Mi Papi y yo, su bebota...(Episodio 2)

Sí… Hoy es el día que saciaré –comenzaré a saciar…- mis fantasías. Olvidé contarles cómo soy:
Soy “grandotota”, mido 1,70 y mi cuerpo desde hace un tiempo se ha convertido en el de una verdadera yegua, cintura muy fina, tremendo culo (trabajado en el gym) y unas tetas naturales que parecen pomelos maduros. Me parezco a mi madre, tengo el pelo pelirrojo como ella y el físico de potra de ella, Mi madre se ha operado los labios por lo que da el aspecto de “chupaverga” que a todos los hombres le gusta.
He cumplido 19 ayer y esta mañana me levanté muy putita y con ganas de que papi juegue un ratito conmigo…
Mami ha salido a comprar y tomar café con unas amigas, le encanta gastar el dinero que papi gana con su sudor, estamos solitos y le voy a preparar un desayuno rico a mi papucho del alma.
Llevo en una bandeja el café y el jugo de naranjas, estoy con una camisetita musculosa y debajo llevo un tanguita diminuto que me regaló una amiga por el cumple…
Al entrar a la habitación en penumbras el espectáculo es maravilloso. Pa está durmiendo desnudito boca arriba y su miembro está algo erecto –como una morcilla… jejeje- ¿En qué estará soñando?
Lo despierto con un beso en la mejilla:
-Papi… despertate –susurro en su oído-
-Mmm?
- Son las 9 y te traje el desayuno…
-Pe..perooo hija… ¿cómo entrás sin llamar? ¿No ves que estoy en pelotas…? Preguntó apresurándose en taparse.
-Jiji.. no pasa nada, ya te ví otras veces…
-¿Sí?
-Y… si papi, y la verdad me gusta verte así, es más natural…Quedáte desnudo para mí.
-No… estás loca.
-¿Por qué no? ¿Acaso no es más natural que entre nosotros no haya secretos?

Él, empezaba a sospechar, yo estaba acostada de lado y mientras le susurraba al oído con mis uñas le acariciaba el vientre…
Debajo de la sábana su verga comenzaba a inflamarse de una manera bestial.
Fui bajando mi mano hasta llegar a su pelvis y se lo empecé a rascar suavemente. Él bajó las sábanas y pude ver su maravillosa pija hinchada, sus venas inyectadas de sangre caliente bombeando a más no poder, sus huevos depilados como pelotas de golf.
-¿Ves Pa? No pasa nada…
Se dispuso a tomar el café mientras yo con mi lengua comencé a devorarle los pies suavemente pero con una actitud que ya quisieran tener otras.
Estaba empapada, sentir sus dedos en mi boca y ver desde ahí su enorme verga me enloquecía.
Había cerrado los ojos y abandonado al placer que le proporcionaría su hijita querida.
Con mi lengua llegué a sus bolas y empecé a lamerlas como si fuera un helado de vainilla, de abajo hacia arriba lentamente. Cada tanto recorría de la misma manera su tronco venoso y firme como una vara.
Estábamos perdidos y borrachos de placer cuando oímos la puerta de entrada. Era mamá que ya estaba de regreso, aparentemente había vuelto antes por que le dolía la cabeza. Nos apresuramos a “reorganizar” la habitación.
Cuando ella entró nos vió desayunando en la cama y charlando con naturalidad.
-Vanina, andá a comprar pan querés…? Siempre me estaba mandando. Para mí que Mamá sentía celos por mí.
-Y ese tanga es muy pequeño, parecés una cualquiera…
Papá sonrió…
-Ok Ma, ya voy.

Al salir de la habitación decidí quedarme un rato en la habitación de al lado a ver si oía algo…
-Beatríz…
-¿Qué?
-¿No me chupás la pija un ratito?
-Jejejeje… ¿te levantaste loquito?
-Un poco…
-Ok, sus deseos son órdenes mi amo.
Al oír esto no me resistí a echar un vistazo a la habitación de mis padres.
Al asomarme la vi en cuclillas mamando la verga hermosa de Pa –que envidia- Yo me quedé mirando la carita de papucho…
El al ver mi presencia no dejó de mirarme un solo segundo, se moría de placer. Estalló en la boca de Ma llenándola de leche caliente y sin dejar de mirarme, enloquecido. Mamá era una experta lamedora de verga, se tragó todo y le dejó la pija reluciente, yo retrocedí sin dejar de mirarlo a los ojos…

Continuará.