Hoy es un día perfecto, mamá no está y Papucho se queda todo el día en casa, hace muchísimo calor y además viene mi amiga Pato a quedarse conmigo, estoy feliz. A Pato le gusta Papucho desde siempre, se la pasa tirándome indirectas y preguntándome sobre él.
Es morena, alta y tiene un cuerpazo envidiable, en tanga es maravillosa y además es muy provocativa.
Pa nos está haciendo un asado mientras nosotras chapoteamos en la pile, tomamos sol y fumamos, él no es como mamá que no nos deja fumar. Nos encanta hacer topless y bañarnos en tanguita de hilo dental, así nos podemos broncear mejor.
Papi está con un bermudas y en cueros, sudando por el calor del fuego y creo además que por mirarnos de reojo…
A Pato se le ocurrió que tirásemos a Papu a la pile, fuimos despacito por detrás y lo llevamos a los tirones, el reía mientras la yegua de mi amiga le bajaba los bermudas…
-No! Pato! Que no tengo calzoncillos….! Pato puso aún más garra y le bajó los bermudas de un tirón, su miembro hinchado surgió con fuerza hacia arriba. Las dos nos quedamos asombradas de tan hermoso espectáculo y comenzamos a reírnos de los nervios. El estaba avergonzado pero también se divertía, nos bañamos largo rato los tres desnudos…
A la hora de comer nos pusimos un pareo apretadito y Pa se quedó como dios lo trajo al mundo, se lo veía tan excitado. Pato estaba muy caliente y me dijo al oído que se quería coger a mi papá…
-Vanina, yo no me voy hoy sin probar esa verga.
Al principio sentí celos pero luego empecé a idear mi plan…
A la hora de la siesta decidí dejarlos solos, no sin antes dar algunas instrucciones a la puta de mi amiga.
Al quedar solos en el patio ella se sentó encima de él y le ofreció las tetas hinchadas como dos pomelos para que él las devorara, mientras frotaba su concha húmeda en la punta de su verga.
Papi estaba descontrolado, yo miraba todo desde la ventana de la cocina.
Según habíamos planeado ella le colocó una venda en los ojos y ató sus manos al respaldo de la silla. Ahí entré yo en escena.
Las dos nos arrodillamos sigilosamente y empezamos a mamar una a una esa cabeza hinchada y húmeda, papá jadeaba y temblaba de placer. Pato no podía creer lo que estaba viendo: su amiga vanina mamando la pija de su papi…
Nos alternábamos y casi nos peleábamos por esa verga a punto de explotar, ella podía gemir, en cambio yo en silencio babeaba sus huevos, el tronco y me comía ese hermoso pedazo de carne caliente y jugosa.
De una estocada obligué a mi amiga que se sentara encima del trozo de Papi, ella asintió de mil amores y empezó a cabalgar como una verdadera putona. Yo no podía aguantar la calentura y empecé a lamer la concha de Pato desesperadamente, ella se sorprendió pero dejó que hiciera lo que tenía que hacer, estaba a punto de desmayarse de placer.
Papucho no aguantaba más y comenzó a jadear: -voy a acabarrr puta….voooy a acabar.
Al oír eso saqué la pija de la concha abierta de Pato y le metí en mi boca, él seguiría pensando que se estaba cogiendo a mi amiga, no podía imaginarse que estaba cogiendo mi boca llena de saliva que apreté para que pareciera una concha joven.
Me llenó de leche, fue una explosión única que inundó mis mandíbulas de semen espeso y rico. Lo saboreé un buen rato de lado a lado de mis mejillas, revolviéndolo con mi lengua, refregándome los dientes de ese néctar delicioso. Luego abrí la concha de Pato e inyecté suavemente la leche batida y fresca. Así su papo quedó ardiente y decorado con la leche de Papi. Una vez en la cocina ví como mi amiga se puso de pie y se sentó en la boca de mi padre, él poco a poco fue devorando esa concha hermosa y tragándose su propio néctar.
Continuará… (no olviden leer mis anteriores post)
Es morena, alta y tiene un cuerpazo envidiable, en tanga es maravillosa y además es muy provocativa.
Pa nos está haciendo un asado mientras nosotras chapoteamos en la pile, tomamos sol y fumamos, él no es como mamá que no nos deja fumar. Nos encanta hacer topless y bañarnos en tanguita de hilo dental, así nos podemos broncear mejor.
Papi está con un bermudas y en cueros, sudando por el calor del fuego y creo además que por mirarnos de reojo…
A Pato se le ocurrió que tirásemos a Papu a la pile, fuimos despacito por detrás y lo llevamos a los tirones, el reía mientras la yegua de mi amiga le bajaba los bermudas…
-No! Pato! Que no tengo calzoncillos….! Pato puso aún más garra y le bajó los bermudas de un tirón, su miembro hinchado surgió con fuerza hacia arriba. Las dos nos quedamos asombradas de tan hermoso espectáculo y comenzamos a reírnos de los nervios. El estaba avergonzado pero también se divertía, nos bañamos largo rato los tres desnudos…
A la hora de comer nos pusimos un pareo apretadito y Pa se quedó como dios lo trajo al mundo, se lo veía tan excitado. Pato estaba muy caliente y me dijo al oído que se quería coger a mi papá…
-Vanina, yo no me voy hoy sin probar esa verga.
Al principio sentí celos pero luego empecé a idear mi plan…
A la hora de la siesta decidí dejarlos solos, no sin antes dar algunas instrucciones a la puta de mi amiga.
Al quedar solos en el patio ella se sentó encima de él y le ofreció las tetas hinchadas como dos pomelos para que él las devorara, mientras frotaba su concha húmeda en la punta de su verga.
Papi estaba descontrolado, yo miraba todo desde la ventana de la cocina.
Según habíamos planeado ella le colocó una venda en los ojos y ató sus manos al respaldo de la silla. Ahí entré yo en escena.
Las dos nos arrodillamos sigilosamente y empezamos a mamar una a una esa cabeza hinchada y húmeda, papá jadeaba y temblaba de placer. Pato no podía creer lo que estaba viendo: su amiga vanina mamando la pija de su papi…
Nos alternábamos y casi nos peleábamos por esa verga a punto de explotar, ella podía gemir, en cambio yo en silencio babeaba sus huevos, el tronco y me comía ese hermoso pedazo de carne caliente y jugosa.
De una estocada obligué a mi amiga que se sentara encima del trozo de Papi, ella asintió de mil amores y empezó a cabalgar como una verdadera putona. Yo no podía aguantar la calentura y empecé a lamer la concha de Pato desesperadamente, ella se sorprendió pero dejó que hiciera lo que tenía que hacer, estaba a punto de desmayarse de placer.
Papucho no aguantaba más y comenzó a jadear: -voy a acabarrr puta….voooy a acabar.
Al oír eso saqué la pija de la concha abierta de Pato y le metí en mi boca, él seguiría pensando que se estaba cogiendo a mi amiga, no podía imaginarse que estaba cogiendo mi boca llena de saliva que apreté para que pareciera una concha joven.
Me llenó de leche, fue una explosión única que inundó mis mandíbulas de semen espeso y rico. Lo saboreé un buen rato de lado a lado de mis mejillas, revolviéndolo con mi lengua, refregándome los dientes de ese néctar delicioso. Luego abrí la concha de Pato e inyecté suavemente la leche batida y fresca. Así su papo quedó ardiente y decorado con la leche de Papi. Una vez en la cocina ví como mi amiga se puso de pie y se sentó en la boca de mi padre, él poco a poco fue devorando esa concha hermosa y tragándose su propio néctar.
Continuará… (no olviden leer mis anteriores post)
5 comentarios - Mi Papi y yo, su bebota...(Episodio 3)
❤️