Disculpen que quizas no encuentren una prosa muy elaborada en este relato pero quiero narrarles lo que me paso de la forma mas autentica posible, asi que sepan disculpar.
Siempre trabaje solo, en una colonia de vacaciones, bien alejada de la ciudad. Junto al mar, asi que era muy comun encontrarme en los meses de veraneo alguna parejita teniendo relaciones. pero ese no es el caso, pero puede que alguna vez comente algunas de las cosas que vi.
Un día un amigo me llamo y me dijo que me había conseguido una entrevista de trabajo, y yo sin nada que perder fui.
Al poco tiempo cambie la tijera de podar y todas las demás herramientas de jardín para estar en una oficina. El único varón entre 6 mujeres, 2 de ellas viejas, una la mujer del jefe, 2 eran mujeres de 40 y pico casadas y la ultima una joven de 20 y tantos que se iba en un par de días, por ello entro yo, a cubrir una plaza.
Me lleve de maravillas con todas ellas y aun hoy tengo excelente relación con ellas, a excepción de la jermu del jefe y de una de las 40 con la que después me hice confidente como todos porque les contaba sus dramas a todos, la cuarentona era una morocha que tenia buenas gomas y una figura media descuidada, pero nada despreciable, una vete a las que todos le entraríamos que estaba resentida con el marido porque nunca la cogia y hasta era Vox populi que la corneaba.
Antes de entrar a la oficina hacia 2 años que no la ponía, eso sumado a las cosas que veia en la playa en mi epoca de encargado de mantenimiento, así que ya deben saber mi estado de alzades que tenia encima.
Todo empezó cuando sin ningún motivo los jefes tomaron una chica de 30 y algo para atender al publico, la piba era mendocina, no era muy linda de cara, pero tampoco era fea, lo que si tenia era actitud un muy buen orto, vistiera lo que vistiera siempre se le marcaba la concha y usaba unos escotes que dejaban ver las buenas gomas que tenia.
Esta mina era re abierta y siempre que pasaba a mi lado me pegaba, hacia chistes de doble sentido y era mal hablada. Demás esta decir que siempre me imagine cojermela y de a poco me fui soltando y le seguí el juego de tocarla, pegarle y todo lo demás, tanto me sorprendí que hasta traslade mi actitud a mis compañeras de laburo. Sin darme cuenta de que eso me iba a rendir frutos de formas que ni me iba a imaginar.
Un sábado a la mañana en que no atendemos clientela mis jefes se fueron a Bs. As. Para resumir quede solo en la oficina junto a la mendocina y la cuarentona amargada, con la cual ya me había hecho confidente y me contaba cosas como a todos los demás en la oficina.
La mendocina tipo 10 de la mañana dijo que se iba a cobrar algunas deudas así que me quede solo con la cuarentona.
Me fui a hacer mates a la cocina y ella me siguió, ahí empezamos a hablar y salio el tema de su esposo y que ya no sabia que hacer y que pensaba en separarse.
Yo sin darme cuenta le pregunte –Y vos como sos en la cama-
Ella dudo un poco y me contesto –Normal como toda mina-
Yo -¿a que te referís con normal?-
Ella –normal, normal, dame un mate- mientras lo agarraba me miro y agrego –ay pregúntame que queres saber y yo te contesto-
Yo –sos de mimarle la pija a tu esposo- ella me miro medio sorprendida, pero no se quedo atrás.
Ella -¿mimarle la pija?-
Yo –por ejemplo, si mientras lo besabas se la agarrabas y le hacías una paja, tal vez con una mano lo masturbabas y con la otra le acariciabas los huevos- como no se asqueo con la pregunta me anime a avanzar –le chupabas la pija a tu marido-
Ella –la verdad que poco y nada, la mayoría de las veces en que se la agarraba era para guiarla adentro Mio-
Yo –o sea de que te acabara en la boca nunca- dije riéndome medio incomodo, pero sondeando hasta donde iba a llegar.
Ella –no nunca me acabo en la boca-
Yo –sobre la panza, en tus tetas… te rompió el culo alguna vez-
Ella –una vez al poco tiempo de casados lo intentamos, pero paro porque me dolía mucho-
Yo haciendome el canchero para distender aun mas la cosa -¿te dolia que te acabara en las tetas o que te quisiera hacer el culo?
Ella -que me quisiera romper el culo-
Yo -¿pero fue bruto, la tenia gruesa, o lago raro?
Ella -tenia una pija normal y fue re paciente conmigo, pero yo estaba negada, me acuerdo que me la metio toda y que me abra cogido unos 5 o 7 minutos mientras lo puteaba, hasta que le pedi que me la sacara-
Yo -y te gusto que te hiciera el culo-
Ella -me dolio mucho-
Yo -no te pregunto eso, pregunte si te gusto que te cogiera por el culo-
Ella -no me desagrado-
Yo -y el sexo como es ahora, solo arriba y abajo-
Ella -si... normal, que se yo-
Yo –lo único que falta es que me digas que no te chupa mas la concha y están listos.-
Ella –la verdad es que pocas veces me la chupo-
Yo –es un Gil porque yo me la pasaría chapándotela- dije casi nervioso.
Ella se me acerco y me agarro la pija pantalón de por medio y con ojos sacados me dijo –quiero chapártela y acábame en la boca-
Antes que pudiera reaccionar me la saco y empezó a chapármela con brusquedad, fácil me la mamo como 20 minutos, yo estaba tan nervioso que no podía acabar porque sabia que en cualquier momento vendría la mendocina.
Rápidamente le saque mi pija de la boca y empecé a masturbarme mientras ellas estaba de rodillas con la boca abierta y moviendo la lengua, cuando sentí que me venia apoye la cabeza sobre los labios y la leche comenzó a brotar en su boca, ella se la trago y estuvo 2 minutos mas besándomela, luego se paro y me la guardo en el pantalón soltando una risa cómplice. Yo sin decir nada me le acerque y le metí la mano en el pantalón y sin problemas le cole 2 dedos en su concha que estaba media peludita y súper lubricada. Al cabo de unos minutos comenzó a gemir viniéndose, así que tuve que taparle la boca con la mano para que no gritara.
Al terminar ella fue al baño y luego yo, seguimos solo como por media hora, se me acerco y me susurro cuando oíamos el portón, señal de que venia la mendocina –la próxima vez te quiero adentro Mio-
Pero eso es otra historia y desde luego después vino la mendocina.
Siempre trabaje solo, en una colonia de vacaciones, bien alejada de la ciudad. Junto al mar, asi que era muy comun encontrarme en los meses de veraneo alguna parejita teniendo relaciones. pero ese no es el caso, pero puede que alguna vez comente algunas de las cosas que vi.
Un día un amigo me llamo y me dijo que me había conseguido una entrevista de trabajo, y yo sin nada que perder fui.
Al poco tiempo cambie la tijera de podar y todas las demás herramientas de jardín para estar en una oficina. El único varón entre 6 mujeres, 2 de ellas viejas, una la mujer del jefe, 2 eran mujeres de 40 y pico casadas y la ultima una joven de 20 y tantos que se iba en un par de días, por ello entro yo, a cubrir una plaza.
Me lleve de maravillas con todas ellas y aun hoy tengo excelente relación con ellas, a excepción de la jermu del jefe y de una de las 40 con la que después me hice confidente como todos porque les contaba sus dramas a todos, la cuarentona era una morocha que tenia buenas gomas y una figura media descuidada, pero nada despreciable, una vete a las que todos le entraríamos que estaba resentida con el marido porque nunca la cogia y hasta era Vox populi que la corneaba.
Antes de entrar a la oficina hacia 2 años que no la ponía, eso sumado a las cosas que veia en la playa en mi epoca de encargado de mantenimiento, así que ya deben saber mi estado de alzades que tenia encima.
Todo empezó cuando sin ningún motivo los jefes tomaron una chica de 30 y algo para atender al publico, la piba era mendocina, no era muy linda de cara, pero tampoco era fea, lo que si tenia era actitud un muy buen orto, vistiera lo que vistiera siempre se le marcaba la concha y usaba unos escotes que dejaban ver las buenas gomas que tenia.
Esta mina era re abierta y siempre que pasaba a mi lado me pegaba, hacia chistes de doble sentido y era mal hablada. Demás esta decir que siempre me imagine cojermela y de a poco me fui soltando y le seguí el juego de tocarla, pegarle y todo lo demás, tanto me sorprendí que hasta traslade mi actitud a mis compañeras de laburo. Sin darme cuenta de que eso me iba a rendir frutos de formas que ni me iba a imaginar.
Un sábado a la mañana en que no atendemos clientela mis jefes se fueron a Bs. As. Para resumir quede solo en la oficina junto a la mendocina y la cuarentona amargada, con la cual ya me había hecho confidente y me contaba cosas como a todos los demás en la oficina.
La mendocina tipo 10 de la mañana dijo que se iba a cobrar algunas deudas así que me quede solo con la cuarentona.
Me fui a hacer mates a la cocina y ella me siguió, ahí empezamos a hablar y salio el tema de su esposo y que ya no sabia que hacer y que pensaba en separarse.
Yo sin darme cuenta le pregunte –Y vos como sos en la cama-
Ella dudo un poco y me contesto –Normal como toda mina-
Yo -¿a que te referís con normal?-
Ella –normal, normal, dame un mate- mientras lo agarraba me miro y agrego –ay pregúntame que queres saber y yo te contesto-
Yo –sos de mimarle la pija a tu esposo- ella me miro medio sorprendida, pero no se quedo atrás.
Ella -¿mimarle la pija?-
Yo –por ejemplo, si mientras lo besabas se la agarrabas y le hacías una paja, tal vez con una mano lo masturbabas y con la otra le acariciabas los huevos- como no se asqueo con la pregunta me anime a avanzar –le chupabas la pija a tu marido-
Ella –la verdad que poco y nada, la mayoría de las veces en que se la agarraba era para guiarla adentro Mio-
Yo –o sea de que te acabara en la boca nunca- dije riéndome medio incomodo, pero sondeando hasta donde iba a llegar.
Ella –no nunca me acabo en la boca-
Yo –sobre la panza, en tus tetas… te rompió el culo alguna vez-
Ella –una vez al poco tiempo de casados lo intentamos, pero paro porque me dolía mucho-
Yo haciendome el canchero para distender aun mas la cosa -¿te dolia que te acabara en las tetas o que te quisiera hacer el culo?
Ella -que me quisiera romper el culo-
Yo -¿pero fue bruto, la tenia gruesa, o lago raro?
Ella -tenia una pija normal y fue re paciente conmigo, pero yo estaba negada, me acuerdo que me la metio toda y que me abra cogido unos 5 o 7 minutos mientras lo puteaba, hasta que le pedi que me la sacara-
Yo -y te gusto que te hiciera el culo-
Ella -me dolio mucho-
Yo -no te pregunto eso, pregunte si te gusto que te cogiera por el culo-
Ella -no me desagrado-
Yo -y el sexo como es ahora, solo arriba y abajo-
Ella -si... normal, que se yo-
Yo –lo único que falta es que me digas que no te chupa mas la concha y están listos.-
Ella –la verdad es que pocas veces me la chupo-
Yo –es un Gil porque yo me la pasaría chapándotela- dije casi nervioso.
Ella se me acerco y me agarro la pija pantalón de por medio y con ojos sacados me dijo –quiero chapártela y acábame en la boca-
Antes que pudiera reaccionar me la saco y empezó a chapármela con brusquedad, fácil me la mamo como 20 minutos, yo estaba tan nervioso que no podía acabar porque sabia que en cualquier momento vendría la mendocina.
Rápidamente le saque mi pija de la boca y empecé a masturbarme mientras ellas estaba de rodillas con la boca abierta y moviendo la lengua, cuando sentí que me venia apoye la cabeza sobre los labios y la leche comenzó a brotar en su boca, ella se la trago y estuvo 2 minutos mas besándomela, luego se paro y me la guardo en el pantalón soltando una risa cómplice. Yo sin decir nada me le acerque y le metí la mano en el pantalón y sin problemas le cole 2 dedos en su concha que estaba media peludita y súper lubricada. Al cabo de unos minutos comenzó a gemir viniéndose, así que tuve que taparle la boca con la mano para que no gritara.
Al terminar ella fue al baño y luego yo, seguimos solo como por media hora, se me acerco y me susurro cuando oíamos el portón, señal de que venia la mendocina –la próxima vez te quiero adentro Mio-
Pero eso es otra historia y desde luego después vino la mendocina.
6 comentarios - Historias de oficina 1
FELICITACIONES
GRACIAS POR COMPARTIR !!