Esta es la historia que más habia publicado, pero tambien no la termine, aca sigue
Un cambio de vida VI
Después de casi un año de seguir en las historias que teníamos con los chicos, con el Sr. Fernández y algún que otro sujeto aislado, sentíamos con mi marido que era el momento de volver a empezar, volver a enamorarnos y mirábamos con amor y entusiasmo la posibilidad de ser padres. Por eso explicamos medianamente la situación a nuestros conocidos y planeamos unas vacaciones segunda luna de miel. El lugar escogido fue el caribe. Realmente fue el lugar ideal en el que pudimos reencontrarnos y reconocernos nuevamente. Volvimos muy contentos de las vacaciones y al poco tiempo tuvimos la noticia de nuestro embarazo. Durante los tres primeros meses de nuestro embarazo la relación marchaba cada vez mejor. Entrando al cuarto mes, empecé a sentir un fuerte deseo de mantener sexo anal, se lo comenté a mi marido, él me respondió que realmente le despertaba mucha ternura y no sentía ganas de hacerlo analmente. Me fui sintiendo cada vez más caliente y desesperada; En la consulta con el ginecólogo le plantee el tema y el me aseguro, que debía tranquilizarme que era algo que a muchas embarazadas le pasaba, y que inclusive algunas que nunca habían tenido sexo anal habían empezado durante el embarazo. Esa noche lo esperé vestida con mi tanga que me cubre media nalga que lo fascina y un sujetador haciendo juego por toda vestimenta, cuando lo escuche llegar me puse de perrito cómo si estuviera buscando algo debajo del sofá, sacando lo más posible la cola. Mi marido se acercó y tomándome de bajo de los hombros me ayudo a incorporarme y me besó en los labios dulcemente, hola mi amor, me dijo. Cenamos y le dije que se acostara que me iba a dar un baño de inmersión porque estaba muy nerviosa, mientras descansaba en la bañera me empecé a tocar me puse de costado y tomando un desodorante de esos de bolita, me lo metí en la cola y me empecé a coger con el bien duro hasta que tuve un volcánico orgasmo, mientras que pensaba que era la pija de mi compañerito de facultad que me cogía. Me quede un poco más relajada. Salí de la bañera y me acosté junto a mi esposo.
En los días siguientes en la facultad me crucé con Ricardito, si bien ya no estudiábamos juntos, igual nos cruzamos en un pasillo, me vio y se acercó corriendo hacia mí, mi corazón parecía que me iba a explotar, se acerco y me beso dulcemente en la mejilla, mientras me acariciaba la panza tiernamente, te felicito dijo y me volvió a besar; Gracias le dije y me alejé llorando, me sentía como la mierda. Me fui a casa y me acosté a dormir. Esa noche mi marido trajo un video a casa, me dijo que se lo habían prestado que le dijeron que era muy bueno pero no sabía de que trataba, era casero. Nos acomodamos en el sofá al ponerlo se veía que era realmente casero y aparecía un hombre de bigotes, que le hacía la cola a una embarazada; parece Fernández, le dije. Mi marido se paró y apagó el video y me dijo que fuéramos a dormir.
A la mañana siguiente, ni bien escuché que mi marido cerraba la puerta salté como una autómata de la cama directo a la video, mi corazón latía de prisa, estaba todavía el video lo puse y veía la cara de la embarazada que gozaba a full, mientras el macho la taladraba con fuerza, empecé a tocarme hasta que tuve mi orgasmo; Tomé la precaución de rebobinar el video hasta donde lo habíamos visto con mi marido. Descanse un rato me levanté, me vestí como una autómata, me puse un sobretodo largo, porque era un fresco día otoñal y salí a caminar sin rumbo. Me sorprendí entrando a un edificio y le hable a la recepcionista: El Sr. Fernández?; De parte de quién?; Franca Tense. Se Fue y al regresar me indicó que la siguiera. Abrió una puerta y me dijo pase por favor. Al entrar el Sr. Fernández se me acercó y me dijo quiere sacarse el abrigo; no está bien, le contesté, me corrió cortésmente la silla y me hizo sentar frente a su escritorio. En realidad no se a que vine..., me interrumpió. Señora Tense no se haga problema, yo sí; Desde que supe la noticia de su embarazo supe que su visita sería cuestión de tiempo, deme su abrigo por favor. Me levante y al sacarme mi abrigo estaba vestida con la misma ropa que él me había regalado, es decir desnuda de la cintura para arriba, la mini escocesa medias hasta medio muslo y zapatos aguja. Me miró con deleite. Se está portando muy mal y necesita que la castiguen verdad?, dijo tomándome del brazo y acomodándome en su regazo, me levanto la falda y siguió: Es una perra mala verdad y descargó su primer palmetazo, si!!!, grite; Empezó a golpearme cada vez más fuerte y yo le pedía más y más, me arrancó un orgasmo profundo y quedé sacudiéndome sobre él, me empezó a sobar el culo con dulzura saco el almohadón de su sillón y lo puso sobre su escritorio para apoyar mi pancita, saco un frasquito de un cajón que como supuse tenía aceite. Siempre será Ud. mi culo roto, señora Tense y después de lo de hoy jamás podrá negarme nada. Sí soy su perra señor..., su puta barata..., su cerda calentona y sacudía mi culo sobre la mesa. Sentí la cabeza de su pija y volví a correrme. Me había olvidado que sensibles se ponen las embarazadas, me dijo. Me agarro de los pelos y me cogió violentamente, no se cuanto tiempo pasó pero sentía orgasmos encadenados. Después sentí que me la clavó inundándome con su leche, se quedo un rato más y al salirse me ayudo a arreglarme me acompaño hasta la puerta y al despedirse me dijo, la espero mañana a la misma hora.
Un cambio de vida VI
Después de casi un año de seguir en las historias que teníamos con los chicos, con el Sr. Fernández y algún que otro sujeto aislado, sentíamos con mi marido que era el momento de volver a empezar, volver a enamorarnos y mirábamos con amor y entusiasmo la posibilidad de ser padres. Por eso explicamos medianamente la situación a nuestros conocidos y planeamos unas vacaciones segunda luna de miel. El lugar escogido fue el caribe. Realmente fue el lugar ideal en el que pudimos reencontrarnos y reconocernos nuevamente. Volvimos muy contentos de las vacaciones y al poco tiempo tuvimos la noticia de nuestro embarazo. Durante los tres primeros meses de nuestro embarazo la relación marchaba cada vez mejor. Entrando al cuarto mes, empecé a sentir un fuerte deseo de mantener sexo anal, se lo comenté a mi marido, él me respondió que realmente le despertaba mucha ternura y no sentía ganas de hacerlo analmente. Me fui sintiendo cada vez más caliente y desesperada; En la consulta con el ginecólogo le plantee el tema y el me aseguro, que debía tranquilizarme que era algo que a muchas embarazadas le pasaba, y que inclusive algunas que nunca habían tenido sexo anal habían empezado durante el embarazo. Esa noche lo esperé vestida con mi tanga que me cubre media nalga que lo fascina y un sujetador haciendo juego por toda vestimenta, cuando lo escuche llegar me puse de perrito cómo si estuviera buscando algo debajo del sofá, sacando lo más posible la cola. Mi marido se acercó y tomándome de bajo de los hombros me ayudo a incorporarme y me besó en los labios dulcemente, hola mi amor, me dijo. Cenamos y le dije que se acostara que me iba a dar un baño de inmersión porque estaba muy nerviosa, mientras descansaba en la bañera me empecé a tocar me puse de costado y tomando un desodorante de esos de bolita, me lo metí en la cola y me empecé a coger con el bien duro hasta que tuve un volcánico orgasmo, mientras que pensaba que era la pija de mi compañerito de facultad que me cogía. Me quede un poco más relajada. Salí de la bañera y me acosté junto a mi esposo.
En los días siguientes en la facultad me crucé con Ricardito, si bien ya no estudiábamos juntos, igual nos cruzamos en un pasillo, me vio y se acercó corriendo hacia mí, mi corazón parecía que me iba a explotar, se acerco y me beso dulcemente en la mejilla, mientras me acariciaba la panza tiernamente, te felicito dijo y me volvió a besar; Gracias le dije y me alejé llorando, me sentía como la mierda. Me fui a casa y me acosté a dormir. Esa noche mi marido trajo un video a casa, me dijo que se lo habían prestado que le dijeron que era muy bueno pero no sabía de que trataba, era casero. Nos acomodamos en el sofá al ponerlo se veía que era realmente casero y aparecía un hombre de bigotes, que le hacía la cola a una embarazada; parece Fernández, le dije. Mi marido se paró y apagó el video y me dijo que fuéramos a dormir.
A la mañana siguiente, ni bien escuché que mi marido cerraba la puerta salté como una autómata de la cama directo a la video, mi corazón latía de prisa, estaba todavía el video lo puse y veía la cara de la embarazada que gozaba a full, mientras el macho la taladraba con fuerza, empecé a tocarme hasta que tuve mi orgasmo; Tomé la precaución de rebobinar el video hasta donde lo habíamos visto con mi marido. Descanse un rato me levanté, me vestí como una autómata, me puse un sobretodo largo, porque era un fresco día otoñal y salí a caminar sin rumbo. Me sorprendí entrando a un edificio y le hable a la recepcionista: El Sr. Fernández?; De parte de quién?; Franca Tense. Se Fue y al regresar me indicó que la siguiera. Abrió una puerta y me dijo pase por favor. Al entrar el Sr. Fernández se me acercó y me dijo quiere sacarse el abrigo; no está bien, le contesté, me corrió cortésmente la silla y me hizo sentar frente a su escritorio. En realidad no se a que vine..., me interrumpió. Señora Tense no se haga problema, yo sí; Desde que supe la noticia de su embarazo supe que su visita sería cuestión de tiempo, deme su abrigo por favor. Me levante y al sacarme mi abrigo estaba vestida con la misma ropa que él me había regalado, es decir desnuda de la cintura para arriba, la mini escocesa medias hasta medio muslo y zapatos aguja. Me miró con deleite. Se está portando muy mal y necesita que la castiguen verdad?, dijo tomándome del brazo y acomodándome en su regazo, me levanto la falda y siguió: Es una perra mala verdad y descargó su primer palmetazo, si!!!, grite; Empezó a golpearme cada vez más fuerte y yo le pedía más y más, me arrancó un orgasmo profundo y quedé sacudiéndome sobre él, me empezó a sobar el culo con dulzura saco el almohadón de su sillón y lo puso sobre su escritorio para apoyar mi pancita, saco un frasquito de un cajón que como supuse tenía aceite. Siempre será Ud. mi culo roto, señora Tense y después de lo de hoy jamás podrá negarme nada. Sí soy su perra señor..., su puta barata..., su cerda calentona y sacudía mi culo sobre la mesa. Sentí la cabeza de su pija y volví a correrme. Me había olvidado que sensibles se ponen las embarazadas, me dijo. Me agarro de los pelos y me cogió violentamente, no se cuanto tiempo pasó pero sentía orgasmos encadenados. Después sentí que me la clavó inundándome con su leche, se quedo un rato más y al salirse me ayudo a arreglarme me acompaño hasta la puerta y al despedirse me dijo, la espero mañana a la misma hora.
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