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La amiga de mi Diosa 3

Los encuentros con Maria se repitieron un par de veces mas antes del ultimo que es el que quiero recordar al compartirlo. Un par de veces María me acompañó en viajes de trabajo en los que nos dedicábamos a destrozarnos. En uno de ellos, intenté probarme a mi mismo que no tenía una obsesión con la cola de Maria y con la forma de hacer la cola!!! Creo que acabé tres veces y despues de mas de dos horas en el motel decidimos darnos la "ducha antes de partir". Pero hasta allí llego mi voluntad y me rendí a mi adición a esa cola monumental: mientras nos bañábamos, la di vuelta, la puse mirando a la pared y yo me agaché a comer su cola y pajear su conchita con mis dedos. Como de costumbre, Maria no era mucho de incentivar a mas hasta que no arrancaba, pero no se resistió. Arqueaba la espalda y su ano quedaba expuesto, entregado a que mi lengua comience a dilatarlo. Y alli arranó una orteada que se porolongo por un sillón, por la cama el piso y devuelta la cama. En ambas oportunidades, depues de dejarla en la casa tenia que hacerme una paja mas para sacarme la calentura de saber que se llevaba la cola llena de mi leche y de verla irse caminando, al entrar en la casa, oportunidad en que volvía a ver la perfección de esa cola que acababa de culear.
Pero era mas fuerte que ella, si bien, en uno de esos encuentros llevó ropa para la ocasión y hasta me modeló un tanguita que me dijo "¿te gusta? esta me la puse para vos". Inclusive, en esas charlas entre polvo y polvo, en que yo le conté de una fantasía de estar con dos hembras como ella a la vez, me dijo "bueno, nada esta perdido, todo puede ser". Después de escuchar eso, otra vez me desquite, primero con su conchita, hasta ver que le quedaban los labios vaginales inflamados, colorados de tanta pija y luego terminar dándole de comer pija por el ojete.
A pesar de ello, volvió a la carga con que no le podía hacer eso a Gloria y no me dió mas cabida por un bien tiempo. Hasta una noche. La última que tuve los favores de Maria.
Llamé preguntando por Gloria. Me dijo que no sabia nada, que no la veía hacia un tiempo. Pregunte que estaba haciendo ella y me dijo que iban a ir a bailra con las chicas. "Te busco" - "no, ya te dije que no podemos seguir con esto" - "quiero verte, te extraño y no puedo sacarme de la cabeza los recuerdos de lo que pasamos juntos" - "no por favor no insistas, ademas estoy indispuesta y me incomoda hacer cualquier cosa" - "no puedo dejar de pensar en hace la cola" - "callate por favor, no digas eso" - "bueno, si no lo vamos a repetir mas y ahora no podes hacer nada dejame que te busque para disfrutar solo tus besos como despedida". Dudo un rato y luego accedió "bueno, solo hasta la hora de ir a bailar". Como el desesperado en que ella me transformaba sali a buscarla. Fuimos derecho al motel y ni bien entramos en la habitación comencé a besarla. Al acariciarla sentí a través de la ropa sus pezones duros y me dirigi a gozarlos. Ella trataba de detenerme pero cada centímetro de su piel que era conquistado por mis labios y mi lengua ya quedaba bajo mi poder. Llege a ellos y con lengua, labios, dientes y dedos arranque sus suspiros primero, y sus gemidos despues después. "Vamos a la ducha" le propuse "ya te dije que no podemos hacer nada "¿tenes tampones?" - "si" - "aparte del que tenés puesto" - "si en mi cartera" solo por que no hay batalla mas perdida que la que no se pelea le propuse "quiero comer tu sexo, solo tu botoncito, te baño te cambio el tapon y te como solo alli" dudo uno poco y dijo "me baño y vemos".
Me quede esperando en la cama un tiempo que pareció una eternidad, por la incertidumbre y por el dolor de mi pija retenida por el jeans. No tenía muchas esperanzas. Conociendo como era María en cuanto a decidir dejarse gozar, las probabilidades eran casi nulas. Salio del baño envuelta en el toallón, y se metió en la cama. No dijo nada. Comencé a besarla y volví a sus deliciosas tetas. Todo el trayecto hacía el ademan de detenerme. Porbé bajar y sus ademanes fueron con esa misma intensidad indecisa. Y logré llegar. Cuidando que mi lengua no fuera mas alla de su clitoris me dedique a comerselo. Gemía, se retorcía, me alejaba, me atraia, atrapaba mi cabeza entre sus muslos y me liberaba. Llvé mis manos a sus nalgas y con los pulgares comencé a separarlas, apoyando las yemas cerca de su ano. Alli no puso la mas minima resistencia. Su culito estaba empado de mi saliva. Apoye un pulgar en la entrada y empuje suevemente. Se abrió y engulló la primer falange de mi dedo gordo. En ese memento su cuerpo se arqueo y sus manos presionaron mi cabeza contra su clítoris y senti como su cuerpo temblaba bajo mis labios.
Segui jugando con su clitoris y mi pulgar entraba cada vez mas profundo en su ano. Su cuerpo embestía contra mi dedo. Estuve comiendo su botoncito y orteandola por mucho tiempo, creo que como media hora. "Subite a mi pija por favor, no puedo mas" No dijo ni si no no, solo me empujo como para girar y quedar yo debajo de ella. Entre los dos tratabamos de liberar mi verga y cuando por fin quedo a su disposición y superó su aprensión a tocarla dijo "no, no me va a entrar, esta muy grande" Cuando baje mi mano y me toque, a la calentura infernal de toda esa situación, me encontré con una pija que no podía rodear con mis dedos. "Dale preciosa, vos sabes como, proba si desde arriba vos lo manejas" - "no, no va a aenrar". Me abalance sobre su tetas y la fu{i guiando para que se monte sobre mi cuerpo. Guió como aquella vez la pija hasta la entrada de su ojete y apoyo la punta. De tanto dedearla, apenas el ano sintió la pija se dilató y paercía que que entraría sin problemas. Al parecer ella penso lo mismo por que trato de bajar con su cuerpo y senti como los bordes del ojete acariciaban la punta de mi pija, haciendome sentir como se abría. Pero esta vez el ano no alcanzó a tragarse esa cabeza que no parecia de mi pija. Temi que se acobardara, pero al parecer ya habíamos superado ese límite en donde el pudor de María iene algo de control. Se detuvo un poco y amuento la presión. "no entra, no entra" decia pero seguía intentando metersela. Repentinamente el ano cedio y se comió la punta, el glande. "haaaaa" dijo y se quedo quieta. "no mas, basta". Yo empece a moverme desde abajo, apenas, con muy pequeños movimientos. Y escuche a mi Maria "despacito, despacito" y me parecia que mi pija crecia mas. Pero si bien ella no empujaba mas para abajo, tampoco intentaba salirse. Poco a poco se fue tragando toda la pija y finalmente senti sus duros gluteos chocar con mis bolas. A partir de alli fue todo un descontrol. Yo me movia desde abajo y ella empezó su cabalgata cada vez mas violenta. Por primera vez gritaba, sus gemidos eran alaridos. Seguia diciendo "despacito" pero se arrojaba sobre la pija. La di vuelta, la puse en cuatro y la volvi a ensartar. Me pareció que tenía algo parcedo a un orgazmo cada vez que la pija le entraba hasta el fondo por que temblaba toda, su recto presonaba mi verga. Ni bien pasaban estos sintomas empezaba a empujar contar mi pija otra vez hasta que empece a llenarle el culo de leche. Su brazos se vencieron y empezo a gritar/llorar contra el colchon. Sis piernas se abrian y su cuerpo se quería safar de mi pija por lo que la sujeté de la cintura y bombé hasta darle la ultima gota de leche. La deje caer y vi vomo mi pija se salia de su ojete, abierto y blanquecino. Cuando su cuerpo iba llegando al colchon la leche empezó a brotarle del ojete y una mano de ella se estiró como buscandome. Me deliete viendo ese ojete abierto, largando leche y cuando se habia cerrado bastante me lance a besarla. Su mano apenas si me acariciaba. Nos quedamos un rato tirados en la cama y me decia "no me puedo levantar boludo, estoy reventada y tengo que ira bailar con las minas".
Finalmente se levanto y se fue al baño. Cuando lo hizo vi que donde se había ensartado la pija ella sola había una mancha de sangre en la cama. Cuando salio le pregunte si estaba bien y por suerte sonrió pícaramente y me dijo "hijo de puta, me rompiste el culo, pero como me gusto" y me dio un beso a la vez que yo entraba al baño.
La deje en la puerta de la disco, la vi entrar y me volví a calentar con lo mismo de siempre: ver ese culo escultural, ver como todos la miraban al entrar y saber que yo lo había disfrutado, que estaba lleno de mi leche...
Esa fue la ultima vez que goce de María (no por que no lo haya intentado hasta el cansancio)

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