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Mi amiga Laura

Laura y yo, nos conocemos desde hace mucho tiempo, somos amigos de eso de compartir noches de tragos, reuniones de amigos, salidas a cine y cosas por el estilo. Siempre fantaseamos con la posibilidad de tener algún encuentro sexual, pero como ya todos sabemos, existía el miedo de “arruinar” la amistad por una noche de placer. Obviamente como todo hombre intenté convencerla de lo contrario, que el sexo entre amigos servía justamente para afianzar la amistad y poder realizar entre nosotros aquellas cosas que inicialmente no pediríamos ni permitiríamos en nuestras parejas.

La cosa es que hace algunos meses, después de una reunión en casa, después de haber tomado algunas copas de mas, (siempre es la excusa) no quedamos charlando solos, la tele había quedado prendida en uno de esos canales que pasan películas pseudo porno… entre risas y comentarios sarcásticos sobre la peli, volvimos sobre el viejo tema de las fantasías sexuales y sobre la amistad y el sexo… mareados por el alcohol y reconozcamos que algo calientes por algunas imágenes de la película (en la que una vampira, le comía la boca a su victima totalmente desnuda, para después chuparle no precisamente el cuello ni la sangre, sino bastante mas abajo)… nos fuimos acercando cada vez más hasta tocarnos los labios, como una forma de pedir permiso, para seguir adelante con lo que los dos veníamos reprimiendo hace mucho.

Laura es una morocha preciosa, muy bajita (mide 1, 53) de cabello lacio que usa bastante corto, dejando todo su cuello al descubierto, unos pecho bien formados no muy grandes, que la blusa que traía puesta, los marcaba perfectamente, siempre con una sonrisa en la cara, una nariz apenas respingada y los ojos marrón oscuro, brillantes y su mirada pícara, le dan una aspecto de nena traviesa, que realmente es para enamorarse.

A los besos siguieron las caricias, cada movimiento era muy lento y medido para no asustarla, pero ella sabía muy bien de que iba la cosa. Nos besamos muy profundo sin ningún apuro disfrutando cada beso, cada mordida, cada lamida… mi lengua se deslizo lento por sus labios, besé la comisura de su boca y seguí hasta el cuello, dándole piquitos suaves y alguna que otra lamida con la punta de la lengua; mis manos se deslizaron sobre su blusa acariciándola despacio todo lo que podía abarcar, la espalda, los hombros el cuello la cadera y por su puesto esos pechos hermosos que (como se ahora) me volvieron loco. Los botones se fueron abriendo de a uno muy lentamente, tal vez mas de lo que ella hubiese querido, pero la primera vez requería de paciencia especial, así que a hacerlo todo despacio… baje despacio desde su boca, besando el mentón, hasta llegar a las tetas, las bese y acaricie sobre el corpiño, los pezones duros se ofrecían para mordisquearlos y pellizcarlos, y así lo hice mientras mis manos en su espalda liberaban los ganchitos de Soutien, dejando ahora si, la piel blanca a disposición de mi boca y mi lengua. Succioné, mordí, pellizque, lamí esos pezones durante no se cuanto tiempo, la escuchaba jadear despacito y notaba su cuerpo elevándose para obligarme a chuparla mas y mas fuerte.

Sin dejar de besarla, mis manos acariciaban ya todo el cuerpo de Laura, los muslos, las rodillas, los pies, los dedos; al subir acariciando el interior de sus piernas deslicé mis dedos con cuidado hasta llegar a su entrepierna… la humedad y el calor que pude percibir aún antes de rozarla hicieron que mi pene dentro del pantalón casi quedara estrangulado, sobre la tela de la tanga, comencé a dibujar círculos, con dos dedos a la vez, por alrededor de los labios, que ya podía notar completamente inflamados, los círculos cada vez mas pequeños, hasta llegar a acariciar sobre la vagina directamente, Laura gemía mas fuerte ahora y acompañaba mis caricias con movimientos de sube y baja de sus caderas… yo ya no quise esperar mas, directamente me baje y con mis manos baje su tanga que voló directamente detrás del sofá… me arrodille delante de ella y la bese con toda la lengua bien ancha, recorriendo esa concha empapada, tragándome todo su jugo, con la punta jugué con el clítoris, lamiéndolo muy rápido con la puntita, Laura se movía desesperada, gimiendo cada vez mas dejando escapar palabras entre gemido y gemido, me decía “si, asiii mas, por favor mas, haceme acabar hijo de puta” … no puedo describir lo caliente que me puso, la tome por la espalda, sus piernas sobre mis hombros y me paré llevándola contra la pared, comiéndole la concha con desesperación… se me apretaba la cabeza contra su cuerpo para que pudiera chuparla mas adentro y así comenzó una serie de orgasmos increíbles. Los que recibí con toda la boca abierta tragándome todo su flujo.
Por supuesto la historia continúa… pero seguirá en otra ocasión.
Espero que les haya gustado.

2 comentarios - Mi amiga Laura

itachi9595
O.O cauntala no me dejes asi