Atrapada por mi Sobrino (Parte 1)
Me llamo Valeria, soy chilena, de 41 años, casada, feliz. Soy de estatura media a alta, blanca, bastante "buena" como dice mi esposo. En mi vida personal me considero satisfecha, y por lo mismo nunca he engañado a mi esposo, en realidad jamás he estado con otro en la cama, aunque alguna vez he fantaseado con ello solo por imaginar como se sentirá. En fin, les contaré mi historia.
Resulta que tenemos una pareja de amigos, ahora matrimonio, desde que éramos chiquillos.Tenemos mucha confianza y nos visitamos frecuentemente ya que vivimos en la misma villa. Ellos tienen dos hijos, Paula y Ricardo; nos dicen tÃos a mi esposo y a mà porque nos conocen desde siempre. Hace un tiempo nuestros amigos salieron de viaje por dos semanas y me pidieron que visitara de vez en cuando a los chicos para ver como estaban. Como otras veces, accedà pero solo yo podrÃa ir ya que mi esposo trabaja fuera y llega solo cada 5 dÃas. Una tarde que fui a su casa estaba solo Ricardito viendo tele. Paulita tenÃa clases hasta tarde en el instituto. Me invitó a mirar tele con él. Acepté al tiro porque estaba aburrida y no tenÃa nada que hacer. Estábamos en eso cuando Ricardito me dice poniéndose colorado que tiene un problema muy personal y si acaso puede confiar en mÃ,...¡¡por supuesto que sÃ!!, le respondÃ, soy tu tÃa que te quiere y haré lo que sea por ayudarte. - Lo que pasa tÃa, me dijo,...pero no te enojes por favor, es que nunca he visto ni una parte del cuerpo de una mujer, a menos que no sea en fotos, y parece que se me nota porque mis amigos se burlan de mÃ. Yo se que es una locura tÃa, pero...¿tu podrÃas mostrarme algo que sea? te juro que serÃa nuestro secreto y jamás le dirÃa a mis padres. Eres la mujer adulta más linda que conozco y no tengo confianza con nadie más como para pedirle este tremendo favor. - Pero Ricardito, le dije sobresaltada,...es una verdadera locura lo que me pides, tan solo imagina si tus padres se enteraran. Me juró y rejuró que jamás les dirÃa nada, que lo que yo quisiera mostrarle estarÃa bien, que yo le habÃa ofrecido hacer lo que sea por él y ahora le estaba fallando. Eso me conmovió, - no quiero fallarte nunca le dije, y después le advertÃ, te voy a mostrar solo lo que yo quiera y será nuestro secretito.
Su cara de contento y un sonoro beso en mi mejilla me animaron a seguir. Me paré delante del televisor, lo apagué, y comencé a sacarme lenta y nerviosamente el sweter, mostrando un coqueto sostén de encaje blanco que dejaba traslucir mis pezones, que por extraña razón, se habÃan parado. Dudé por un momento, despues dándole la espalda, lentamente desabroché la prenda y la dejé caer. Le dije, -dame un momento para atreverme antes de darme vuelta. Él me respondió... -tÃa, mejor te das vuelta lentamente y con los ojos cerrados para que no te sientas mal...buena idea, respondÃ. Esperé unos segundos, mi corazón ya se me salÃa del pecho, era una sensación rara, morbosa dirÃa yo, reconocà espantada en mi interior que aquella situación no solo me tenÃa nerviosa sino...caliente. Cerré mis ojos y lentamente comencé a dar la vuelta, en ese momento varios pensamientos pasaban por mi mente, pensaba que entraba abundante luz del ventanal, que ya estaba de costado hacia él y de seguro ya podÃa ver la silueta de mis tetas, recordé mis pezones parados y me dio vergüenza.
Finalmente estuve de frente a él, con mis ojos cerrados sentÃa su mirada, recuerdo que pensé...ojalá que le gusten mis tetas, serÃa terrible haber pasado por esto y que no le gustaran. También me avergoncé por ese pensamiento. Estaba en eso cuando un sonidito extraño me llamó la atención y dándole la espalda comencé nerviosamente a vestirme. Cuando terminé, tardé un rato en mirarlo a la cara, finalmente le pregunté...¿y que te pareció?,espero no haberte defraudado;...¡ahh tÃa, tus senos son más lindos que todo lo que habÃa imaginado, incluso hice algo que talvez no te guste, me dijo bajando la vista,...estaba tan maravillado que no pude aguantar y te tomé una foto. Al ver mis ojos desorbitados por lo de la foto se apresuró a agregar...¡¡pero no te preocupes tiita, fue con mi cámara digital y tu foto no la revelarán, asà que nadie más que yo te verá,...la voy a guardar en mi computador y tu sabes que ni mamá ni papá se meten allà jamás.
Su actitud parecÃa sincera, además que de imaginarlo corriéndose unas pajas con mi foto, mi corazón nuevamente se aceleró. Bueno, le dije nerviosa, me tengo que ir, y por favor...que sea un secretito entre nosotros, y salà rápidamente. Mientras caminaba hacia mi casa pensé...no fue tan malo, hasta me gustó, y además, ya pasó. Esa noche al revisar mi correo electrónico, dà un salto al encontrarme con un e-mail de Ricardito donde venÃa mi foto, me asusté mucho y la borré enseguida. Nuestra hija a veces nos visita y usa el computador; me estremecà de pensar en que pudiera verme pilucha, o casi, en la sala de nuestros amigos (los muebles se veÃan perfectamente).Además mi esposo también usa el computador ya que para sus negocios el e-mail es importante.
Al dÃa siguiente no pensaba ir a su casa, aún me sentÃa incomoda, pero Ricardito me llamó por teléfono diciendo que fuera por favor, que querÃa decirme algo. Acepté y partà como a las 3 de la tarde. Al llegar, de nuevo estaba solo y me contó que la Paula estaba preparando una prueba donde una compañera, que llegarÃa tarde y podrÃamos conversar tranquilos. Pasamos a la sala y lo primero que le dije fue porqué me habÃa mandado la foto, que era muy peligroso y no lo volviera a hacer. Me dijo que me veÃa tan linda que quiso que yo me viera. Agregó que en la noche habÃa estado mirando mucho mi foto, lo que me puso colorada. Pasó un rato de silencio y como tomando aire me dijo muy serio... - TÃa, tu sabes que yo te quiero mucho, y ahora más encima que compartimos otras cositas. Por favor no te enojes, compréndeme, es algo muy especial para mà y por lo mismo...se detuvo un instante como reuniendo valor...quiero mirarte de nuevo, pero esta vez, quiero que te quedes solo en calzones. -!estas loco¡ le dije enojada, -compréndeme tÃa, todo muchacho de mi edad sueña con algo asÃ, y yo no quiero perder esta oportunidad, estoy tan desesperado que de puro nervioso podrÃa mandarle un e-mail al tÃo...esa posibilidad me aterró y le dije: -te pasaste pa'chueco Ricardito, mira con lo que me sales ahora, asà me agradeces lo comprensiva que he sido contigo. Te voy a dar en el gusto, pero solo porque con esa maldita foto me tienes atrapada.
A continuación cerré las cortinas de la sala y me paré en la semi penumbra en el centro de la habitación, sobre la gruesa alfombra redonda, él se sentó cómodamente en el sofá con cara de ansioso. Comencé sacándome el suéter, luego me desabroché la falda larga que llevaba, la cual cayó sola. Quedé solo con un conjunto de sostén y tanga de encaje azul. Después me saqué lentamente el sostén mostrándole nuevamente mis tetas, el corazón de nuevo casi se me arrancaba, veÃa su cara de asombro, parecÃa gustarle mucho el espectáculo y me dijo: -gira lentamente tÃa, quiero verte por todos lados... obedecà en silencio. Después de unos minutos me dice con voz nerviosa: -ya que reconoces tiita que te tengo atrapada...quiero que te saques también el calzón; intenté protestar pero me dà cuenta que era inútil, estaba a merced de un chiquillo que querÃa explorar lo erótico, era su juguete. SentÃa una mezcla de humillación, indefensión, y también mucho morbo. Le dà la espalda y me bajé la tanga, quedé completamente desnuda para él, estaba paralizada, no sabÃa que hacer, su voz me sobresaltó... -date vuelta tÃa...y acércate; lo hice y cuando me paré frente a el un rayo de sol se colaba entre las cortinas y caÃa sobre mÃ, regalándole todos los detalles de mi cuerpo. Me dijo: - recuéstate a mi lado, a lo largo en el sofá. Intenté acomodarme pero con él sentado en un extremo no cabÃan mis piernas, le dije: -no puedo, no quepo contigo ahÃ. Me dijo: -si abres las piernas mucho y pasas la izquierda por atrás mÃo sobre el respaldo cabemos los dos; !!me querÃa con las piernas abiertas...y yo con mi conchita depilada y solo con un pequeño mechón arriba, como le gusta a mi esposo. A esas alturas ya estaba resignada asà que me coloqué en posición, cuando me miré la concha me avergoncé mucho, ahà estaba, peladita, rosada, con los labios semiabiertos y mojados, nunca olvidaré su cara al verme. Por primera vez vi distinto su rostro, no era el del joven que conozco desde bebé, era el de un hombre, uno que estaba tremendamente caliente, que tenÃa un juguete sexual y no sabÃa que harÃa con él. Me dijo...- ábretela mucho..., eso es..., recórrela con un dedo...muy bien, sigue asÃ. En ese punto yo ya no daba más de caliente, mi concha estaba empapada y al estar peladita se notaba claramente, mi dedo se perdÃa a ratos en el interior, gemÃa desesperada, me la abrÃa al máximo, querÃa que me mirara muy bien, querÃa que me viera todo, que viera a su tÃa descontrolada de deseo, que memorizara mi concha mojada con mi dedo hasta adentro, no tenÃa limites, ya todo mi pudor se habÃa ido a la cresta, no podÃa creer que le estuviera haciendo un show sexual a Ricardito, ni a mi marido se lo he hecho jamás.
Fue tan fuerte y especial sentirse un objeto de deseo. Estaba en lo mÃo, acariciando mis agujeros con mi dedo, cuando por fin se decidió y siento un dedo suyo entrando junto al mÃo. -Eso es mi muchachito, hazme lo que quieras, soy tuya para que juegues, tu tiita es tuya, toda tuya...asÃ, asÃ, aprende a gozar con una mujer, ¿no es rico ?,aprovéchame que asà como estoy no tengo fuerzas para negarte nada. Sus dedos me exploraban la concha, nunca habÃan tocado ninguna, me abrÃa los labios, me acariciaba el culo, amasaba mis tetas, pellizcaba mis pezones, y yo gemÃa como loca. Me sentÃa abandonada a sus caprichos, para él serÃa lo que quisiera. De pronto soltó un gemidito ahogado y supe que habÃa acabado, en ese momento acabé yo también quedando allÃ, cansada, mareada y por primera vez, pensando en su pico (me sentà rara con ello). Intente adivinar como lo tendrÃa, ¿será largo? ¿grueso?.Me di cuenta de que si el hubiera querido culiarme yo lo habrÃa dejado, estaba como loca de caliente. Me vestà y sin decir nada partà a casa. Curiosamente, no me sentÃa tan mal, era rico sentirse tan deseada y lo forzado de la situación como que me liberaba de culpa, de alguna forma mi conciencia no me atormentaba, me preguntaba en que terminarÃa todo, no lo sé, estoy atrapada por él.
TIA VALERIA
Si les gusto este relato comenten por que hay segunda parte de esta historia real 🤤
Me llamo Valeria, soy chilena, de 41 años, casada, feliz. Soy de estatura media a alta, blanca, bastante "buena" como dice mi esposo. En mi vida personal me considero satisfecha, y por lo mismo nunca he engañado a mi esposo, en realidad jamás he estado con otro en la cama, aunque alguna vez he fantaseado con ello solo por imaginar como se sentirá. En fin, les contaré mi historia.
Resulta que tenemos una pareja de amigos, ahora matrimonio, desde que éramos chiquillos.Tenemos mucha confianza y nos visitamos frecuentemente ya que vivimos en la misma villa. Ellos tienen dos hijos, Paula y Ricardo; nos dicen tÃos a mi esposo y a mà porque nos conocen desde siempre. Hace un tiempo nuestros amigos salieron de viaje por dos semanas y me pidieron que visitara de vez en cuando a los chicos para ver como estaban. Como otras veces, accedà pero solo yo podrÃa ir ya que mi esposo trabaja fuera y llega solo cada 5 dÃas. Una tarde que fui a su casa estaba solo Ricardito viendo tele. Paulita tenÃa clases hasta tarde en el instituto. Me invitó a mirar tele con él. Acepté al tiro porque estaba aburrida y no tenÃa nada que hacer. Estábamos en eso cuando Ricardito me dice poniéndose colorado que tiene un problema muy personal y si acaso puede confiar en mÃ,...¡¡por supuesto que sÃ!!, le respondÃ, soy tu tÃa que te quiere y haré lo que sea por ayudarte. - Lo que pasa tÃa, me dijo,...pero no te enojes por favor, es que nunca he visto ni una parte del cuerpo de una mujer, a menos que no sea en fotos, y parece que se me nota porque mis amigos se burlan de mÃ. Yo se que es una locura tÃa, pero...¿tu podrÃas mostrarme algo que sea? te juro que serÃa nuestro secreto y jamás le dirÃa a mis padres. Eres la mujer adulta más linda que conozco y no tengo confianza con nadie más como para pedirle este tremendo favor. - Pero Ricardito, le dije sobresaltada,...es una verdadera locura lo que me pides, tan solo imagina si tus padres se enteraran. Me juró y rejuró que jamás les dirÃa nada, que lo que yo quisiera mostrarle estarÃa bien, que yo le habÃa ofrecido hacer lo que sea por él y ahora le estaba fallando. Eso me conmovió, - no quiero fallarte nunca le dije, y después le advertÃ, te voy a mostrar solo lo que yo quiera y será nuestro secretito.
Su cara de contento y un sonoro beso en mi mejilla me animaron a seguir. Me paré delante del televisor, lo apagué, y comencé a sacarme lenta y nerviosamente el sweter, mostrando un coqueto sostén de encaje blanco que dejaba traslucir mis pezones, que por extraña razón, se habÃan parado. Dudé por un momento, despues dándole la espalda, lentamente desabroché la prenda y la dejé caer. Le dije, -dame un momento para atreverme antes de darme vuelta. Él me respondió... -tÃa, mejor te das vuelta lentamente y con los ojos cerrados para que no te sientas mal...buena idea, respondÃ. Esperé unos segundos, mi corazón ya se me salÃa del pecho, era una sensación rara, morbosa dirÃa yo, reconocà espantada en mi interior que aquella situación no solo me tenÃa nerviosa sino...caliente. Cerré mis ojos y lentamente comencé a dar la vuelta, en ese momento varios pensamientos pasaban por mi mente, pensaba que entraba abundante luz del ventanal, que ya estaba de costado hacia él y de seguro ya podÃa ver la silueta de mis tetas, recordé mis pezones parados y me dio vergüenza.
Finalmente estuve de frente a él, con mis ojos cerrados sentÃa su mirada, recuerdo que pensé...ojalá que le gusten mis tetas, serÃa terrible haber pasado por esto y que no le gustaran. También me avergoncé por ese pensamiento. Estaba en eso cuando un sonidito extraño me llamó la atención y dándole la espalda comencé nerviosamente a vestirme. Cuando terminé, tardé un rato en mirarlo a la cara, finalmente le pregunté...¿y que te pareció?,espero no haberte defraudado;...¡ahh tÃa, tus senos son más lindos que todo lo que habÃa imaginado, incluso hice algo que talvez no te guste, me dijo bajando la vista,...estaba tan maravillado que no pude aguantar y te tomé una foto. Al ver mis ojos desorbitados por lo de la foto se apresuró a agregar...¡¡pero no te preocupes tiita, fue con mi cámara digital y tu foto no la revelarán, asà que nadie más que yo te verá,...la voy a guardar en mi computador y tu sabes que ni mamá ni papá se meten allà jamás.
Su actitud parecÃa sincera, además que de imaginarlo corriéndose unas pajas con mi foto, mi corazón nuevamente se aceleró. Bueno, le dije nerviosa, me tengo que ir, y por favor...que sea un secretito entre nosotros, y salà rápidamente. Mientras caminaba hacia mi casa pensé...no fue tan malo, hasta me gustó, y además, ya pasó. Esa noche al revisar mi correo electrónico, dà un salto al encontrarme con un e-mail de Ricardito donde venÃa mi foto, me asusté mucho y la borré enseguida. Nuestra hija a veces nos visita y usa el computador; me estremecà de pensar en que pudiera verme pilucha, o casi, en la sala de nuestros amigos (los muebles se veÃan perfectamente).Además mi esposo también usa el computador ya que para sus negocios el e-mail es importante.
Al dÃa siguiente no pensaba ir a su casa, aún me sentÃa incomoda, pero Ricardito me llamó por teléfono diciendo que fuera por favor, que querÃa decirme algo. Acepté y partà como a las 3 de la tarde. Al llegar, de nuevo estaba solo y me contó que la Paula estaba preparando una prueba donde una compañera, que llegarÃa tarde y podrÃamos conversar tranquilos. Pasamos a la sala y lo primero que le dije fue porqué me habÃa mandado la foto, que era muy peligroso y no lo volviera a hacer. Me dijo que me veÃa tan linda que quiso que yo me viera. Agregó que en la noche habÃa estado mirando mucho mi foto, lo que me puso colorada. Pasó un rato de silencio y como tomando aire me dijo muy serio... - TÃa, tu sabes que yo te quiero mucho, y ahora más encima que compartimos otras cositas. Por favor no te enojes, compréndeme, es algo muy especial para mà y por lo mismo...se detuvo un instante como reuniendo valor...quiero mirarte de nuevo, pero esta vez, quiero que te quedes solo en calzones. -!estas loco¡ le dije enojada, -compréndeme tÃa, todo muchacho de mi edad sueña con algo asÃ, y yo no quiero perder esta oportunidad, estoy tan desesperado que de puro nervioso podrÃa mandarle un e-mail al tÃo...esa posibilidad me aterró y le dije: -te pasaste pa'chueco Ricardito, mira con lo que me sales ahora, asà me agradeces lo comprensiva que he sido contigo. Te voy a dar en el gusto, pero solo porque con esa maldita foto me tienes atrapada.
A continuación cerré las cortinas de la sala y me paré en la semi penumbra en el centro de la habitación, sobre la gruesa alfombra redonda, él se sentó cómodamente en el sofá con cara de ansioso. Comencé sacándome el suéter, luego me desabroché la falda larga que llevaba, la cual cayó sola. Quedé solo con un conjunto de sostén y tanga de encaje azul. Después me saqué lentamente el sostén mostrándole nuevamente mis tetas, el corazón de nuevo casi se me arrancaba, veÃa su cara de asombro, parecÃa gustarle mucho el espectáculo y me dijo: -gira lentamente tÃa, quiero verte por todos lados... obedecà en silencio. Después de unos minutos me dice con voz nerviosa: -ya que reconoces tiita que te tengo atrapada...quiero que te saques también el calzón; intenté protestar pero me dà cuenta que era inútil, estaba a merced de un chiquillo que querÃa explorar lo erótico, era su juguete. SentÃa una mezcla de humillación, indefensión, y también mucho morbo. Le dà la espalda y me bajé la tanga, quedé completamente desnuda para él, estaba paralizada, no sabÃa que hacer, su voz me sobresaltó... -date vuelta tÃa...y acércate; lo hice y cuando me paré frente a el un rayo de sol se colaba entre las cortinas y caÃa sobre mÃ, regalándole todos los detalles de mi cuerpo. Me dijo: - recuéstate a mi lado, a lo largo en el sofá. Intenté acomodarme pero con él sentado en un extremo no cabÃan mis piernas, le dije: -no puedo, no quepo contigo ahÃ. Me dijo: -si abres las piernas mucho y pasas la izquierda por atrás mÃo sobre el respaldo cabemos los dos; !!me querÃa con las piernas abiertas...y yo con mi conchita depilada y solo con un pequeño mechón arriba, como le gusta a mi esposo. A esas alturas ya estaba resignada asà que me coloqué en posición, cuando me miré la concha me avergoncé mucho, ahà estaba, peladita, rosada, con los labios semiabiertos y mojados, nunca olvidaré su cara al verme. Por primera vez vi distinto su rostro, no era el del joven que conozco desde bebé, era el de un hombre, uno que estaba tremendamente caliente, que tenÃa un juguete sexual y no sabÃa que harÃa con él. Me dijo...- ábretela mucho..., eso es..., recórrela con un dedo...muy bien, sigue asÃ. En ese punto yo ya no daba más de caliente, mi concha estaba empapada y al estar peladita se notaba claramente, mi dedo se perdÃa a ratos en el interior, gemÃa desesperada, me la abrÃa al máximo, querÃa que me mirara muy bien, querÃa que me viera todo, que viera a su tÃa descontrolada de deseo, que memorizara mi concha mojada con mi dedo hasta adentro, no tenÃa limites, ya todo mi pudor se habÃa ido a la cresta, no podÃa creer que le estuviera haciendo un show sexual a Ricardito, ni a mi marido se lo he hecho jamás.
Fue tan fuerte y especial sentirse un objeto de deseo. Estaba en lo mÃo, acariciando mis agujeros con mi dedo, cuando por fin se decidió y siento un dedo suyo entrando junto al mÃo. -Eso es mi muchachito, hazme lo que quieras, soy tuya para que juegues, tu tiita es tuya, toda tuya...asÃ, asÃ, aprende a gozar con una mujer, ¿no es rico ?,aprovéchame que asà como estoy no tengo fuerzas para negarte nada. Sus dedos me exploraban la concha, nunca habÃan tocado ninguna, me abrÃa los labios, me acariciaba el culo, amasaba mis tetas, pellizcaba mis pezones, y yo gemÃa como loca. Me sentÃa abandonada a sus caprichos, para él serÃa lo que quisiera. De pronto soltó un gemidito ahogado y supe que habÃa acabado, en ese momento acabé yo también quedando allÃ, cansada, mareada y por primera vez, pensando en su pico (me sentà rara con ello). Intente adivinar como lo tendrÃa, ¿será largo? ¿grueso?.Me di cuenta de que si el hubiera querido culiarme yo lo habrÃa dejado, estaba como loca de caliente. Me vestà y sin decir nada partà a casa. Curiosamente, no me sentÃa tan mal, era rico sentirse tan deseada y lo forzado de la situación como que me liberaba de culpa, de alguna forma mi conciencia no me atormentaba, me preguntaba en que terminarÃa todo, no lo sé, estoy atrapada por él.
TIA VALERIA
Si les gusto este relato comenten por que hay segunda parte de esta historia real 🤤
16 comentarios - Atrapada Por Mi Sobrino. 1 parte
claro que habrá segunda parte y si que esta buenisima 🤤 🤤 🤤 🤤
voy a seguirte porque espero la segunda parte
no tardes demasiado jejejejejejejej
🙎â€â™‚ï¸ ðŸ™Žâ€â™‚ï¸ ðŸ™Žâ€â™‚ï¸ ðŸ™Žâ€â™‚ï¸ ðŸ™Žâ€â™‚ï¸ ðŸ™Žâ€â™‚ï¸
Gracias por ponerme la polla a 1000...