Hola amigos, escribo una fantasía, que es ver a mi chica con un pijudo. Si quieren la continuación del relato, avisen.
Soy una mujer feliz. Mi vida sentimental es muy importante para mí. Tengo un novio que amo profundamente, que se preocupa por mí y que nunca por nada en el mundo abandonaría. En la cama tenemos una relación muy buena, y puedo decir que soy una mujer más que satisfecha. Con mi novio llevábamos una relación estable hacía bastante tiempo, y todo iba viento en popa.
Nuestra vida social era común. El tenía un grupo de amigos muy fuerte, y yo me había integrado bien a ese círculo. Una noche que había reunión en lo de un amigo de mi novio. sucedió un hecho insignificante que quedaría dando vueltas en mi cabeza más de lo conveniente. La novia del mejor amigo de mi chico tenía cara triste, entonces me acerqué a preguntarle qué le pasaba, y me di cuenta de que estaba muy borracha. Me dijo:
-"Voy a cortar con Lucho (ese no es su nombre real, lo cambié para proteger su identidad).
-¿En serio? No te puedo creer... después de casi tres años?
-Si, esto hace rato que no funciona, voy a cortar.
-Pero parecían estar tan bien... nunca me hubiera imaginado...
-Si, Lucho es un arrogante, egoísta, se caga en todo. Yo le hubiera cortado al año, si no fuera por...
En este punto ella se contuvo, estaba borracha y parecía no querer hablar de más. Sin embargo, mi curiosidad pudo más, y le pregunté:
-¿Si no fuera por qué?
Ella se rió un poco, y respondió:
-Si no fuera porque tiene la pija gigante! Es una mierda de persona, pero con ese trozo me tuvo hipnotizada estos tres años. Dios... me lo aguanté sólo para poder subirme a su pija...
Luego, como si nada, ella siguió hablando de lo mal que iba la relación, y de que en cualquier momento le cortaba a Lucho. Y así fue. A la semana, mi novio Damián (otro nombre ficticio) me avisa que a Lucho lo dejó la novia, que estaba muy mal, y que había que hacerle el aguante. Fue así como Lucho empezo a caer por casa de vez en cuando. Venía a ver partidos con mi novio, o caía con empanadas y cerveza, nada fuera de lo normal para un verano bastante monótono en la ciudad. Era un ambiente muy de entrecasa.
Un domingo muy caluroso, nos habíamos juntado una tarde a ver pelis bajadas de internet, y a tomar unas cervezas en casa. A eso de las 5 de la tarde, el calor y la modorra se sumaron, y los chicos se quedaron dormidos en el sillón del living. Mi novio en un momento se levantó, y dijo que iba a despabilarse con una ducha. Lucho en cambio dormitaba mal. Aproveché para levantar la mesa y acomodar un poco el living, y luego sentarme un toque en el sillón, al lado de Lucho, donde antes estaba sentado mi novio. Prendí la tele y empecé a hacer zapping. Estaba aburridísima. En ese momento me acordé de lo que me dijo la ex de Lucho hace unos días y me reí por dentro. Miré a Lucho: dormía mal. Lo llamé por su nombre, lo sacudí un poco, pero nada, estaba frito. Iba a cambiar de canal, cuando de repente me pareció que a Lucho se le escapaba algo del short de fútbol, y que el elástico le llegaba más arriba del ombligo. Se ve que al acomodarse para dormir se le subió. y por la parte de la pierna se le escapaban los huevos. El tipo no usaba calzoncillo!! Ahora bien, si los de Lucho eran huevos, entonces los de mi novio tenían que ser unas bolitas ojo de gato, porque estas bolas eran impresionantemente grandes, eran como del tamaño de las limas para hacer caipirinha. Mi primera reacción fue pararme. No sabía que hacer... fui a la cocina a buscar algo de cerveza, di unas vueltas por el living, y fui a ver qué hacía Damián. Había terminado de ducharse, pero estaba acostando en la cama roncando un poquito. Me sentía un poco rara, alterada... volví al sillón y me puse a tomar mi vaso de cerveza como si nada... Lo miré a Lucho... Lo empujé un poco: estaba dormido, creo q este chico había tomado de más. En ese momento me dije a mi misma que me tenía que dejar de joder, y me arrimé para acomodarle la ropa a Lucho, y estaba en eso cuando me detuve: este pibe tenía las bolas completamente depiladas! Mi impulso fue instantáneo: lo acaricié un poco, esa piel tan suave me pedía que la tocara... Levanté el paquete con las dos manos, y sentí cómo esos huevos enormes y la piel se desparramaban sobre mis palmas... tenía la fuente de su masculinidad entre mis dedos...
Formé un anillo con el pulgar y el índice, se lo puse donde nacen las bolas, para tenerselas bien agarraditas, y mas apretaditas. Con la otra mano le apretujaba las bolas, y se las sobaba un poco. Me daba mucho morbo su forma, eran como esos perros gran daneses enormes, que tiene lunas bolas enormes, dentro de una bolsa de piel muy grande y larga que se balancea orgullosamente. De repente me picó el bichito del fetichismo, y con la mano libre le empecé a hacerle despacito "chaschás" en las bolas. Esta pequeña sensación de poder me divertía maliciosamente: me agarraba una calentura impresionante, cuando los golpecitos en las bolas le hacían fruncir el ceño a Lucho, pero no llegaban a despertarlo...
Continuará, si les gusta...
CONTINUARÁ
Soy una mujer feliz. Mi vida sentimental es muy importante para mí. Tengo un novio que amo profundamente, que se preocupa por mí y que nunca por nada en el mundo abandonaría. En la cama tenemos una relación muy buena, y puedo decir que soy una mujer más que satisfecha. Con mi novio llevábamos una relación estable hacía bastante tiempo, y todo iba viento en popa.
Nuestra vida social era común. El tenía un grupo de amigos muy fuerte, y yo me había integrado bien a ese círculo. Una noche que había reunión en lo de un amigo de mi novio. sucedió un hecho insignificante que quedaría dando vueltas en mi cabeza más de lo conveniente. La novia del mejor amigo de mi chico tenía cara triste, entonces me acerqué a preguntarle qué le pasaba, y me di cuenta de que estaba muy borracha. Me dijo:
-"Voy a cortar con Lucho (ese no es su nombre real, lo cambié para proteger su identidad).
-¿En serio? No te puedo creer... después de casi tres años?
-Si, esto hace rato que no funciona, voy a cortar.
-Pero parecían estar tan bien... nunca me hubiera imaginado...
-Si, Lucho es un arrogante, egoísta, se caga en todo. Yo le hubiera cortado al año, si no fuera por...
En este punto ella se contuvo, estaba borracha y parecía no querer hablar de más. Sin embargo, mi curiosidad pudo más, y le pregunté:
-¿Si no fuera por qué?
Ella se rió un poco, y respondió:
-Si no fuera porque tiene la pija gigante! Es una mierda de persona, pero con ese trozo me tuvo hipnotizada estos tres años. Dios... me lo aguanté sólo para poder subirme a su pija...
Luego, como si nada, ella siguió hablando de lo mal que iba la relación, y de que en cualquier momento le cortaba a Lucho. Y así fue. A la semana, mi novio Damián (otro nombre ficticio) me avisa que a Lucho lo dejó la novia, que estaba muy mal, y que había que hacerle el aguante. Fue así como Lucho empezo a caer por casa de vez en cuando. Venía a ver partidos con mi novio, o caía con empanadas y cerveza, nada fuera de lo normal para un verano bastante monótono en la ciudad. Era un ambiente muy de entrecasa.
Un domingo muy caluroso, nos habíamos juntado una tarde a ver pelis bajadas de internet, y a tomar unas cervezas en casa. A eso de las 5 de la tarde, el calor y la modorra se sumaron, y los chicos se quedaron dormidos en el sillón del living. Mi novio en un momento se levantó, y dijo que iba a despabilarse con una ducha. Lucho en cambio dormitaba mal. Aproveché para levantar la mesa y acomodar un poco el living, y luego sentarme un toque en el sillón, al lado de Lucho, donde antes estaba sentado mi novio. Prendí la tele y empecé a hacer zapping. Estaba aburridísima. En ese momento me acordé de lo que me dijo la ex de Lucho hace unos días y me reí por dentro. Miré a Lucho: dormía mal. Lo llamé por su nombre, lo sacudí un poco, pero nada, estaba frito. Iba a cambiar de canal, cuando de repente me pareció que a Lucho se le escapaba algo del short de fútbol, y que el elástico le llegaba más arriba del ombligo. Se ve que al acomodarse para dormir se le subió. y por la parte de la pierna se le escapaban los huevos. El tipo no usaba calzoncillo!! Ahora bien, si los de Lucho eran huevos, entonces los de mi novio tenían que ser unas bolitas ojo de gato, porque estas bolas eran impresionantemente grandes, eran como del tamaño de las limas para hacer caipirinha. Mi primera reacción fue pararme. No sabía que hacer... fui a la cocina a buscar algo de cerveza, di unas vueltas por el living, y fui a ver qué hacía Damián. Había terminado de ducharse, pero estaba acostando en la cama roncando un poquito. Me sentía un poco rara, alterada... volví al sillón y me puse a tomar mi vaso de cerveza como si nada... Lo miré a Lucho... Lo empujé un poco: estaba dormido, creo q este chico había tomado de más. En ese momento me dije a mi misma que me tenía que dejar de joder, y me arrimé para acomodarle la ropa a Lucho, y estaba en eso cuando me detuve: este pibe tenía las bolas completamente depiladas! Mi impulso fue instantáneo: lo acaricié un poco, esa piel tan suave me pedía que la tocara... Levanté el paquete con las dos manos, y sentí cómo esos huevos enormes y la piel se desparramaban sobre mis palmas... tenía la fuente de su masculinidad entre mis dedos...
Formé un anillo con el pulgar y el índice, se lo puse donde nacen las bolas, para tenerselas bien agarraditas, y mas apretaditas. Con la otra mano le apretujaba las bolas, y se las sobaba un poco. Me daba mucho morbo su forma, eran como esos perros gran daneses enormes, que tiene lunas bolas enormes, dentro de una bolsa de piel muy grande y larga que se balancea orgullosamente. De repente me picó el bichito del fetichismo, y con la mano libre le empecé a hacerle despacito "chaschás" en las bolas. Esta pequeña sensación de poder me divertía maliciosamente: me agarraba una calentura impresionante, cuando los golpecitos en las bolas le hacían fruncir el ceño a Lucho, pero no llegaban a despertarlo...
Continuará, si les gusta...
CONTINUARÁ
22 comentarios - Con el amigo dotado de mi novio