Hola, este es mi primer relato y me lo conto una amiga, la verdad es que lo voy a escribir lo mejor que lo recuerdo ya que me lo contaron hace alrededor de un año, lo contare como si ella lo estuviera relatando.
Todos tenemos un vicio y el mio es ser infiel, nada se compara a la emoción de saber que estas haciendo algo malo, algo prohibido y no es que mi esposo no me haga feliz en la cama, nada de eso, es buen amante y proveedor. La mala soy yo, la sucia y pervertida eso es lo que me atrae de ser infiel, la emocion de abrir las piernas por el placer de pecar, me han cogido desde mi compadre hasta el muchacho que vende el agua, el tio de mi marido, etc. Total con culaquiera que se prete a coger rico.
Mi marido contrato unos albañiles para hacer arreglos en la casa, uno de ellos me llamaba mucho la atención, no era guapo, era feo, gordo y bigotón, pero cada que estaba cerca de el su olor me ponía cachonda se me mojaba mi concha. Estuvieron mucho tiempo trabajando en la casa, por mis ocupaciones no me lo había podido coger, pero el ultimo dia, me esmere en mi arreglo, me puse minifalda y blusa entallada, zapatillas y sin nada debajo, solo perfume en lugares estratégicos. “ hoy si me lo cojo” pensé, y todo el tiempo me la pase coqueteando, el como que no creía, me sente donde el estaba trabajando y le hice preguntas en doble sentido, el solo respondió con gracia.
Cuando llego la hora de la comida, les prepare unas tortas y se las reparti, cuando le di la torta a el le roce la verga. Al terminar de comer, espere un rato y le pedi que me ayudara con unas cosas en la cocina, el accedió de muy buena gana. Lo lleve a la cocina pues ahí me doy cuenta si llega mi marido. Al entrtar cerre la puerta y le puse las nalgas en la verga, jale sus manos y las puse en mi cintura, me movi con lascivia. El muy sorprendido me dijo:
-¡señora, que le pasa, puede llegar su marido!-
- ¿Qué no quiere cogerme?- le dije
- como que no seño si esta usted muy buena, pero nos va a cahcar .-
-eso es lo divertido, relajese y deme comer camote-
Le saque su verga que se parecía a su dueño, gorda y prieta, le di unas mamaditas que le doblaron las rodillas, pero continue mamandosela hasta que se le puso dura, se me antojo metérmela y la lleve a mi panochita, me la iba a ensartar cuando se dio cuenta de mi coño rasurado….
-seño,¿me deja lamer su raja?, nunca se la he lamido a ninguna rasurada.
-orale pues1, acuéstate en el suelo y te la pongo en la cara-
De inmediato se acosto y me sente en su cara, me la mamo delicioso, pero mi marido estaba por llegar y yo quería que me cogiera. Me levante y me recargue en el lavabo, donde hay una ventana y desde ahí puedo ver si llega mi marido, me volvi hacia el y le dije:
-¡orale, ya cojeme, necesaito sentir tu verga dentro!
Me tomo de la cintura y restregó su animal en mi culo, de repente, sentí que su verga me picaba el ano; yo con una mano abri un porco mis nalgas para ver si la aguantaba, y me la comi toda,nunca mi ano había tenido una verga tan gorda, el albañil se movia como los perros cuando cogen. Me cogió hasta que se vino en mi recto. Cuando se separo se escucho como cuando descorchan una botella y su leche escurrió a raudales….
-seño, ¿la limpio?- me pregunto.
-si me haces el favor- le dije
Para mi sorpresa me lamio toda la leche de mis piernas y de mi ano, en eso, llego mi compañero al cual salude con la mano y una sonrisa, mientras el albañil me lamia el culo.
Y bueno esa fue la historia que me conto mi amiga, con la cual tuve algunas experiencias, pero después escribiré esas historias.
Todos tenemos un vicio y el mio es ser infiel, nada se compara a la emoción de saber que estas haciendo algo malo, algo prohibido y no es que mi esposo no me haga feliz en la cama, nada de eso, es buen amante y proveedor. La mala soy yo, la sucia y pervertida eso es lo que me atrae de ser infiel, la emocion de abrir las piernas por el placer de pecar, me han cogido desde mi compadre hasta el muchacho que vende el agua, el tio de mi marido, etc. Total con culaquiera que se prete a coger rico.
Mi marido contrato unos albañiles para hacer arreglos en la casa, uno de ellos me llamaba mucho la atención, no era guapo, era feo, gordo y bigotón, pero cada que estaba cerca de el su olor me ponía cachonda se me mojaba mi concha. Estuvieron mucho tiempo trabajando en la casa, por mis ocupaciones no me lo había podido coger, pero el ultimo dia, me esmere en mi arreglo, me puse minifalda y blusa entallada, zapatillas y sin nada debajo, solo perfume en lugares estratégicos. “ hoy si me lo cojo” pensé, y todo el tiempo me la pase coqueteando, el como que no creía, me sente donde el estaba trabajando y le hice preguntas en doble sentido, el solo respondió con gracia.
Cuando llego la hora de la comida, les prepare unas tortas y se las reparti, cuando le di la torta a el le roce la verga. Al terminar de comer, espere un rato y le pedi que me ayudara con unas cosas en la cocina, el accedió de muy buena gana. Lo lleve a la cocina pues ahí me doy cuenta si llega mi marido. Al entrtar cerre la puerta y le puse las nalgas en la verga, jale sus manos y las puse en mi cintura, me movi con lascivia. El muy sorprendido me dijo:
-¡señora, que le pasa, puede llegar su marido!-
- ¿Qué no quiere cogerme?- le dije
- como que no seño si esta usted muy buena, pero nos va a cahcar .-
-eso es lo divertido, relajese y deme comer camote-
Le saque su verga que se parecía a su dueño, gorda y prieta, le di unas mamaditas que le doblaron las rodillas, pero continue mamandosela hasta que se le puso dura, se me antojo metérmela y la lleve a mi panochita, me la iba a ensartar cuando se dio cuenta de mi coño rasurado….
-seño,¿me deja lamer su raja?, nunca se la he lamido a ninguna rasurada.
-orale pues1, acuéstate en el suelo y te la pongo en la cara-
De inmediato se acosto y me sente en su cara, me la mamo delicioso, pero mi marido estaba por llegar y yo quería que me cogiera. Me levante y me recargue en el lavabo, donde hay una ventana y desde ahí puedo ver si llega mi marido, me volvi hacia el y le dije:
-¡orale, ya cojeme, necesaito sentir tu verga dentro!
Me tomo de la cintura y restregó su animal en mi culo, de repente, sentí que su verga me picaba el ano; yo con una mano abri un porco mis nalgas para ver si la aguantaba, y me la comi toda,nunca mi ano había tenido una verga tan gorda, el albañil se movia como los perros cuando cogen. Me cogió hasta que se vino en mi recto. Cuando se separo se escucho como cuando descorchan una botella y su leche escurrió a raudales….
-seño, ¿la limpio?- me pregunto.
-si me haces el favor- le dije
Para mi sorpresa me lamio toda la leche de mis piernas y de mi ano, en eso, llego mi compañero al cual salude con la mano y una sonrisa, mientras el albañil me lamia el culo.
Y bueno esa fue la historia que me conto mi amiga, con la cual tuve algunas experiencias, pero después escribiré esas historias.
3 comentarios - Relato el albañil y la infiel
gracias igual 😉 🙂