Hace mucho tiempo que tengo a Carmen y su marido Jorge como amigos. Siempre tuvimos una relación muy cercana, sobre todo Jorge y yo, ya que nos conocemos desde antes que se casara… Con Carmen es un poco raro, ya que me pareció siempre entre tímida y enigmática.
Muy observadora y de quedarse en silencio observando todo. A menudo vienen a casa a cenar y pasamos agradables veladas. Yo vivo sólo desde que me divorcié.
Con la llegada del facebook comencé a charlar con ellos por separado, sobre todo con Carmen.
Casi todas las mañanas cruzábamos algunas palabras al principio y poco a poco nuestras charlas se fueron haciendo costumbre. Cada mañana me hago el café, enciendo un cigarrillo y ella al verme conectado me saluda con un austero: Hola, suficiente para excitarme. La idea de poder tener algo con Carmen a espaldas de mi amigo Jorge me pone loco, sé que es una fantasía, pero quién dice que no pueda convertirse en realidad.
Poco a poco, cada día voy flirteando más con ella, ella es dura pero se va soltando cada día…
En mi interior me gusta pensar que es una puta salvaje, y que quiere cogerme a destajo. A ver qué sucede…
Le propongo jueguitos y ella reticente al comienzo termina accediendo cada vez…
Hace unos días le propuse que nos dijéramos palabras que nos provocaran placer.
Comencé yo:
- Carmen…
Ella: -Sol…
Yo: - Labios…
Ella: -Manos…
Yo: - Piel…
Ella: Tú…
Al leer esto mi pija se endureció de golpe y me desesperé de calentura.
No quise seguir adelante, pero a continuación le escribí a Jorge invitándolos a casa a cenar, esa misma noche.
Al llegar me saludaron como siempre, aunque ella tenía los ojos brillosos y la cara un poco ardiente…como si tuviera fiebre.
Charlamos un poco y luego nos sentamos a la mesa, yo en la cabecera y ellos, uno a cada lado, enfrentados.
Mientras transcurría la cena nuestras piernas se rozaban, se apretaban cada vez más… Me volvía loco ver cómo disimulaba la hija de puta, mientras su marido disertaba sobre política, ella me pisaba suave y rítmicamente en clara muestra de excitación.
Yo estaba muy al palo y al juntar la mesa, ella se levantó a ayudarme y además preparar el postre. Jorge que había bebido bastante se quedó viendo una revista de fotos que le había llamado la atención.
En la cocina, apenas entramos nos enredamos en un beso desesperado, como si fuera el primer y único beso que pudiéramos darnos, nos amábamos, nos lamíamos los labios, la cara. Estábamos muy calientes y sin poder pasar de ahí.
Al llevar los postres a la mesa, se notaba en Carmen los colores rojizos de sus pómulos y el grado de calentura que tenía. Al cabo de un rato y después del café se marcharon, al salir nos despedimos con un abrazo, el de ella fue muy fuerte y con las uñas me acarició la espalda.
Cuando llegué al salón para recoger, noté que Carmen había “olvidado” su bolso, de pronto entendí todo… Al cabo de 5 minutos, tocó la puerta y entró desesperada, la esperaba desnudo y empalmado. Se tiró encima de mí en el sofá, corriendo a un lado el tanga me montó como un jinete experimentado, saltó sin parar durante 3 minutos, suficientes para que acabáramos los dos de una manera bestial. Inundé su concha de leche tibia mientras ella empapaba mi vientre con sus efluvios de puta infiel.
Rápidamente se acomodó la ropa, aún con la leche en su interior y se marchó a toda prisa.
Fue una experiencia alucinante y creo que es una relación que promete…
(Continuará…)
Muy observadora y de quedarse en silencio observando todo. A menudo vienen a casa a cenar y pasamos agradables veladas. Yo vivo sólo desde que me divorcié.
Con la llegada del facebook comencé a charlar con ellos por separado, sobre todo con Carmen.
Casi todas las mañanas cruzábamos algunas palabras al principio y poco a poco nuestras charlas se fueron haciendo costumbre. Cada mañana me hago el café, enciendo un cigarrillo y ella al verme conectado me saluda con un austero: Hola, suficiente para excitarme. La idea de poder tener algo con Carmen a espaldas de mi amigo Jorge me pone loco, sé que es una fantasía, pero quién dice que no pueda convertirse en realidad.
Poco a poco, cada día voy flirteando más con ella, ella es dura pero se va soltando cada día…
En mi interior me gusta pensar que es una puta salvaje, y que quiere cogerme a destajo. A ver qué sucede…
Le propongo jueguitos y ella reticente al comienzo termina accediendo cada vez…
Hace unos días le propuse que nos dijéramos palabras que nos provocaran placer.
Comencé yo:
- Carmen…
Ella: -Sol…
Yo: - Labios…
Ella: -Manos…
Yo: - Piel…
Ella: Tú…
Al leer esto mi pija se endureció de golpe y me desesperé de calentura.
No quise seguir adelante, pero a continuación le escribí a Jorge invitándolos a casa a cenar, esa misma noche.
Al llegar me saludaron como siempre, aunque ella tenía los ojos brillosos y la cara un poco ardiente…como si tuviera fiebre.
Charlamos un poco y luego nos sentamos a la mesa, yo en la cabecera y ellos, uno a cada lado, enfrentados.
Mientras transcurría la cena nuestras piernas se rozaban, se apretaban cada vez más… Me volvía loco ver cómo disimulaba la hija de puta, mientras su marido disertaba sobre política, ella me pisaba suave y rítmicamente en clara muestra de excitación.
Yo estaba muy al palo y al juntar la mesa, ella se levantó a ayudarme y además preparar el postre. Jorge que había bebido bastante se quedó viendo una revista de fotos que le había llamado la atención.
En la cocina, apenas entramos nos enredamos en un beso desesperado, como si fuera el primer y único beso que pudiéramos darnos, nos amábamos, nos lamíamos los labios, la cara. Estábamos muy calientes y sin poder pasar de ahí.
Al llevar los postres a la mesa, se notaba en Carmen los colores rojizos de sus pómulos y el grado de calentura que tenía. Al cabo de un rato y después del café se marcharon, al salir nos despedimos con un abrazo, el de ella fue muy fuerte y con las uñas me acarició la espalda.
Cuando llegué al salón para recoger, noté que Carmen había “olvidado” su bolso, de pronto entendí todo… Al cabo de 5 minutos, tocó la puerta y entró desesperada, la esperaba desnudo y empalmado. Se tiró encima de mí en el sofá, corriendo a un lado el tanga me montó como un jinete experimentado, saltó sin parar durante 3 minutos, suficientes para que acabáramos los dos de una manera bestial. Inundé su concha de leche tibia mientras ella empapaba mi vientre con sus efluvios de puta infiel.
Rápidamente se acomodó la ropa, aún con la leche en su interior y se marchó a toda prisa.
Fue una experiencia alucinante y creo que es una relación que promete…
(Continuará…)
12 comentarios - La mujer de mi amigo (Episodio 1)
Buen inicio!!! 🤤
IMPRESIONANTE POST TE MANDASTE !!!
SEGUI ASI !!! FELICITACIONES !!!
GRACIAS POR COMPARTIR !!!