un relato mas, espero les guste!
Pues bien la próxima vez ya llegó, es viernes tengo la casa para mi solita y el jardinero tiene que venir a cortar el césped, que ya lo tenemos muy alto, tanto como la temperatura de mi cuerpo. Así que a las 10 de la mañana llegaría Roberto, ese es el nombre de nuestro jardinero, no recuerdo si ya os lo había dicho. Tardé una hora en preparame, quería estar sexi para él, me duché usando el gel de olor a fresa, que creo que le volverá loco y después me depilé el chochito, al tocarlo parecía el de una niñita, de lo suave que lo tenía, me recordaba mis primeras pajitas, en la ducha, cuantos años hace ya de eso, siempre fui muy precoz.
Después me puse a rebuscar en los cajones de mi tía, sabia que debía de tener lencería sexi de esa que se pone cuando viene el fontanero, eso os lo contaré otro día. Por fin lo encontré, un tanga de seda y un corpiño que me dejaba las tetas practicamente fuera, me mire al espejo y me dije pareces una putita, estas a punto.
Justo en ese momento sonó el timbre era Roberto, al verme, su pantalón empezó a marcar ese paquetazo que tiene y mis jugos empezaron a brotar, que ganas de sexo tenía y él también. Ya había pasado por la ducha como os dije, así que decidimos acortar, nos fuimos directos a la cama de matrimonio de mis tíos. Roberto parecía tener prisa, nada más llegar se sacó su enorme polla de los pantalones y me la metió en la boca. Me encanta chupar rabos y más si son grandes como ese, pero sentía que necesitaba algo, así que me puse a rebuscar en los cajones, buscando un pequeño consolador que sabía que tenía mi tía, lo encendí de inmediato y empecé a follarme mi palpitante clítoris. Me estaba volviendo loca comenzaba ya a suspirar y después de un rato mi pelvis empezó a moverse pidiendo polla, mientras seguía con la de Roberto en la boca. Él vio como me movía y levantándose bruscamente de la cama, me arrodilló de cara a la pared. Sacó un destornillador, me ordenó que lo chupará y fue metiéndome el mango en el culo hasta que se me quedó bien encajado. Gemía de placer y le pedía que me follara el chocho de una vez. Roberto, sin esperar más, apuntó la polla hacía mi rajita y lentamente fue metiéndomela mientras yo me derretía de gusto. Primero me folló despacio, pero pronto fue subiendo el ritmo hasta llegar a uno que hacía que gimiera pidiendo más y más.
Tan concentrados estábamos que no vi la enorme polla que se estaba acercando justo delante de mi cara. Después de la sorpresa levanté la cabeza y vi que era mi tío, que seguramente había llegado y se había estado masturbando, viendonos, como hacía cuando de niñas, venía a mirar si estábamos bien tapadas mis primas y yo, el pensaba que yo estaba dormida pero le veía perfectamente y me ponía a mil.
Su polla debía medir al menos unos 25 centímetros y en la punta de su enorme y húmeda cabeza tenía una gota de líquido preseminal. Justo debajo dos enormes huevos colgaban dentro del escroto pulcramente afeitado. Se me hizo la boca agua al ver lo que me ponían justo ante mi boca y sin pensarlo más me lanzé a comer, chupar y lamer aquel pollón que tenía delante, notando como crecía poco a poco y como me iba llenando la boca a tope de sabrosa polla.
Roberto mientras siguió follándome hasta que notó que mis gemidos se hacían más ahogados. Entonces levantó la vista y se excitó al ver como su putita estaba comiéndose una enorme polla justo ante sus narices. Le puso tan cachondo ver ese pollón en mi boca que tuvo que parar para no correrse. Yo al notar que paraban de follarme el coñito, giré la cabeza y le miré con cara anhelante y llena de vicio. Al instante, Roberto supo lo que le estaba pidiendo así que me sacó la polla y cogió una blusa de mi tía atandome las manos detrás y poniéndome de espaldas, dejando que la enorme polla de mi tío me follara a destajo. Al notar como me penetraba, dejé escapar un grito de placer absoluto y a partir de ese momento pareció que estaba teniendo un orgasmo constante. Roberto se dedicaba a comerme los pezones y el clítoris mientras me golpeaba la cara y me llamaba “su putita”. Yo le susurré:- ¡¡Vamos follameee soy tu puta, úsame, siiiii!! Y doblando la espalda engullí la polla de Roberto hasta los huevos de una sola embestida.
No cabía en si de placer al verme follada por la enorme polla de mi tío y notar mi culo abierto por el mango del destornillador. Al cabo de unos minutos de ser follada y mientras saboreaba el rabo de Roberto, este me agarro fuertemente del pelo y sacándome la polla de la garganta me susurró al oído:
- Ahora quiero que la polla de tu tío te folle el culo hasta que no lo sientas.
Me estremecí de ganas y como una putita obediente me saque la polla de mi tío del chocho con un suspiro, y extrayéndome el mango del destornillador del culo apunté el pollón en su dirección.
Trato de hacerlo entrar suavemente, pero mi tío estaba tan caliente que me embistió sin contemplaciones, metiéndome de un sólo golpe 25 centímetros de duro rabo en mi culito, lo que me hizo gritar de dolor y placer al mismo tiempo. Antes de que me pudiera acostumbrar a semejante pollón dentro de mi culo Roberto me sorprendió clavándome su polla en el coño comenzando a follarme rítmicamente combinando un puntazo por el coño con otro por el culo.
A estas alturas, gritaba sin preocuparme que me pudieran escuchar, pero mi tía estaba al llegar, así que mi tío no tuvo mas remedio que meterme el tanguita en la boca para amortiguar así el escándalo.
Estuvieron un buen rato follándome sin parar mientras yo iba tratando de retrasar el orgasmo para disfrutar más de esas dos pollas que tenía en mi interior y que me estaban follando a lo bestia. Me sabía usada y la sensación de sentirme una simple putita y de conseguir satisfacer a dos hombres a la vez, me mojaba todavía más, más sabiendo que uno era mi tío.
Cuando noté que ya no podría aguantar el orgasmo por mucho más tiempo comenzé a gemir con más fuerza y mientras escupía el tanguita que tenía en la boca grité:
- Siii, folladme asiii, vamos cabrones reventadme como a una zorra, aaaaahhh!!!
Los dos aumentaron el ritmo y comenzaron a gemir acompasadamente. Yo hacía rato que aguantaba el orgasmo, así que cuando noté como las dos pollas explotaban en mi interior y sentí como me llenaban de leche por dentro, solo tuve que dejarme llevar para tener el mejor orgasmo que jamás había tenido, y todo por haber sido usada nuevamente como una puta.
fuente: relatos marqueze
Pues bien la próxima vez ya llegó, es viernes tengo la casa para mi solita y el jardinero tiene que venir a cortar el césped, que ya lo tenemos muy alto, tanto como la temperatura de mi cuerpo. Así que a las 10 de la mañana llegaría Roberto, ese es el nombre de nuestro jardinero, no recuerdo si ya os lo había dicho. Tardé una hora en preparame, quería estar sexi para él, me duché usando el gel de olor a fresa, que creo que le volverá loco y después me depilé el chochito, al tocarlo parecía el de una niñita, de lo suave que lo tenía, me recordaba mis primeras pajitas, en la ducha, cuantos años hace ya de eso, siempre fui muy precoz.
Después me puse a rebuscar en los cajones de mi tía, sabia que debía de tener lencería sexi de esa que se pone cuando viene el fontanero, eso os lo contaré otro día. Por fin lo encontré, un tanga de seda y un corpiño que me dejaba las tetas practicamente fuera, me mire al espejo y me dije pareces una putita, estas a punto.
Justo en ese momento sonó el timbre era Roberto, al verme, su pantalón empezó a marcar ese paquetazo que tiene y mis jugos empezaron a brotar, que ganas de sexo tenía y él también. Ya había pasado por la ducha como os dije, así que decidimos acortar, nos fuimos directos a la cama de matrimonio de mis tíos. Roberto parecía tener prisa, nada más llegar se sacó su enorme polla de los pantalones y me la metió en la boca. Me encanta chupar rabos y más si son grandes como ese, pero sentía que necesitaba algo, así que me puse a rebuscar en los cajones, buscando un pequeño consolador que sabía que tenía mi tía, lo encendí de inmediato y empecé a follarme mi palpitante clítoris. Me estaba volviendo loca comenzaba ya a suspirar y después de un rato mi pelvis empezó a moverse pidiendo polla, mientras seguía con la de Roberto en la boca. Él vio como me movía y levantándose bruscamente de la cama, me arrodilló de cara a la pared. Sacó un destornillador, me ordenó que lo chupará y fue metiéndome el mango en el culo hasta que se me quedó bien encajado. Gemía de placer y le pedía que me follara el chocho de una vez. Roberto, sin esperar más, apuntó la polla hacía mi rajita y lentamente fue metiéndomela mientras yo me derretía de gusto. Primero me folló despacio, pero pronto fue subiendo el ritmo hasta llegar a uno que hacía que gimiera pidiendo más y más.
Tan concentrados estábamos que no vi la enorme polla que se estaba acercando justo delante de mi cara. Después de la sorpresa levanté la cabeza y vi que era mi tío, que seguramente había llegado y se había estado masturbando, viendonos, como hacía cuando de niñas, venía a mirar si estábamos bien tapadas mis primas y yo, el pensaba que yo estaba dormida pero le veía perfectamente y me ponía a mil.
Su polla debía medir al menos unos 25 centímetros y en la punta de su enorme y húmeda cabeza tenía una gota de líquido preseminal. Justo debajo dos enormes huevos colgaban dentro del escroto pulcramente afeitado. Se me hizo la boca agua al ver lo que me ponían justo ante mi boca y sin pensarlo más me lanzé a comer, chupar y lamer aquel pollón que tenía delante, notando como crecía poco a poco y como me iba llenando la boca a tope de sabrosa polla.
Roberto mientras siguió follándome hasta que notó que mis gemidos se hacían más ahogados. Entonces levantó la vista y se excitó al ver como su putita estaba comiéndose una enorme polla justo ante sus narices. Le puso tan cachondo ver ese pollón en mi boca que tuvo que parar para no correrse. Yo al notar que paraban de follarme el coñito, giré la cabeza y le miré con cara anhelante y llena de vicio. Al instante, Roberto supo lo que le estaba pidiendo así que me sacó la polla y cogió una blusa de mi tía atandome las manos detrás y poniéndome de espaldas, dejando que la enorme polla de mi tío me follara a destajo. Al notar como me penetraba, dejé escapar un grito de placer absoluto y a partir de ese momento pareció que estaba teniendo un orgasmo constante. Roberto se dedicaba a comerme los pezones y el clítoris mientras me golpeaba la cara y me llamaba “su putita”. Yo le susurré:- ¡¡Vamos follameee soy tu puta, úsame, siiiii!! Y doblando la espalda engullí la polla de Roberto hasta los huevos de una sola embestida.
No cabía en si de placer al verme follada por la enorme polla de mi tío y notar mi culo abierto por el mango del destornillador. Al cabo de unos minutos de ser follada y mientras saboreaba el rabo de Roberto, este me agarro fuertemente del pelo y sacándome la polla de la garganta me susurró al oído:
- Ahora quiero que la polla de tu tío te folle el culo hasta que no lo sientas.
Me estremecí de ganas y como una putita obediente me saque la polla de mi tío del chocho con un suspiro, y extrayéndome el mango del destornillador del culo apunté el pollón en su dirección.
Trato de hacerlo entrar suavemente, pero mi tío estaba tan caliente que me embistió sin contemplaciones, metiéndome de un sólo golpe 25 centímetros de duro rabo en mi culito, lo que me hizo gritar de dolor y placer al mismo tiempo. Antes de que me pudiera acostumbrar a semejante pollón dentro de mi culo Roberto me sorprendió clavándome su polla en el coño comenzando a follarme rítmicamente combinando un puntazo por el coño con otro por el culo.
A estas alturas, gritaba sin preocuparme que me pudieran escuchar, pero mi tía estaba al llegar, así que mi tío no tuvo mas remedio que meterme el tanguita en la boca para amortiguar así el escándalo.
Estuvieron un buen rato follándome sin parar mientras yo iba tratando de retrasar el orgasmo para disfrutar más de esas dos pollas que tenía en mi interior y que me estaban follando a lo bestia. Me sabía usada y la sensación de sentirme una simple putita y de conseguir satisfacer a dos hombres a la vez, me mojaba todavía más, más sabiendo que uno era mi tío.
Cuando noté que ya no podría aguantar el orgasmo por mucho más tiempo comenzé a gemir con más fuerza y mientras escupía el tanguita que tenía en la boca grité:
- Siii, folladme asiii, vamos cabrones reventadme como a una zorra, aaaaahhh!!!
Los dos aumentaron el ritmo y comenzaron a gemir acompasadamente. Yo hacía rato que aguantaba el orgasmo, así que cuando noté como las dos pollas explotaban en mi interior y sentí como me llenaban de leche por dentro, solo tuve que dejarme llevar para tener el mejor orgasmo que jamás había tenido, y todo por haber sido usada nuevamente como una puta.
fuente: relatos marqueze
4 comentarios - doble fantasia cumplida
por eso se llama "doble fantansia" no es veridico, de cualkier forma gracias por visitar mi post!!