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MHM

Como hace unos días cometí en serio error (se trataba de mi primer post), titulé como Swinger el relato de un Trio real MHM. Esto no esta escrito por mi, pero la calidez y el erotismo de quién me lo regaló, mi compañera de ese entonces, creo que merecen estar en Poringa. Espero que les agrade y espero sus comentarios.

Un rato en el reservado nos alcanzó para acceder a que la señorita X compartiera nuestra cama.Nosotros cojemos haciendo el amor, intercambiamos fluídos como parte de rituales mágicos e intensos que vuelan las cabezas. Somos tántricos, apasionados, sensibles. Seres abiertos a las cosas del placer. Y no estábamos dispuestos a negociar algo tan preciado. Al llegar al auto me dirigí a la puerta de atrás, y me crucé con tu mirada cómplice. Tenían que sentirse más cerca. Me recosté en el asiento y vi como acariciabas sus piernas en busca del tajo húmedo. Como separaba las piernas ... mmm en tu oído, y rozaba la oreja y el cuello en busca de la boca, pegada a vos. Y se te escapó un "mmm ... qué rica!" mientras desnudabas su boca. Había mucha química entre ustedes y yo empezaba a excitarme ... El tránsito te obligó a recomponerte y volteando hacia mi me regalaste una sonrisa con toda la cara; era tu noche. Enseguida llegamos al edificio donde tenía el consultorio - era odontóloga - entramos y se adelantó en el pasillo. Me sorprendiste pegado a mi espalda, la pija colocada en la cola, abrazándome. Me detuve a disfrutar tus besos en el cuello, los masajes en las lolas y el sexo, y después sentirte sobre mi, contra la pared, comiéndome la boca ...Adentro encendió luces bajas y elegimos escuchar a Casandra Wilson. Tomamos champagne recostados en un sofá, una a cada lado. Yo tenía vestido ajustado sobre la rodilla, medias con liga y botas cortas de taco alto. Nuestra amiga pantalón ancho tiro bajo, remera ajustada con un buen escote y botas altas. Nos pusimos de costado, apoyadas contra vos, riendo y susurrando en tus oídos ... Sin ponernos de acuerdo las dos acariciábamos tu pecho por debajo de la camisa, besábamos tu cuello y bebíamos de tu boca que parecía cada vez más grande ... Una mano jugaba en mis piernas, mientras la otra acariciaba sus lolas ... De pronto se paró y comenzó a sacarse la ropa muy sensualmente, al compás de una canción desgarrada y cachonda. Entonces te ayudé a desvestir también, entre caricias y besos, para que sintieras su piel en mis manos y en mi boca. Me calentaba sentirte ardiendo, y te lo ronroneaba en el oído. Ella se acariciaba bailando ... se excitaba con eso y con nosotros jugueteando cada vez con menos ropa en el sofá. Me senté sobre vos, que me acariciabas con la pija, mientras lamías mi espalda y pellizcabas mis pezones. Gemía y empezaba a reirme, mojadísima, mientras nuestra compañerase quedaba sólo con el portaligas y las botas. Era alta tenía lolas grandes y una ragia cola. Me paré y dejé que te llevara hasta el sillón odontológico donde se hundió en vos, con un grito de placer que no hizo más que aumentar la adrenalina. Cabalgaba moviéndose en círculos y vos recorr1as su cuerpo firme y elástico. Fui por más champagne y, cuando regresé, confieso que me sorprendió la escena ...

La pija se hundía en la cola hasta los huevos. La abrazabas con fuerza como queriendo fundirte en ella. Jadeaba sentada sobre vos y sostenía entre las piernas un consolador más grande que tu pija.Por un momento me sentí de más, y me limité a seguir bebiendo hasta que me extendiste la mano.Me acerqué y me atrajiste a vos tomándome de la cintura. Rozamos los labios, nos lamimos, nos mordisqueamos ... La señorita X acababa ruidosamente, y mordías mi boca y su espalda, alternativamente. Abandonó primero el vibrador, se incorporó y te llenó la boca de besos; no dejabas de acariciarla. Cuando se fue al baño te dejó en el sillón, agitado, con las piernas abiertas y la pija como un mástil en llamas. Nos miramos a los ojos y sonreimos ... Acariciando los huevos la llené de besos y lamidas ... mmm ... deliciosa ... cada vez más grande, más urgente ... y yo acabando sin parar de sólo imaginarla adentro ... Nos fuimos a la alfombra donde cada uno siguió disfrutando al otro, recorriéndolo con la boca y con las manos, hasta apoderarse del sexo ajeno y devorarlo.Acabamos gimiendo, riendo, gritando ... Pidiendo más y más pija .. rogando que no dejara de chupar ... Nuestra invitada dejó que la última gota de leche rodar por mis lolas, y que vos la lamieras.Despiés te llevó al baño donde se sumergieron en un baño de espuma. Cerrabas los ojos y sentías sus pies trepando por tus piernas, descansar en tu entrepierna, acariciar tu pancita y el plexo ... y sonreías. Lo se porque miraba mientras me daba una ducha. Me envolví en una bata y esperé mi momento de entrar nuevamente a escena. Tenía los pies sobre tu pecho y lamías sus dedos mientras le decías cuánto te gustaba y lo bien que la estabas pasando. Te ayudó a salir de la bañera y te secó suavemente, recorriendo cada rincón, cada pliegue de tu cuerpo ...

Enseguida estabas boca abajo en el sofá, erizándote con la presión de sus manos que se adueñaban poco a poco de tu cuerpo. Cada vértebra vuelve a su posición correcta, la espalda se relaja, la cola, las piernas ... Buscó tu agujerito y jugueteó allí mientras no dejaba de acariciarte. Muy laxo te fuiste abriendo al placer que te provocaba ese dedo cada vez más hundido ... Arrodillada junto al sillón "te gusta que te coja, guachito, no ...? ... mmm ... que cola más linda ... ¡y toda para mi!". Entonces fue la lengua la que buscó tu acabada y tu grito, haciéndote sangrar en medio de gemidos. En tanto que yo me había tendido en el sillón odontológico, la bata abierta, y mis dedos navegaban en el tajo, erizaban mi vientre, la pancita, las lolas ... ¡sabés cómo me calienta verte gozar!. Gemía, los ojos cerrados y fantaseando que eran tus manos, hasta que volviste la cabeza hacia mi. Sonriendo te dirigiste donde estaba y me pusise de costado, cambiando la bata por lamidas y mordisqueos ...Guaauuu!!! Qué placer!!! "Siiii!!! devorame papito!!!" ... Aferrado a mis caderas convertiste mi cola en un volcán que sólo quería sentir que lo desbordaras, y tu cúpula buscó mi centro suavemente, mientras todo giraba en torno nuestro ... Te hundiste en mi, estremecido, yo doblegada por el peso de tu cuerpo sangrando por delante y por detrás. Me abrazaste con fuerza y gritaste tu orgasmo provocándome otro más. Acabamos durante un largo rato, leche y miel, gemidos y risas ... Exhaustos y transpirados, regulamos la respiración haciéndonos mimos hasta que la señorita X te propuso una ducha, y vos no pudiste negarte. Te entregaste al placer tibio del duchador que estimuló cada rincón de tu cuerpo ... Coincidimos en los bueno que estabas, y no pudiste disimular el orgullo que eso te producía. Lo que siguió fueron besos, mimos, café y cigarrillos. Vi desde el auto la despedida de ustedes, apasionado, con intercambio de tarjetas incluído. Llegaste al auto radiante, a pesar del cansancio, y seguimos besándonos hasta legar a mi casa.Había sido una noche increíble, pero me dormí pensando a cuál de las dos llamarías primero ... (FIN)

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