Fantasías de una pareja

Fantasias eróticas, pareja busca hombre joven




Toda pareja swingers tiene sueños y fantasías eróticas que desearía hacer realidad pero que piensa que nunca llegará a materializar... Nosotros somos una pareja joven de recién casados que hablamos abiertamente de sexo y de nuestras fantasías eróticas sin temores.

De hecho, mi esposa Laura es tímida y recatada pero cuando se excita, se pone muy loquita. En esos momentos de intimidad comentábamos que una de nuestras fantasías eróticas era probar con otras personas.
"Vamos hacer un intercambio de parejas,", pensábamos, pero por moralidad nunca le dábamos más importancia que la de ser una de tantas fantasías eróticas.
Sin embargo, un día, después de hablar muchas veces de cómo sería probar con otras personas, ella finalmente cedió, y me apresuré a planificar un encuentros íntimo a nuestra altura.
Era sábado, salíamos a una ciudad cercana de fiesta y decidí llamar a un stripper y pactar una cita. Fijamos los términos previamente para que luego no hubiera sorpresas de última hora, ni mi esposa se sintiera incómoda al hacer realidad nuestras fantasías eróticas.
Entra las normas establecidas pactamos que no la podría besar en la boca, pero sí podría acariciarle los pechos, tocarle su conchita –sin llegar nunca a penetrarla- y permitir que ella le acariciara la pija... pero todo dependiendo de cómo fuera reaccionando ella al ver hecha realidad esta fantasía.
Después de una noche pasando por boliches swinger y otro de solos y solas y de haber bebido lo suficiente como para asimilar lo que nos esperaba, acudimos a un hotel, donde Víctor, que así se llamaba el stripper, nos esperaba.
Mi mujer , Laura, aún no era sabía que íbamos a llevar a cabo la mayor de nuestras fantasías eróticas esa noche.
Entramos en la habitación y la fui desnudando mientras la besaba y la acariciaba apasionadamente en lencería sexy... De pronto paré y le comenté que había contratado a un profesional para disfrutar de un encuentro sexual distinto.
Laura pensó que bromeaba y sonrió con cara alocada diciéndome "Callate loco, ¡Qué cosas decis!". Entonces le sugerí que cerrara los ojos y empecé a fingir que era otro. Le comencé a acariciar delicadamente el cuello, los hombros, los muslos, los pechos... ella se iba poniendo
cada vez más caliente... Le metí la mano entre las piernas y pude comprobar cómo su concha estaba tan húmeda que me pedía a gritos que la penetrara. Pero no lo hice.
Llamé a Víctor para que saliese del baño y le indiqué que empezará a acariciarla, que me relevase. Mientras él la recorría como si fuera suya, yo sentía cómo mi verga se endurecía como pocas veces lo había hecho.




Lo que más me excitaba era saber que ella no tenía ni idea de que quien la tocaba no era yo, sino un stripper, algo que nunca habría aceptado en condiciones normales. Laura fue consciente de que alguien más estaba con nosotros cuando yo me uní a ellos y empecé a acariciarla y besarla.


Sentía cómo manos diferentes penetraban su vagina. Al principio se resistió y sentí miedo de perderla, pero finalmente la relajé diciéndole que nuestras fantasías eróticas se estaban haciendo realidad y que nada iba a cambiar entre nosotros después de aquel día. Entonces se dejó llevar.

Ella se relajó, respiró profundamente, y empezó a moverse con sensualidad mientras nuestros dedos recorrían el clítoris, seguían por su conchita desplazándose hasta el orto.



Mientras ella masturbaba a Víctor, yo lamí sus pezones hasta endurecerlos y un gemido de placer profundo salió de su garganta en el momento en que la penetraba.
Laura estaba tan húmeda que mi pija la podía recorrer hasta el fondo desde la primera penetración. Ella empezó a apretar la verga de nuestro compañero y a pajearlo con más fuerza, con movimientos más contundentes y alternativos. Fue cuando él terminó y todo eran chorros de semen por la habitación, también era mi segunda acabada. Entonces Víctor se apartó y seguimos haciéndolo nosotros solos otras vez mientras él miraba.
Si tienen esta u otras fantasías similares, recomiendo que las cumplan, no cambió nuestra relación, si acaso la mejoró y ahora estamos pensando dar un paso más, ir más lejos con otras personas...tal vez encuentros de parejas swingers