la concha de Sofi, golpeando con mis caderas en las nalgas de Sofi, golpendo con mis manos con firmes nalgadas mientras gritaba…SI SI SI TOMA PUTA DEL ORTO TOMA TOMA TOMA…
La cojida que le estábamos dando a Sofi era brutal. Mientras le taladraba el culo, la pendeja le masajeaba las tetas y le besaba cuerpo que se movía al fuerte ritmo de mis clavadas. Y el flaco contra arrestaba mi empuje con vergazos en la garganta de Sofi que lloraba de placer…
(continuará... se viene lo mejor en http://www.poringa.net/posts/relatos/1989795/Escapada-con-Sofi-al-mar-de-mis-pasiones-3_-Amanecer-lujurio.html)
2 comentarios - Escapada con Sofi al mar de mis pasiones 2 Cena con postre