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Una noche inesperada entre tres

Era una de esas noches de entre semana en que salir de noche se me hacía difícil ya que al otro día debía entrar temprano al trabajo. Mi novia, en cambio, no tiene problemas con los horarios. Como tantas veces habíamos organizado una salida con los chicos de la facultad a tomar unas cervezas y a bailar en alguno de los reductos donde solemos juntarnos los universitarios de estas tierras.
Cerca de las 22 fuimos a parar al bar donde nos solemos juntar a hacer las previas antes de las salidas, todo iba de diez y nada me hacía pensar la noche que nos esperaba, incluso seguía firme en mi decisión de no ir a bailar con todo el grupo, algo que mi novia si haría.
Cerca de las 23 llego el grupo más grande de chicas, esas que suelen retrasarse bastante arreglándose antes de salir y nunca llegan al horario acordado. Entre ellas una rubia amiga de mi novia, que esa noche estaba particularmente sexy, o al menos eso me pareció a mí, y a mi novia que le hizo algunos comentarios en forma de chistes.
La relación entre las dos es excelente, se quieren mucho se respetan y tienen una amistad entrañable. Mi novia alguna vez me confesó que entre ellas hubo un episodio lésbico una noche después de una salida muy regada en alcohol, algo que de hecho a servido muchas veces para hacerme poner con la temperatura interna al máximo, y algo que pedí que se repita en mi presencia. Mi novia siempre me dijo que no tendría problemas en reproducir la escena conmigo participando, pero sin que tocara a su amiga o ella me tocara a
mí.
Volviendo a esa noche, estuvimos en el bar hasta cerca de la una, en varias ocasiones mis ojos giraron hacia la amiga de mi novia viéndola y provocándome una atracción que mi novia noto, además de despertar en mi cabeza varias ideas generadas a partir de aquella historia que hubo entre ambas y que mi novia compartió conmigo.
Decidí ir al boliche, al menos un rato, por pedido e insistencia del grupo y de mi novia. Una vez en el boliche, y con varias cervezas en la cabeza de todos, la noche seguía desarrollándose normalmente, hasta que a la vuelta de uno de mis viajes al baño vi como mi novia y su amiga bailaban muy sensualmente entre las dos, algo que suelen hacer con frecuencia cada salida, entre varias de las chicas, pero esa noche en particular me puso la cabeza a dos mil por hora.
La temperatura me empezó a subir y al llegar con el grupo mi novia continuo bailando y mirándome con una sonrisa cómplice, ella sabía lo que estaba provocando en mí. Que los ratones volaran.
Al terminar el tema se acercó a mi, rozo mi pija que estaba muy tersa y me dijo al oído, “parece que estas caliente amor”. Para ser sincero, estaba que explotaba. Pero ya eran cerca de las 2 y al otro día debía trabajar. Por lo que abandone el local diciéndole a mi novia al oído que se portara bien y que al llegar me despierte ya que las ganas de cogérmela me ahogaban.
Al llegar a mi casa, no aguante las ganas, me acosté y me hice una paja pensando en ellas dos bailando y fregando sus cuerpos desnudos al lado mío.
No tarde en dormirme, no sin antes pasar por la ducha ya que la explosión de semen de esa noche fue sumamente importante, en cantidad.
No puedo asegurar que hora era pero cuando la luz de la habitación se encendió me había parecido que dormí una eternidad. Al girar para mirar hacia la puerta, sabiendo que mi novia había llegado y que comenzaríamos con una de nuestras intensas sesiones de sexo apasionado. Pero ella tenía otros planes.
Tamaña sorpresa me lleve cuando al girar en la cama, donde me encontraba destapado y en bóxer, me encontré a la amiga de mi nova para en la puerta de la habitación, con mi novia detrás de ella diciéndome “espero no te moleste que hayamos venido las dos”, mientras desprendía los primeros botones de la remera de su amiga. Mi pija se endureció en medio segundo y mi cabeza comenzó a trabajar a mil por hora, para registrar ese momento.
Mi novia terminó de sacarle la remera enfrente mío para luego bajarle lentamente el pantalón y dejarla en ropa interior, ella se dio vuelta comenzó a besar a mi novia de una forma apasionada mientras le desprendía el pantalón y le sacaba la remera. En pocos segundos las dos estaban enfrente mío en ropa interior y besándose como si lo hubieran deseado desde hace tiempo y hubieran reprimido las ganas durante varios años.
Las manos de mi novia acariciaban todo el cuerpo de su amiga mientras las manos de ella entraban por el frente de la tanga y se movían suavemente sobre la concha de mi novia, que disfrutaba del momento más caliente de lo que iba de la noche.
Las dos quedaron completamente desnudas en algunos minutos y la amiga de mi novia la empujó sobre la cama para que quede tendida al lado mío. Mi novia comenzó a besarme y yo sentí como entre los besos soltaba algún leve gemido. Su amiga estaba entre sus piernas dándole un sabroso beso a su concha que rebosaba de líquidos producto de la calentura. Me dirigí directo a las tetas de mi novia para comenzar al chuparlas y a morder con suavidad sus pezones erectos mientras los gemidos se cada vez más. Mi temperatura estaba al máximo y decidí que no era igualitaria la situación, ya que ellas estaban desnudas y Yo seguía en bóxer. Por lo que me puse de pie y junto a la cama y me desnude. Me tome un segundo para contemplar la imagen que tenía frente a mis ojos. Mi novia estaba completamente desnuda, al igual que su amiga, quien se encontraba entre las piernas de mi chica haciéndola gozar.
Mi novia giró la cabeza y al verme desnudo tendió su mano, me acerco hacia ella y metió mi pija dentro de su boca para comenzar a chuparla suavemente. Sus gemidos se intensificaban hasta que explotó en un orgasmo impresionante.
Automáticamente se levantó tomó a su amiga de los brazos y la acostó sobre la cama que dando a mi lado, desnuda y abierta, lista para que mi novia comenzara a darle placer. Me miro de reojos, clavó su mirada en mi pija, pero las reglas siempre fueron claras, ni tocarla ni que me toque. Pero se podía flexibilizar un poco, viendo la situación. Solo se limito a pasar suavemente su lengua por mi pija una vez mientras mi novia la chupaba la concha. Ella comenzó a gemir despacio mientras mi novia, de cuatro en el borde de la cama le chupaba la concha suavemente.
Me pare detrás de mi novia y muy despacio comencé a meterle la pija una y otra vez. Ahora los gemidos eran compartidos, las dos gemían como coordinadas, yo me cogía suavemente a mi novia y veía a su amiga desnuda y abierta gozando enfrente mío. La imagen soñada.
Los gemidos de su amiga comenzaron a intensificarse, lo que me generó una calentura indescriptible por lo que aceleré el ritmo. Los gemidos de mi novia también comenzaron a ser más intensos. En pocos segundos la amiga de mi novia soltó un gemido de esos que se escuchan cuando el orgasmo de la mujer roza con la perfección. Fueron necesarias centésimas de segundo para que mi pija explote dentro de mi novia al tiempo que ella también soltaba un gemido lleno de placer.
Los tres terminamos desnudos y tendidos en la cama. Mi novia en medio de los dos, beso a su amiga, giró hacia mi lado, me beso mientras yo apagaba la luz. No dijimos ni una palabra, pero sabíamos que la experiencia recién vivida era de las mejoras que nos habían tocado vivir en lo sexual. A la mañana siguiente cuando me desperté la amiga de mi novia ya no estaba, mi novia salía de darse una ducha y yo me le abalancé para iniciar una sesión, en duo, de sexo apasionado, pero esa es otra historia.


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