Vacaciones inolvidables Parte 1°
Bueno, este es mi primer post en poringa, y quiero publicar un relato que estoy escribiendo, deseo hacer una larga historia, por lo cual, si les gusta, iré haciendo nuevos post a medida que avance, y al final, publicare la obra completa.
Este apenas es el primer capitulo, así que me va un poco mas lento, pero igual quedo bastante bien. Y ahora sin mas:
CAPITULO I: Antes de llegar
Mi nombre es Alejandro.
Siempre he sido un chico normal, salgo con amigos y amigas, he tenido un par de novias pero nunca he llegado he tener relaciones sexuales con alguna, estudio la secundaria, y esta es la historia de mis mejores vacaciones.
Recién llegaba a casa del último día de clases, del último examen que tendría que presentar ese año escolar, el comienzo de mis vacaciones, era algo que tenía que aprovechar, quería divertirme hasta más no poder. Apenas llegue a mi casa mis padres me dieron una noticia que me encanto, iríamos junto a mis tíos a vacacionar, me emocione y pace toda la noche pensando en eso.
Al despertar, apenas recordaba que había soñado con aquel viaje, me encantaba el sitio al que iríamos, era un clima fresco, no era caliente pero tampoco muy frio, luego de vivir tanto tiempo en mi extremadamente cálida era un alivio para mí, lo otro que recordaba era que mis tíos tenían una hija, no recordaba realmente como era, solo recordaba que era uno o dos años menos que yo, pero tenía muchos años que no la veía, mis padres no tenían mucho contacto con mis tíos, habían programado esas vacaciones para volver a verse luego de tanto tiempo y ponerse al día, me puse ansioso por conocerla y saber si consideramos, ser amigos en el viaje me resultaba divertido.
Me levante de la cama para bañarme, salí de mi habitación, camine hasta la el corredor y desde este hasta el baño, empuje la puerta, e inmediatamente escuche un grito:
- ¡Me estoy bañando!
Ese grito me espabilo, levante la vista y era mi hermana Sabrina un año mayor que yo, que se veía a través de una cortina de baño que solo permitía visualizar su silueta, contemple la imagen poco más de un segundo antes de cerrar la puerta, con la mente en blanco fui hasta mi habitación, me acosté en la cama boca arriba mientras esperaba que saliera del baño, y de repente comencé a pensar, nunca había apreciado su cuerpo esculpido, sus ojos azules, o su cabello castaño, era una chica hermosa, y hasta ahora no me había dado cuenta, solo pude alcanzar a un pensamiento, que suerte la de su novio.
Mientras pensaba en eso el sonido de alguien tocando la puerta me hiso volver a la realidad, Sabrina entro a mi habitación, con nada más que una toalla y su largo cabello mojado, solo para decirme:
- Ya puedes ir al baño.
Para luego marcharse a su habitación a vestirse, fui al baño inmediatamente, me pare debajo de la ducha, abrí la llave, y deje que el agua fría corriera por mi cuerpo y solo luego de un rato estando inmóvil allí, note que tenía una erección, me sentí un poco raro que hubiera sido causada por mi hermana, pero no le di importancia me termine de bañar.
Tuve esa noche que empacar para salir a la mañana siguiente, recogí todo lo que me parecía necesario, varias camisetas, unos pantalones, el cargador de mi celular, el desodorante, el cepillo de dientes, en fin, todo lo que es necesario para un viaje de unas cuantas semanas, una de las cosas que me pareció más raro llevar pero igual lo hice, escondidas en un bolsillo en el fondo de la maleta, fue una caja de condones que mi mejor amigo me había regalado por molestarme en mi cumpleaños, esperaba que estas vacaciones fuesen espectaculares.
Fui despertado por mi padre a las 5 de la mañana para bañarme he irme y prepararme para viajar. Por la falta de costumbre a despertarme temprano propia de las vacaciones, camine hasta el baño como un robot, sin darme cuenta de nada, únicamente pensado en meterme en esa fría agua para despertarme, pero a mitad del camino hasta el baño me interrumpió un comentario de mi hermana, que dijo con la única intención de molestarme:
- ¿Traes un arma o es que estas feliz de verme? –Me dijo en tono burlón con una sonrisa en la cara.
Causa del sueño, no comprendí a que se refería al instante, luego de un par de segundos, mire hacia abajo, y mi tenía una erección que resaltaba increíblemente en mi pantalón de piyama, me puse colorado por la vergüenza, y entre corriendo al baño, abrí la ducha y me quede esperando que esa agua fría regresara mi pene a su tamaño normal, y de repente mi Sabrina toco la puerta comento a través de ella:
- Disfruta ocupándote de eso –Mientras reía a carcajadas.
Yo en ese momento no podía estar más avergonzado, a pesar de que no comprendí ese último comentario, era muy humillante para mí que me allá visto así, más aun que me lo hiciera saber de aquella forma, me bañe lentamente para darle tiempo a que volviera a estar flácido a mi pene, y regrese a mi habitación para vestirme.
Cuando salí, Sabrina me dijo que bajara a desayunar, no la miraba a los ojos, me avergonzaba lo que había ocurrido, pero ella actuaba normal, no lo tomo como algo importante. Baje, mis padres estaban comiendo, me senté en la única silla que estaba desocupada, tome los tenedores y comencé a comer, mi madre cocino un desayuno americano, huevo, tocino y pan tostado, estaba honestamente delicioso, pero no me lograba sacar aquello de la mente.
Por fin nos montamos en el auto para irnos, estaba emocionado, ya quería llegar, pero sabía que el viaje era largo y que llevaría tiempo, mis padres iban en los asientos de adelante, mi hermana y yo en los de atrás y en el espacio entre los dos asientos varias bolsas repletas de golosinas, bocadillos, sándwiches, gaseosas, jugos, y demás de alimentos para que en ningún momento del viaje nos pudiésemos quejar de hambre.
En el auto, sentados en esos cómodos asientos de cuero sintético, arropados con el frio del aire acondicionado, íbamos mi hermana y yo, cada uno hablando y escuchando música desde nuestros teléfonos celulares, adentrados en nuestro propio mundo, ocasionalmente estirando la mano para tomar un bocadillo o alguna bebida. De alguna manera luego de un largo rato, parecía que ya deberíamos estar lejos, así que pregunte cuanto faltaba, me sorprendió que me respondiera que apenas si íbamos saliendo de la ciudad y nos faltaban horas, me resigne y continúe entreteniéndome con el celular.
Todo parecía ir bien, a pesar de que ya estaba aburrido no tenía nada mejor que hacer que usar el celular, casi me da un infarto cuando se le acabo la batería, había guardado en la maleta el cargador el día anterior y había olvidado cargarlo esa noche, se lo comenté a mi padre y lo puso a cargar con el auto, pero el cable era muy corto, no alcanzaba para que lo usara, me quede aburrido un rato hasta que se me quede dormido del aburrimiento.
Mi sueño comenzó en mi casa, me encontraba solo y caminaba de habitación en habitación en busca de alguien, pasaba por el baño, la habitación de mis padres, la de huéspedes, por todas hasta que llegue a la de mi hermana, al entrar, encontré a Sabrina completamente desnuda, sentada en el borde de la cama, con sus hermosos pechos al aire, de un tamaño perfecto, no exageradamente grades pero si de muy buen tamaño, excelentes para encajar en mis manos, perfectamente redondeados, más abajo su fina cintura, no flaca como la de una anoréxica supermodelo, con su forma normal como la de una bella y natural mujer, y al final, entre sus piernas esculpidas por el ejercicio, su vagina perfectamente afeitada, con sus rosados labios asiéndole juego. Ella estaba completamente abierta, ofreciéndoseme, me decía en susurros:
- Ven, hazme tuya. –Con una vos seductiva, similar a la de una estrella porno, lo cual honestamente no tenía sentido ya que ella no hablaba así, pero igual que importaba, nada en ese momento lo tenía.
Me acerque a ella mientras me desabotonaba la camisa con una mano y el pantalón con la otra, con una maestría propia de una fantasía, hasta que al fin, deje caer ambas prendas, y al no traer ropa interior, quede completamente desnudo con una gran erección, ya estado a pocos centímetros de ella le coloque mi pene erecto en su vagina y lo deslice dentro con una facilidad asombrosa, lo movía rápido y ella gemía de placer, cada momento aumentaba la velocidad, la sensación era asombrosa, sus gemidos se convertían en gritos, y de repente, una música estridente y con un volumen ensordecedor desvaneció aquella fantasía y me regreso bruscamente a la realidad.
- ¡Pero que…! –fue lo único que alcance a decir mientras me arrancaba los auriculares de los oídos luego de aquel brusco despertar.
Lo primero que vi luego de aquel sobre salto fue la cara de Sabrina con una sonrisa y riéndose a carcajadas, me había colocado los auriculares mientras dormía y había subido al máximo el volumen de su teléfono, para más, había colocado una canción de rock pesado, estaba un poco aturdido, humillado y molesto, pero sobretodo humillado, y le dije:
- Estas muy graciosa hoy ¿Verdad?
- Sí. –Rápidamente me contesto.
Luego de eso, se me acerco al oído y me susurro bajo con el fin de que no escucharan nadie más:
- Por cierto, ya volviste a estas como esta mañana ¿En qué sueñas? –Y luego de decir eso se alejó con una sonrisa burlona.
De nuevo me tarde unos segundos en comprender, y cuando caí en cuenta, mire rápidamente hacia abajo, por la excitación de momento no me había percatado que tenía todo el pantalón acampanado, pero lo que ni mi hermana sabia era que además tenía todo el bóxer empapado, acababa de tener un sueño húmedo, se sentía súper incomodo, pero ¿Qué iba a hacer? No podía decir:
- Papa, mientras dormía tuve un sueño húmedo así que ¿Podrías para por ahí para cambiarme el calzoncillo? –Me moriría aún más de lo que ya está de vergüenza.
Sencillamente puse colorado y me senté en silencio por un rato, me sentía muy incómodo así que no pude evitar preguntar cuanto faltaba, y me respondieron que poco más para la mitad del viaje, era un viaje realmente largo, viendo la hora, podía ver que había dormido al menos dos horas, mas todo el tiempo que necesito el celular para descargarse, me sentí impotente y me quede callado un momento más hasta que mi hermana me dijo:
- No te pongas así, era solo un juego.
- No estoy molesto, solo aburrido, me quede sin carga en el celular y no se me ocurre nada más que hacer. –Le dije en tono de indiferencia.
- Toma el mío, ya me aburrí, por eso la broma.
Me dio su celular, era una BlackBerry, con un estúpido forro rosa que siempre considere algo completamente inútil, exceptuando como accesorio de moda, y esa bolita tan increíblemente incomoda, yo había adoptado a la perfección las pantallas táctiles, a pesar que mi teléfono poseía teclado deslizable, era completamente incómodo para mí ese teclado tan pequeño, me resultaba imposible navegar sin pantalla táctil y más con esa pantalla tan pequeña, algo parecido me ocurría con el chat, ese teclado me resultaba imposible, prontamente deserte de esa para mi imposible tarea.
Al estar tan asombrosamente aburrido y mi único medio de entretenimiento ser ese teléfono, solo se me ocurrió revisarlo a fondo para ver si encontraba algo interesante que hacer. Luego ver toda la lista de música, sin encontrar nada bueno, descubrir que no me interesaba en lo absoluto ninguno de sus videos, y llegar hasta la mitad de las fotos, entre las cuales solo se encontraban estúpidas fotos con sus amigas o tomadas en miles de situaciones por ella misma con cientos de poses, vi una que me sorprendió, aparecía Sabrina con sus senos descubiertos tomándose una foto en el espejo, leí el título de la foto y decía “para ti mi amor ♥” no podía creerlo, jamás pensé que mi hermana fuera ese tipo de chica, aunque más curioso me resultaba que por la fecha se la paso a su ex novio mientras aun eran novios, si hacia esto no sabía que más pudieron haber hecho.
Me quede un rato apreciando la foto, sus senos eran increíblemente preciosos, mucho mejores que los que vi en aquel sueño, después de un rato mis ojos casi por voluntad propia se dirigieron a apreciar la versión verdadera, eran increíbles, pero siempre un mecanismo subconsciente me recordaba que era mi hermana y limitaba mi deseo a “quisiera una novia así de sexy”. Cerré todas las aplicaciones que tenía abiertas, comenzando por aquella foto, y le dije a Sabrina que me había aburrido y le devolví su celular sin hacer ni el mínimo comentario acerca de la foto, y me dijo como un comentario para sacar conversación:
- Jamás te gustaron los BlackBerry.
- No son teléfono lo suficientemente bueno para mí, para alguien como tu bastan. –Le respondí con la intención de molestarla.
Se rio y continuamos la conversación por un rato, fue muy interesante, tenía mucho tiempo que no mantenía una larga conversación con mi hermana, siempre nos habíamos llevado bien, no nos odiábamos o no soportábamos como otros hermanos, pero igual no solía hablar mucho con ella por largos ratos. Fue muy divertido hasta que de repente se escuchó un golpe mecánico, y el auto comenzó a vibrar y tambalearse, mis padres se preocuparon, lo orillaron y luego lo apagaron, al volverlo a encender, seguía igual, por suerte acabábamos de llegar a un pueblo, no muy grande, pero era mejor que nada, le preguntamos a una persona donde había un taller y nos dio la dirección, fuimos con ese auto que parecía más una cafetera vieja que un auto, hasta ese taller en el cual nos dijeron que el problema solo era una falla en los cables eléctricos, pero que como estaban bajo el motor se tardaría hasta mañana para mover todo y repararlo.
Nos quedamos en un hotel de la ciudad, una habitación para mis padres, y otra para mí y Sabrina, al llegar y subir las maletas, recién nos dimos cuenta que ya eran las 6 de la noche, llamamos a mis tíos para que supieran que no llagaríamos esa noche, y bajamos al restaurante del hotel para comer una cena, hacía falta ya que nuestro almuerzo habían sido los sándwiches que habían en las bolsas acompañados de Coca-Cola, realmente hacía falta, elegimos que comer, estaba delicioso tenia muchísimo tiempo de no comer algo mejor.
Luego de la cena, subimos a nuestras habitaciones, nos despedimos de nuestros padres, y Sabrina y yo entramos a la nuestra, dejamos cargando los celulares, he intentamos ver un poco de televisión, pero habían muy pocos canales, casi todos nacionales o aburridos, n conseguimos nada que ver, y acabamos apagando el tv, mientras estábamos aburridos mirando el techo desde nuestras camas, y de repente me dijo:
- Que aburrida estoy, ¿Quieres jugar póker? –Dijo mientras se levantaba.
- Claro. –Respondí
Ella abrió su maleta y de alguna parte, saco una baraja de cartas. Nos sentamos en mi cama, con las piernas cruzadas y dejando un espacio entre nosotros suficiente para colocar las cartas. Luego de varias manos se comenzó a volver repetitivo y tedioso y no puede evitar comentar:
- Esto ya se volvió aburrido.
- Claro, estamos jugando por jugar, para que el juego sea interesante necesitamos apostar algo, así no nos parece tan fácil perder.
- ¿Qué sugieres Sabri?
- No tenemos dinero, apostar fichas o cosas así es igual de aburrido, así que… ¿Qué opinas de apostar prendas?
- ¡¿Qué?! Hablas de que cada vez que perdamos nos quitemos algo de ropa ¿Estás loca? –Dije exaltado pero curioso.
- Vamos ¿Recuerdas que nos bañábamos juntos? Estoy aburrida, además, ya me has visto sin ropa y tú no creo que tengas mucho que ver. –Dijo en tono burlón.
-Está bien, pero tú vas a perder.
Y así comenzamos a jugar, el primero en perder fui yo, y me quite las medias que aun tenia puestas, luego perdió ella, que hiso los mismo, volvió a perder ella, y no le quedó otra que quitarse la camiseta, así que pude ver su sostén, lo cual me mantuvo la vista concentrada hasta que ella me vio:
- ¿Vas a verme los senos o vas a jugar?
Hay caí en cuenta y seguí jugando, perdí yo, y me quede sin mi camiseta, volvimos a jugar, y perdí de nuevo, por lo que quede únicamente con mi bóxer, Sabrina me vio y me no pudo contenerse:
- Estas tan excitado que seguro que apenas termine esto de vas al baño. –Dijo sin parar de reír. –Lo bueno es que solo falta esta jugada y que no pienso quitar nada más frente a mi hermano chico.
Jugamos y perdió ella, con un gesto de disgusto y felicidad, se levantó, tomo su ropa y la guardo en la maleta, saco un camisón de dormir, se lo coloco, debajo de él, se quitó el sostén, y me dijo:
- Bueno, perdí, ahora vamos a dormir, y si vas a hacer una cochinada, por favor, que sea en el baño.
Sacando de la maleta mi ropa para dormir, curioso pregunte:
- Llevas todo el día insinuando algo, pero no sé a qué te refieres ¿Cómo que “cochinadas”?
- Si como no, mi hermanito el niño inocente que nunca se a masturbado, eso no te lo cree nadie.
- Te referías a masturbarse, he escuchado eso, pero nunca lo he hecho, ni siquiera sé cómo, lo digo enserio.
- Si, hagamos como que te creo.
- Es verdad ¿Sabes cómo?
- Si, pero créeme que no te enseñare, duérmete.
Así paso la y no comprendía aun, pero eso no afecto mi sueño, dormí tranquilo y sin ninguna fantasía perturbadora, todo fue perfecto, hasta que un golpe seco nos despertó a ambos, era mi papa diciéndonos, que nos levantáramos y nos vistiéramos ya que teníamos que desayunar para recoger el auto y por fin llegar con mis tíos.
Nos levantamos mi hermana y yo, ambos buscamos la ropa para vestirnos luego de un baño, y nos pusimos a discutir acerca de quién debería bañarse primero, no nos decidíamos, ambos queríamos ir primero, y en busca de entrar primero comento:
- Yo voy primero y así te doy tiempo de jugar con eso para que se baje.- señalando mi pene que ya como costumbre y me había dejado de importar, se encontraba parado.
- Ya te dije que no se hacerlo, ¿Por qué no lo entiendes?
- ¿Lo dices de verdad? Te juro que pensaba que era mentira para hacerte el santo.
- Nunca lo he hecho, lo había escuchado pero no tengo idea como.
-Está bien, hagamos algo siéntate y yo te enseño, mi ex novio me dijo como lo hacía, pero nunca quise vérselo así que no estoy completamente segura.
Me senté en la cama mirando hacia ella, y sin pensarlo, me baje el pantalón y el bóxer, dejando mi pene completamente fuera.
-¡¿Qué haces?! –Dijo muy exaltada. –Voy a decirte como, no quiero verte la verga. Dijo apartando su mirada hacia otro lado.
- Bueno, al mal paso darle prisa, toma tu pene con la mano derecha, y luego comienza a subir y bajar una y otra vez la mano.
Yo lo hacía tal cual como me decía, no entendía que estaba haciendo, pero igual lo quería probar, a medida que lo hacía amentaba la velocidad, pude ver que Sabrina regreso su mirada y miraba fijamente como lo hacía.
- ¿Que se siente? – me pregunto dudosa.
- Raro, nunca había hecho algo así, es una sensación rara, aunque se me esta cansando el brazo.
Luego de un rato ya largo de subir y bajar la mano sentí algo completamente nuevo, comencé a jadear, a pesar de que ya me dolía un poco el brazo y la mano, aumente la velocidad cerraba los ojos sin quieres y los habría con la poca fuerza que tenía, se sentía muy rico.
- ¿Qué te pasa? –Pregunto mi hermana con cara de curiosidad y preocupación mientras se acercaba a mí para ver mejor lo que ocurría, hasta que quedo no muy lejos de mí.
- Ahhh… Se siente muy rico… Ahhh... –Dije apenas pudiendo respirar.
De repente una sensación completamente extraña sentí como algo se habría paso a presión por mí, como mi hermana la llamo, verga, que se encontraba dura como una piedra, y antes de que llegara a salir, sentí un impulso de relajo que paso por todo mi cuerpo, dándome placer como nunca en mi vida, mientras que mi verga disparaba a con una velocidad impresionante una gran cantidad de chorros de un líquido blanco los cuales cayeron en todos partes, ensuciando la cama, el suelo, y llenando la camiseta y parte de la cara de mi hermana.
- ¡Qué asco! Pudiste haberme avisado. –Dijo muy molesta y se marchó al baño.
Yo apenas si le di importancia, no entendía él porque de ese placer tan grande, me sentía en las nube me quede acostado por un par de minutos sin moverme, no me aburría, solo disfrutaba esa calma, ese relajo y felicidad que me llenaban.
Luego de algo así como cinco minutos, caí en cuenta de que había llenado con semen, había aprendido su nombre en las clases de salud, el suelo y la cama de aquella habitación de hotel, así que me levante, por la sensibilidad y la falta de fuerza en las piernas apenas podía mantenerme en pie, limpie con un poco de agua y unas toallas desechables del hotel el suelo, pero cuando intente limpiar la sabana me di cuenta que era inútil, esa extraña leche no salía con nada, al final me resigne y se me ocurrió voltear la sabana para que no se viera, y al final, ya cuando mi pene había dejado de estar tan sensible, lo guarde en mi pantalón.
Mientras estaba sentado en el borde de la cama, escuche la puerta y vi que mi hermana por fin salía del baño con una toalla que cubría todo su cuerpo, no me dirigía la mirada, solo me dijo:
- Vete a bañar. –Con un tono de indiferencia.
Al ver lo molesta que estaba no dude en hacerle caso y entre a bañarme, fue una ducha rápida, quería apurarme para irme de ese lugar lo más rápido posible, me sentía un poco nervioso luego de todo lo que había ocurrido.
Cuando salí de bañarme mi hermana estaba ya vestida peinándose, le pedí que se me fuera al baño para cambiarme, solo me dio la espada y no me dirigió la palabra, me vestí, comencé a guardar la ropa y un par de cosas que había sacado de la maleta y le comente a mi hermana:
-Mira, yo no sabía qué te iba a votar esa leche, no tienes por qué ponerte así. –Dije buscando unas paces
- Tú crees que eso me importo, me di cuenta que tú eres mi hermano menor, me di cuenta de lo que estaba viendo, soy un asco. –Respondió en tono molesto y triste.
Me quede callado y no supe que responder, solo termine de empacar, bajamos a desayunar, y nos fuimos al taller, con el auto listo, nos fuimos de aquel pueblo, ya quería llegar, esa masturbación estuvo invenciblemente placentera, pero mi hermana estaba muy molesta, no lo valía, las cosas tenían que mejorar en algún momento.
Gracias por leer, si les gusto digan, y si no también, para saber que mejorar. (la lentitud se acabara en los proximpos capitulos 😉 )
NEW: Para los que les ha gustado, aquí esta la segunda parte, como prometí un poco mas "Movida":
http://www.poringa.net/posts/relatos/1654036/Vacaciones-inolvidables-Parte-2%C2%B0.html
6 comentarios - Vacaciones inolvidables Parte 1°
Ya se que es larga, la idea es hacer un relato erótico, no un cuento corto (no los critico, hay en P! algunos muy buenos), tengan paciencia y tómense el tiempo de leerlo, es muy posible que les guste 😉