Buenas!!! Este es mi primer post. Espero que lo disfruten!!!
En la Calle
La conocía hacía poco tiempo, habíamos salido un par de veces. Ese día solo habíamos caminado y tomado algo por ahí… Solíamos detenernos cada tanto a besarnos y a soltar alguna carisia tierna. Pero ese día las cosas eran diferentes. La ternura se veía cada vez mas atenuada por la calentura. Los tramos de camino sin besarnos eran cada vez más cortos. Y las caricias ahora eran pesadas manos que recorrian el cuerpo del otro.
En una esquina nos detuvimos, la arrinconé contra la pared, le dí un beso en la boca que rápidamente se despego, recorrió su rostro y llego a su cuello. Mis manos habían encontrado su cintura, luego su culo. Ese culo hermoso de bailarina, firme y apetitoso. Ella me tomaba de la nuca con sos dedos entre mi pelo, con la otra mano me sostenía el rostro, mientras que con los ojos cerrados estiraba su cabeza para cederme su cuello y dejaba en mi oído unos pequeños gemidos productos de la agitación y el placer.
Tenia unos pechos exquisitos, firmes, apetitosos, mas de una vez me quedé como hipnotizado en su escote. Con una mano subí en busca de su hermosa teta, cuando llegue la rodeé, la tomé, la apreté suavemente. Al instante ella me empujó con una mano y me apartó del todo, me sonrió y comenzó a caminar nuevamente.
Era evidente que nos queríamos matar, y el estar en la calle le daba un gustito particular. Seguimos caminando, ya se arrimaba la madrugada, cada tanto volvíamos a parar y nuestros arrebatos eran cada vez más largos y más intensos.
De pronto se iluminó la noche! Ahí lo vi!! Era una entrada de autos de un… geriátrico… tenia unos 6mts de profundidad hasta el portón por unos 3mts de ancho y no tenia ningún tipo de iluminación. No lo pensé si un segundo, la agarre del brazo y la arrastre hacia el interior de la cochera. Apenas entramos me acerco a ella de un tiron poniéndose contra la pared. Nos besamos, nos abrazamos, me comió el cuello, mientras yo le mordía el lóbulo de la oreja. Metí una mano adentro de su pantalón, tipo babucha, busqué por debajo de su bombacha y encontré la raja de su culo, la que me llevó a su concha. Era increíble!!! Carnosa, tierna y estaba empapada, apenas la toqué dejó escapar un gemido contenido. Acaricié la vulva un instante… ella se desesperaba… entré con un dedo en su jugoso agujero… me apretó fuerte con sus brazos y esta vez el gemido no lo pudo contener.
Jugué con su concha; entraba y salía, entraba y salía, entraba, mas adentro, y salía… ella se retorcía. Le metí un dedo mas, cada vez estaba mas mojada y mas abierta.
Baje con mi boca por su cuello, y seguí hasta sus tetas. Tenía puesto una remerita negra, escotada, que le quedaba muy bien. Me posé en medio de sus pechos y se los lamí y se los bese con locura. Con mi otra mano tire de su escote y de su corpiño, dejando ese pezón perfecto a la vista. Llegué con mi lengua y con mi dientes, lo saboreé, lo mordisqueé y así le comí las tetas.
Ella temblaba, estaba descontrolada, bajo con su mano y me agarro la verga. La tenía durísima, estaba extremadamente caliente, me la apretó, me la manoseo, metió la mano por adentro del pantalón, y me la agarró con fuerza.
De pronto me aparto, mirándome fijo a los ojos me desabrocho el pantalón, me bajó el cierre y sin dejar de mirarme se arrodilló adelante mío. Sacó mi poronga de mis calzoncillos y me empezó a pajear, sabía lo que quería y me hizo desear, acercaba sus labios y me rozaba con la lengua. Yo me volvía loco.
Por fin se la metió en la boca, me la chupó con ganas. Recorría todo el tronco de mi pija, metiéndosela toda en la boca. Yo explotaba, no daba más.
Volvió a mirarme, sin soltar mi verga, se levantó, me dio un largo beso, su lengua hizo firuletes en mi boca, me miraba como diciendo “a esto sabe tu pija, y me encanta”. Me siguió besando el cuello, subió hasta mi oreja, y entre mordiscos me susurró –cogeme, cogeme toda!!-.
Volví a agarrarla del culo, volví a chuparle las tetas, y rápidamente la di vuelta. La apreté contra la pared, metí una mano en su pantalón, y busqué su concha, mientras le daba besos en la nuca. Estaba excitada, totalmente entregada, podía hacerle lo que quisiera, no se iba a oponer.
Encontré su clítoris, lo apreté, ella gimió y se dobló. Aproveché esto para bajarle el pantalón, lo suficiente para dejar todo su hermoso culo al aire. Me arrodillé, se lo besé y hundí mi cara en su concha: el aroma era increíble, me volvía loco, me hacía sentir que estaba por acabar. Le lamí y le mordí esa carnosa vulva. Ella me había agarrado de la cabeza, como si no quisiera que me vaya nunca de ahí. Zafé con dificultad, me levanté por detrás, busqué su boca por encima de su hombro, le dí un beso y le dije al oído –a esto sabe tu concha, y me encanta-.
Después de eso la tomé de la cintura, obligándola a inclinarse, agarré mi poronga con mi mano hábil y busqué su agujero. La hice desear un poco, le metí primero la puntita, ella se salía de la vaina, su concha estaba tan jugosa que me dejaba la verga empapada. Se la metí toda sin dificultad, ella soltó un gemido agitado y lleno de placer. Ya no me pude controlar, la cogí con fuerza, bombeé fuerte sobre su culo. La agarré de las tetas con una mano, con la otra tuve que taparle la boca, porque sus gemidos, cada vez más fuertes, podían llamar la atención. Me concentré para no acabar, ella se estremecía, a mi se me hacía cada vez más difícil aguantar. Se zafó de mi mano y acabó con un gemido agudo y largo que se fue apagando en el aire hasta que se desplomó, totalmente relajada, contra la pared.
La abracé unos instantes, la besé y le dije al oído –no doy más, me voy a poner un forro-. –No!!-dijo ella. Se paró firme, se dio vuelta subiéndose las babuchas. Me miró, me dio un hermoso beso, y me dijo –Dejame a mí. Volvió a arrodillarse frente a mí, agarró mi poronga, y empezó a chuparla. Acompañaba sus cabezazos con una mano en mi pija. Yo tomé su cabeza en mis manos, no podía creer el placer que sentía. Ella me pajeaba, me la lamía, me chupaba se la metía toda hasta la garganta y cada tanto me dedicaba una miradita.-que hermosa puta Dios!!!-dije. Ella me pajeaba mirándome, con la boca abierta y la lengua afuera, como esperando mi leche. Y así, desarmándome, acabé con todo en su cara y en su boca. Me la volvió a chupar, cuidadosamente me la limpió con su lengua y se tragó toda mi calentura con gusto.
Sin dejar de mirarme se levantó, yo estaba totalmente agitado. Se acercó, me besó, le limpié el semen aún caliente que tenía en su cara. Nos dimos un largo beso, nos arreglamos la ropa, y salimos de la cochera, nuevamente camino a su casa.
Apenas pisamos la vereda, nos cruzamos con una pareja, que al vernos desalineados, saliendo de la oscuridad, nos sonrieron como sabiéndolo todo…
Bueno gente saludos!!!
el próximo va a venir con producción fotográfica!
adeo...
En la Calle
La conocía hacía poco tiempo, habíamos salido un par de veces. Ese día solo habíamos caminado y tomado algo por ahí… Solíamos detenernos cada tanto a besarnos y a soltar alguna carisia tierna. Pero ese día las cosas eran diferentes. La ternura se veía cada vez mas atenuada por la calentura. Los tramos de camino sin besarnos eran cada vez más cortos. Y las caricias ahora eran pesadas manos que recorrian el cuerpo del otro.
En una esquina nos detuvimos, la arrinconé contra la pared, le dí un beso en la boca que rápidamente se despego, recorrió su rostro y llego a su cuello. Mis manos habían encontrado su cintura, luego su culo. Ese culo hermoso de bailarina, firme y apetitoso. Ella me tomaba de la nuca con sos dedos entre mi pelo, con la otra mano me sostenía el rostro, mientras que con los ojos cerrados estiraba su cabeza para cederme su cuello y dejaba en mi oído unos pequeños gemidos productos de la agitación y el placer.
Tenia unos pechos exquisitos, firmes, apetitosos, mas de una vez me quedé como hipnotizado en su escote. Con una mano subí en busca de su hermosa teta, cuando llegue la rodeé, la tomé, la apreté suavemente. Al instante ella me empujó con una mano y me apartó del todo, me sonrió y comenzó a caminar nuevamente.
Era evidente que nos queríamos matar, y el estar en la calle le daba un gustito particular. Seguimos caminando, ya se arrimaba la madrugada, cada tanto volvíamos a parar y nuestros arrebatos eran cada vez más largos y más intensos.
De pronto se iluminó la noche! Ahí lo vi!! Era una entrada de autos de un… geriátrico… tenia unos 6mts de profundidad hasta el portón por unos 3mts de ancho y no tenia ningún tipo de iluminación. No lo pensé si un segundo, la agarre del brazo y la arrastre hacia el interior de la cochera. Apenas entramos me acerco a ella de un tiron poniéndose contra la pared. Nos besamos, nos abrazamos, me comió el cuello, mientras yo le mordía el lóbulo de la oreja. Metí una mano adentro de su pantalón, tipo babucha, busqué por debajo de su bombacha y encontré la raja de su culo, la que me llevó a su concha. Era increíble!!! Carnosa, tierna y estaba empapada, apenas la toqué dejó escapar un gemido contenido. Acaricié la vulva un instante… ella se desesperaba… entré con un dedo en su jugoso agujero… me apretó fuerte con sus brazos y esta vez el gemido no lo pudo contener.
Jugué con su concha; entraba y salía, entraba y salía, entraba, mas adentro, y salía… ella se retorcía. Le metí un dedo mas, cada vez estaba mas mojada y mas abierta.
Baje con mi boca por su cuello, y seguí hasta sus tetas. Tenía puesto una remerita negra, escotada, que le quedaba muy bien. Me posé en medio de sus pechos y se los lamí y se los bese con locura. Con mi otra mano tire de su escote y de su corpiño, dejando ese pezón perfecto a la vista. Llegué con mi lengua y con mi dientes, lo saboreé, lo mordisqueé y así le comí las tetas.
Ella temblaba, estaba descontrolada, bajo con su mano y me agarro la verga. La tenía durísima, estaba extremadamente caliente, me la apretó, me la manoseo, metió la mano por adentro del pantalón, y me la agarró con fuerza.
De pronto me aparto, mirándome fijo a los ojos me desabrocho el pantalón, me bajó el cierre y sin dejar de mirarme se arrodilló adelante mío. Sacó mi poronga de mis calzoncillos y me empezó a pajear, sabía lo que quería y me hizo desear, acercaba sus labios y me rozaba con la lengua. Yo me volvía loco.
Por fin se la metió en la boca, me la chupó con ganas. Recorría todo el tronco de mi pija, metiéndosela toda en la boca. Yo explotaba, no daba más.
Volvió a mirarme, sin soltar mi verga, se levantó, me dio un largo beso, su lengua hizo firuletes en mi boca, me miraba como diciendo “a esto sabe tu pija, y me encanta”. Me siguió besando el cuello, subió hasta mi oreja, y entre mordiscos me susurró –cogeme, cogeme toda!!-.
Volví a agarrarla del culo, volví a chuparle las tetas, y rápidamente la di vuelta. La apreté contra la pared, metí una mano en su pantalón, y busqué su concha, mientras le daba besos en la nuca. Estaba excitada, totalmente entregada, podía hacerle lo que quisiera, no se iba a oponer.
Encontré su clítoris, lo apreté, ella gimió y se dobló. Aproveché esto para bajarle el pantalón, lo suficiente para dejar todo su hermoso culo al aire. Me arrodillé, se lo besé y hundí mi cara en su concha: el aroma era increíble, me volvía loco, me hacía sentir que estaba por acabar. Le lamí y le mordí esa carnosa vulva. Ella me había agarrado de la cabeza, como si no quisiera que me vaya nunca de ahí. Zafé con dificultad, me levanté por detrás, busqué su boca por encima de su hombro, le dí un beso y le dije al oído –a esto sabe tu concha, y me encanta-.
Después de eso la tomé de la cintura, obligándola a inclinarse, agarré mi poronga con mi mano hábil y busqué su agujero. La hice desear un poco, le metí primero la puntita, ella se salía de la vaina, su concha estaba tan jugosa que me dejaba la verga empapada. Se la metí toda sin dificultad, ella soltó un gemido agitado y lleno de placer. Ya no me pude controlar, la cogí con fuerza, bombeé fuerte sobre su culo. La agarré de las tetas con una mano, con la otra tuve que taparle la boca, porque sus gemidos, cada vez más fuertes, podían llamar la atención. Me concentré para no acabar, ella se estremecía, a mi se me hacía cada vez más difícil aguantar. Se zafó de mi mano y acabó con un gemido agudo y largo que se fue apagando en el aire hasta que se desplomó, totalmente relajada, contra la pared.
La abracé unos instantes, la besé y le dije al oído –no doy más, me voy a poner un forro-. –No!!-dijo ella. Se paró firme, se dio vuelta subiéndose las babuchas. Me miró, me dio un hermoso beso, y me dijo –Dejame a mí. Volvió a arrodillarse frente a mí, agarró mi poronga, y empezó a chuparla. Acompañaba sus cabezazos con una mano en mi pija. Yo tomé su cabeza en mis manos, no podía creer el placer que sentía. Ella me pajeaba, me la lamía, me chupaba se la metía toda hasta la garganta y cada tanto me dedicaba una miradita.-que hermosa puta Dios!!!-dije. Ella me pajeaba mirándome, con la boca abierta y la lengua afuera, como esperando mi leche. Y así, desarmándome, acabé con todo en su cara y en su boca. Me la volvió a chupar, cuidadosamente me la limpió con su lengua y se tragó toda mi calentura con gusto.
Sin dejar de mirarme se levantó, yo estaba totalmente agitado. Se acercó, me besó, le limpié el semen aún caliente que tenía en su cara. Nos dimos un largo beso, nos arreglamos la ropa, y salimos de la cochera, nuevamente camino a su casa.
Apenas pisamos la vereda, nos cruzamos con una pareja, que al vernos desalineados, saliendo de la oscuridad, nos sonrieron como sabiéndolo todo…
Bueno gente saludos!!!
el próximo va a venir con producción fotográfica!
adeo...
15 comentarios - En la calle
saludos imat
Quedo a la espera de más!!
Un beso.
gracias a todos, espero subir uno nuevo pronto.
saludos