Esto empezó un viernes por la noche. Mi amiga, compañera de cuarto y amante tuvo que adelantar su viaje a nuestro pueblo natal debido a que su madre estaba internada con un grave caso de dengue. Era el mes de enero y hacía muchísimo calor, incluso en las noches, y era peor aquel día pues mi amiga no quiso darse un revolcón conmigo antes de irse, no creo que puedan imaginarse lo caliente que estaba.
Ya habían pasado dos meses desde que empecé mi experiencia lesbica con ella y en ese tiempo no tuve a un solo hombre, ya extrañaba ese olor tan único del miembro viril masculino que me volvía loca y me impulsaba a chuparla con toda el alma. Extrañaba esa sensación tan genial de sentir a un hombre encima mio, presionándome, poseyéndome. Esa excitación máxima que una siente cuando su macho la lleva al orgasmo y no la deja descansar un solo segundo sino que sigo dándole placer hasta que otro orgasmo decide liberarse. Quería una pija, era urgente.
Llame al ex de mi amiga, se me puso difícil pues argumentaba que yo lo había dejado de buscar y que él ya tenía otra, estuve casi dos horas en el teléfono hasta que finalmente accedió a cogerme, pero con una condición, nada de sexo anal, según él ese sería mi castigo por haberlo dejado abandonado. Al principió me negué pero al rato acepté pues encerio necesitaba una buena ración de verga y él la tenía bien grande. La espera fue eterna, lo esperé en ropa interior sentada en la cama hasta que finalmente tocaron la puerta. Salí disparada de la cama y abrí la puerta de una para pegar mi boca con la suya mientras una mano ya masajeaba su entrepierna. Él se emocionó mucho, tanta atención de seguro lo impactó.
Cerré la puerta luego de que entrara y sin mediar palabra le bajé los pantalones. Le dediqué una mamada digna de actriz porno, cuando extrañé eso,ese sabor salidito, raro pero tan erótico. El lo gozaba, se retorcía, gemía, me apretaba la cabeza para que me la metiera entera y hacía lo hacía, fue tanto lo que le hice gozar y tanta mi concentración en la mamada que él tuvo que arrancármela de la boca pues él me había estado diciendo que ya se venía y yo no lo había escuchado. Me hizo algo de daño al estirarme tan fuerte del cabello pero se disculpó dedicándome una mamada de ensueño,la disfruté pero no dejé que me llevara hasta el orgasmo, la quería dentro. Se lo hice saber y el no dudó en ponerse el forrito para mandarme verga, el perrito, sentados, parados, acostados, me estaba matando y yo a él con la tremenda forma en que lo monté, de seguro que le dolían las bolas pero se aguantaba como macho. Llenó el primer condón con su delicioso semen, que me bebí del forro y a él le encantó tanto que tuvo otra erección ahí mismo, me dijo que me pusiera en cuatro pero yo tenía otros planes, lo senté en el borde de la cama y yo me senté arriba de su verga, tomé unas bolitas chinas que habíamos comprado con mi amiga y se lo dí para que me las metiera en el culo al tiempo que yo lo montaba. Como lo esperaba, el ver como mi culo se dilataba mientras me metía las bolitas lo puso tan caliente que me agarró de la cintura y me tiró en la cama, ahí mientras estaba boca abajo me la metió entera en el culo y me la metió y sacó por mas de una hora; se había olvidado de su condición, cosa que luego le agradecí.
El sábado por la mañana el había desaparecido sin decirme nada, eso me hizo sentir como una puta y me calentó aun más. Desnuda como estaba fui a la habitación del profe que me había roto el culo por primera vez, habíamos tenido una pelea y desde entonces evitábamos vernos, pero ese era el mejor momento para una reconciliación. Toqué la puerta y cuando el me vio ahí desnuda frente a su puerta me tomó de la mano y me jaló hacia adentró. Inmediatamente me metió mano y yo a él, me recordó lo mucho que le gustaban mis tetas comiéndomelas como solo él sabía, ahhhhhhhhhhhh....ahí si que vine. Me puse de rodillas y la mamé con gusto, se la puse bien dura y se la pedí en el culo. Trajo un lubricante, tanta consideración me tuvo que me la puso bien despacio hasta que la sentí toda adentro, sin duda el grosor de esa verga era único, mi abría el culo como nadie más. Me lo rompió bien, pero bien encerio, tres veces en esa mañana y me pidió que pasara la tarde con él, no lo pensé y acepté de una. Cogimos toda la tarde y el ultimo polvo me lo dedicó en mi posición favorita(lean mis otros post para saber cual es) casi una hora intercambiando concha y culo, culo y concha. Luego recordé que debía ir a mi casa en mi ciudad natal y pues ya se me había pasado la hora.
Por suerte dí con mi primo que iba de camino y se ofreció a llevarme. Tuve que pagarle con mi cuerpo, cosa que hice con gusto, dos veces en el camino. En la primera ronda me cogió bien rico de a perrito, primero por mi chochito, después ya por el culo al que le dedicó una buena lecheada. Para la segunda ronda me tocó a mi montarlo y terminamos la faena con un 69 bien rico.
Llegamos ya de noche a casa y yo estaba exhausta después de las horas de intensivas de sexo del mejor. Pero para mi aun no había acabado.Mi primo entro a hurtadillas a mi casa y se metió en mi cama. Que bien me cogió el condenado. Me lo hizo también en mi pose preferida y en todas las poses que quisimos, me dejó la cara llena de leche y se fue. Yo quedé desplomada pero más que satisfecha.
El domingo por la tarde me encontró con mi ex del colegio y me invitó a su casa donde no había nadie.
Se imaginaron bien, también lo hice con él. A diferencia de con los otros, con él preferí hacer yo todo el trabajo pues sabía que a él le encantaba ver como me rebotan las tetas cuando lo estoy montando y a mi me encanta que me las chupe. Le ofrecí el culo, el me lo había pedido en el colegio pero pues yo no se lo dí, así que pagué mi deuda. Me lo hizo con ganas y hasta me conmovió la emoción con la que me cogía, si supieran todo lo que me dijo al oído mientras me la metía bien duro por el rabo jajaja no dormirían en días, se los aseguro. Para terminar me lo llenó con su leche, le salió bastante, y se quedó mirando atentamente como se iba derramando de a poco hacia mi vagina.
Mi primo se ofreció a llevarme de vuelta, ya saben cual fue la paga jajaja.
En fin, cuando llegué al departamento mi amiga se lanzó sobre mi como una loba hambrienta y me dio mi ración de concha del mejor fin de semana de mi vida.
Ya habían pasado dos meses desde que empecé mi experiencia lesbica con ella y en ese tiempo no tuve a un solo hombre, ya extrañaba ese olor tan único del miembro viril masculino que me volvía loca y me impulsaba a chuparla con toda el alma. Extrañaba esa sensación tan genial de sentir a un hombre encima mio, presionándome, poseyéndome. Esa excitación máxima que una siente cuando su macho la lleva al orgasmo y no la deja descansar un solo segundo sino que sigo dándole placer hasta que otro orgasmo decide liberarse. Quería una pija, era urgente.
Llame al ex de mi amiga, se me puso difícil pues argumentaba que yo lo había dejado de buscar y que él ya tenía otra, estuve casi dos horas en el teléfono hasta que finalmente accedió a cogerme, pero con una condición, nada de sexo anal, según él ese sería mi castigo por haberlo dejado abandonado. Al principió me negué pero al rato acepté pues encerio necesitaba una buena ración de verga y él la tenía bien grande. La espera fue eterna, lo esperé en ropa interior sentada en la cama hasta que finalmente tocaron la puerta. Salí disparada de la cama y abrí la puerta de una para pegar mi boca con la suya mientras una mano ya masajeaba su entrepierna. Él se emocionó mucho, tanta atención de seguro lo impactó.
Cerré la puerta luego de que entrara y sin mediar palabra le bajé los pantalones. Le dediqué una mamada digna de actriz porno, cuando extrañé eso,ese sabor salidito, raro pero tan erótico. El lo gozaba, se retorcía, gemía, me apretaba la cabeza para que me la metiera entera y hacía lo hacía, fue tanto lo que le hice gozar y tanta mi concentración en la mamada que él tuvo que arrancármela de la boca pues él me había estado diciendo que ya se venía y yo no lo había escuchado. Me hizo algo de daño al estirarme tan fuerte del cabello pero se disculpó dedicándome una mamada de ensueño,la disfruté pero no dejé que me llevara hasta el orgasmo, la quería dentro. Se lo hice saber y el no dudó en ponerse el forrito para mandarme verga, el perrito, sentados, parados, acostados, me estaba matando y yo a él con la tremenda forma en que lo monté, de seguro que le dolían las bolas pero se aguantaba como macho. Llenó el primer condón con su delicioso semen, que me bebí del forro y a él le encantó tanto que tuvo otra erección ahí mismo, me dijo que me pusiera en cuatro pero yo tenía otros planes, lo senté en el borde de la cama y yo me senté arriba de su verga, tomé unas bolitas chinas que habíamos comprado con mi amiga y se lo dí para que me las metiera en el culo al tiempo que yo lo montaba. Como lo esperaba, el ver como mi culo se dilataba mientras me metía las bolitas lo puso tan caliente que me agarró de la cintura y me tiró en la cama, ahí mientras estaba boca abajo me la metió entera en el culo y me la metió y sacó por mas de una hora; se había olvidado de su condición, cosa que luego le agradecí.
El sábado por la mañana el había desaparecido sin decirme nada, eso me hizo sentir como una puta y me calentó aun más. Desnuda como estaba fui a la habitación del profe que me había roto el culo por primera vez, habíamos tenido una pelea y desde entonces evitábamos vernos, pero ese era el mejor momento para una reconciliación. Toqué la puerta y cuando el me vio ahí desnuda frente a su puerta me tomó de la mano y me jaló hacia adentró. Inmediatamente me metió mano y yo a él, me recordó lo mucho que le gustaban mis tetas comiéndomelas como solo él sabía, ahhhhhhhhhhhh....ahí si que vine. Me puse de rodillas y la mamé con gusto, se la puse bien dura y se la pedí en el culo. Trajo un lubricante, tanta consideración me tuvo que me la puso bien despacio hasta que la sentí toda adentro, sin duda el grosor de esa verga era único, mi abría el culo como nadie más. Me lo rompió bien, pero bien encerio, tres veces en esa mañana y me pidió que pasara la tarde con él, no lo pensé y acepté de una. Cogimos toda la tarde y el ultimo polvo me lo dedicó en mi posición favorita(lean mis otros post para saber cual es) casi una hora intercambiando concha y culo, culo y concha. Luego recordé que debía ir a mi casa en mi ciudad natal y pues ya se me había pasado la hora.
Por suerte dí con mi primo que iba de camino y se ofreció a llevarme. Tuve que pagarle con mi cuerpo, cosa que hice con gusto, dos veces en el camino. En la primera ronda me cogió bien rico de a perrito, primero por mi chochito, después ya por el culo al que le dedicó una buena lecheada. Para la segunda ronda me tocó a mi montarlo y terminamos la faena con un 69 bien rico.
Llegamos ya de noche a casa y yo estaba exhausta después de las horas de intensivas de sexo del mejor. Pero para mi aun no había acabado.Mi primo entro a hurtadillas a mi casa y se metió en mi cama. Que bien me cogió el condenado. Me lo hizo también en mi pose preferida y en todas las poses que quisimos, me dejó la cara llena de leche y se fue. Yo quedé desplomada pero más que satisfecha.
El domingo por la tarde me encontró con mi ex del colegio y me invitó a su casa donde no había nadie.
Se imaginaron bien, también lo hice con él. A diferencia de con los otros, con él preferí hacer yo todo el trabajo pues sabía que a él le encantaba ver como me rebotan las tetas cuando lo estoy montando y a mi me encanta que me las chupe. Le ofrecí el culo, el me lo había pedido en el colegio pero pues yo no se lo dí, así que pagué mi deuda. Me lo hizo con ganas y hasta me conmovió la emoción con la que me cogía, si supieran todo lo que me dijo al oído mientras me la metía bien duro por el rabo jajaja no dormirían en días, se los aseguro. Para terminar me lo llenó con su leche, le salió bastante, y se quedó mirando atentamente como se iba derramando de a poco hacia mi vagina.
Mi primo se ofreció a llevarme de vuelta, ya saben cual fue la paga jajaja.
En fin, cuando llegué al departamento mi amiga se lanzó sobre mi como una loba hambrienta y me dio mi ración de concha del mejor fin de semana de mi vida.
6 comentarios - El mejor fin de semana de mi vida.