Esto no me sucedió a mí, sino a un amigo. Decidí ponerlo aquí, en esta sección, si bien podría caber en Humor (o en aberraciones, no sé...) Estaba yo un día sin hacer nada especial, cuando recibo la visita de mi amigo Marcelo. Como es mi mejor amigo siempre es un placer recibirlo, lo quiero como a un hermano. Nos ponemos a charlar, y me dice “te tengo que contar algo increíble...” Acostumbrado a sus jocosas historias, le presté suma atención. “Como te había comentado, el Sábado por la noche salí con María Elena, esa chica que conocí en el chat. Había onda de entrada, yo lo notaba. Fuimos a cenar, y ahí mismo hubo pachanga. Bailamos salsa y demás ritmos moviditos, todo bárbaro, hasta que llegaron los lentos. Bailamos bien pegaditos, le empecé a besar el cuello, la boca, y nos empezamos a calentar. Pagamos, fuimos al auto y le empecé a chupar las tetas. ¡Impresionante las tetas que tiene, son enormes...! La invité a ir a un hotel, y aceptó. No fuimos a un albergue: fuimos a pasar la noche a un hotel 4 estrellas de las afueras de la ciudad, en el cual podíamos estar todo un día.” “Llegamos al cuarto y nos desnudamos. Ella fue al baño y yo me acosté. Salió duchada, con el pelo mojado: estaba para cogerla de arriba abajo. Se me tiró encima y empezamos. Yo estaba al recontra-palo. Seguimos un poco con la franela, ¡y a coger se ha dicho! La verdad que se mueve bárbaro, goza como una perra en celo. Gritaba, gimoteaba, toda la catarata de efectos especiales...” “Cuando estábamos en lo mejor, ella llega al orgasmo. O al menos, eso me pareció. Empezó a temblar y gritar ahogadamente durante un ratito. Yo me dije a mi mismo: ‘Sos un maestro, mirá el polvo que le estás haciendo echar...’. Pero...” - ¿Pero qué...? – le pregunté extrañado, ya que se había quedado un momento pensativo. “ Lo que creí que era un bruto orgasmo, excedió los límites. Siguió temblando cada vez mas fuerte, sus gritos se transformaron en balbuceos, y puso los ojos en blanco. Me asusté y salí de encima de ella. Siguió con sus temblores que se transformaron en convulsiones. Habrá estado así durante un minuto, mas o menos. Cuando terminó, cayó como desmayada. Yo estaba blanco del susto, tenía la boca reseca del cagazo. Le tomé el pulso y estaba normal, así como los latidos del corazón. Los ojos habían vuelto a su posición, le miré los reflejos pupilares y también estaban normales. Solo había un diagnóstico posible: epilepsia, el orgasmo había actuado como disparador o catalizador. Por suerte no se le había enroscado la lengua hacia atrás, tenía las mandíbulas flojas y pude revisarla. Entonces, llamé a la conserjería”. ( Marcelo, si bien no es médico, tiene sólidos conocimientos de medicina, ya que su padre lo es y él mismo trabaja en un sanatorio). - Me imagino, llamaste a la conserjería para pedir asistencia médica urgente. No habrá sido fácil explicarle al conserje... - No, llamé a conserjería para pedir una gaseosa, ¿no te dije que tenía la boca reseca...? - Pero... ¿y ella...? ¿La reanimaste....? - No, para nada. Me trajeron la gaseosa, la tomé, mientras la miraba. La verdad que aún desmayada como estaba, se veía rebuena. Así que... - ¿Así que qué...? – le pregunté algo inquieto. - La acomodé en la cama, la penetré y terminé lo que había empezado, ¿no te dije que justo cuando estábamos en lo mejor, le pasó eso? No me iba a quedar con las ganas... - ¡ Sos un animal...! ¿Cómo vas a hacer eso...? ¿Y ella...? - Ni se quejó te lo puedo asegurar... Mirá, si existen los necrofílicos debe ser por algo. Yo no sé como será coger a una muerta, pero a una desmayada la verdad que se siente bárbaro... - ¡Pero sos una bestia peluda, ¿no intentaste despertarla...? - En absoluto, si así parecía un angelito... La verdad que era medio tonta hablando, así que callada como estaba, molestaba menos. La cena me había salido un dineral, así que tenía que cobrármelo con creces. Ví que me miraba con cara de pícaro y supe que ahí no terminaba la cosa. Siguió hablando. “Puse la TV e hice zapping. Enganché un canal porno, y ví como una hembra de aquellas se comía una bruta polla por el culo, sin mosquearse. Me excité de a poco, esa clavada estaba espectacular. Así que agarré a María Elena despacito, y...” - ¿Y qué...? – le pregunté, ya atónito e incrédulo. – No me digas que otra vez la... - Ajá, pero no como antes. La acomodé boquita abajo, le separé las piernitas (que las tiene muy lindas, por otro lado), le levanté el culito y... ¡adentro...! A estas alturas, yo no sabía si reír o llorar. El siguió con su relato, impávido. - La macheteé un rato por detrás, hasta que me vino. Su culo se veía mejor de lo que realmente era: un poco fofo, con bastante celulitis. Un poco de sexo anal no le iba a venir para nada mal... - No puedo creer lo que hiciste, ¿no intentaste despertarla? - ¿Para qué, si ya estaba satisfecho? Ella seguía respirando bien, así que...Fui al baño, me bañé y me vestí... Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue cambiarme el nick... para que no me ubique por el chat... No tenía ganas de andar dando explicaciones. - ¡No me digas que te fuiste y la dejaste así, abandonada en ese estado...! - Así no: antes de vestirme, le hice honor a sus fabulosas tetas. Se la puse en la canaleta del medio, agarré sus tetas, me froté la verga y... el chorro le cruzó la cara. - ¡Pero sos un hijo de mil vagones llenos de putas...! ¡Animal...! ¿Como pudiste hacer esa canallada...? - ¡Pará che, no te permito, soy un caballero...! Antes de ir al hotel, habíamos quedado en que cada uno pagaba la mitad. Bueno, me jugué y le dejé el importe total sobre la mesita del velador, no era para menos después de lo bien que lo había pasado... La verdad que 3 fierros con una mina, no se echan todos los días... Juro que es verídico.
😀 😀 😀
6 comentarios - Mari Elena Recogida jujujujuj
😀
te paso ya vos me parece eh jajajajjajaja