La vida a veces por un lado da y por el otro quita, a mi no me hizo un joven simpático ni popular entre las chicas ni siquiera bien parecido mas bien me considero algo feito, flaco. Era un estudiante mediocre al que nadie le copiaba ni la fecha del examen y en fin era uno mas entre todos.
Pero la vida me compenso con otra cosa, medio VERGA y digo VERGA con mayúsculas pues 19 años media 9 pulgadas y a los 22 llegaría a 11 donde se quedaría para ya no crecer mas.
Aparte la vida me dio madre por partida doble y ahora les explico.
Mi madre Lourdes, tiene una hermana gemela, Melva. La cual es como una copia fiel, como un clon de ella, y aquí comienza mi historia.
Una vez con mis compañeros de clase en la Universidad, hicimos una fiesta con chicas de la misma escuela, una vez que las copas hicieron mella en nuestros escrúpulos, a alguien se le ocurrió hacer un concurso para ver quien tenia la verga mas grande, y lógicamente que me los lleve de calle. El que mas se acerco tenia 7 pulgadas y lógicamente que con mis 9" de ese tiempo, no compitió conmigo. Pronto, las chismosas que gozaron de mi aparato esa noche y los envidiosos empezaron a hablar de mi "cualidad", de inmediato note que chicas que ni me pelaban me sonreían tímidamente hasta que una no se aguanto las ganas, me lo pregunto directamente, para esto me invito a su casa a estudiar y cuando estuvimos solos me soltó la pregunta.
-Raúl, ¿es cierto que tienes 9" de verga?
-¿Quién te lo dijo?
-Ya sabes, se corren rumores por la escuela.
-Pues si quieres te la enseño.
-Órale, pero nada más quiero vértela.
Me saque el pene y ella comenzó a manipularlo, lógicamente que de inmediato creció en todo su esplendor. Al verlo tan grande se le antojo tenerlo en la boca y llevo sus labios a la punta dándole un beso, levanto los ojos y me dijo.
-¿Puedo?
-Claro que puedes.
Ahí recibí mi primera mamada y cuando estalle en su boca casi la ahogo por la cantidad de semen que derrame.
De ahí en adelante fueron varias compañeras que se deleitaron con mi verga pero de metérsela nada, le tenían pavor a que las lastimara, hasta que un día, la catedrática de historia de la Filosofía, me citó en su casa para que justificara un ensayo que le entregué. Cuando llegue me esperaba en bata, y la realidad no era ninguna belleza, pero a esa edad y con las ganas que tenia de cogerme a alguien, no batallo mucho para ponerme a rumbo. Ella fue la primera mujer que se trago mis 9" y me enseño los primeros pasos para hacer gozar a una mujer, y después de ella siguió otra profesora y después varias compañeras que se animaron, por lo que aprendí a ser cuidadoso con las mujeres y darles hasta donde ellas soportaran y disfrutaran sin llegar a lastimarlas.
Lógicamente que eso me dio una gran popularidad entre las mujeres para envidia de mis compañeros y cuando llegué a mis 11", se llegó a dar el caso que entre ellas apostaban a ver quien aguantaba mas, siendo una maestra la que se zampó los 11" en varias ocasiones.
En mi casa todo iba normal, mi madre trabaja en una oficina federal y sin tener grandes lujos tenemos lo necesario para vivir mas o menos bien, así que estaba por cumplir 21 años cuando nos llego mi tía Melva (quien nunca se casó a pesar de lo buenísima que estaba) con la noticia de que la habían trasladado a nuestra ciudad, por lo que mi madre le abrió las puertas de la casa para que se viniera a vivir con nosotros, pues nos sobraba una recamara y ella podía ocuparla.
Debo aclarar que mi madre y mi tía me llevan 17 (mi madre me parió muy joven) y 14 años, ambas de muy buen ver pues parecían menores, dado que siempre se han cuidado y hacen ejercicio. Mi tía es maestra universitaria y aunque no iba a darme clases, si estaríamos en contacto por la universidad, obviamente que también supo de mi fama obtenida con la punta de la verga (jajajajaja).
A mi ni me importaba ni nada el que viviese con nosotros, es mas, me parecía bien pues le haría compañía a mi mamá, pues yo cada vez tenia mas escapadas con mis amiguitas y eso la entretendría un poco mas.
Cuando mi tía tenía tres semanas con nosotros empezaron a suceder pequeñas cosas, como cruzarnos en la cocina y rozarle el culo sin querer, al pedirle perdón pensando que era mi tía, me contestaba.
-Soy tu madre y no te preocupes, perooo, ten mas cuidado, aparentaba disculparse.
A veces era al revés y yo le tocaba las tetas disculpándome, recibiendo por respuesta:
-No soy tu madre soy tu tía y no te preocupes.
Un día me invitaron a la playa y fui con ellas, para eso buscamos un lugar apartado pues no querían que la viesen en bikini, cuando se desvistieron ya mero me desmayo pues estaban buenísimas con sus tangas y las tetas casi de fuera, de inmediato tuve una erección que me impidió quitarme el pantaloncillo, pues no quería que se dieran cuenta de cómo estaba. Al verlas caminar de espaldas me di cuenta que mi madre tenia un lunar negro en forma de triangulo en la nalga izquierda de aproximadamente 3 cms, mientras que el culo de mi tía estaba totalmente limpio.
Cuando salieron del agua se dedicaron a jugar conmigo y se dieron cuenta de mi situación pues comenzaron a burlarse.
-¿Por qué no te quitas el pantaloncillo?, ¿que ya llegó el circo? (en alusión a mi evidente erección, lo que hacia que mi traje pareciera una carpa de circo)
-¿Crees que nos vamos a asustar?
-También tenemos derecho a un taco de ojo.
En fin, decidí que si ellas lo tomaban a broma yo no tenia porque hacerme el puritano, por lo que me quite el pantaloncillo, quedándome en traje de baño, aunque se hacia notoria la erección que traía; se les fueron los ojos mirándome descaradamente por lo que decidí meterme al mar, donde de inmediato me alcanzaron para repegarse y jugar conmigo. Lógicamente que les pegue sus arrimones sobre todo por atrás pues las dos tenían un culo delicioso, yo por obvias razones aun no había tenido sexo anal con nadie, pues se asustaban con el calibre de mi verga.
Cuando íbamos de regreso a casa mi tía me dijo
-¿Cuando me invitas a bailar sobrino?
-Cuando quieras Melva.
-¿Y por que no hoy?
Aunque yo tenía plan con unas amigas donde me iban a rifar a ver quien aguantaba más pensé que seria más excitante ver hasta donde llegaba mi tía.
-Claro que si Melva ¿te parece bien a las 9?
-A las nueve estaré lista.
Por el espejo retrovisor pude notar una sonrisa de complicidad entre mi madre y mi tía y la verdad no supe que pensar.
A las nueve apareció mi tía con un vestido negro tipo minifalda, escotado, que realmente la hacia verse estupenda y con una sonrisa en la boca me dijo.
-¿Nos vamos?
Cuando salimos ella me pidió que la llevara a un lugar discreto donde pudiéramos bailar y tomar unas copas por lo que busque el lugar mas apartado donde sabia que no iba a ir ni mis amigos ni mis amigas pues no quería que nadie nos viera, llegamos y pedimos una mesa apartada de la pista y pedimos unas copas.
La platica se deslizo por temas intranscendentes y después de una media hora de platica nos paramos a bailar, la música era romántica y lógicamente que bailamos pegados lo que a los pocos minutos provoco lo que me temía, mi verga comenzó a reaccionar y se fue poniendo cada ves mas dura. Ella la sintió y en lugar de separarse se ajusto mas a mí pegando su entrepierna a la mía pasó sus brazos por atrás de mi cabeza y comenzó a besarme en la boca, primero suavemente y después apasionadamente. Al terminar la música nos fuimos a sentar antes de que la gente notara mi carpa en el pantalón aunque pude notar que varios iban en mi misma condición.
-¿Y que piensas de esto mijo?
-Que ya somos adultos tía.
-¿Hasta donde estas dispuesto a llegar?
-Hasta donde tú quieras.
-Yo quiero todo.
-Pues lo haremos todo.
La platica siguió por el estilo y seguimos tomando, y aunque no soy un gran bebedor si aguanto bastante, notaba como si mi tía quisiera emborracharme y no sabia porque, así que después de unas 8 copas y otra tanda de faje en la pista empecé a hacerme como si las copas se me fueran a subir y le dije.
-Yo creo que nos vamos sino no te voy a servir para nada.
-¿Te sientes mal?
-Un poco mareado pero no tanto que no pueda responder, si quieres llevar esto hasta el final podemos ir a un hotel y hacemos lo que los dos deseamos.
-¿Y porque no en la casa?
-En la casa esta mi mamá.
-No te preocupes por eso, yo la controlo y veras como no pasa nada.
Como mi madre ya me había dicho que por ella no había problema me atreví a irnos directamente a la casa y le pregunte cuando entramos.
-¿En tu recamara o en la mía?
-En la tuya mijo, esperame un ratito mientras me cambio y me preparo para ti.
Me metí en mi recamara y me prepare para aventarme a mi tía, lógicamente que no estaba borracho y solo fingía sentirme mal para apurar las cosas en realidad traía una calentura marca diablo pues uno no se tira a su tía todos los días y sobre todo una tía como la mía que era igualita a mi madre.
Unos veinte minutos después apareció mi tía abriendo lentamente la puerta de mi recamara y ¡¡UFF!! Que espectáculo, unas tetas hermosas mas grandes que chicas, que se veían en su esplendor pues las traía destapadas, una ropa de lencería fina que realzaban todo su cuerpo y un culo blanco y hermoso como jamás había visto. Se acerco a mí y me dijo. Amor esta noche es nuestra, lo que pase después no me importa pero esta noche seremos uno del otro. Yo la abrace y deslice la poca ropa que traía al piso quitándome lo poco que yo tenia encima quedando los dos desnudos. Al ver mi verga casi se le salen los ojos y solo me dijo.
-Es muy grande mi amor, tratame con cuidado.
-No te preocupes Melva ya veras que tengo experiencia.
Empezamos a besarnos y acariciarnos y poco a poco se deslizo hasta ponerse de rodillas, tomo mi verga con sus manos y se la metió en la boca, aunque solo le cupieron como seis pulgadas. Muchas veces me la habían mamado pero esta ves era diferente sentía una ternura y delicadeza que me éxito grandemente y después de un rato le dije.
-Para Melva, que estoy a punto.
-No importa mijo, termina si quieres.
-No, antes quiero metértela.
Ella se levanto y se acostó en mi cama boca arriba mostrándome su raja que estaba húmeda, no pude detenerme y comencé a lamérsela poco a poco lo que le provoco un orgasmo de inmediato dejándola lista para la penetración. La abrí de piernas y poco a poco le fui introduciendo la verga, primero 5 pulgadas y después otras dos, me detuve y le pregunte.
-¿estas bien, puedo seguir?
-Si mi amor continua, yo te digo hasta donde.
Le metí dos pulgadas mas llegando a nueve y note que estaba en pleno orgasmo nuevamente, la deje que ella sola se deslizara y ella continuo disfrutando y poco a poco se metió toda mi verga, las once pulgadas las tenia en su vagina y empezó un mete y saca que a los dos nos puso a rumbo y unos minutos después descargue como un surtidor dentro de ella.
-Eres maravillosa, de las pocas que se han comido todo y te juro que con nadie lo había disfrutado tanto.
Quedamos agotados por un momento y con ganas del segundo asalto después de un pequeño descanso por lo que empecé a acariciarla por le culo, sin darme cuenta sentí algo como pegado a su nalga izquierda y me asalto la duda. Poco a poco busque ponerme detrás de ella mientras la acariciaba, baje las sabanas y a la tenue luz de la lámpara que teníamos reducida le revise la nalga y ¡¡Sorpresa!! Era mi madre.
En ese momento no supe que pensar y me quede como un tonto, sin saber que hacer por varios minutos. Una cosa era cogerse a la tía, ¡pero a la madre! Me pareció de momento una locura difícil de asimilar.
Ella comenzó a besarme y acariciarme la verga lista para el segundo asalto y me dije.
<Este fue un plan entre mi madre y mi tía y si lo que quieren es verga, pues verga tendrán, pero algo les costara>
Mientras ella me acariciaba la verga yo le chupaba las tetas y cuando ya estaba a punto le propuse una idea.
-Melva, ¿me darías algo que yo nunca he tenido?
-Que cosa mi amor.
-Tu culo tía, nunca he tenido sexo anal.
-Yo tampoco mi amor.
-Seria maravilloso que nos iniciáramos juntos, ¿no crees?
Después de pensarlo un rato se decidió y me dijo.
-Esta bien mi amor, vamos a hacerlo, pero por favor ten cuidado.
-No te preocupes, ya sabes que se controlarme.
Me presento la grupa para que yo la penetrara y ¡que grupa! Era el culo mas hermoso que había visto en mi vida y el pensar que era el de mi madre lo hacia mas apetecible. Alcance una crema que guardaba en el buró y empecé a embarrarle el culo, primero con un dedo y luego con dos, cosa que la relajo y después poco a poco fui introduciendo mi verga. Primero dos pulgadas después tres mas hasta que llegue a meterle nueve y ahí le paramos, nos quedamos quietos un rato y luego comenzamos el mete y saca tradicional hasta que los dos terminamos en un orgasmo brutal, cósmico, apocalíptico y delicioso.
Reposamos un rato y todavía a altas horas de la madrugada nos aventamos un sesenta y nueve donde ella tuvo varios orgasmos y yo el último de la noche para quedarnos dormidos……….
Al otro día, como era domingo, me levante tarde, me bañe y al ir a la cocina ahí estaban mi madre y mi tía, las dos con una sonrisa medio irónica, como si se burlaran de mi, de inmediato mi madre me dice.
-¿Qué tal dormiste hijo?
-Muy bien mamá ¿y tú?
-Se puso un poco colorada y contesto.
-Yo también muy bien, la que quien sabe es tu tía.
-Yo dormí divino, dijo Melva.
Me serví un café y me senté al lado de mi madre, notando que estaba sentada como de lado y se movía lentamente sobre la silla.
-¿Te duele algo mamá?
-No hijo, es que estoy un poco indispuesta.
Comimos muy normalmente y después de la comida se acerca mi tía y me dice.
-¿Por qué no dormimos una siesta?
De inmediato pensé <<esta quiere verga, hagámosla esperar>>
-Al rato tía, al rato.
Me salí a la calle a dar una vuelta y después de un rato regrese, mi tía ya estaba algo inquieta pues se le veía a leguas las ansias de irse a la cama. Decidí que me la tiraria en ese momento por lo que me metí en mi recamara diciéndole antes.
-¿Te espero?
Ella solo se sonrió con mi madre y se metió en mi cuarto, al estar solos la abrace y empecé a besarla, de inmediato respondió a mis caricias y agarro mi verga empezando a acariciarla, me abrió el pantalón, la tomo en sus manos y al verla en su extensión exclamo.
-Que hermosa es.
-¿Te gusta?
-Es hermosa.
-Tal parece que es la primera vez que la ves, como si no me la hubieras mamado anoche.
-Pero no es lo mismo verla a plena luz.
De inmediato se la llevo a la boca y comenzó a mamármela con pasión.
-¿Quieres que me venga en tu boca como anoche.
Simplemente abrió los ojos con cara de sorprendida, pero con su actitud me dijo que si. Siguió mamandomela con deleite y después de unos minutos estalle en su boca.
-¿Te gustó?
-Deliciosa mi amor, nunca había tragado tanta leche.
Descansamos un rato y luego comenzó a jugar con mis huevos dándoles masaje, lo que provoco que tuviera otra erección, comencé a acariciarle la raja y cuando ya estaba a punto la abrí de piernas y comencé a penetrarla.
-Despacio mi amor que la tienes muy grande.
-No te preocupes ayer la gozaste mucho.
-Pues has de cuenta que es la primera ves.
-Ya veras que rápido te acostumbras.
Comencé el mete y saca y al poco tiempo la tenia toda adentro sin hacerle gestos, sentí como se tensaba y comenzó a tener un orgasmo, el cual duró bastante tiempo, yo contuve mi venida pues tenia planes para mas tarde.
Después de descansar un rato, nos bañamos y nos fuimos a la sala a platicar con mi madre.
-¿Qué tal la pasaron.
-Yo muy bien, mi tía quien sabe.
-Yo la pase divino.
-¿Puedo hablar con ustedes?
-¿Qué pasa hijo?
-Quiero que me enseñen cada una la nalga izquierda.
Las dos se quedaron petrificadas pues era lo último que se esperaban.
-¿Qué quieres ver?
-Quiero saber cual de las dos tiene un lunar en la nalga pues anoche lo tenia y ahora no.
Se quedaron viendo las dos a los ojos y se dieron cuenta que estaban descubiertas, se quedaron calladas por un momento, que yo aproveche.
-Mamá, anoche fue la mejor noche de mi vida, quiero saber que piensas tú.
Después de asimilar mis palabras levanto la cabeza y con una media sonrisa me contesto.
-Para mi fue el momento mas feliz de mi existencia.
-Entonces estamos de acuerdo. Quiero repetirlo esta noche.
En ese momento ni tía respingo
-¿Y yo que?
-¿Tú? me vas a explicar como es que sucedió esto pues creo que tienes mucho que ver en ello.
-Pues muy fácil, cuando llegué a vivir con ustedes de inmediato me di cuenta de que Lourdes te deseaba pero no se atrevía a proponerte nada, como a mí también me gustaste y aparte de algunos rumores que oí sobre ti en la Universidad, le propuse a tu madre un plan. ¿Por qué si teníamos tal verga en casa no podíamos disfrutar de ella? Todo fue pensarlo y ponerlo en practica, yo tenia que ser la primera en coger contigo, pero tu madre no aguanto las ganas de ser ella la que iniciara esto, lo de más ya lo sabes. En algún momento pensábamos decírtelo, pero tú lo descubriste y creo que es mejor así. Lo principal es que los tres estemos de acuerdo. Somos adultos y sabemos lo que hacemos.
Mi madre se acerco a mi buscando mis labios y yo le respondí, nos dimos un beso y nos quedamos abrazados un rato como asimilando la nueva situación.
Pasamos el resto del día haciendo planes de cómo llevaríamos nuestra relación de ahí en adelante, las dos quedaron de acuerdo que podía tener novia, pero que a ellas nunca les debería de faltar su ración de pene.
Después de cenar descansamos un poco y nos pusimos a ver televisión, y alrededor de las 22:00 hs nos preparamos para pasar nuestra primera noche juntos. Como la recamara de mi madre tenia la cama más grande decidimos que ahí fuera. Me fui al baño a prepararme y cuando entre en la recamara ¡uff! Que espectáculo, tenia dos hembras en celo, en la plenitud de la vida, con cuerpos hermosos y deseando ser disfrutadas como nunca. Estaban desnudas sobre la cama y al verlas, me quite la bata que llevaba y quede tan desnudo como ellas. Al ver mi verga se abalanzaron sobre ella y mientras una me la mamaba la otra me acariciaba.
-¿Te gusta mi amor, te gusta que mami te mame la verga?
-Me encanta mamá, es lo máximo que me ha pasado.
-¿Te gusta que tiíta te agarre los huevos y te acaricie el culo?
-Me encanta tiíta, me hacen gozar mucho.
Yo no sabia que agarrar pues lo mismo les tomaba una teta que les acariciaba el culo, después de un rato mi Madre quiso tenerla dentro.
-Quiero que me la metas a cara descubierta, sabiendo que somos madre e hijo, quiero disfrutar de este momento con todos mis sentidos.
Se puso boca arriba sobre la cama y mientras mi tía me ensalivaba la verga yo le acaricie la raja notando que estaba completamente mojada y lista para recibirme. Poco a poco le fui introduciendo la verga, primero la mitad y después toda, hasta que se acostumbro a ella y empezamos el mete y saca normal, unos minutos después estallo en un orgasmo que la dejo desmadejada. Al salirme de ella ya mi tía me la estaba mamando de nuevo, y como yo no me había venido, la tenía mas dura que antes.
-Sobrinito adorado, quiero que me rompas el culo como se lo rompiste a tu madre anoche. Quiero gozar esa verga en mi culo aunque no me pueda sentar en una semana.
Dicho y echo, se volteo y me puso el culo a tiro de cañón, lógicamente que no me hice del rogar y poco a poco fui relajándole el culo, primero con un dedo y luego con dos, hasta que sentí que soltó el esfínter por lo que apoye la punta de la verga a la entrada de su ano y empecé a introducirla poco a poco.
-Despacio mi amor, que la tienes muy grande.
-No te preocupes tía, yo se contenerme, cuando entre la mitad tu sola vas a ir moderando la cantidad que quieres dentro.
Después de un rato en que se acostumbro, ella sola comenzó a ensartarse en la verga hasta que se la trago toda, aguanto un rato y comenzó a moverse, primero gemía como quejándose y después de placer, hasta que no soporto mas y se vino en un orgasmo largo y profundo.
Cuando se la saque, mi madre se le quedo viendo como con ganas de que se la metiera por el culo, pero solo me dijo.
-Aun me duele un poco por lo de anoche, mejor nos esperamos a mañana para que lo disfrutemos los dos.
Como yo no me había venido, entre las dos me la mamaron hasta que lograron que me viniera en sus bocas disfrutando las dos de mi leche. Un rato después nos quedamos dormidos, yo en medio de las dos y abrazado a ellas.
A partir de entonces la vida se convirtió en un paraíso. Tenía dos hembras en celo a mi entera disposición que nunca me negaron nada y entregadas a darme placer. Lo que yo les pedía ellas me lo daban, así desarrollaron técnicas para relajar el culo para que yo pudiera "analizarlas" todos los días. Al principio se alternaban una cada día pero a los pocos días las dos me pedían sexo anal a diario. Ninguna había tenido sexo lesbico pero cuando les dije que me excitaría mucho verlas mamarse en un 69 no lo pensaron mucho y esa noche me cumplieron el capricho, eso hizo que nuestro placer creciera a gran nivel.
El día comenzaba con el mañanero a las 07:00 de la mañana, desayunábamos y me iba a la escuela y ellas al trabajo. Al regresar, después de medio día, la que estuviera en casa me recibía con una buena mamada y si estaba muy caliente le tiraba un garrotazo por la vagina para bajarle la calentura. Después de comer no dormíamos una siesta juntos y salíamos a la calle a hacer alguna compra. Después de la cena, dejábamos pasar un rato y nos encerrábamos en la recamara de mi madre, donde teníamos verdaderos combates sexuales hasta quedar agotados.
Practicábamos toda clase de posturas y cuando ellas descubrieron el Fisting fue maravilloso, pues mientras le metía la verga a una por el culo la otra le metía la mano en la vagina acariciando mi verga por dentro. Les gustaba mamarse el culo después de que yo me venia y tragarse mi leche que le salía por el orificio trasero y todo esto duro muchos años que hasta la fecha ya casado y con hijos de vez en cuando paso temporadas con ellas para divertirnos un rato.
Pero la vida me compenso con otra cosa, medio VERGA y digo VERGA con mayúsculas pues 19 años media 9 pulgadas y a los 22 llegaría a 11 donde se quedaría para ya no crecer mas.
Aparte la vida me dio madre por partida doble y ahora les explico.
Mi madre Lourdes, tiene una hermana gemela, Melva. La cual es como una copia fiel, como un clon de ella, y aquí comienza mi historia.
Una vez con mis compañeros de clase en la Universidad, hicimos una fiesta con chicas de la misma escuela, una vez que las copas hicieron mella en nuestros escrúpulos, a alguien se le ocurrió hacer un concurso para ver quien tenia la verga mas grande, y lógicamente que me los lleve de calle. El que mas se acerco tenia 7 pulgadas y lógicamente que con mis 9" de ese tiempo, no compitió conmigo. Pronto, las chismosas que gozaron de mi aparato esa noche y los envidiosos empezaron a hablar de mi "cualidad", de inmediato note que chicas que ni me pelaban me sonreían tímidamente hasta que una no se aguanto las ganas, me lo pregunto directamente, para esto me invito a su casa a estudiar y cuando estuvimos solos me soltó la pregunta.
-Raúl, ¿es cierto que tienes 9" de verga?
-¿Quién te lo dijo?
-Ya sabes, se corren rumores por la escuela.
-Pues si quieres te la enseño.
-Órale, pero nada más quiero vértela.
Me saque el pene y ella comenzó a manipularlo, lógicamente que de inmediato creció en todo su esplendor. Al verlo tan grande se le antojo tenerlo en la boca y llevo sus labios a la punta dándole un beso, levanto los ojos y me dijo.
-¿Puedo?
-Claro que puedes.
Ahí recibí mi primera mamada y cuando estalle en su boca casi la ahogo por la cantidad de semen que derrame.
De ahí en adelante fueron varias compañeras que se deleitaron con mi verga pero de metérsela nada, le tenían pavor a que las lastimara, hasta que un día, la catedrática de historia de la Filosofía, me citó en su casa para que justificara un ensayo que le entregué. Cuando llegue me esperaba en bata, y la realidad no era ninguna belleza, pero a esa edad y con las ganas que tenia de cogerme a alguien, no batallo mucho para ponerme a rumbo. Ella fue la primera mujer que se trago mis 9" y me enseño los primeros pasos para hacer gozar a una mujer, y después de ella siguió otra profesora y después varias compañeras que se animaron, por lo que aprendí a ser cuidadoso con las mujeres y darles hasta donde ellas soportaran y disfrutaran sin llegar a lastimarlas.
Lógicamente que eso me dio una gran popularidad entre las mujeres para envidia de mis compañeros y cuando llegué a mis 11", se llegó a dar el caso que entre ellas apostaban a ver quien aguantaba mas, siendo una maestra la que se zampó los 11" en varias ocasiones.
En mi casa todo iba normal, mi madre trabaja en una oficina federal y sin tener grandes lujos tenemos lo necesario para vivir mas o menos bien, así que estaba por cumplir 21 años cuando nos llego mi tía Melva (quien nunca se casó a pesar de lo buenísima que estaba) con la noticia de que la habían trasladado a nuestra ciudad, por lo que mi madre le abrió las puertas de la casa para que se viniera a vivir con nosotros, pues nos sobraba una recamara y ella podía ocuparla.
Debo aclarar que mi madre y mi tía me llevan 17 (mi madre me parió muy joven) y 14 años, ambas de muy buen ver pues parecían menores, dado que siempre se han cuidado y hacen ejercicio. Mi tía es maestra universitaria y aunque no iba a darme clases, si estaríamos en contacto por la universidad, obviamente que también supo de mi fama obtenida con la punta de la verga (jajajajaja).
A mi ni me importaba ni nada el que viviese con nosotros, es mas, me parecía bien pues le haría compañía a mi mamá, pues yo cada vez tenia mas escapadas con mis amiguitas y eso la entretendría un poco mas.
Cuando mi tía tenía tres semanas con nosotros empezaron a suceder pequeñas cosas, como cruzarnos en la cocina y rozarle el culo sin querer, al pedirle perdón pensando que era mi tía, me contestaba.
-Soy tu madre y no te preocupes, perooo, ten mas cuidado, aparentaba disculparse.
A veces era al revés y yo le tocaba las tetas disculpándome, recibiendo por respuesta:
-No soy tu madre soy tu tía y no te preocupes.
Un día me invitaron a la playa y fui con ellas, para eso buscamos un lugar apartado pues no querían que la viesen en bikini, cuando se desvistieron ya mero me desmayo pues estaban buenísimas con sus tangas y las tetas casi de fuera, de inmediato tuve una erección que me impidió quitarme el pantaloncillo, pues no quería que se dieran cuenta de cómo estaba. Al verlas caminar de espaldas me di cuenta que mi madre tenia un lunar negro en forma de triangulo en la nalga izquierda de aproximadamente 3 cms, mientras que el culo de mi tía estaba totalmente limpio.
Cuando salieron del agua se dedicaron a jugar conmigo y se dieron cuenta de mi situación pues comenzaron a burlarse.
-¿Por qué no te quitas el pantaloncillo?, ¿que ya llegó el circo? (en alusión a mi evidente erección, lo que hacia que mi traje pareciera una carpa de circo)
-¿Crees que nos vamos a asustar?
-También tenemos derecho a un taco de ojo.
En fin, decidí que si ellas lo tomaban a broma yo no tenia porque hacerme el puritano, por lo que me quite el pantaloncillo, quedándome en traje de baño, aunque se hacia notoria la erección que traía; se les fueron los ojos mirándome descaradamente por lo que decidí meterme al mar, donde de inmediato me alcanzaron para repegarse y jugar conmigo. Lógicamente que les pegue sus arrimones sobre todo por atrás pues las dos tenían un culo delicioso, yo por obvias razones aun no había tenido sexo anal con nadie, pues se asustaban con el calibre de mi verga.
Cuando íbamos de regreso a casa mi tía me dijo
-¿Cuando me invitas a bailar sobrino?
-Cuando quieras Melva.
-¿Y por que no hoy?
Aunque yo tenía plan con unas amigas donde me iban a rifar a ver quien aguantaba más pensé que seria más excitante ver hasta donde llegaba mi tía.
-Claro que si Melva ¿te parece bien a las 9?
-A las nueve estaré lista.
Por el espejo retrovisor pude notar una sonrisa de complicidad entre mi madre y mi tía y la verdad no supe que pensar.
A las nueve apareció mi tía con un vestido negro tipo minifalda, escotado, que realmente la hacia verse estupenda y con una sonrisa en la boca me dijo.
-¿Nos vamos?
Cuando salimos ella me pidió que la llevara a un lugar discreto donde pudiéramos bailar y tomar unas copas por lo que busque el lugar mas apartado donde sabia que no iba a ir ni mis amigos ni mis amigas pues no quería que nadie nos viera, llegamos y pedimos una mesa apartada de la pista y pedimos unas copas.
La platica se deslizo por temas intranscendentes y después de una media hora de platica nos paramos a bailar, la música era romántica y lógicamente que bailamos pegados lo que a los pocos minutos provoco lo que me temía, mi verga comenzó a reaccionar y se fue poniendo cada ves mas dura. Ella la sintió y en lugar de separarse se ajusto mas a mí pegando su entrepierna a la mía pasó sus brazos por atrás de mi cabeza y comenzó a besarme en la boca, primero suavemente y después apasionadamente. Al terminar la música nos fuimos a sentar antes de que la gente notara mi carpa en el pantalón aunque pude notar que varios iban en mi misma condición.
-¿Y que piensas de esto mijo?
-Que ya somos adultos tía.
-¿Hasta donde estas dispuesto a llegar?
-Hasta donde tú quieras.
-Yo quiero todo.
-Pues lo haremos todo.
La platica siguió por el estilo y seguimos tomando, y aunque no soy un gran bebedor si aguanto bastante, notaba como si mi tía quisiera emborracharme y no sabia porque, así que después de unas 8 copas y otra tanda de faje en la pista empecé a hacerme como si las copas se me fueran a subir y le dije.
-Yo creo que nos vamos sino no te voy a servir para nada.
-¿Te sientes mal?
-Un poco mareado pero no tanto que no pueda responder, si quieres llevar esto hasta el final podemos ir a un hotel y hacemos lo que los dos deseamos.
-¿Y porque no en la casa?
-En la casa esta mi mamá.
-No te preocupes por eso, yo la controlo y veras como no pasa nada.
Como mi madre ya me había dicho que por ella no había problema me atreví a irnos directamente a la casa y le pregunte cuando entramos.
-¿En tu recamara o en la mía?
-En la tuya mijo, esperame un ratito mientras me cambio y me preparo para ti.
Me metí en mi recamara y me prepare para aventarme a mi tía, lógicamente que no estaba borracho y solo fingía sentirme mal para apurar las cosas en realidad traía una calentura marca diablo pues uno no se tira a su tía todos los días y sobre todo una tía como la mía que era igualita a mi madre.
Unos veinte minutos después apareció mi tía abriendo lentamente la puerta de mi recamara y ¡¡UFF!! Que espectáculo, unas tetas hermosas mas grandes que chicas, que se veían en su esplendor pues las traía destapadas, una ropa de lencería fina que realzaban todo su cuerpo y un culo blanco y hermoso como jamás había visto. Se acerco a mí y me dijo. Amor esta noche es nuestra, lo que pase después no me importa pero esta noche seremos uno del otro. Yo la abrace y deslice la poca ropa que traía al piso quitándome lo poco que yo tenia encima quedando los dos desnudos. Al ver mi verga casi se le salen los ojos y solo me dijo.
-Es muy grande mi amor, tratame con cuidado.
-No te preocupes Melva ya veras que tengo experiencia.
Empezamos a besarnos y acariciarnos y poco a poco se deslizo hasta ponerse de rodillas, tomo mi verga con sus manos y se la metió en la boca, aunque solo le cupieron como seis pulgadas. Muchas veces me la habían mamado pero esta ves era diferente sentía una ternura y delicadeza que me éxito grandemente y después de un rato le dije.
-Para Melva, que estoy a punto.
-No importa mijo, termina si quieres.
-No, antes quiero metértela.
Ella se levanto y se acostó en mi cama boca arriba mostrándome su raja que estaba húmeda, no pude detenerme y comencé a lamérsela poco a poco lo que le provoco un orgasmo de inmediato dejándola lista para la penetración. La abrí de piernas y poco a poco le fui introduciendo la verga, primero 5 pulgadas y después otras dos, me detuve y le pregunte.
-¿estas bien, puedo seguir?
-Si mi amor continua, yo te digo hasta donde.
Le metí dos pulgadas mas llegando a nueve y note que estaba en pleno orgasmo nuevamente, la deje que ella sola se deslizara y ella continuo disfrutando y poco a poco se metió toda mi verga, las once pulgadas las tenia en su vagina y empezó un mete y saca que a los dos nos puso a rumbo y unos minutos después descargue como un surtidor dentro de ella.
-Eres maravillosa, de las pocas que se han comido todo y te juro que con nadie lo había disfrutado tanto.
Quedamos agotados por un momento y con ganas del segundo asalto después de un pequeño descanso por lo que empecé a acariciarla por le culo, sin darme cuenta sentí algo como pegado a su nalga izquierda y me asalto la duda. Poco a poco busque ponerme detrás de ella mientras la acariciaba, baje las sabanas y a la tenue luz de la lámpara que teníamos reducida le revise la nalga y ¡¡Sorpresa!! Era mi madre.
En ese momento no supe que pensar y me quede como un tonto, sin saber que hacer por varios minutos. Una cosa era cogerse a la tía, ¡pero a la madre! Me pareció de momento una locura difícil de asimilar.
Ella comenzó a besarme y acariciarme la verga lista para el segundo asalto y me dije.
<Este fue un plan entre mi madre y mi tía y si lo que quieren es verga, pues verga tendrán, pero algo les costara>
Mientras ella me acariciaba la verga yo le chupaba las tetas y cuando ya estaba a punto le propuse una idea.
-Melva, ¿me darías algo que yo nunca he tenido?
-Que cosa mi amor.
-Tu culo tía, nunca he tenido sexo anal.
-Yo tampoco mi amor.
-Seria maravilloso que nos iniciáramos juntos, ¿no crees?
Después de pensarlo un rato se decidió y me dijo.
-Esta bien mi amor, vamos a hacerlo, pero por favor ten cuidado.
-No te preocupes, ya sabes que se controlarme.
Me presento la grupa para que yo la penetrara y ¡que grupa! Era el culo mas hermoso que había visto en mi vida y el pensar que era el de mi madre lo hacia mas apetecible. Alcance una crema que guardaba en el buró y empecé a embarrarle el culo, primero con un dedo y luego con dos, cosa que la relajo y después poco a poco fui introduciendo mi verga. Primero dos pulgadas después tres mas hasta que llegue a meterle nueve y ahí le paramos, nos quedamos quietos un rato y luego comenzamos el mete y saca tradicional hasta que los dos terminamos en un orgasmo brutal, cósmico, apocalíptico y delicioso.
Reposamos un rato y todavía a altas horas de la madrugada nos aventamos un sesenta y nueve donde ella tuvo varios orgasmos y yo el último de la noche para quedarnos dormidos……….
Al otro día, como era domingo, me levante tarde, me bañe y al ir a la cocina ahí estaban mi madre y mi tía, las dos con una sonrisa medio irónica, como si se burlaran de mi, de inmediato mi madre me dice.
-¿Qué tal dormiste hijo?
-Muy bien mamá ¿y tú?
-Se puso un poco colorada y contesto.
-Yo también muy bien, la que quien sabe es tu tía.
-Yo dormí divino, dijo Melva.
Me serví un café y me senté al lado de mi madre, notando que estaba sentada como de lado y se movía lentamente sobre la silla.
-¿Te duele algo mamá?
-No hijo, es que estoy un poco indispuesta.
Comimos muy normalmente y después de la comida se acerca mi tía y me dice.
-¿Por qué no dormimos una siesta?
De inmediato pensé <<esta quiere verga, hagámosla esperar>>
-Al rato tía, al rato.
Me salí a la calle a dar una vuelta y después de un rato regrese, mi tía ya estaba algo inquieta pues se le veía a leguas las ansias de irse a la cama. Decidí que me la tiraria en ese momento por lo que me metí en mi recamara diciéndole antes.
-¿Te espero?
Ella solo se sonrió con mi madre y se metió en mi cuarto, al estar solos la abrace y empecé a besarla, de inmediato respondió a mis caricias y agarro mi verga empezando a acariciarla, me abrió el pantalón, la tomo en sus manos y al verla en su extensión exclamo.
-Que hermosa es.
-¿Te gusta?
-Es hermosa.
-Tal parece que es la primera vez que la ves, como si no me la hubieras mamado anoche.
-Pero no es lo mismo verla a plena luz.
De inmediato se la llevo a la boca y comenzó a mamármela con pasión.
-¿Quieres que me venga en tu boca como anoche.
Simplemente abrió los ojos con cara de sorprendida, pero con su actitud me dijo que si. Siguió mamandomela con deleite y después de unos minutos estalle en su boca.
-¿Te gustó?
-Deliciosa mi amor, nunca había tragado tanta leche.
Descansamos un rato y luego comenzó a jugar con mis huevos dándoles masaje, lo que provoco que tuviera otra erección, comencé a acariciarle la raja y cuando ya estaba a punto la abrí de piernas y comencé a penetrarla.
-Despacio mi amor que la tienes muy grande.
-No te preocupes ayer la gozaste mucho.
-Pues has de cuenta que es la primera ves.
-Ya veras que rápido te acostumbras.
Comencé el mete y saca y al poco tiempo la tenia toda adentro sin hacerle gestos, sentí como se tensaba y comenzó a tener un orgasmo, el cual duró bastante tiempo, yo contuve mi venida pues tenia planes para mas tarde.
Después de descansar un rato, nos bañamos y nos fuimos a la sala a platicar con mi madre.
-¿Qué tal la pasaron.
-Yo muy bien, mi tía quien sabe.
-Yo la pase divino.
-¿Puedo hablar con ustedes?
-¿Qué pasa hijo?
-Quiero que me enseñen cada una la nalga izquierda.
Las dos se quedaron petrificadas pues era lo último que se esperaban.
-¿Qué quieres ver?
-Quiero saber cual de las dos tiene un lunar en la nalga pues anoche lo tenia y ahora no.
Se quedaron viendo las dos a los ojos y se dieron cuenta que estaban descubiertas, se quedaron calladas por un momento, que yo aproveche.
-Mamá, anoche fue la mejor noche de mi vida, quiero saber que piensas tú.
Después de asimilar mis palabras levanto la cabeza y con una media sonrisa me contesto.
-Para mi fue el momento mas feliz de mi existencia.
-Entonces estamos de acuerdo. Quiero repetirlo esta noche.
En ese momento ni tía respingo
-¿Y yo que?
-¿Tú? me vas a explicar como es que sucedió esto pues creo que tienes mucho que ver en ello.
-Pues muy fácil, cuando llegué a vivir con ustedes de inmediato me di cuenta de que Lourdes te deseaba pero no se atrevía a proponerte nada, como a mí también me gustaste y aparte de algunos rumores que oí sobre ti en la Universidad, le propuse a tu madre un plan. ¿Por qué si teníamos tal verga en casa no podíamos disfrutar de ella? Todo fue pensarlo y ponerlo en practica, yo tenia que ser la primera en coger contigo, pero tu madre no aguanto las ganas de ser ella la que iniciara esto, lo de más ya lo sabes. En algún momento pensábamos decírtelo, pero tú lo descubriste y creo que es mejor así. Lo principal es que los tres estemos de acuerdo. Somos adultos y sabemos lo que hacemos.
Mi madre se acerco a mi buscando mis labios y yo le respondí, nos dimos un beso y nos quedamos abrazados un rato como asimilando la nueva situación.
Pasamos el resto del día haciendo planes de cómo llevaríamos nuestra relación de ahí en adelante, las dos quedaron de acuerdo que podía tener novia, pero que a ellas nunca les debería de faltar su ración de pene.
Después de cenar descansamos un poco y nos pusimos a ver televisión, y alrededor de las 22:00 hs nos preparamos para pasar nuestra primera noche juntos. Como la recamara de mi madre tenia la cama más grande decidimos que ahí fuera. Me fui al baño a prepararme y cuando entre en la recamara ¡uff! Que espectáculo, tenia dos hembras en celo, en la plenitud de la vida, con cuerpos hermosos y deseando ser disfrutadas como nunca. Estaban desnudas sobre la cama y al verlas, me quite la bata que llevaba y quede tan desnudo como ellas. Al ver mi verga se abalanzaron sobre ella y mientras una me la mamaba la otra me acariciaba.
-¿Te gusta mi amor, te gusta que mami te mame la verga?
-Me encanta mamá, es lo máximo que me ha pasado.
-¿Te gusta que tiíta te agarre los huevos y te acaricie el culo?
-Me encanta tiíta, me hacen gozar mucho.
Yo no sabia que agarrar pues lo mismo les tomaba una teta que les acariciaba el culo, después de un rato mi Madre quiso tenerla dentro.
-Quiero que me la metas a cara descubierta, sabiendo que somos madre e hijo, quiero disfrutar de este momento con todos mis sentidos.
Se puso boca arriba sobre la cama y mientras mi tía me ensalivaba la verga yo le acaricie la raja notando que estaba completamente mojada y lista para recibirme. Poco a poco le fui introduciendo la verga, primero la mitad y después toda, hasta que se acostumbro a ella y empezamos el mete y saca normal, unos minutos después estallo en un orgasmo que la dejo desmadejada. Al salirme de ella ya mi tía me la estaba mamando de nuevo, y como yo no me había venido, la tenía mas dura que antes.
-Sobrinito adorado, quiero que me rompas el culo como se lo rompiste a tu madre anoche. Quiero gozar esa verga en mi culo aunque no me pueda sentar en una semana.
Dicho y echo, se volteo y me puso el culo a tiro de cañón, lógicamente que no me hice del rogar y poco a poco fui relajándole el culo, primero con un dedo y luego con dos, hasta que sentí que soltó el esfínter por lo que apoye la punta de la verga a la entrada de su ano y empecé a introducirla poco a poco.
-Despacio mi amor, que la tienes muy grande.
-No te preocupes tía, yo se contenerme, cuando entre la mitad tu sola vas a ir moderando la cantidad que quieres dentro.
Después de un rato en que se acostumbro, ella sola comenzó a ensartarse en la verga hasta que se la trago toda, aguanto un rato y comenzó a moverse, primero gemía como quejándose y después de placer, hasta que no soporto mas y se vino en un orgasmo largo y profundo.
Cuando se la saque, mi madre se le quedo viendo como con ganas de que se la metiera por el culo, pero solo me dijo.
-Aun me duele un poco por lo de anoche, mejor nos esperamos a mañana para que lo disfrutemos los dos.
Como yo no me había venido, entre las dos me la mamaron hasta que lograron que me viniera en sus bocas disfrutando las dos de mi leche. Un rato después nos quedamos dormidos, yo en medio de las dos y abrazado a ellas.
A partir de entonces la vida se convirtió en un paraíso. Tenía dos hembras en celo a mi entera disposición que nunca me negaron nada y entregadas a darme placer. Lo que yo les pedía ellas me lo daban, así desarrollaron técnicas para relajar el culo para que yo pudiera "analizarlas" todos los días. Al principio se alternaban una cada día pero a los pocos días las dos me pedían sexo anal a diario. Ninguna había tenido sexo lesbico pero cuando les dije que me excitaría mucho verlas mamarse en un 69 no lo pensaron mucho y esa noche me cumplieron el capricho, eso hizo que nuestro placer creciera a gran nivel.
El día comenzaba con el mañanero a las 07:00 de la mañana, desayunábamos y me iba a la escuela y ellas al trabajo. Al regresar, después de medio día, la que estuviera en casa me recibía con una buena mamada y si estaba muy caliente le tiraba un garrotazo por la vagina para bajarle la calentura. Después de comer no dormíamos una siesta juntos y salíamos a la calle a hacer alguna compra. Después de la cena, dejábamos pasar un rato y nos encerrábamos en la recamara de mi madre, donde teníamos verdaderos combates sexuales hasta quedar agotados.
Practicábamos toda clase de posturas y cuando ellas descubrieron el Fisting fue maravilloso, pues mientras le metía la verga a una por el culo la otra le metía la mano en la vagina acariciando mi verga por dentro. Les gustaba mamarse el culo después de que yo me venia y tragarse mi leche que le salía por el orificio trasero y todo esto duro muchos años que hasta la fecha ya casado y con hijos de vez en cuando paso temporadas con ellas para divertirnos un rato.
4 comentarios - Mis dos golosas Lourdes y Melva.