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Postre.....

Combinamos para salir a cenar esa noche. No es un festejo en particular, no es un motivo especial. Es salir de la habitación donde venimos revolcándonos como locos, al menos una vez…
Me pasas a buscar, y aunque definimos de antemano que vamos a cenar nada mas, cuando me vez lista para salir, no dejas de imaginar que detrás del tajo de la pollera, se ven las ligas que tanto te excitan… Me subo al auto y la charla es trivial, como siempre, nada nuevo, nada loco. Hasta que llegamos al restorán, y cuando voy a bajar del auto, aquello que solo iba a ser un beso, se transforma en algo más.
Que manera de besar, de mover las manos, de meterte dentro de mi ropa interior. Fuiste metiendo tus manos por debajo de mi pollera y tus dedos dentro de la bombacha que acompaña las ligas. Podes sentir como estoy toda mojada solo por eso, y se nota en el cambio de tu respiración. Más agitada, más entrecortada, trabajosa dentro del vaivén de los besos que suben la temperatura del auto cada vez más. Estoy recostada en tu regazo, y mientras me masturbas hasta casi llegar al orgasmo, sentís como te abro el pantalón. Estas tan excitado que parece que si no lo abro, se va a salir solo. Apenas te toco, se siente como te cuesta controlarte. De golpe tengo todo tu sexo en mi boca y no puedo para de chupar. Se que te gusta porque tus dedos se mueven mas intensamente ahora, dentro de mi, fuera, hurgan, se mueven, alteran, presionan, me vas a matar….
Decidimos parar. Me miras a los ojos y tratando de recuperar el aire, esperando que deje de morderme los labios, decís –“voy a comerte de postre hasta que digas basta”. Entiendo que debo prepararme para algo mejor…
Fuimos a cenar, pero no pudimos dejar de pensar en lo que hacíamos en el auto, materia pendiente, literalmente teníamos que acabarlo. Ya. Me voy al baño y cuando vuelvo, decís que vas a llevarme a casa. Me desorienta un poco. ¿Yo no era tu postre? Lo voy a ser.
Salís y camino a mi casa, me siento de frente a vos, pero sin salir de lugar. Deslizo mi pierna derecha sobre tu regazo hasta que el taco de la bota que te sirve de fetiche, te pincha la parte interna de la pierna. Me apretas la pierna y me miras de lado, con complicidad. Se que te calientan las botas y las ligas, por eso me las pongo. Por eso te hago verlas. Medio en broma, medio en serio, me preguntas “-¿a que hora abren esas piernas?” y yo te digo “-cuando vos quieras”.
De nuevo, tus manos se ponen entre torpes y alocadas. Como me gusta. Cuando pasas la liga de mi pierna, te encontras con que la bombacha que te costaba correr hace una hora ya no esta. Con cara de sorpresa me decís “-te la sacaste” y solo de ver como te relames, voy a acabar.
Entonces saco mi pierna de tu falda y mientras me levanto la pollera, me abro de par en par. “-¿te gusta así?” tu excitación apenas te da lugar a un si. Y giras con el auto. Veo que ya no vamos a mi casa. Me miras de nuevo:
“-quiero que te toques”,
“-¿si? ¿eso queres?”
“-Si, dejame como ver como lo haces.”
Entonces empiezo. Te dejo ver como abierta completamente para vos, me masturbo. Despacio, con mas fuerza, con gemidos, en silencio. Mientras mi mano derecha juega entre mis labios y mi clítoris, la izquierda juega con mis senos. Estas al palo. Te veo. Dudas entre mirar al frente porque estas manejando y verme, parece que voy a acabar y no te lo queres perder. Se te nota. Como me calienta verte así de excitado….
Llegamos, a un parque o algo así. Era imposible llegar a un hotel con ese nivel de excitación. Te abrís completamente el cierre de tu pantalón, sacas tú pija afuera y no puedo evitar abalanzarme para chuparte todo. Te lamo de principio a fin y la meto toda dentro de mi boca. Succiono, de a ratos apretó hasta que me pedís que pare. Mmmm…. Me vas a cojer. Me sacas medio de golpe y me obligas a sentarme arriba tuyo. Ni siquiera cuesta trabajo que me penetres, porque estoy tan mojada y tu cuerpo conoce tan bien el mío, que entra perfectamente. Me muevo al compas de tu respiración. Cada vez más agitada. El vaivén nos lleva. Me levantas la remera, me sacas el corpiño y me lames y mordisqueas las tetas hasta volverme loca.
De golpe me decís “-quedate quietita”. Se te va. Estas por terminar y no queres. Lo veo. Lo ves. Pero yo si quiero. Arranco otra vez. Me muevo como se que te gusta. Me tiro hacia atrás y apoyada con la espalda en el volante de tu auto, te miro. Te dejo mirarme. Vamos a acabar juntos. Nos falta muy poco. Alcanzo a decirte: -“No pares de cojerme por favor”. Es el último aliento. Me apretas un seno, y me tiras del pelo. Llegaste. Se nota por como te apoyas y exhalas casi sin fuerzas. Bajas las manos y llevándolas a mi cadera, me moves y me pajeas de tal manera que no duro nada…. Me voy. Esta llegando y hasta se me nubla la vista. No puedo contener el grito. Te apreto contra mi. Termine. Acabé justo como querías. Para vos. Diciendo tu nombre…. No veo la hora de empezar otra vez…

2 comentarios - Postre.....

Bebe23
LINDO LINDO! 😀
ladykary
me gusta mucho como lo relataste tiene vertigo....