… pero porque perdí una apuesta, que conste en actas. No fue porque yo haya querido.
La cosa fue así, me encontré con Naty, seguro se acuerdan de ella, la nombré en “Fantasía hot” y puse una foto en la que estamos juntas, como las trolitas. Nos encontramos en el bar de siempre, para tomar una cerveza y charlar un poco. En eso, mientras hablábamos de novios, amantes y demás yerbas, se me salió contarle lo de Poringa. La verdad es que desde hace rato andaba con ganas de decírselo a alguien, y Naty me vino justa.
-Ah, ¿sabes qué? Estoy posteando en Poringa- le dije de repente, casi sin pensarlo.
Se me quedo mirando, por supuesto que sabe que es Poringa, ya que más de una vez nos habíamos puesto a ver algún video en casa.
-Y en solo un día me hice New Full User- agregué totalmente agrandada.
-¿Qué, estás subiendo fotos?-
-Si, algunas, pero lo mío son más los relatos, no sé, siempre me calentó más leer que ver videos o fotos- le dije.
Entonces le conté como fue que se me despertó de repente la inspiración literaria. Y obvio que le conté también la experiencia que tuve con ese tipo que me ofreció plata en la calle. Naty me miraba incrédula, como si le estuviera contando un cuento.
-Vos me estás jodiendo- me dijo en un momento.
-En serio boluda, me lo cogí por cien mangos- le insistí –Con eso le compré un lindo regalo a Quique (mi novio) y algo para mí-
-Que, ¿te volviste puta?- me preguntó.
-No forra, no fue por la guita, lo que pasa es que… no sé… me calentó que quisiera pagarme - traté de explicarle.
En realidad Naty es bastante zarpadita, ella nos puso como apodo lo de “Las trolitas”, aunque siempre sospeche que lo suyo es más de la boca para afuera, como que no es tan lanzada como aparenta ser. Pero bueno, la corto acá, porque ahora que conoce mi perfil de seguro lo va a leer.
Hello Naty…
-Te lo digo en serio boluda, ¿para que te voy a mentir?- le insistía yo, desesperada porque me creyera.
-Aunque me lo jurés no te voy a creer- me decía la muy terca.
-Si queres vamos al locutorio de acá a la vuelta y vemos la página- le propuse.
-Que hayas escrito algo no significa que en verdad lo hayas hecho, por ahí te lo inventaste, a menos que hayas subido fotos tuyas cogiendo con el tipo- repetía.
-No, eso no, pero…-
-Entonces asunto cerrado, no te creo y listo- me interrumpió, sin dejarme agregar nada más.
Obvio que no me iba a quedar así, con la vena hinchada.
-A ver, haceme una prueba, no sé, cualquier cosa, lo que se te ocurra- la desafié.
-No sé, no se me ocurre nada- me dijo desechando la idea.
Pero le insistí.
-Puedo irme a un telo con cualquier tipo de acá- le dije.
-Bueno, a ver…- dijo mientras miraba a nuestro alrededor.
Y entonces clavó la vista en quién menos yo esperaba.
-Ah si, esto va a estar bueno- repuso frotándose las manos –Mirá, si le hacés un pete a Antonio, te creo que fuiste capaz de encamarte con un tipo por plata-
-¡¿Con Antonio?!- exclamé poniendo mi mejor cara de asco.
Antonio es el dueño del bar en donde paramos, un viejo baboso que siempre nos esta diciendo cosas con doble sentido. Mientras estamos ahí no deja de mirarnos con una cara como si en cualquier momento nos fuera a saltar a la yugular. A veces jugamos con eso, y nos hacemos las gatas con él, todo en joda, claro, aunque ahora lo de Naty iba en serio.
-Si, con Antonio- asintió.
Lo mire al viejo y la verdad es que se me revolvió el estómago, pero que iba a hacer. Ya estaba jugada. Me levanté de la mesa y mirándola entre desafiante y orgullosa fui hacia el mostrador.
-Hola Antonio- lo saludé.
-Hola bonita- me respondió, con sus ojos fijos, obviamente, en mi escote.
-Sabés, quería decirte algo- empiezo, pensando ya en echarme para atrás, pero la mirada provocadora de Naty me hace ir para adelante.
-Si, decime- repone sin levantar su mirada, siempre fija en mis gomas.
-Mirá, con Naty acabamos de hacer una apuesta y perdí, la apuesta en sí no es importante, lo que si te incumbe a vos es la prenda que tiene que cumplir la que perdió- le digo.
-No me digas más nada, apostaron que la que perdía pagaba las cervezas, vos perdiste, y no tenes plata para pagar, no hay problema, te las anoto- dijo.
-Te agradezco pero no es eso, en la realidad la apuesta era que la que perdía… bueno, tenía que hacerte un pete…-
Ahora si levantó la mirada y por primera vez creo me miro a los ojos.
-… y yo perdí- agregué poniendo carita de compungida.
-Entonces… eso significa que… me tenés que…- repuso haciendo el claro gesto de petear.
-Si- asentí mordiéndome el labio inferior.
-Entonces vení, vamo´ pal fondo, mamita- me dijo en un tono por demás grosero, como queriendo agarrarme y llevarme de prepo.
-Esta bien, pero pará… seamos más disimulados, pasa vos primero y yo te sigo- le digo, soltándome de su agarrón.
Desde la mesa, Naty me miraba y se cagaba de risa la muy turra. Atravesando una cortina pasamos al “fondo”, ese lugar que siempre estaba restringido con un cartelito que decía: “Prohibida la entrada a toda persona ajena a este sector”. Yo no pertenecía al sector, pero entraba tranquilamente, y todo gracias a que estaba por hacerle un pete al dueño del bar. Ya adentro, me arrinconó contra una pared e intentó besarme. Giré la cara justo a tiempo.
-La apuesta incluye solo un pete, nada de besos- le avise.
-Bueno, entonces empezá nena- dijo evidentemente disgustado, mientras se hacía para atrás.
Así que antes de que quisiera volver a intentar besarme, empecé. Deslicé una mano por su entrepierna y palpé a lo que me tendría que enfrentar, no se notaba nada interesante, así que seguí. Le bajé el cierre del pantalón, introduje la mano, me metí dentro de su calzoncillo, un slip bastante apretado y aprisioné un pedazo de carne de reducidas dimensiones. Pese a la labia que tenía, el viejo Antonio no estaba tan bien dotado como nos quería hacer creer. Se la saque afuera y me puse a agitársela, fuerte y sostenidamente, no creció mucho más aunque si se endureció bastante. Decidida entonces a acabar cuánto antes, o a hacerlo acabar cuánto antes, mejor dicho, me puse de cuclillas y lo empecé a petear. Antonio estaba impresionado, me miraba y abría la boca formando una “O” de incredulidad, mientras yo deslizaba mis labios en derredor de esa pija suya que, por lo corta que era, me entraba por completo. Me la comía toda, hasta llegar a rozarle los pelitos del pubis con mis labios, tratando de acelerar el momento final. La verdad es que no me gustaba demasiado estar haciendo eso, si es por méritos, la verga de Antonio no se merecía ni un beso de mi parte, pero una apuesta es una apuesta, y en ella estaba involucrada mi credibilidad. En eso, mientras se la estoy chupando, con los ojos cerrados para no tener que verlo, abro los ojos por un momento y la veo a la guacha de Naty asomada por la cortina, con alta cara de asco y haciendo graciosos gestos de arcadas. Por un instante, me saco la pija de la boca y me rió, Antonio, en trance, no se da cuenta, en ese momento para él solo existe su pija y mi boca. Vuelvo a metérmela en la boca y a chuparla haciendo como que me gustaba, convenciendo definitivamente a Naty de la veracidad de mis historias.
Cuándo ella por fin se va, ya no aguanto más, así que decido hacerle una paja y que acabe cuánto antes. Los resultados son los esperados, ya que enseguida comienza a arrojar chorro tras chorro de leche. Por supuesto que se la apunto para otro lado, de modo que toda su eyaculación caiga en la pared, aunque un par de chorritos me alcanzan en la mejilla. Me los limpio rápidamente, me levanto, me limpio también los labios con el dorso de la mano y me voy. Salgo de ese lugar restringido y vuelvo a la mesa con mi amiga. Ella ya me esta esperando con otra cerveza recién abierta. Me tomo un vaso de una y le digo que va a ser mejor que nos vayamos. No se opone, y mientras salimos del bar ya estoy pensando en que vamos a tener que ir buscando otro lugar para juntarnos, porque a ese bar no vuelvo más.
La cosa fue así, me encontré con Naty, seguro se acuerdan de ella, la nombré en “Fantasía hot” y puse una foto en la que estamos juntas, como las trolitas. Nos encontramos en el bar de siempre, para tomar una cerveza y charlar un poco. En eso, mientras hablábamos de novios, amantes y demás yerbas, se me salió contarle lo de Poringa. La verdad es que desde hace rato andaba con ganas de decírselo a alguien, y Naty me vino justa.
-Ah, ¿sabes qué? Estoy posteando en Poringa- le dije de repente, casi sin pensarlo.
Se me quedo mirando, por supuesto que sabe que es Poringa, ya que más de una vez nos habíamos puesto a ver algún video en casa.
-Y en solo un día me hice New Full User- agregué totalmente agrandada.
-¿Qué, estás subiendo fotos?-
-Si, algunas, pero lo mío son más los relatos, no sé, siempre me calentó más leer que ver videos o fotos- le dije.
Entonces le conté como fue que se me despertó de repente la inspiración literaria. Y obvio que le conté también la experiencia que tuve con ese tipo que me ofreció plata en la calle. Naty me miraba incrédula, como si le estuviera contando un cuento.
-Vos me estás jodiendo- me dijo en un momento.
-En serio boluda, me lo cogí por cien mangos- le insistí –Con eso le compré un lindo regalo a Quique (mi novio) y algo para mí-
-Que, ¿te volviste puta?- me preguntó.
-No forra, no fue por la guita, lo que pasa es que… no sé… me calentó que quisiera pagarme - traté de explicarle.
En realidad Naty es bastante zarpadita, ella nos puso como apodo lo de “Las trolitas”, aunque siempre sospeche que lo suyo es más de la boca para afuera, como que no es tan lanzada como aparenta ser. Pero bueno, la corto acá, porque ahora que conoce mi perfil de seguro lo va a leer.
Hello Naty…
-Te lo digo en serio boluda, ¿para que te voy a mentir?- le insistía yo, desesperada porque me creyera.
-Aunque me lo jurés no te voy a creer- me decía la muy terca.
-Si queres vamos al locutorio de acá a la vuelta y vemos la página- le propuse.
-Que hayas escrito algo no significa que en verdad lo hayas hecho, por ahí te lo inventaste, a menos que hayas subido fotos tuyas cogiendo con el tipo- repetía.
-No, eso no, pero…-
-Entonces asunto cerrado, no te creo y listo- me interrumpió, sin dejarme agregar nada más.
Obvio que no me iba a quedar así, con la vena hinchada.
-A ver, haceme una prueba, no sé, cualquier cosa, lo que se te ocurra- la desafié.
-No sé, no se me ocurre nada- me dijo desechando la idea.
Pero le insistí.
-Puedo irme a un telo con cualquier tipo de acá- le dije.
-Bueno, a ver…- dijo mientras miraba a nuestro alrededor.
Y entonces clavó la vista en quién menos yo esperaba.
-Ah si, esto va a estar bueno- repuso frotándose las manos –Mirá, si le hacés un pete a Antonio, te creo que fuiste capaz de encamarte con un tipo por plata-
-¡¿Con Antonio?!- exclamé poniendo mi mejor cara de asco.
Antonio es el dueño del bar en donde paramos, un viejo baboso que siempre nos esta diciendo cosas con doble sentido. Mientras estamos ahí no deja de mirarnos con una cara como si en cualquier momento nos fuera a saltar a la yugular. A veces jugamos con eso, y nos hacemos las gatas con él, todo en joda, claro, aunque ahora lo de Naty iba en serio.
-Si, con Antonio- asintió.
Lo mire al viejo y la verdad es que se me revolvió el estómago, pero que iba a hacer. Ya estaba jugada. Me levanté de la mesa y mirándola entre desafiante y orgullosa fui hacia el mostrador.
-Hola Antonio- lo saludé.
-Hola bonita- me respondió, con sus ojos fijos, obviamente, en mi escote.
-Sabés, quería decirte algo- empiezo, pensando ya en echarme para atrás, pero la mirada provocadora de Naty me hace ir para adelante.
-Si, decime- repone sin levantar su mirada, siempre fija en mis gomas.
-Mirá, con Naty acabamos de hacer una apuesta y perdí, la apuesta en sí no es importante, lo que si te incumbe a vos es la prenda que tiene que cumplir la que perdió- le digo.
-No me digas más nada, apostaron que la que perdía pagaba las cervezas, vos perdiste, y no tenes plata para pagar, no hay problema, te las anoto- dijo.
-Te agradezco pero no es eso, en la realidad la apuesta era que la que perdía… bueno, tenía que hacerte un pete…-
Ahora si levantó la mirada y por primera vez creo me miro a los ojos.
-… y yo perdí- agregué poniendo carita de compungida.
-Entonces… eso significa que… me tenés que…- repuso haciendo el claro gesto de petear.
-Si- asentí mordiéndome el labio inferior.
-Entonces vení, vamo´ pal fondo, mamita- me dijo en un tono por demás grosero, como queriendo agarrarme y llevarme de prepo.
-Esta bien, pero pará… seamos más disimulados, pasa vos primero y yo te sigo- le digo, soltándome de su agarrón.
Desde la mesa, Naty me miraba y se cagaba de risa la muy turra. Atravesando una cortina pasamos al “fondo”, ese lugar que siempre estaba restringido con un cartelito que decía: “Prohibida la entrada a toda persona ajena a este sector”. Yo no pertenecía al sector, pero entraba tranquilamente, y todo gracias a que estaba por hacerle un pete al dueño del bar. Ya adentro, me arrinconó contra una pared e intentó besarme. Giré la cara justo a tiempo.
-La apuesta incluye solo un pete, nada de besos- le avise.
-Bueno, entonces empezá nena- dijo evidentemente disgustado, mientras se hacía para atrás.
Así que antes de que quisiera volver a intentar besarme, empecé. Deslicé una mano por su entrepierna y palpé a lo que me tendría que enfrentar, no se notaba nada interesante, así que seguí. Le bajé el cierre del pantalón, introduje la mano, me metí dentro de su calzoncillo, un slip bastante apretado y aprisioné un pedazo de carne de reducidas dimensiones. Pese a la labia que tenía, el viejo Antonio no estaba tan bien dotado como nos quería hacer creer. Se la saque afuera y me puse a agitársela, fuerte y sostenidamente, no creció mucho más aunque si se endureció bastante. Decidida entonces a acabar cuánto antes, o a hacerlo acabar cuánto antes, mejor dicho, me puse de cuclillas y lo empecé a petear. Antonio estaba impresionado, me miraba y abría la boca formando una “O” de incredulidad, mientras yo deslizaba mis labios en derredor de esa pija suya que, por lo corta que era, me entraba por completo. Me la comía toda, hasta llegar a rozarle los pelitos del pubis con mis labios, tratando de acelerar el momento final. La verdad es que no me gustaba demasiado estar haciendo eso, si es por méritos, la verga de Antonio no se merecía ni un beso de mi parte, pero una apuesta es una apuesta, y en ella estaba involucrada mi credibilidad. En eso, mientras se la estoy chupando, con los ojos cerrados para no tener que verlo, abro los ojos por un momento y la veo a la guacha de Naty asomada por la cortina, con alta cara de asco y haciendo graciosos gestos de arcadas. Por un instante, me saco la pija de la boca y me rió, Antonio, en trance, no se da cuenta, en ese momento para él solo existe su pija y mi boca. Vuelvo a metérmela en la boca y a chuparla haciendo como que me gustaba, convenciendo definitivamente a Naty de la veracidad de mis historias.
Cuándo ella por fin se va, ya no aguanto más, así que decido hacerle una paja y que acabe cuánto antes. Los resultados son los esperados, ya que enseguida comienza a arrojar chorro tras chorro de leche. Por supuesto que se la apunto para otro lado, de modo que toda su eyaculación caiga en la pared, aunque un par de chorritos me alcanzan en la mejilla. Me los limpio rápidamente, me levanto, me limpio también los labios con el dorso de la mano y me voy. Salgo de ese lugar restringido y vuelvo a la mesa con mi amiga. Ella ya me esta esperando con otra cerveza recién abierta. Me tomo un vaso de una y le digo que va a ser mejor que nos vayamos. No se opone, y mientras salimos del bar ya estoy pensando en que vamos a tener que ir buscando otro lugar para juntarnos, porque a ese bar no vuelvo más.
23 comentarios - Le hice un pete...
Me recalentó tu historia, me importa un carajo si es real o inventada, me recalienta imaginar todo lo que contás y lo contás muy bien, me encanta.
Te dejo 5 puntitos que es todo lo que me queda y recomiendo !!!!
Besitos en esa boquita petera ❤️ ❤️ :love:
gracias por compartir tus historias con la comunidad...
pa la proxima trio con tu amiga naty y antonio?? jaja
besos.-
pero bueee..
mañana van 10 😃 😀
Comentarios como ese no van!!
no hgas caso nena!!
las historia es buena!! 🙎♂️ 🙎♂️ 🙎♂️
No sabes lo lindo y rico que es chupar una pija... mmmmm!!!!
te los merecés nena, por zarpada y trola, me encanta como contás tus historias, no tengo puntos pero tengo litros de leche para darte 🤤
lo que me rei con tu relato
sos divina en serio me encantas tenes un estilo tan fresco y divertido,me encantas
ando seca pero cuando pueda vuelvo con puntos colega petera 😉 ajajaj
RECOMENDADO
Jajajajajajajajajajajajajajajaja una fenomena la flaca.