El dia que llegamos lo vi apenas entre. Era un nene de apenas unos 20 años. Sus ojos color miel, su piel aceitunada me desvordaron. El uniforme de custodio que llevaba puesto, quizas demasiado olgado para su tamaño, resaltaba su rostro. Yo iba a pasar en la casa de aquel country 10 dias junto a mi marido e hijos. Él muy corecto, como su trabajo se lo requería, nos comento acerca del reglamento y horarios del lugar mientras nos acompañaba hasta la que sería nuestra casa por los siguientes dias.
Me resultaba dificil no seguirlo con la mirada cada vez que lo veia hacer sus “rondas” por el predio. Pero como es lógico no le decia nada más que un cordial saludo cuando el pasaba cerca de mí.
Para ser honesta no fantasee con él, ni se me ocurrió hacer algo para tener un acercamiento. Sólo me recreaba la vista con su presencia fugaz.
Yo como siempre, ni en vacaciones, podía conciliar el esquivo sueño. Asi que una noche baje a tomar mate al patio y el pasó despacio en silencio, haciendo su recorrido. Se acerco sorprendido por mi presencia y me pregunto si estaba todo bien. Le conteste que si, y le comente acerca de mis pesistentes problemas para dormir. El me conto que padecía la misma patología y que por eso prefería cubrir el turno nocturno. Le convide uno mates y el se fue a seguir con su trabajo.
La madrugada siguiente me volvio a encontrar con la mirada fija en el techo. Asi que me levante y volvi a salir con el mate al patio. Si bien me imagine que podía volver a verlo, no lo esperaba. Tras un rato senti unos pasos en el inmenso silencio de la noche campestre que me envolvía; era él se acercó y me pidió un mate. Le convide y charlamos sobre chismes de mis vecinos temporarios. Cuando él me propuso ir a charlar al SUM, para no molestar a los que tenian la suerte de poder dormir. Acepte. Le esboce una esquela a mi marido, por si se despertaba y no me encontraba en la cama. Y recorri, con el mate a cuesta, los 30 metros que nos separaban del aquel amplio salon.
Seguimos nuestra platica, hasta que en medio de una horación me descolocó con un cumplido. Más exactamente me dijo, sabes que sos hermosa?. No lo vi venir, asi que baje la cabeza y sonrei como suelo hacer cuando estoy un poco avergonzada, pero alagada. Se me acerco y me dijo que se moria por besarme. Yo no conteste, siguiendo aquella vieja premisa del que calla otorga. Y el se acerco y me besó por unos 15 segundos. Luego, en una actidud extraña, casi estudiada, volvio a retomar el tema que manteniamos hasta la interrupción. Yo me pare para calentar más agua cuando él me tomó del brazo y me empujo suavemente contra la pared.
Me comenzó a besar apacionado (nada qe ver al suave beso anterior) mientras tocaba mis pechos. Los apretaba suavemente pero de manera intensa, como si estubiera amazando un pan. Mientras yo comenzaba a exitarme, me dejaba tocar. Sentía la fuerza de tu hombría palpitante entre mis piernas que me pedía a gritos que me desnudara, mi sexo derretido comenzó a deshacerse entre tus dedos al primer roce de sus manos ansiosas. Ya no podia soportar más, mi mente se nublo y cai de rodillas ante él para engullirme ese instrumento de placer que me augura deleites extremos, lo senti temblar, lo escuche gemir, me sientí poderosa mientras me aferraba a sus glúteos, su voz entre cortada comenzo a implorárme que no siga…
Me tomó por los hombros y me elevo a su altura, me agarró de la cintura, bajó mi pijama y mi ropa interior sólo lo necesario y lo sentí dentro de mí rugiendo como una bestia mientras sus labios se hacían un festín con mis pechos semidesnudos, indefensos ante tu lengua voraz que me causaba latigazos incansables azuzando desde el fondo de mi ser a mi orgasmo que se acercaba como corcel al galope. Resople satisfecha recobrando el sentido y vi que estabas a punto de comenzar tu frenezí. Tarde unos minutos en poder reponerme. Las piernas me temblaban. Mi corazon desbocado con conseguia sociego. Quería seguir, estaba embriagada de su juventud, de su fuerza de su vigor.
Agitada y todavia exitada le dije que lo mejor era que vuelva a mi casa, para evitar problemas. Me miro y pidio con la voz entrecortada, casi como una suplica, repetirlo al otro día; lo mire y le conteste con una simple sonrisa, sin palabras, sin certezas, sin promesas, sin compromisos.
Me resultaba dificil no seguirlo con la mirada cada vez que lo veia hacer sus “rondas” por el predio. Pero como es lógico no le decia nada más que un cordial saludo cuando el pasaba cerca de mí.
Para ser honesta no fantasee con él, ni se me ocurrió hacer algo para tener un acercamiento. Sólo me recreaba la vista con su presencia fugaz.
Yo como siempre, ni en vacaciones, podía conciliar el esquivo sueño. Asi que una noche baje a tomar mate al patio y el pasó despacio en silencio, haciendo su recorrido. Se acerco sorprendido por mi presencia y me pregunto si estaba todo bien. Le conteste que si, y le comente acerca de mis pesistentes problemas para dormir. El me conto que padecía la misma patología y que por eso prefería cubrir el turno nocturno. Le convide uno mates y el se fue a seguir con su trabajo.
La madrugada siguiente me volvio a encontrar con la mirada fija en el techo. Asi que me levante y volvi a salir con el mate al patio. Si bien me imagine que podía volver a verlo, no lo esperaba. Tras un rato senti unos pasos en el inmenso silencio de la noche campestre que me envolvía; era él se acercó y me pidió un mate. Le convide y charlamos sobre chismes de mis vecinos temporarios. Cuando él me propuso ir a charlar al SUM, para no molestar a los que tenian la suerte de poder dormir. Acepte. Le esboce una esquela a mi marido, por si se despertaba y no me encontraba en la cama. Y recorri, con el mate a cuesta, los 30 metros que nos separaban del aquel amplio salon.
Seguimos nuestra platica, hasta que en medio de una horación me descolocó con un cumplido. Más exactamente me dijo, sabes que sos hermosa?. No lo vi venir, asi que baje la cabeza y sonrei como suelo hacer cuando estoy un poco avergonzada, pero alagada. Se me acerco y me dijo que se moria por besarme. Yo no conteste, siguiendo aquella vieja premisa del que calla otorga. Y el se acerco y me besó por unos 15 segundos. Luego, en una actidud extraña, casi estudiada, volvio a retomar el tema que manteniamos hasta la interrupción. Yo me pare para calentar más agua cuando él me tomó del brazo y me empujo suavemente contra la pared.
Me comenzó a besar apacionado (nada qe ver al suave beso anterior) mientras tocaba mis pechos. Los apretaba suavemente pero de manera intensa, como si estubiera amazando un pan. Mientras yo comenzaba a exitarme, me dejaba tocar. Sentía la fuerza de tu hombría palpitante entre mis piernas que me pedía a gritos que me desnudara, mi sexo derretido comenzó a deshacerse entre tus dedos al primer roce de sus manos ansiosas. Ya no podia soportar más, mi mente se nublo y cai de rodillas ante él para engullirme ese instrumento de placer que me augura deleites extremos, lo senti temblar, lo escuche gemir, me sientí poderosa mientras me aferraba a sus glúteos, su voz entre cortada comenzo a implorárme que no siga…
Me tomó por los hombros y me elevo a su altura, me agarró de la cintura, bajó mi pijama y mi ropa interior sólo lo necesario y lo sentí dentro de mí rugiendo como una bestia mientras sus labios se hacían un festín con mis pechos semidesnudos, indefensos ante tu lengua voraz que me causaba latigazos incansables azuzando desde el fondo de mi ser a mi orgasmo que se acercaba como corcel al galope. Resople satisfecha recobrando el sentido y vi que estabas a punto de comenzar tu frenezí. Tarde unos minutos en poder reponerme. Las piernas me temblaban. Mi corazon desbocado con conseguia sociego. Quería seguir, estaba embriagada de su juventud, de su fuerza de su vigor.
Agitada y todavia exitada le dije que lo mejor era que vuelva a mi casa, para evitar problemas. Me miro y pidio con la voz entrecortada, casi como una suplica, repetirlo al otro día; lo mire y le conteste con una simple sonrisa, sin palabras, sin certezas, sin promesas, sin compromisos.
9 comentarios - el custodio del country
Cuando paso por ellos y las observo, seguro salgo al palo
SEGUI ASI !!! FELICITACIONES !!!
GRACIAS POR COMPARTIR !!!
Que buen comentario para el final:
"lo mire y le conteste con una simple sonrisa, sin palabras, sin certezas, sin promesas, sin compromisos."
Te imagino diciendomelo, Eres toda una calentadora de pollas.
Pasate por mi post...