La mañana los encontró aun mimándose… Algo había cambiado, después de más de 20 años, cuando creyeron que nada podía cambiar algo había cambiado….
Carlos se levantó, fue a la ducha, y disfrutó de cada uno de los recuerdos de lo que había pasado la noche anterior, su pene nuevamente se puso duro, en ese momento, la sensual Isabella entro en el baño y se asomó a la ducha, seguía ardiendo, ella lo sentía, él lo presentía.
Ella tomo su pene entre sus manos, y se lo llevo dulcemente a su boca, los recuerdos la asaltaron, sus deseos se dispararon… Comenzó a beber de Carlos, se sintió transportada a su viaje o a su sueño, o a las dos cosas a la vez y hasta que no le saco la última gota de semen a Carlos no paró… Carlos se sostenía de pie como podía, ahora podía estar seguro, Isabella había cambiado, su presente era otro, se sintió feliz, y a la vez temeroso, la deseaba como nunca antes, y temía perderla, si antes era su amor lo que lo retenía, ahora completaba el circulo, la deseaba desesperadamente. Isabella saboreó cada gota de su marido y lo beso. Carlos se tomó 5 minutos más y salió de la ducha, debía ir a trabajar, pero no quería. Deseaba ardientemente quedarse con su esposa. Se cambió, la besó con ternura y pasión a la vez y le dijo todo lo que la amaba… y que tenía que irse…
Isabella se quedó en su casa sola, ardiente y sin saciar aun. Pensó en masturbarse, dudó, pero lo necesitaba, Carlos se había ido y ella estaba deseosa de otro orgasmo. Lo necesitaba, comenzó a acariciar su piel, sintió un escalofrío que recorría su cuerpo… Sus labios se hincharon, su sexo se humedeció, los recuerdos del viaja avanzaron , se empezó a tocar casi con desesperación, no le alcanzaban sus largos dedos, necesitaba algo dentro suyo, salió casi corriendo a su dormitorio, sacó su dildo y se lo introdujo primero despacio para empezar a gozar, y empezó el movimiento de meter y sacar cada vez a más velocidad, sintió como el dildo chorreaba, como sus dedos se mojaban, como su culito era mojado por sus líquidos, saco el dildo con desesperación de su vagina y se penetro en su culito, se estremeció, tembló, un orgasmo , otro, su cuerpo ardía, quería más, lo necesitaba. Poco a poco se tranquilizó, fue a la ducha, dejo que el agua acariciara su piel.
Tenía que ir a hacer unos trámites, y aprovecharía para comer por ahí, su marido estaría todo el día ocupado, sus hijos estaban en el colegio, así que se secó, busco una hermoso conjunto de lencería, le gustaba que esas mínimas ropas acariciaran su cuerpo, se calzo una minifalda, una camisa blanca de seda, llamo a un taxi y se fue al centro.
Isabella sabía que algo iba a suceder, lo presentía, lo necesitaba, llego a su destino, sintió que los hombres la deseaban, como nunca antes lo había sentido, sintió que las miradas se posaban sobres su cola, se sintió invadida, y a la vez húmeda, sintió el roce de las miradas, sobre su cola, intentando penetrarla… Y se sintió aún más mojada, necesitaba a un hombre, quería hacer realidad otro sueño… Caminó sin rumbo, disfruto con cada una de las miradas que se posaron sobre su cuerpo, se sentía incendiar, el calor abarcaba todo su cuerpo. Eran las 3 de la tarde, entró en un restaurante a comer, hacia mucho calor, y ella estaba muy caliente, se sentó a la mesa a la que fue conducida por un camarero que no dejo de mirar como sus pezones se endurecían por el fresco del aire acondicionado, se sentía plena, quería que alguien hiciera realidad su sueño… Comió y bebió casi de manera automática, no podía pensar solo necesitaba sentir. De repente sintió una mirada mucho más fuerte, estaba distraída en sus sueños y lo sintió… Hombre, moreno, 1,80 mts, no más de 30 años, y su amigo, ambos la miraron, ambos la desnudaron, ella se transportó y sintió como nuevamente su cuerpo se agitaba, como sus tanguitas se mojaban, como sus pezones se volvían a poner duros y no era exactamente por el frio, todo lo contrario, era por el calor que despedía su cuerpo. Ellos pasaron junto a su mesa y la desnudaron con la mirada y la penetraron con su deseo… Ella sintió un escalofrío… Se sentaron a pocos metros de ella, sentía el olor a sexo, sentía la excitación de ellos… Estos llamaron al camarero, pagaron la cuenta de Isabella sin que ella lo supiera, y se acercaron a su mesa, como dirigida por un ser superior, dejo que se sentaran, quiso poner una excusa, pero no la dejaron, el moreno la beso suavemente en la comisura de los labios, su amigo rozó su mano… Ella se estremeció… Se levantaron y salieron juntos, ella dejo que la llevaran, su mente estaba obnubilada, su cuerpo estaba deseoso de sentir, y esos hombres la excitaban a cada momento… Subieron a un coche, los hombres delante y ella detrás, no sabía lo que hacía, ni quería saberlo, pero deseaba estar ahí, ellos la miraron con lujuria, el trayecto duro una eternidad o 5 minutos, ella necesitaba a esos hombres, era su sueño, entraron a un hotel, en el ascensor solo la besaron, uno en la boca, otro en el cuello, su cuerpo temblaba, tuvo un orgasmo sin darse cuenta, sintió un líquido caliente que salía de su vagina, sintió como se inflamaba su clítoris, y el roce de esos dos hombres lograron su primer orgasmo.
Llegaron a la habitación, el moreno le pregunto su nombre, ella no respondió, le dijo que solo quería sexo, no necesitaba un amante, solo sexo. El moreno la desnudo, despacio, disfrutando de cada movimiento, de cada sensación, ella se estremecía, su amigo se sentó en un sillón a mirar, a disfrutar del espectáculo, el moreno, desprendió uno por uno los botones de la camisa de Isabella, la besaba con ternura, con suavidad, y ella se dejaba hacer, quería disfrutar, retiró suavemente su sujetador, y empezó a beber de un seno, su amigo se acercó y comenzó a besarla, ella se subió arriba del moreno y el amigo de este, besaba suave y lujuriosamente el cuello y la espalda de Isabella. Ella era el placer hecho mujer, de su vagina aun presa del tanga y bajo la minifalda, salían permanentemente sus líquidos cada vez más calientes… Como disfrutaba, cada vez que alguno la besaba, cada vez que alguno se separaba… El amigo del moreno, suavemente retiró la minifalda, beso sus nalgas, desplazó el hilo del tanga, y lamio suavemente su culito, su agujerito… Ella se estremeció, el moreno seguía besando sus senos, succionaba suavemente y fuerte a la vez, mordía sus pezones, acariciaba su espalda, el amigo del moreno, se desnudó, comenzó a refregar su pene por la cara de Isabella, ella sintió el olor de su sexo, lo acercó hacia ella y comenzó a besárselo, a beberlo de a poco, disfrutando de cada cm que entraba dentro de su boca. El moreno suavemente se desplazó de sus senos hasta su vagina, retiró el tanga, completamente empapado, y comenzó a beber todo el líquido que se estaba derramando, a la vez que se iba desnudando… Isabella tuvo otro orgasmo, era el segundo, su cuerpo destilaba sexo, disfrutaba cada segundo con esos muchachos desconocidos que la estaban llevando a un nuevo estadio del placer. El amigo del moreno, saco su pene de la boca, se volvió a sentar en el sillón a observar nuevamente, mientras el moreno bebía de la fuente del placer de Isabella, rodeaba su vagina con su lengua, la penetraba, y suavemente tocaba el clítoris… Ella solo disfrutaba, a la vez que jugaba con el cabello del moreno, si, como disfrutaba…. Su piel era placer, su boca se secaba… El moreno dejo de beber y suavemente se acercó a su boca, la besó, con pasión, con calentura, con desesperación, ella sintió que a la vez que la besaba un pene gordo iba desplazando los labios de su vagina, casi con desesperación lo tomó de las nalgas y lo quiso impulsar hacia adentro, pero el moreno quería disfrutar de esa mujer, de esa hembra en celo… Siguió con su rutina de irla penetrando de a poco, ella sintió como la cabeza del pene, gordo, duro, se introducía en su vagina, cada cm de pene era un placer indescriptible, nunca se había sentido así de llena, de caliente, de necesitada de sexo… Estaba desesperada, quería más… pero el moreno continuo, haciéndola sufrir y disfrutar como nunca, la penetró hasta el fondo, sintió como el líquido de ella lo mojaba todo, su pene, sus testículos, se dieron vuelta, y ella se sentó sobre él, quiso cabalgarlo furiosamente, pero el moreno quería disfrutarla. La tomó por la cintura, y le marcó el ritmo, mientras sus senos subían y bajaban suavemente, ella disfrutaba como nunca…. El amigo del moreno, seguía con detalle cada movimiento, y esto aún la calentaba más a Isabella.
El moreno la acerco a su cuerpo, Isabella volvió a tener un orgasmo… Pero no quería detenerse, su traspiración la empapaba, pero ella seguía cabalgando al moreno, él la puso sobre su cuerpo mientras su amigo se acercaba, parecía que estaban sincronizados. Beso la espalda de Isabella, recorrió cada cm con besos y caricias, mientras el moreno seguía comiéndole la boca y penetrándola suavemente. Isabella solo gemía agitada, un gemido suave, de placer prolongado. El amigo del moreno se puso detrás de ella y empezó a besar su culito, lo fue dilatando suavemente con un dedo primero, dos y hasta tres, luego empezó a penetrarla, su pene era menos grueso que el de su amigo, pero lo compensaba con lo largo que era… Isabella solo era lujuria, se dejaba hacer, sintió un pequeño dolor al ser penetrada en su culito, pero sabía que era lo que quería, tener a dos hombres dentro suyo…. Cerró los ojos, y se sintió transportada… El amigo del moreno la penetro suavemente, como lo había hecho su amigo en su vagina… Isabella volvió a explotar de placer al sentirse empalada por dos machos… Se sentía una perra en celo, desesperada por tenerlos a los dos dentro… Quería que la llenaran de semen… Deseaba chorrear y beber de ellos…. Ambos la penetraban, en sincronía se movían, Isabella solo se dejaba hacer…. Cuanto placer, cuanta pasión, cuantos sueños cumplidos en ese día… Al unísono los amigos salieron de ella. Isabella no sabía qué hacer, pensó que había hecho algo mal, pero no, el moreno se puso en su culito y la comenzó a penetrar mientras su amigo bebía de la vagina de Isabella…. Ella volvió a tener otro orgasmo, pensó que su cuerpo no iba a resistir tanto placer… pero si, y como disfrutaba… El moreno y su pene gordo y duro dentro de ella haciéndole doler de placer, su amigo comenzó a penetrarla, entro en su vagina de manera brusca, y toco el fondo de ella. Volvieron a sincronizarse, Isabella solo disfrutaba, presentía que ya la estaban por llenar, su cuerpo estaba el borde de la resistencia, pero necesitaba su semen en todos lados, el moreno empezó a llenar su cola, sintió su líquido caliente derramarse en su interior, al instante su amigo lleno su vagina de semen, uno, dos, tres , no sé cuántos borbotones de semen en su interior. Isabella se sentía morir de placer, disfrutaba como nunca, como siempre soñó, temblaba, respiraba agitadamente, un, dos , tres, no supo nunca cuántos orgasmos tuvo... Ellos seguían dentro suyo, de a poco cuando los tres dejaron de convulsionarse de placer, sus cuerpos se relajaron, el moreno retiró su pene, su amigo hizo lo mismo, y la besaron toda, desde los pies hasta sus ojos… Primero su amigo, y después el moreno se fueron a la ducha, Isabella aún estaba en la cama agotada de placer, disfrutando de sus sueños, de haber hecho realidad sus sueños, su cuerpo fue de a poco tomando su ritmo habitual, ellos la miraron, le dieron un último beso y se fueron… Ella se levantó, sintió como el semen le salía por vagina y su cola, y se derrama por sus piernas y lo disfrutó… Entro en la ducha, de a poco, moviéndose sensualmente entro en la ducha… Se vistió, pensó en su sueño, su cuerpo volvió a vibrar solo de recordar lo que hace un instante había sucedido… Ahora deseaba ver a su marido… O deseaba otra cosa….
Carlos se levantó, fue a la ducha, y disfrutó de cada uno de los recuerdos de lo que había pasado la noche anterior, su pene nuevamente se puso duro, en ese momento, la sensual Isabella entro en el baño y se asomó a la ducha, seguía ardiendo, ella lo sentía, él lo presentía.
Ella tomo su pene entre sus manos, y se lo llevo dulcemente a su boca, los recuerdos la asaltaron, sus deseos se dispararon… Comenzó a beber de Carlos, se sintió transportada a su viaje o a su sueño, o a las dos cosas a la vez y hasta que no le saco la última gota de semen a Carlos no paró… Carlos se sostenía de pie como podía, ahora podía estar seguro, Isabella había cambiado, su presente era otro, se sintió feliz, y a la vez temeroso, la deseaba como nunca antes, y temía perderla, si antes era su amor lo que lo retenía, ahora completaba el circulo, la deseaba desesperadamente. Isabella saboreó cada gota de su marido y lo beso. Carlos se tomó 5 minutos más y salió de la ducha, debía ir a trabajar, pero no quería. Deseaba ardientemente quedarse con su esposa. Se cambió, la besó con ternura y pasión a la vez y le dijo todo lo que la amaba… y que tenía que irse…
Isabella se quedó en su casa sola, ardiente y sin saciar aun. Pensó en masturbarse, dudó, pero lo necesitaba, Carlos se había ido y ella estaba deseosa de otro orgasmo. Lo necesitaba, comenzó a acariciar su piel, sintió un escalofrío que recorría su cuerpo… Sus labios se hincharon, su sexo se humedeció, los recuerdos del viaja avanzaron , se empezó a tocar casi con desesperación, no le alcanzaban sus largos dedos, necesitaba algo dentro suyo, salió casi corriendo a su dormitorio, sacó su dildo y se lo introdujo primero despacio para empezar a gozar, y empezó el movimiento de meter y sacar cada vez a más velocidad, sintió como el dildo chorreaba, como sus dedos se mojaban, como su culito era mojado por sus líquidos, saco el dildo con desesperación de su vagina y se penetro en su culito, se estremeció, tembló, un orgasmo , otro, su cuerpo ardía, quería más, lo necesitaba. Poco a poco se tranquilizó, fue a la ducha, dejo que el agua acariciara su piel.
Tenía que ir a hacer unos trámites, y aprovecharía para comer por ahí, su marido estaría todo el día ocupado, sus hijos estaban en el colegio, así que se secó, busco una hermoso conjunto de lencería, le gustaba que esas mínimas ropas acariciaran su cuerpo, se calzo una minifalda, una camisa blanca de seda, llamo a un taxi y se fue al centro.
Isabella sabía que algo iba a suceder, lo presentía, lo necesitaba, llego a su destino, sintió que los hombres la deseaban, como nunca antes lo había sentido, sintió que las miradas se posaban sobres su cola, se sintió invadida, y a la vez húmeda, sintió el roce de las miradas, sobre su cola, intentando penetrarla… Y se sintió aún más mojada, necesitaba a un hombre, quería hacer realidad otro sueño… Caminó sin rumbo, disfruto con cada una de las miradas que se posaron sobre su cuerpo, se sentía incendiar, el calor abarcaba todo su cuerpo. Eran las 3 de la tarde, entró en un restaurante a comer, hacia mucho calor, y ella estaba muy caliente, se sentó a la mesa a la que fue conducida por un camarero que no dejo de mirar como sus pezones se endurecían por el fresco del aire acondicionado, se sentía plena, quería que alguien hiciera realidad su sueño… Comió y bebió casi de manera automática, no podía pensar solo necesitaba sentir. De repente sintió una mirada mucho más fuerte, estaba distraída en sus sueños y lo sintió… Hombre, moreno, 1,80 mts, no más de 30 años, y su amigo, ambos la miraron, ambos la desnudaron, ella se transportó y sintió como nuevamente su cuerpo se agitaba, como sus tanguitas se mojaban, como sus pezones se volvían a poner duros y no era exactamente por el frio, todo lo contrario, era por el calor que despedía su cuerpo. Ellos pasaron junto a su mesa y la desnudaron con la mirada y la penetraron con su deseo… Ella sintió un escalofrío… Se sentaron a pocos metros de ella, sentía el olor a sexo, sentía la excitación de ellos… Estos llamaron al camarero, pagaron la cuenta de Isabella sin que ella lo supiera, y se acercaron a su mesa, como dirigida por un ser superior, dejo que se sentaran, quiso poner una excusa, pero no la dejaron, el moreno la beso suavemente en la comisura de los labios, su amigo rozó su mano… Ella se estremeció… Se levantaron y salieron juntos, ella dejo que la llevaran, su mente estaba obnubilada, su cuerpo estaba deseoso de sentir, y esos hombres la excitaban a cada momento… Subieron a un coche, los hombres delante y ella detrás, no sabía lo que hacía, ni quería saberlo, pero deseaba estar ahí, ellos la miraron con lujuria, el trayecto duro una eternidad o 5 minutos, ella necesitaba a esos hombres, era su sueño, entraron a un hotel, en el ascensor solo la besaron, uno en la boca, otro en el cuello, su cuerpo temblaba, tuvo un orgasmo sin darse cuenta, sintió un líquido caliente que salía de su vagina, sintió como se inflamaba su clítoris, y el roce de esos dos hombres lograron su primer orgasmo.
Llegaron a la habitación, el moreno le pregunto su nombre, ella no respondió, le dijo que solo quería sexo, no necesitaba un amante, solo sexo. El moreno la desnudo, despacio, disfrutando de cada movimiento, de cada sensación, ella se estremecía, su amigo se sentó en un sillón a mirar, a disfrutar del espectáculo, el moreno, desprendió uno por uno los botones de la camisa de Isabella, la besaba con ternura, con suavidad, y ella se dejaba hacer, quería disfrutar, retiró suavemente su sujetador, y empezó a beber de un seno, su amigo se acercó y comenzó a besarla, ella se subió arriba del moreno y el amigo de este, besaba suave y lujuriosamente el cuello y la espalda de Isabella. Ella era el placer hecho mujer, de su vagina aun presa del tanga y bajo la minifalda, salían permanentemente sus líquidos cada vez más calientes… Como disfrutaba, cada vez que alguno la besaba, cada vez que alguno se separaba… El amigo del moreno, suavemente retiró la minifalda, beso sus nalgas, desplazó el hilo del tanga, y lamio suavemente su culito, su agujerito… Ella se estremeció, el moreno seguía besando sus senos, succionaba suavemente y fuerte a la vez, mordía sus pezones, acariciaba su espalda, el amigo del moreno, se desnudó, comenzó a refregar su pene por la cara de Isabella, ella sintió el olor de su sexo, lo acercó hacia ella y comenzó a besárselo, a beberlo de a poco, disfrutando de cada cm que entraba dentro de su boca. El moreno suavemente se desplazó de sus senos hasta su vagina, retiró el tanga, completamente empapado, y comenzó a beber todo el líquido que se estaba derramando, a la vez que se iba desnudando… Isabella tuvo otro orgasmo, era el segundo, su cuerpo destilaba sexo, disfrutaba cada segundo con esos muchachos desconocidos que la estaban llevando a un nuevo estadio del placer. El amigo del moreno, saco su pene de la boca, se volvió a sentar en el sillón a observar nuevamente, mientras el moreno bebía de la fuente del placer de Isabella, rodeaba su vagina con su lengua, la penetraba, y suavemente tocaba el clítoris… Ella solo disfrutaba, a la vez que jugaba con el cabello del moreno, si, como disfrutaba…. Su piel era placer, su boca se secaba… El moreno dejo de beber y suavemente se acercó a su boca, la besó, con pasión, con calentura, con desesperación, ella sintió que a la vez que la besaba un pene gordo iba desplazando los labios de su vagina, casi con desesperación lo tomó de las nalgas y lo quiso impulsar hacia adentro, pero el moreno quería disfrutar de esa mujer, de esa hembra en celo… Siguió con su rutina de irla penetrando de a poco, ella sintió como la cabeza del pene, gordo, duro, se introducía en su vagina, cada cm de pene era un placer indescriptible, nunca se había sentido así de llena, de caliente, de necesitada de sexo… Estaba desesperada, quería más… pero el moreno continuo, haciéndola sufrir y disfrutar como nunca, la penetró hasta el fondo, sintió como el líquido de ella lo mojaba todo, su pene, sus testículos, se dieron vuelta, y ella se sentó sobre él, quiso cabalgarlo furiosamente, pero el moreno quería disfrutarla. La tomó por la cintura, y le marcó el ritmo, mientras sus senos subían y bajaban suavemente, ella disfrutaba como nunca…. El amigo del moreno, seguía con detalle cada movimiento, y esto aún la calentaba más a Isabella.
El moreno la acerco a su cuerpo, Isabella volvió a tener un orgasmo… Pero no quería detenerse, su traspiración la empapaba, pero ella seguía cabalgando al moreno, él la puso sobre su cuerpo mientras su amigo se acercaba, parecía que estaban sincronizados. Beso la espalda de Isabella, recorrió cada cm con besos y caricias, mientras el moreno seguía comiéndole la boca y penetrándola suavemente. Isabella solo gemía agitada, un gemido suave, de placer prolongado. El amigo del moreno se puso detrás de ella y empezó a besar su culito, lo fue dilatando suavemente con un dedo primero, dos y hasta tres, luego empezó a penetrarla, su pene era menos grueso que el de su amigo, pero lo compensaba con lo largo que era… Isabella solo era lujuria, se dejaba hacer, sintió un pequeño dolor al ser penetrada en su culito, pero sabía que era lo que quería, tener a dos hombres dentro suyo…. Cerró los ojos, y se sintió transportada… El amigo del moreno la penetro suavemente, como lo había hecho su amigo en su vagina… Isabella volvió a explotar de placer al sentirse empalada por dos machos… Se sentía una perra en celo, desesperada por tenerlos a los dos dentro… Quería que la llenaran de semen… Deseaba chorrear y beber de ellos…. Ambos la penetraban, en sincronía se movían, Isabella solo se dejaba hacer…. Cuanto placer, cuanta pasión, cuantos sueños cumplidos en ese día… Al unísono los amigos salieron de ella. Isabella no sabía qué hacer, pensó que había hecho algo mal, pero no, el moreno se puso en su culito y la comenzó a penetrar mientras su amigo bebía de la vagina de Isabella…. Ella volvió a tener otro orgasmo, pensó que su cuerpo no iba a resistir tanto placer… pero si, y como disfrutaba… El moreno y su pene gordo y duro dentro de ella haciéndole doler de placer, su amigo comenzó a penetrarla, entro en su vagina de manera brusca, y toco el fondo de ella. Volvieron a sincronizarse, Isabella solo disfrutaba, presentía que ya la estaban por llenar, su cuerpo estaba el borde de la resistencia, pero necesitaba su semen en todos lados, el moreno empezó a llenar su cola, sintió su líquido caliente derramarse en su interior, al instante su amigo lleno su vagina de semen, uno, dos, tres , no sé cuántos borbotones de semen en su interior. Isabella se sentía morir de placer, disfrutaba como nunca, como siempre soñó, temblaba, respiraba agitadamente, un, dos , tres, no supo nunca cuántos orgasmos tuvo... Ellos seguían dentro suyo, de a poco cuando los tres dejaron de convulsionarse de placer, sus cuerpos se relajaron, el moreno retiró su pene, su amigo hizo lo mismo, y la besaron toda, desde los pies hasta sus ojos… Primero su amigo, y después el moreno se fueron a la ducha, Isabella aún estaba en la cama agotada de placer, disfrutando de sus sueños, de haber hecho realidad sus sueños, su cuerpo fue de a poco tomando su ritmo habitual, ellos la miraron, le dieron un último beso y se fueron… Ella se levantó, sintió como el semen le salía por vagina y su cola, y se derrama por sus piernas y lo disfrutó… Entro en la ducha, de a poco, moviéndose sensualmente entro en la ducha… Se vistió, pensó en su sueño, su cuerpo volvió a vibrar solo de recordar lo que hace un instante había sucedido… Ahora deseaba ver a su marido… O deseaba otra cosa….
5 comentarios - Los sueños de Isabella – 3…. Dos Hombres y ella…