Noche de aburrimiento

Esta es la historia de un chico y una chica, tal como muchos de nosotros, que muchas veces están solos en sus casas y no les basta con mirar videos para saciar sus deseos y a veces quiere pasar más allá.

Una noche de miércoles, un muchacho solo, un poco aburrido de la rutina, decide darse una paja de las buenas. Para encontrar inspiración comienza a buscar videos en los muchos de los sitios que existen en la internet. Pero eso no era suficiente para saciar su aburrimiento, por lo que acude al infaltable chat.

A algunos kilómetros de distancia una chica curiosa abre una ventana de chat típica de país, no encuentra nada entretenido, y se pregunta, "¿encontraré algun chico simpático en un chat de sexo? difícil, solo hay tipos tocándose y que creen que uno es como ellos... pero quizá esta noche esté de suerte..."

En ese momento es donde empieza nuestra historia. El solitario muchacho ingresa al chat de sexo de un conocido sitio, pregunta quien quiere hablar, que sólo quiere pasar el rato... La chica ve esta proposición y le envía un mensaje privado "hola?" el le responde con un cordial saludo "hola, cómo estás?". Así comienzan a charlar como si fuera una trivial conversación entre dos jóvenes que se encuentran en una fila de un banco, pero a medida que pasa el tiempo el chico toma la iniciativa. La pregunta para romper el hielo fue "¿Y que haces en un chat de este tipo?" La respuesta era lógica, si quisiera hablar de política, no me metería a un chat de sexo, pero ella sentía que el muchacho era simpatico, por lo que prefiere responderle "vengo a mirar, quizá pasar un buen momento" con lo que la conversación se fue poniendo a tono. Lo bueno de vivir en el año 2011 es que tenemos cámaras en todos lados, y la explicación de "no tengo cam" hoy día no es tan creíble como antes, por lo cual el chico le pregunta a ella si tenía una cámara donde poder verla, a lo que ella contestó que sí, pero que no se expondría a mostrarla en un sitio cualquiera, por lo que le pidió al joven su MSN. Agregado, y con las cámaras encendidas comenzó el juego:
- Verdad o prenda: eres soltera?
- Elijo prenda
En ese momento se quita su polerita que traía y queda solamente en un brasier de encajes donde ya podía verse sus grandes pechos, que no había mencionado antes y por tanto no esperaba nunca ver

Tomando revancha, ella pregunta cosas que no se pueden responder y así sucesivamente, hasta que ambos quedamos en nuestras casas en ropa interior. La muchacha tenía un cuerpo magnífico, una cola que desfiló que cualquiera Miss Reef envidiaría.

Ya llevaban unos 40 minutos en el juego cuando ella se adelanta y dice:
- Quiero ver lo que tienes ahí
- Que sea recíproco

La chica baja la cámara con una mano, ya que la otra estaba en su concha húmeda, saca la mano y se comienzan a ver sus dedos húmedos que tocaban su clítoris en ese momento, estos comienzan a acercarse a su boca, donde saca su lengua, la cual comienza a rodear cada uno de los dedos, y luego dos juntos, como si estuviera comiendo una concha, sacando todos los líquidos que pudiera en ese momento. El joven con esa imagen quedó a mil, nunca pensó que la chica hiciera tal espectáculo, por lo que enseguida comienzó a tocarse para ella, que ya no solo se tocaba su concha, sino que había soltado su brasier y había dejado a la vista sus grandes senos, con unos pezones que querían explotar y que ella tocaba con sus dedos húmedos tal como cualquier hombre los hubiera tocado con su lengua, pero lamentablemente ella ela la única que los podía tocar, ya que estaba sola en la habitación.

Ella tomó el control de la situación, y le le decía "quiero que tomes tu pene, más apretado, muévelo más lento... tócate sólo la punta...así, muy bien, ¿te gusta?" y él hacía lo mismo con ella"me encanta, ahora te toca a ti, pon un dedo en tu concha, ¿puedes más de uno?... entonces mete tres..." "...mmm, nunca había hecho ésto, esta muy rico..." "me encanta" A los minutos de juego, ella grito "me voy" y con esa pequeña frase, al chico se le desencadena una serie de sensaciones por todo su cuerpo que sólo puede representar con la frase "oh, oh, voy a morir". En pleno climax ella logra articular "como quisiera que fueran tus manos las que me tocaran" y el le responde" como quisiera que estuviera tu boca comiéndome". Finalmente ella dice "no doy más" y se escucha un largo gemido, mientras en la otra habitación, a kilómetros de distancia, el chico se corre como nunca lo había hecho en su vida.

Con un adios y una sonrisa ella se despide, el responde con una sonrisa, y ambos cierran sus ventanas de conversación, con el recuerdo de lo sucedido, esperando que la experiencia se repita con posterioridad...


Es solo ficción así que no pidan fotos...

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