En medio de una luna llena es que me perdi recorriendo el mundo entero. Recaia ciclicamente sobre tu vientre. Recorriendo tu ombligo.
Mientras la luna esplendida nos observa, con su carga de sensualidad, en un acontecimiento escapado de un cuento de fantasia, el tiempo extinto debajo de una cascada de sentimientos que provocan el rebalsar de una laguna. Poco a poco el agua se acerca. Y sentimos esa cercania de humedad.
La energia. La canción de la vida vuelve a sonar, creciendo flores de los arboles secos, emergiendo poliquetos desde la tierra rasgada que se va tornando de un negro intenso. Nuestros cabellos oscuros e infinitos, como una pequeña muestra del mismo universo, revueltos por una anarquia de gestos y caricias.
La luna perdío toda su voluntad para retirarse, y esta desesperada porque sabe que el amor debe refugiarse de la vida, quedandose, retrasando el amanecer.
Tus uñas rozando mi piel suavemente arrancan estruendos a mi alma, queriendo escapar por no soportar el extasis que provocas, y me dan una sobredosis de opio alucinando con un paraiso donde sólo tu eres el universo.
A 10 minutos del amanecer se desgarra la némesis del universo micróbico de tus pupilas, y mis trémulas desnudas córneas abrazan el frío despedido de la noche, que te viera vulnerable, que te viera siendo niño...
Un calor que trepa mis rodillas, que evapora en murmurosas caricias la escarcha del miedo de no prever tu presencia en la puesta del sol... a 10 minutos del amanecer.
Mientras la luna esplendida nos observa, con su carga de sensualidad, en un acontecimiento escapado de un cuento de fantasia, el tiempo extinto debajo de una cascada de sentimientos que provocan el rebalsar de una laguna. Poco a poco el agua se acerca. Y sentimos esa cercania de humedad.
La energia. La canción de la vida vuelve a sonar, creciendo flores de los arboles secos, emergiendo poliquetos desde la tierra rasgada que se va tornando de un negro intenso. Nuestros cabellos oscuros e infinitos, como una pequeña muestra del mismo universo, revueltos por una anarquia de gestos y caricias.
La luna perdío toda su voluntad para retirarse, y esta desesperada porque sabe que el amor debe refugiarse de la vida, quedandose, retrasando el amanecer.
Tus uñas rozando mi piel suavemente arrancan estruendos a mi alma, queriendo escapar por no soportar el extasis que provocas, y me dan una sobredosis de opio alucinando con un paraiso donde sólo tu eres el universo.
A 10 minutos del amanecer se desgarra la némesis del universo micróbico de tus pupilas, y mis trémulas desnudas córneas abrazan el frío despedido de la noche, que te viera vulnerable, que te viera siendo niño...
Un calor que trepa mis rodillas, que evapora en murmurosas caricias la escarcha del miedo de no prever tu presencia en la puesta del sol... a 10 minutos del amanecer.
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