Mi esposa Lorena y su segunda viginidad.

Después de haberme cojido y chiquiteado por primera vez a mi cuñada Imelda en el aniversario de la independencia de México, no volvimos a estar juntos por muchos meses, pues nos fuimos a radicar a otra ciudad por cuestiones de mi trabajo. La experiencia de sexo anal con mi cuñada, me dejo sediento, por lo que busque la manera de seguir disfrutando de el tratando de convencer a mi esposa quien hasta ese momento se mostraba reacia a entregarme su chiquilin.

Para ello me preparé a conciencia, leyendo tips para inducir a mi pareja al sexo anal, viendo videos pornos y compartiéndolos con mi esposa para que viera lo rico que podía ser, Lorena, poco a poco dejo de ver con aversión el sexo anal y comenzó a gustar de los videos, sobre todo el que exhibió a la actriz Noelia en la red, yo me fui dando cuenta por que al hacerle el sexo oral cada vez me dejaba explorar mas hacia el sur, hasta que de plano un día, ella misma levanto su pelvis y recogiendo sus piernas sobre sus pechos me ofreció su culo para que lo comiera a placer.

Esa noche fue riquísima, el preludio de su advenimiento anal, le comí el culo con la pasión, el hambre y la sed contenida por mucho tiempo, ya no fueron esos lengüetazos furtivos que yo le propinaba para insinuarle que me abriera sus nalgas, no… ahora fui acomodándola boca abajo lamiéndole su espalda, recorriendo su columna de arriba abajo, separando sus nalgas para depositar en la entrada de su templo oscuro cálidos besos, acallados con gemidos y respiraciones profundamente reprimidas por mi nena, quien en un frágil intento por ocultar lo mucho que le atraía que le diera mi verga por el culo solo atinaba a morder su almohada y ahogar sus pujidos.

Al ver como Lorena se debatía en una débil resistencia y el cada vez mas irrefrenable deseo por entregarme su culo, decidí preparar su culo para lo inevitable…

La hice el sexo oral por atrás, ella en posición de perrito y una vez caliente, le pedi que se mantuviera en esa posición, diciéndole que le iba a hacer algo muy rico, ella solo se dejó conducir y mas deseosa que resignada a lo que venía levantó aun mas su culo, me pare tras de ella masturbándome arrojando chorros de leche sobre su espalda baja y su culo, ella jadeo como una perra, diciéndome que estaba sintiendo riquísimo.

Acto seguido, me senté en el borde de la cama y la acomode de a perrito en forma perpendicular a mí, quedando ella como si fuera una niña a la que le fuera a dar unas nalgadas, inmediatamente humedecí mi dedo índice con sus fluidos vaginales y mi semen y comencé a acariciarle el ano, introduciéndolo lentamente, ella arqueo la espalda con cierto temor y gozo, pero no dijo nada…comencé a meter y sacar el dedo con mucho cuidado diciéndole con voz susurrante que me dejara continuar y que lo disfrutara.

Ella asintió con la cabeza y comenzó a relajarse hasta el grado que comenzó a jadear con la dedeada anal que le estaba dando, poco a poco le fui introduciendo mas profundo el dedo hasta que literalmente Lorena berreaba de gozo exclamando -¡hay que rico, que rico siento papi, por que no me lo habías hechooooo, hay papi sigue, sigueeeeee por favorrrrrr.!-

Le pregunte si quería otro dedo y ella fuera de sí me contestó, - si mi amor, todo lo que tu kieras yaaaaaaaaaaaaa-. En ese momento sentí que su hora había llegado y continue dándole con los otros dos dedos de tal forma que ya tenia el culo lo suficientemente dilatado para recibir mi verga.

De inmediato le coloque una almohada bajo su vientre y le separé las nalgas para tomar mi premio, poco a poco le fui apuntando el pito hasta la entrada de su culo, sin embargo, en el ultimo momento, Lorena prefirió que no era el momento y se dio el sacón, pidiéndome perdón por no acceder a mis deseos aduciendo que no se sentía lista, que le gustaba la idea y lo deseaba fervientemente pero que tenia miedo de que le fuera a causar algún daño en su salud; apenada por su negativa, Lorena me dio una soberana mamada que culminó con una chaquetita (paja) para aliviar mi erección.

Los días siguientes yo me la pase reflexionando sobre cual había sido mi falla, me dedique a buscar información sobre los efectos del sexo anal en la salud de las personas receptivas… descubri muchos prejuicios pero también mucha información honesta y objetiva, que le mostré a Lorena en la medida que lo aceptó.

En esas fechas por cuestiones de trabajo tuve que salir fuera y solo nos comunicábamos Lorena y yo por internet, chateábamos cachondamente mucho, sobre que haríamos cada uno con el otro si estuviéramos juntos, mis descripciones, obvio estaban encaminadas a estrenarle su chiquito, al principio del flirteo, Lorena lo aceptaba hasta que llegábamos al punto de la penetración y automáticamente mi esposa cambiaba la conversación o me reprochaba el que siguiera insistiendo en lo mismo.

Mi ausencia se prolongó hasta por 6 meses en los cuales logre ir un par de veces a casa, para ver a mi familia, logrando solo tener sexo vaginal y oral-anal con mi esposa, en algunas sesiones me dejo friccionar mi verga contra su culo sin penetrarla, apretándome el miembro con sus nalgas (esta bien culona por cierto) hasta que me hacia llegar al orgasmo yo imaginándome que la estaba enculando y ella disfrutando los tallones que le daba en el culo y el desparrame de mi leche en su colita.

En mis ratos libres le mandaba a su correo videos muy cachondos de sexo anal, claro esta que los buscaba y seleccionaba entre los más delicados y que hasta cierto punto tuvieran una carga de erotismo que me ayudara a seducir a mi esposa.

Un dia en que tuve la oportunidad de visitar a mi familia, le avise a mi esposa que llegaría mas temprano que de costumbre, mis hijos estarían en la escuela, asi que le pregunte si deseaba algo en particular, ella me pidió que comprara unas películas pornográficas de las que yo quisiera para verlas, asi que ni tardoo ni perezoso compre unas de sexo anal.

Al llegar a casa, encontré a Lorena enfundada en unos ligueros negros, tanga de gasa, con dos aberturas en el puente de la entrepierna (como la tanga roja de mi cuñada Imelda, me imagino que tal vez mi cuñis pudo haberle dado el consejo sobre ella), sus tetas al aire, turgentes y desafiantes, que me recibían prometedoramente.

No tuve tiempo de poner la película, porque comenzamos a besarnos y a quitarme la ropa desesperadamente, le bese el cuello y sus tetas hasta que enrojecieron por la fricción de mi lengua y mi barba a medio crecer, con ansias me deslice hasta su mata de pelos negra como el azabache y espesa como un helecho tropical, comencé a lamer sus labios vaginales, aspire su jugo y sus aromas, le mordí el clítoris mientras le introducía un dedo en el culo, sincronizando la penetración con mi lengua en su vagina
Y el dedo en su ano, Lorena inmediatamente comenzó a emanar dulces fluidos que me deleitaron y alimentaron mi libido… confiada de que no había nadie mas en casa comenzó a exclamar una sarta de linduras, de esas que lo ponen a uno a mil por hora, pero he de confesar que yo solo deseaba una sola cosa…su culo.

Después de mamarle a placer el coño, Lorena levanto su pelvis para que pudiera mamarle el culo con total libertad, sin embargo, haciendo acopio de toda mis fuerzas segui pegado a su panocha peluda, mamandosela como si fuera el ultimo manjar en un festin.

Desesperada seguía gritando cosas como -¡hay papi damelo ya quiero tu tranca damelaaaaaaaaaaa!-, yo solo le decía- no aun no hasta que me lo supliques, quiero que ruegues por que te coja…

Totalmente fuera de si por la excitación que sentía, Lorena me levanto la cara de su pepa y jalándome hacia ella me dijo:

-¡ya papito, mi amor, dame tu verga porfis, siiiii!
Premeditadamente, aprovechando sus jugos intimos y mi saliva, le meti dos de mis dedos índice y medio en el culo, mientras mi pulgar se introducía en su pepa, arrancándole mas berridos.

Lorena, excitada como estaba, suplico una vez mas … -¡papi, por favor, dame tu verga, me quemo, andale ya no me hagas sufrir!!-

le pregunte: donde kieres que te la meta mami?...- donde kieras papi- dijo Lorena. -ya ni se donde la deseo mas yaaaaaaaaa!.

Y uniendo la acción a sus palabras, lentamente mi mujer fue reclinándose sobre sus pechos hasta ofrecerme sumisa su portentoso culo, el cual admire enfundado en su tanga con abertura listo para flanquearle la entrada a mi pene. Asi que ni tardo ni perezoso procedi a penetrarle su vagina con el fin de humectarme el miembro y acto seguido me coloque cual león a punto del coito sobre su hembra y susurrándole al oído comencé a abrirme paso en su pliegue anal.

Entro la cabeza y me detuve, diciéndole – ya bebita ya estoy entrando en ti… siénteme, relájate, no te resistas mas, lo has deseado desde hace mucho…ya mi amor, mi dulce amor, entrégame tu segunda virginidad.

Debo decirles que esta ultima frase fue mágica, porque nos dio el entorno que necesitábamos para conjuntarnos plenamente, mi mujer, se sintió tocada en su fibra mas profunda de su sentimiento y (me lo confeso después) sintiéndose transportada al momento cuando se entrego a mi por primera vez, empujo su culo hacia mi, haciendo que de un solo golpe le introdujera mi verga.

Ya completamente enculada, jadeaba y berreaba literalmente, diciendo -¡¡hayyyy papi que riquísimo siento, hay mi amor, toma mi culoooooooo, es tuyo a partir de hoy y para siempreeeeeee, hay mi amor, hayyyyyyyyy, que ricoooooo, hazme lo que quieras papi soy tu esclava tu puta lo que quieras que seaaaaaaa, siento riquisimooooooooooo!!-

Yo no aguante mas de medio minuto bombeando y sin poder resistir le grite: -mami me estoy viniendo ya no aguantooooooo!!-

-Si, damela, dame toda tu leche papi todaaaaaaaa-. A la vez que ella misma se empujaba con fuerza hacia mi…tuvimos un orgasmo juntos, ella anal-vaginal y yo de los mejores que he tenido en mi vida, me deje caer sobre ella y a la vez que experimentábamos espasmos de placer le tome ambas manos entrelazando sus dedos con los mios, hasta que exhaustos quedamos tendidos ella dándome la espalda y todavía enculada yo detrás suyo en posición de cuchara.

Media hora después despabilamos el sopor en que estábamos habíamos caído; Lorena me dijo:- papi que rico fue todo, te cumpli tu fantasía y a mi me has quitado un gran prejuicio, me gusto mucho, no tienes idea de cuanto goce, papiiiii, pero si te pido que no te vayas a obsesionar y termines aburriéndote o queriendo nadamas por ahí-.

Yo sonreí para mis adentros y le conteste que no era necesario, que tendríamos muchas cosas por delante para experimentar y que solo keria que siguiera entregándose a mi así, sin reservas, ni prejuicios.

Cerca del medio dia nos levantamos y nos duchamos para ir por nuestros hijos a la escuela, en el trayecto le vi su cara, llena de gozo, claro yo estaba que no cabía de gozo en mi, ¡¡por fin había chiquiteado a mi esposa, al amor de mi vida, y le había gustado mucho!!.

Los días que siguieron y cada vez que podíamos, fueron de puro cachondeo sin palabras, en la cocina, en la regadera, en el tocador, cualquier momento y lugar fueron propicios para darle al culo de mi esposa, tremendos tallones con mi verga, ya fuera que se agachara o se levantara en puntillas para tomar algo de la alacena, siempre estaba listo con mi verga erecta para pegarsela y provocarle estremecimientos y deseos a Lorena, bastaba que mis hijos se descuidaran para que nos metiéramos al baño y por debajo de su falda, pantalón o panties, la cachondeaba, metiéndole el dedo en el culo provocándole una excitación sin igual, al grado que ahí mismo me pedia que la culeara (otro termino mexicano del sexo anal).

Esta demás decir que en los meses subsiguientes me olvide por completo de mi cuñada Imelda, quien pronto aparecería en escena, pero esa… es otra historia que contar…