Chicos, miren lo que encontre leyendo por ahi.........
Siempre había pensado que los relatos que se publicaban en la Web eran solo fantasías de los usuarios, nunca creí que historias tan calientes pudiesen pasar de verdad, hasta ahora, hace un mes mi percepción de los relatos cambio radicalmente.
Soy fotógrafo, llevo cerca de diez años de profesión y nunca me había pasado algo como lo que les voy a contar.
Un día estaba en mi oficina haciendo mi trabajo cuando me llega un mail solicitando mis servicios fotográficos para un matrimonio, pactamos una reunión y me junte con los novios en un café, al llegar note que la novia era una chica muy bella, morena, alta, de luminosos ojos verdes y un cuerpo de diosa. Obviamente no pasaba inadvertida con esos jeans ajustados como si fueran una segunda piel y un TOP que casi dejaba escapar sus deliciosas tetas, el novio era un tipo normal, uno más del montón con una suerte envidiable, bueno así es la vida pensé con un poco de envidia.
Mientras hablábamos noté que ella era muy coqueta, que hablaba casi tratando de seducir, pero no le di importancia, pensé se solo era producto de mi imaginación.
Así pasaron los días hasta que llego el día de la boda, fui a ordenar mi equipo en el salón destinado para este fin, cuando terminaba, ella me llama por teléfono y me pide que vaya a su casa para tomarle unas fotos mientras se arreglaba, cuando llegue a su casa me dijeron que pasara a la pieza donde ella se estaba preparando, al entrar, ella me grita desde el baño que la espere, por que estaba a punto de salir. Mientras esperaba me puse a revisar las fotos pegadas en la pared de la habitación y ellas me llevaron estratégicamente a la puerta del baño, que estaba entreabierta no pude evitar mirar hacia adentro, y ahí estaba ella con su atuendo de noche de bodas, liguero blanco una tanga ínfima y sus grandes duros y hermosos pechos desnudos danzando para mis ojos, solo un par de segundos me quede observándola y me retiré de ese lugar hacia la cama para tratar de que no se viera mi evidente erección, mi corazón palpitaba a mil por hora era una mezcla de temor, emoción y excitación, imaginé muchas cosas, pensaba en ella chupándome la verga, con ese atuendo blanco que destacaba aún más su piel bronceada y sus curvas de infarto, mientras pensaba esto ella salió del baño y me dice que quería que le tomara unas fotos frente al espejo mientras se maquillaba, una vez haciendo mi trabajo ella me mira a través del espejo y me pregunta si me sentía bien ya que me veía muy nervioso y transpirado, yo me sentí muy avergonzado por que al mirarme por el espejo noto que mi entrepierna lucia un poco abultada, en vano trataba de poner el bolso en esa zona para tapar tamaña erección. Una vez que tome las fotos me fui raudo a mi oficina pensando en aquella diosa que había visto casi desnuda momentos antes, no lo podía creer y no podía evitar pensar que esa noche ella iba a estar entregada a ese afortunado hijo de puta que la iba a poseer y la iba a follar en todas las posiciones imaginables.
Ya en la noche, después de la ceremonia y en plena fiesta note que había un dejo de frialdad entre los novios, algo había pasado que no estaban muy felices, casi no se miraban, pero sonreían para los amigos y para las fotos, no le di mucho asunto y me fui a recorrer el lugar de la fiesta, tenía muchos árboles, una piscina y lugares para hacer barbacoas, mientras disfrutaba de ese paisaje nocturno me llamo la atención un ruido que sonaba como sollozos, me acerque a mirar y vi que estaba la novia, radiante con su traje blanco llorando sentada en una pérgola, me acerque y le pregunte si se sentía bien, si le había pasado algo, le dije que no podía llorar la noche que se supone sería la más feliz de su vida. En ese momento ella me contó su drama, hablamos casi media hora y la convencí que volviera a la fiesta para que los invitados no sospecharan que algo malo pasaba, después de eso me fui a un bar a tomarme unas copas y pensar en lo que le pasaba a esta pobre mujer.
Cerca de una hora de estar en el bar, suena mi teléfono, al contestar me doy cuenta que ella me estaba llamando, me pedía que por favor la fuera al hotel donde pasaría la noche de bodas a tomar unas fotos. Al llegar a la habitación ella me hace pasar y lo primero que veo es al marido de ella tendido en la cama dormido, ebrio, no se podía ni mover, le pregunte que cuales eran las fotos que quería ya que el marido estaba ebrio y no podía sacarse fotos en esa condición. Ella me dice que lo de las fotos era una excusa para que fuera, en ese momento me tomo de la chaqueta y me beso apasionadamente, trate de separarla diciéndole que no podía hacer eso ya que estaba su marido en la cama, que podía despertar, la verdad es que no me hizo ningún caso y se empezó a desnudar, todo lo que había pensado mientras la veía vestirse en la tarde se estaba haciendo realidad en ese momento. Bastaron pocos segundos para que me olvidara que estaba el marido de ella al lado nuestro, mientras ella desabrochaba mi pantalón y acariciaba mi pene que a esas alturas ya estaba duro como roca, su primer comentario fue... que grande lo tienes quiero sentirlo en mi boca, no terminó de decir esto y empezó a lamer la punta de mi pene, suavemente, como toda una experta, lo lamía desde la base a la punta, pocos minutos después empezó a comerse mi verga que estaba apunto de explotar, nunca me habían chupado el pene de esa manera, yo estaba apunto de acabar, le pedía que se detuviera que iba a correrme en cualquier momento, te quieres correr, me dijo, (mirándome hacia arriba con sus ojos verdes), hazlo en mi boca, quiero sentir tu leche caliente. Se metió mi pene hasta el fondo de su garganta y empezó a succionar de manera frenética haciéndome acabar poderosamente dentro de su boca, fue la sensación más deliciosa y placentera de mi vida. No podía creer que eso me estaba pasando, no dejo ni una gota de semen, se lo tragó todo. Al ponerse de pie me miró sensualmente y me dijo que tenia una fantasía, comenzó a desnudar al marido, y se puso sobre él desnudando su dormida verga, se la empezó a chupar mientras me miraba, quiero que me chupes la vagina mientras se la mamo a mi esposo, comenzó a levantar su perfecto culo, entregándome la visión más perfecta que podía haber visto, me puse detrás de ella, corrí su pequeña y empapada tanga blanca y comencé a ver su depilado y carnoso coño, lo lamí suavemente, solo por fuera, ella se retorcía de placer, le abrí los labios y comencé a succionar su clítoris, lo lamía, lo chupaba y ella gemía, como una puta, comencé a pasar mi dedo por su culo apretado hice presión contra su hoyito de placer, hasta que metí la punta de mi dedo en él. No podía más de emoción y placer, solo quería meter mi verga en sus agujeros, mientras ella mamaba la verga de su esposo haciendo que esta se fuera levantando poco a poco, mientras ella hacía esto, la tome de las caderas e introduje mi verga en su coño violentamente, ella soltó un grito de placer impresionante, me puse a bombear detrás de ella como si nunca hubiese tenido sexo antes, la puse en todas las posiciones que se ocurrieron, mientras cogíamos ella nunca le soltó la verga al marido, hasta que se le puso dura, en ese momento me separó y me dijo que quería que la viera mientras ella cogía con el cuerpo inerte de su marido.
No aguante mucho rato de mirar como cogían y le pregunté si quería sentir mi verga en su culo mientras estaba encima de su marido, ella me dijo que era lo que mas quería en ese momento, se inclinó hacia delante y dejó su culito indefenso a la merced de mi verga, lo lamí un par de minutos para lubricar más de lo que ya estaba y puse la punta de mi verga en la entrada de su apretado agujerito, solo tuve que dejar que el movimiento de ella de arriba a abajo montada en la verga del marido fuera propiciando la entrada de la mía en su culo, así estuvimos largos minutos, mi verga entraba y salía de su apretado agujero, la tome de las piernas y la levanté llevándola hacia la ventana sin sacarle la verga del culo, la panorámica de la ventana hacia la ciudad era impactante, ese fue el mejor marco para acabar nuevamente, pero esta vez dentro de su culo. El orgasmo que tuvimos fue lejos lo mejor que ambos hemos sentido alguna vez y el marido jamás se enteró de lo que pasó en su noche de bodas.
Al final ella cumplió sus fantasías y tuvo la noche de bodas que siempre soñó, yo tuve la oportunidad de disfrutar de la noche de bodas de una diosa y el marido fue hecho cornudo a solo horas de haberse casado.
Debo confesar que esa noche no dormí ya que no podía con la emoción y aún no creía que eso me hubiese pasado.
Hoy, después de un mes de esta aventura me he convertido en el fotógrafo oficial de los trabajos de ambos y me junto con ella una vez a la semana a disfrutar de un rato de buen sexo.
Fuente: 123 relatos.com
Siempre había pensado que los relatos que se publicaban en la Web eran solo fantasías de los usuarios, nunca creí que historias tan calientes pudiesen pasar de verdad, hasta ahora, hace un mes mi percepción de los relatos cambio radicalmente.
Soy fotógrafo, llevo cerca de diez años de profesión y nunca me había pasado algo como lo que les voy a contar.
Un día estaba en mi oficina haciendo mi trabajo cuando me llega un mail solicitando mis servicios fotográficos para un matrimonio, pactamos una reunión y me junte con los novios en un café, al llegar note que la novia era una chica muy bella, morena, alta, de luminosos ojos verdes y un cuerpo de diosa. Obviamente no pasaba inadvertida con esos jeans ajustados como si fueran una segunda piel y un TOP que casi dejaba escapar sus deliciosas tetas, el novio era un tipo normal, uno más del montón con una suerte envidiable, bueno así es la vida pensé con un poco de envidia.
Mientras hablábamos noté que ella era muy coqueta, que hablaba casi tratando de seducir, pero no le di importancia, pensé se solo era producto de mi imaginación.
Así pasaron los días hasta que llego el día de la boda, fui a ordenar mi equipo en el salón destinado para este fin, cuando terminaba, ella me llama por teléfono y me pide que vaya a su casa para tomarle unas fotos mientras se arreglaba, cuando llegue a su casa me dijeron que pasara a la pieza donde ella se estaba preparando, al entrar, ella me grita desde el baño que la espere, por que estaba a punto de salir. Mientras esperaba me puse a revisar las fotos pegadas en la pared de la habitación y ellas me llevaron estratégicamente a la puerta del baño, que estaba entreabierta no pude evitar mirar hacia adentro, y ahí estaba ella con su atuendo de noche de bodas, liguero blanco una tanga ínfima y sus grandes duros y hermosos pechos desnudos danzando para mis ojos, solo un par de segundos me quede observándola y me retiré de ese lugar hacia la cama para tratar de que no se viera mi evidente erección, mi corazón palpitaba a mil por hora era una mezcla de temor, emoción y excitación, imaginé muchas cosas, pensaba en ella chupándome la verga, con ese atuendo blanco que destacaba aún más su piel bronceada y sus curvas de infarto, mientras pensaba esto ella salió del baño y me dice que quería que le tomara unas fotos frente al espejo mientras se maquillaba, una vez haciendo mi trabajo ella me mira a través del espejo y me pregunta si me sentía bien ya que me veía muy nervioso y transpirado, yo me sentí muy avergonzado por que al mirarme por el espejo noto que mi entrepierna lucia un poco abultada, en vano trataba de poner el bolso en esa zona para tapar tamaña erección. Una vez que tome las fotos me fui raudo a mi oficina pensando en aquella diosa que había visto casi desnuda momentos antes, no lo podía creer y no podía evitar pensar que esa noche ella iba a estar entregada a ese afortunado hijo de puta que la iba a poseer y la iba a follar en todas las posiciones imaginables.
Ya en la noche, después de la ceremonia y en plena fiesta note que había un dejo de frialdad entre los novios, algo había pasado que no estaban muy felices, casi no se miraban, pero sonreían para los amigos y para las fotos, no le di mucho asunto y me fui a recorrer el lugar de la fiesta, tenía muchos árboles, una piscina y lugares para hacer barbacoas, mientras disfrutaba de ese paisaje nocturno me llamo la atención un ruido que sonaba como sollozos, me acerque a mirar y vi que estaba la novia, radiante con su traje blanco llorando sentada en una pérgola, me acerque y le pregunte si se sentía bien, si le había pasado algo, le dije que no podía llorar la noche que se supone sería la más feliz de su vida. En ese momento ella me contó su drama, hablamos casi media hora y la convencí que volviera a la fiesta para que los invitados no sospecharan que algo malo pasaba, después de eso me fui a un bar a tomarme unas copas y pensar en lo que le pasaba a esta pobre mujer.
Cerca de una hora de estar en el bar, suena mi teléfono, al contestar me doy cuenta que ella me estaba llamando, me pedía que por favor la fuera al hotel donde pasaría la noche de bodas a tomar unas fotos. Al llegar a la habitación ella me hace pasar y lo primero que veo es al marido de ella tendido en la cama dormido, ebrio, no se podía ni mover, le pregunte que cuales eran las fotos que quería ya que el marido estaba ebrio y no podía sacarse fotos en esa condición. Ella me dice que lo de las fotos era una excusa para que fuera, en ese momento me tomo de la chaqueta y me beso apasionadamente, trate de separarla diciéndole que no podía hacer eso ya que estaba su marido en la cama, que podía despertar, la verdad es que no me hizo ningún caso y se empezó a desnudar, todo lo que había pensado mientras la veía vestirse en la tarde se estaba haciendo realidad en ese momento. Bastaron pocos segundos para que me olvidara que estaba el marido de ella al lado nuestro, mientras ella desabrochaba mi pantalón y acariciaba mi pene que a esas alturas ya estaba duro como roca, su primer comentario fue... que grande lo tienes quiero sentirlo en mi boca, no terminó de decir esto y empezó a lamer la punta de mi pene, suavemente, como toda una experta, lo lamía desde la base a la punta, pocos minutos después empezó a comerse mi verga que estaba apunto de explotar, nunca me habían chupado el pene de esa manera, yo estaba apunto de acabar, le pedía que se detuviera que iba a correrme en cualquier momento, te quieres correr, me dijo, (mirándome hacia arriba con sus ojos verdes), hazlo en mi boca, quiero sentir tu leche caliente. Se metió mi pene hasta el fondo de su garganta y empezó a succionar de manera frenética haciéndome acabar poderosamente dentro de su boca, fue la sensación más deliciosa y placentera de mi vida. No podía creer que eso me estaba pasando, no dejo ni una gota de semen, se lo tragó todo. Al ponerse de pie me miró sensualmente y me dijo que tenia una fantasía, comenzó a desnudar al marido, y se puso sobre él desnudando su dormida verga, se la empezó a chupar mientras me miraba, quiero que me chupes la vagina mientras se la mamo a mi esposo, comenzó a levantar su perfecto culo, entregándome la visión más perfecta que podía haber visto, me puse detrás de ella, corrí su pequeña y empapada tanga blanca y comencé a ver su depilado y carnoso coño, lo lamí suavemente, solo por fuera, ella se retorcía de placer, le abrí los labios y comencé a succionar su clítoris, lo lamía, lo chupaba y ella gemía, como una puta, comencé a pasar mi dedo por su culo apretado hice presión contra su hoyito de placer, hasta que metí la punta de mi dedo en él. No podía más de emoción y placer, solo quería meter mi verga en sus agujeros, mientras ella mamaba la verga de su esposo haciendo que esta se fuera levantando poco a poco, mientras ella hacía esto, la tome de las caderas e introduje mi verga en su coño violentamente, ella soltó un grito de placer impresionante, me puse a bombear detrás de ella como si nunca hubiese tenido sexo antes, la puse en todas las posiciones que se ocurrieron, mientras cogíamos ella nunca le soltó la verga al marido, hasta que se le puso dura, en ese momento me separó y me dijo que quería que la viera mientras ella cogía con el cuerpo inerte de su marido.
No aguante mucho rato de mirar como cogían y le pregunté si quería sentir mi verga en su culo mientras estaba encima de su marido, ella me dijo que era lo que mas quería en ese momento, se inclinó hacia delante y dejó su culito indefenso a la merced de mi verga, lo lamí un par de minutos para lubricar más de lo que ya estaba y puse la punta de mi verga en la entrada de su apretado agujerito, solo tuve que dejar que el movimiento de ella de arriba a abajo montada en la verga del marido fuera propiciando la entrada de la mía en su culo, así estuvimos largos minutos, mi verga entraba y salía de su apretado agujero, la tome de las piernas y la levanté llevándola hacia la ventana sin sacarle la verga del culo, la panorámica de la ventana hacia la ciudad era impactante, ese fue el mejor marco para acabar nuevamente, pero esta vez dentro de su culo. El orgasmo que tuvimos fue lejos lo mejor que ambos hemos sentido alguna vez y el marido jamás se enteró de lo que pasó en su noche de bodas.
Al final ella cumplió sus fantasías y tuvo la noche de bodas que siempre soñó, yo tuve la oportunidad de disfrutar de la noche de bodas de una diosa y el marido fue hecho cornudo a solo horas de haberse casado.
Debo confesar que esa noche no dormí ya que no podía con la emoción y aún no creía que eso me hubiese pasado.
Hoy, después de un mes de esta aventura me he convertido en el fotógrafo oficial de los trabajos de ambos y me junto con ella una vez a la semana a disfrutar de un rato de buen sexo.
Fuente: 123 relatos.com
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