Este es el primer relato de cómo empezamos a recorrer este fantástico y morboso mundo liberal. A modo de introducción voy a comentar algunos detalles de nuestro matrimonio y un poco de historia de cómo empezamos a incursionar en el ambiente liberal.
Somos un matrimonio de 12 años de casados, mi mujer tiene 36 años y yo 32. Ella es de estatura baja (1,55 de altura), delgada (55 kilos) piel blanca. Tenemos 2 hijos.
Sexualmente nos llevamos siempre muy bien. Yo por mi parte, empecé a incursionar como tercero con algunas parejas, esto me impulso a proponérselo a mi mujer hacer lo mismo, en principio no lo agrado mucho la idea pero de a poco fue sediento hasta que se decidió y empezamos a incursionar en los tríos HMH.
Nos tomo un buen tiempo encontrar al primer hombre indicado para nuestro primer trío. Con el hicimos varios tríos en un lapso de tiempo de casi 2 años hasta que decidimos buscar otras personas. Así conocimos a 2 hombres mas con los cuales hicimos algunos tríos.
Así estuvimos durante 4 años, hasta que me empezó a excitar la idea de que mi mujer tuviera amantes con los cuales podía salir sola, lo conversamos y ella accedió siempre y cuando no le pusiese ningún tipo de límites, lo pensé y la verdad con lo que me excitaba esa idea accedí a su pedido, ella podría coger con quien quisiera, donde quisiera, como quisiera y las veces que quisiera, sin ningún tipo de limites. A partir de aquí surge el primer relato de su primer encuentro a solas con otro hombre.
Ella se preparó para el encuentro con un jeans elastisado, camisa con chaleco, zapatos altos y un conjunto de ropa interior negra, bien perfumada y maquillada.
El encuentro transcurrió textualmente según el propio relato de mi esposa tal como sigue a continuación:
Viajando en ómnibus de regreso a casa, se dio la casualidad de que un hombre que había subido se sendo al lado suyo y empezó a conversarle, a ella le agrado y le siguió la corriente. Casualmente este hombre viajaba hasta la ciudad donde vivimos, así que tuvieron casi 1 hora de viaje que les permitió conversar bastante.
El hombre en cuestión, tenía unos 45 años, bien llevados por lo que me relató mi mujer. En fin, al llegar al lugar donde el tenía que bajarse, intercambiaron números de celulares. A partir de ahí empezaron a intercambiar algunos mensajes hasta que quedaron en encontrarse.
Al llegar al lugar le envié un mensaje de texto para saber donde estaba, me contesto que estaba en el patio de comidas, tenia un pantalón negro de vestir, camisa a rayas un tono lila y zapatos negros, nos saludamos y salimos del lugar y fuimos a una parada de taxi, subimos y nos fuimos al motel, entramos y era muy acogedor el lugar, bien cómodo, al entrar el me dijo si no me molestaba si se tomaba un baño porque se sentía sudado, le dije que si y se bañó; salió ya solo con la toalla, yo estaba sentada en la cama ya me había sacado el chaleco y los zapatos.
Se sentó a mi lado y me dijo que estaba muy linda, me miró un buen rato y exclamo “uuf como se empieza esto jaja” nos reímos, se acercó más y me besó en los labios, me levanto parándonos frente a frente, me abrazó mientras me besaba y acariciaba mi espalda, me desprendía la camisa mientras me besaba el cuello y mejilla, ya sin la camisa me dio vuelta dándole la espalda a él pero apoyada a su cuerpo.
Me besó toda la espalda, hombros, brazos, suavemente, no estuvo nada mal; después me desprendió el jeans y yo me lo saqué, me dijo q le encantaba el negro de mi ropa interior, que hice una buena elección al llevar ese color, y que más resaltaba en mi blanca piel; me abrazó y acarició todo el cuerpo diciéndome q nunca había tocado una piel tan suave y hermosa, seguíamos muy bien, me llevó despacito hacia el costado de la cama y me acostó.
Ya sobre mí, me empezó a lamer todo desde mis pies hasta arriba, me chupó las tetas, y fue bajando, me saco la tanga y me dijo q realmente coincidíamos en todo, pues le encantaba que lleve la concha depilada, me empezó a chupar la concha, fue una muy buena chupada de concha por un largo rato, después me moví para intentar chuparle yo también, empecé tocándole y se esquivó de mí. Entonces le dejé: me siguió chupando él, lo hace bien, pero fue pura chupada.
Ya me estaba aburriendo con tanta chupada y nada de acción, me puse de cuatro y empecé a chuparle y cuando le di 4 o 5 lamidas me saco y ahí me di cuenta que estaba muy caliente y le apuraba, me dijo que chupaba muy bien y que no aguantaba, siguió él y después volví a intentar chuparle otra vez, al hacer la misma cosa ya no aguantó y se vino, me dijo q era muy rica y q le excité demasiado.
Se limpió y volvió, directo a la chupada de concha otra vez, lo hacía bien por que variaba y me acariciaba mientras lo hacia, se sentía excitadísimo haciéndolo pero a mi ya me aburría, así que empecé a chuparle devuelta enseguida se volvió a poner dura, empezó a besarme y me dijo que se iba a poner el preservativo, uuff, por fin, ya había pasado más de media hora de que habíamos empezado la acción, me pidió que le ponga el preservativo y se lo puse pensé que por fin ya me la iba ensartar pero no, siguió chupándome la concha hasta se decidió a metérmela pero despacito demasiado despacio y apenas me penetró me dijo que era extremadamente rica, que era calentita y demasiado rica y saco casi enseguida otra vez pues ya le apuraba devuelta al parecer, con lo despacio y poco que me penetró me dejaba con puras ganas, sólo quería que vos estés ahí y me martillaras como lo sabes hacer vos, siguió chupando y en una parte me encanto por lo que gemí y le hizo pensar a el que estaba teniendo un orgasmo pero no, luego me puso de cuatro y yo pensé dentro mío bingo.. Pero no, otra vez muy despacio y sin martillar y de vuelta me volvió a chupar la concha y el culo en esa posición, pero lo que yo quería nada, no me penetraba, le dije que se ponga boca para arriba y le monte yo, al rato me saco otra vez y me dijo que el estaba apenas aguantando y que siguiera solo cuando este por llegar al orgasmo, sino me iba a ganar otra vez, pero como yo tenia tantas ganas de ser penetrada seguí moviéndome y empecé a gemir, el pensó que tenía un orgasmo y el me decía que ya no aguantaba por que me movía demasiado bien y que era muy rica y al rato nomás volvió a acabar.
Me tire al lado de el y me besó en los labios, me dijo que lo disfruto muchísimo y que era una mujer espectacular, muy fina y delicada y aparte de eso exquisita, me pregunto q me pareció y mintiéndole le dije que estuvo bien.
Como se habrán dado cuenta, lastimosamente no fue una muy buena primera experiencia para mi mujer, justó le había tocado un gran eyaculador precoz como amante ocasional, pero aunque ustedes no lo crean, este personaje volvió a tener una segunda oportunidad, pero esta vez en un trío con un compañero suyo de trabajo, el desenlace de este encuentro les contaré en el siguiente relato.
3 comentarios - Primera infidelidad consentida de la mujer
Gracias por pasar y por tus palabras! 😉