Hace tiempo escribí esta historia por lo cuál quiero compartirla con ustedes 😃
ADVERTENCIA: Menores de 18 años, aléjense. Tienen 3 segundos...
3...
2...
1....
Muy bien... ahora que ya salieron los menores de Edad, pueden proseguir la lectura.
Había una vez una niña mayor de 18 años que la llamaban Caperucita Tanga Roja, a la cuál su padrastro le había pedido que por favor le llevara una canasta con Condones a su abuelita. Y como Caperucita Tanga Roja era una chica muy buena (tanto de físico como de forma de Ser), decidió llevar la Canasta con Condones a su abuelita, además quería comprobar si era cierto lo que la gente contaba de los bosques respecto a que había un Lobo Violador.
Un día Caperucita Tanga Roja se marchó a llevar el encargo que le dio su padrastro. Y éste antes de salir, le había advertido a Caperucita que no llevara tanga de hilo dental para evitar que el Lobo la encontrara, pero como Caperucita le gustaba revelarse contra él, no le hizo caso, y se fue con su Tanga Roja.
Mientras caminaba por el bosque, se encontró con una moneda tirada en el suelo, así que ella pensó: “Mmm… no creo que sea de nadie y no seria bueno dejar ahí tirado el dinero y esperar a que alguien más lo encuentre… mmm… mejor lo tomaré”.
Por lo cuál decidió agacharse, dejando a la vista una Tanga Roja de Hilo Dental, y los animalitos que se encontraban detrás de ella, se desmayaron de la impresión.
Luego continuó su caminata. Y a medida que avanzaba notó que unos arbusto se movían por lo cuál decidió acercarse a averiguar de quién se trataba.
Entre los arbustos se encontró con un lobo. Caperucita Tanga Roja lo miró y al ver que no volteaba a verla, le habló.
—Hola, Señor Lobo. ¿Usted es el Lobo que Viola a las niñas con Tanga como yo?
—El mismo, Señorita. ¿Vino a sacar ficha?
—Mmm… nop… porque primero debo llevar el mandado que me pidió mi padrastro para mi abuelita.
—¿Qué mandado es?
—Debo entregarle una canasta con Condones. Porque últimamente ha estado algo urgida.
—Haa!!! ¿Me regalarías uno?
—Nop. Porque son para mi abuelita.
—Pues le dices que el Lobo te violó con Condón.
—Mmm… mejor luego. Debo irme.
—Oye. Espera. ¿En dónde vive tu abuelita?
—Vive Cruzando el Río de los Fluidos. En el Punto G.
Caperucita Tanga Roja se marchó, así que el lobo decidió llegar primero a casa de la abuelita de Caperucita para Violarla y luego comérsela.
Más tarde…
La abuelita de Caperucita escucha que tocan a la puerta, por lo cuál decide ir a abrir.
—¿Quién es?
—¿Esta es la casa donde pidieron un Stripper?
—Mmm… no creo… porque mi nieta aún no me trae mis condones. Pero no creo que tarde, así que lo invito a pasar por mientras.
El Lobo entró a la casa y justo cuando la Abuelita cerró la puerda, el Lobo se arrojó encima de ella y comenzó a desgarrarle la ropa.
—Jojo… usted si que le gusta dar Servicios Express. ¿Verdad?
Más tarde llega Caperucita Tanga Roja a la casa de su Abuelita y toca a la puerta. Dentro le responde el Lobo.
—Pasa.
Caperucita Tanga Roja entra a la casa y se dirige a la habitación de su Abuelita. Ahí está el lobo acostado y vestido como la Abuelita.
—Abuelita, te he traído tus Condones que pediste.
—Sí. Gracias hija, acércate para que me los entregues.
—Abuelita. Qué ojos tan grandes tienes.
—Son para ver mejor lo sexy que te has puesto.
—Abuelita. Que orejas tan grande tienes.
—Son para escuchar los gemidos mejor.
—Abuelita. Que bulto tan grande tienes debajo de tu cobija.
—Es para violarte mejor.
En eso se avienta a Caperucita y ésta le arroja la Canasta con Condones.
—¡¡Lobo lujurioso!! No pienso dejarme violar sin protección. Y menos de un lobo.
El lobo comienza a perseguirla por toda la casa. En eso, un cazador que pasa por ahí escucha el ruido y se dirige a ver que pasa.
Cuando se asoma por la ventana a la casa, ve al Lobo que tiene a Caperucita en el suelo y el Lobo encima de ella (en la posición del Perrito). El Cazador dispara y mata al lobo y Caperucita se pone de pie.
—Estúpido Cazador. Le estaba enseñando la posición del Perrito. ¡¡¡Ahora ya no podré presumirle a mis amigas que el Lobo Feroz me violó!!!
—Descuida Caperucita… yo puedo tomar su lugar.
—¿Dejarme violar por usted? Nunca… ¡¡¡soy Zoofílica!!! No me puedo ni imaginar lo mucho que se burlarían de mi al saber que lo hice con un hombre.
En fin, Caperucita y el cazador tuvieron una larga charla sobre la sexualidad… hasta que al final, el Cazador se fastidió de tanto plática y violó a Caperucita. Y entonces ésta se dio cuenta que después de todo no era tan malo hacerlo con un hombre.
Espero y les haya agradado... y si no les agrade... pues me da igual 😛
Salu2
ADVERTENCIA: Menores de 18 años, aléjense. Tienen 3 segundos...
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Muy bien... ahora que ya salieron los menores de Edad, pueden proseguir la lectura.
Había una vez una niña mayor de 18 años que la llamaban Caperucita Tanga Roja, a la cuál su padrastro le había pedido que por favor le llevara una canasta con Condones a su abuelita. Y como Caperucita Tanga Roja era una chica muy buena (tanto de físico como de forma de Ser), decidió llevar la Canasta con Condones a su abuelita, además quería comprobar si era cierto lo que la gente contaba de los bosques respecto a que había un Lobo Violador.
Un día Caperucita Tanga Roja se marchó a llevar el encargo que le dio su padrastro. Y éste antes de salir, le había advertido a Caperucita que no llevara tanga de hilo dental para evitar que el Lobo la encontrara, pero como Caperucita le gustaba revelarse contra él, no le hizo caso, y se fue con su Tanga Roja.
Mientras caminaba por el bosque, se encontró con una moneda tirada en el suelo, así que ella pensó: “Mmm… no creo que sea de nadie y no seria bueno dejar ahí tirado el dinero y esperar a que alguien más lo encuentre… mmm… mejor lo tomaré”.
Por lo cuál decidió agacharse, dejando a la vista una Tanga Roja de Hilo Dental, y los animalitos que se encontraban detrás de ella, se desmayaron de la impresión.
Luego continuó su caminata. Y a medida que avanzaba notó que unos arbusto se movían por lo cuál decidió acercarse a averiguar de quién se trataba.
Entre los arbustos se encontró con un lobo. Caperucita Tanga Roja lo miró y al ver que no volteaba a verla, le habló.
—Hola, Señor Lobo. ¿Usted es el Lobo que Viola a las niñas con Tanga como yo?
—El mismo, Señorita. ¿Vino a sacar ficha?
—Mmm… nop… porque primero debo llevar el mandado que me pidió mi padrastro para mi abuelita.
—¿Qué mandado es?
—Debo entregarle una canasta con Condones. Porque últimamente ha estado algo urgida.
—Haa!!! ¿Me regalarías uno?
—Nop. Porque son para mi abuelita.
—Pues le dices que el Lobo te violó con Condón.
—Mmm… mejor luego. Debo irme.
—Oye. Espera. ¿En dónde vive tu abuelita?
—Vive Cruzando el Río de los Fluidos. En el Punto G.
Caperucita Tanga Roja se marchó, así que el lobo decidió llegar primero a casa de la abuelita de Caperucita para Violarla y luego comérsela.
Más tarde…
La abuelita de Caperucita escucha que tocan a la puerta, por lo cuál decide ir a abrir.
—¿Quién es?
—¿Esta es la casa donde pidieron un Stripper?
—Mmm… no creo… porque mi nieta aún no me trae mis condones. Pero no creo que tarde, así que lo invito a pasar por mientras.
El Lobo entró a la casa y justo cuando la Abuelita cerró la puerda, el Lobo se arrojó encima de ella y comenzó a desgarrarle la ropa.
—Jojo… usted si que le gusta dar Servicios Express. ¿Verdad?
Más tarde llega Caperucita Tanga Roja a la casa de su Abuelita y toca a la puerta. Dentro le responde el Lobo.
—Pasa.
Caperucita Tanga Roja entra a la casa y se dirige a la habitación de su Abuelita. Ahí está el lobo acostado y vestido como la Abuelita.
—Abuelita, te he traído tus Condones que pediste.
—Sí. Gracias hija, acércate para que me los entregues.
—Abuelita. Qué ojos tan grandes tienes.
—Son para ver mejor lo sexy que te has puesto.
—Abuelita. Que orejas tan grande tienes.
—Son para escuchar los gemidos mejor.
—Abuelita. Que bulto tan grande tienes debajo de tu cobija.
—Es para violarte mejor.
En eso se avienta a Caperucita y ésta le arroja la Canasta con Condones.
—¡¡Lobo lujurioso!! No pienso dejarme violar sin protección. Y menos de un lobo.
El lobo comienza a perseguirla por toda la casa. En eso, un cazador que pasa por ahí escucha el ruido y se dirige a ver que pasa.
Cuando se asoma por la ventana a la casa, ve al Lobo que tiene a Caperucita en el suelo y el Lobo encima de ella (en la posición del Perrito). El Cazador dispara y mata al lobo y Caperucita se pone de pie.
—Estúpido Cazador. Le estaba enseñando la posición del Perrito. ¡¡¡Ahora ya no podré presumirle a mis amigas que el Lobo Feroz me violó!!!
—Descuida Caperucita… yo puedo tomar su lugar.
—¿Dejarme violar por usted? Nunca… ¡¡¡soy Zoofílica!!! No me puedo ni imaginar lo mucho que se burlarían de mi al saber que lo hice con un hombre.
En fin, Caperucita y el cazador tuvieron una larga charla sobre la sexualidad… hasta que al final, el Cazador se fastidió de tanto plática y violó a Caperucita. Y entonces ésta se dio cuenta que después de todo no era tan malo hacerlo con un hombre.
FIN
Espero y les haya agradado... y si no les agrade... pues me da igual 😛
Salu2
10 comentarios - Caperucita Tanga Roja (Versión para Adultos)