después que la doctora abandonó el consultorio, la enfermera me limpió el pene con un algodón apenas húmedo, y después rotuló el recipiente con la muestra de semen.
-voy a llevar la muestra al laboratorio. trate de relajarse. - dijo, mientras se quitaba los guantes y me regalaba una mirada angelical.
salió del consultorio y pude escuchar como se trababa la cerradura. ni siquiera intenté levantarme de la camilla, sabía que no tenía posibilidad de escapatoria. cerré los ojos y traté de evadirme de la situación. no sé cuanto tiempo pasó.
de repente la puerta se abrió y entraron. tal como lo había ordenado la doctora, ahora eran tres las enfermeras que se iban a ocupar de mi humanidad. todas eran muy jóvenes y bonitas con cuerpos hermosos marcados bajo los ambos de cirugía blancos que todas usaban, además de las cofias que ocultaban sus cabellos y los barbijos anudados sólo en la nuca y colgando bajo sus barbillas.
-el paciente va a ser sometido a cirugía. sólo rasúrenlo, del resto de la preparación me voy a ocupar yo en el quirófano. pueden proceder. - dijo la enfermera que había asistido a la doctora. y de inmediato una de las otras dos se dirigió a los gabinetes y buscó algunos implementos que ubicó en una bandeja, mientras la otra llenaba un recipiente con agua.
-no trate de resistir. - me dijo la enfermera.
-estoy muy asustado.
-más tarde le voy a suministrar un sedante. ahora sólo quédese quieto. - me dijo, y se fue.
una enfermera se colocó a cada lado de la camilla y empezaron a ponerse guantes de latex. cuando los tuvieron bien calzados, comenzaron a revisar mi zona pubiana, pene y testículos. todo era muy clínico, no era masaje, sino palpaciones y examinaciones, pero al mismo tiempo todo me resultaba tremendamente erótico y las enfermeras de inmediato notaron que empezaba a tener una erección.
-va a ser mejor que trate de relajarse, porque no podemos permitirle eyacular. - me advirtió una enfermera, mientras tomaba unas tijeras de la bandeja.
-tengo mucha vergüenza y miedo.... qué me van a hacer??
una enfermera me empezó a cortar el vello púbico y la otra la ayudaba, protegiendo mi pene y testículos.
-lo vamos a operar para determinar exactamente la patología, y luego la doctora va a decidir su tratamiento.
la otra enfermera trajo el recipiente con agua jabonosa y con un algodón me mojó toda la zona púbica. el contacto con el agua y la visión de la enfermera afilando una navaja disuadieron mi erección.
-no se mueva. - me ordenó. y me afeitó por completo. una de las efermeras limpiaba y guardaba el equipo mientras la otra me secaba y comprobaba que el trabajo se haya hecho de forma eficiente, cuando la enfermera asistente de la doctorá volvió.
-ya esta listo?
-si. - respondieron mientras se quitaban los guantes
-muy bien, vamos a llevarlo al quirófano. - cuando dijo esto yo por primera vez intenté incorporarme.
-no, por favor... no quiero.... - una mano se apoyó firmemente en mi frente y me mantuvo acostado. era una de las enfermeras, mientras la otra acercaba una camilla con ruedas.
-lo vamos a operar, asi que no se resista o voy a ordenar que lo aten. - la asistente no me dejó opciones. me pasaron a la camilla con ruedas y me cubrieron con una pequña toalla.
salimos del consultorio a un pasillo y comenzamos a recorrerlo. a nuestro lado pasaron otras doctoras y enfermeras. nos detuvimos frente a la pueta de un ascensor hasta que se abrió automáticamente y entramos. durante el viaje en el ascensor las tres enfermeras se cubrieron sus rostros con los barbijos y los anudaron detrás de sus cabezas. cuando se detuvo, las puertas volvieron a abrirse automáticamente y me condujeron por otro pasillo hasta que me introdujeron a la sala de operaciones.
todas las paredes estaban cubiertas por azulejos verdes, había varios gabinetes de aluminio y, en el centro una mesa de operaciones con configuración de silla ginecológica y dos enfermeras con sus ambos, cofias y barbijos blancos me estaban esperando. me tomaron de los brazos, me ubicaron y permanecieron a mi lado. mientras tanto, las dos enfermeras que me habían traído ayudaban a la instrumentadora a ajustarse la bata quirúrgica y calzarse un par de guantes estériles. cuando estuvo lista, se acercó a la asistente y preguntó:
-cómo procedemos?
-aseguren al paciente y preparen el instrumental para los procedimientos preliminares.
las órdenes se cumplieron de inmediato. comenzaron a atarme con fijaciones en mis muñecas, tobillos, torso y frente, la instrumentadora abría gabinetes y cajas de acero inoxidable extrayendo todo tipo de elementos que ordenaba prolijamente sobre su mesa y las luces fueron acomodadas sobre mi.
la asistente volvió a entrar con una toalla cubriéndole las manos. se las secó y una enfermera le puso la bata quirúrgica blanca, que anudaron prolijamente a su espalda.
-guantes. - ordenó. y la instrumentadora le puso los guantes estériles. ella se los terminó de calzar y movió los dedos para comprobar que estaba cómoda. dos enfermeras se ubicaron a mi lado y también se pusieron guantes de latex. yo empecé a llorar. estaba aterrado. la instrumentadora acercó su mesa y la asistente se ubicó entre mis piernas. me miró, y dijo:
-vamos a empezar.
(continuará)
-voy a llevar la muestra al laboratorio. trate de relajarse. - dijo, mientras se quitaba los guantes y me regalaba una mirada angelical.
salió del consultorio y pude escuchar como se trababa la cerradura. ni siquiera intenté levantarme de la camilla, sabía que no tenía posibilidad de escapatoria. cerré los ojos y traté de evadirme de la situación. no sé cuanto tiempo pasó.
de repente la puerta se abrió y entraron. tal como lo había ordenado la doctora, ahora eran tres las enfermeras que se iban a ocupar de mi humanidad. todas eran muy jóvenes y bonitas con cuerpos hermosos marcados bajo los ambos de cirugía blancos que todas usaban, además de las cofias que ocultaban sus cabellos y los barbijos anudados sólo en la nuca y colgando bajo sus barbillas.
-el paciente va a ser sometido a cirugía. sólo rasúrenlo, del resto de la preparación me voy a ocupar yo en el quirófano. pueden proceder. - dijo la enfermera que había asistido a la doctora. y de inmediato una de las otras dos se dirigió a los gabinetes y buscó algunos implementos que ubicó en una bandeja, mientras la otra llenaba un recipiente con agua.
-no trate de resistir. - me dijo la enfermera.
-estoy muy asustado.
-más tarde le voy a suministrar un sedante. ahora sólo quédese quieto. - me dijo, y se fue.
una enfermera se colocó a cada lado de la camilla y empezaron a ponerse guantes de latex. cuando los tuvieron bien calzados, comenzaron a revisar mi zona pubiana, pene y testículos. todo era muy clínico, no era masaje, sino palpaciones y examinaciones, pero al mismo tiempo todo me resultaba tremendamente erótico y las enfermeras de inmediato notaron que empezaba a tener una erección.
-va a ser mejor que trate de relajarse, porque no podemos permitirle eyacular. - me advirtió una enfermera, mientras tomaba unas tijeras de la bandeja.
-tengo mucha vergüenza y miedo.... qué me van a hacer??
una enfermera me empezó a cortar el vello púbico y la otra la ayudaba, protegiendo mi pene y testículos.
-lo vamos a operar para determinar exactamente la patología, y luego la doctora va a decidir su tratamiento.
la otra enfermera trajo el recipiente con agua jabonosa y con un algodón me mojó toda la zona púbica. el contacto con el agua y la visión de la enfermera afilando una navaja disuadieron mi erección.
-no se mueva. - me ordenó. y me afeitó por completo. una de las efermeras limpiaba y guardaba el equipo mientras la otra me secaba y comprobaba que el trabajo se haya hecho de forma eficiente, cuando la enfermera asistente de la doctorá volvió.
-ya esta listo?
-si. - respondieron mientras se quitaban los guantes
-muy bien, vamos a llevarlo al quirófano. - cuando dijo esto yo por primera vez intenté incorporarme.
-no, por favor... no quiero.... - una mano se apoyó firmemente en mi frente y me mantuvo acostado. era una de las enfermeras, mientras la otra acercaba una camilla con ruedas.
-lo vamos a operar, asi que no se resista o voy a ordenar que lo aten. - la asistente no me dejó opciones. me pasaron a la camilla con ruedas y me cubrieron con una pequña toalla.
salimos del consultorio a un pasillo y comenzamos a recorrerlo. a nuestro lado pasaron otras doctoras y enfermeras. nos detuvimos frente a la pueta de un ascensor hasta que se abrió automáticamente y entramos. durante el viaje en el ascensor las tres enfermeras se cubrieron sus rostros con los barbijos y los anudaron detrás de sus cabezas. cuando se detuvo, las puertas volvieron a abrirse automáticamente y me condujeron por otro pasillo hasta que me introdujeron a la sala de operaciones.
todas las paredes estaban cubiertas por azulejos verdes, había varios gabinetes de aluminio y, en el centro una mesa de operaciones con configuración de silla ginecológica y dos enfermeras con sus ambos, cofias y barbijos blancos me estaban esperando. me tomaron de los brazos, me ubicaron y permanecieron a mi lado. mientras tanto, las dos enfermeras que me habían traído ayudaban a la instrumentadora a ajustarse la bata quirúrgica y calzarse un par de guantes estériles. cuando estuvo lista, se acercó a la asistente y preguntó:
-cómo procedemos?
-aseguren al paciente y preparen el instrumental para los procedimientos preliminares.
las órdenes se cumplieron de inmediato. comenzaron a atarme con fijaciones en mis muñecas, tobillos, torso y frente, la instrumentadora abría gabinetes y cajas de acero inoxidable extrayendo todo tipo de elementos que ordenaba prolijamente sobre su mesa y las luces fueron acomodadas sobre mi.
la asistente volvió a entrar con una toalla cubriéndole las manos. se las secó y una enfermera le puso la bata quirúrgica blanca, que anudaron prolijamente a su espalda.
-guantes. - ordenó. y la instrumentadora le puso los guantes estériles. ella se los terminó de calzar y movió los dedos para comprobar que estaba cómoda. dos enfermeras se ubicaron a mi lado y también se pusieron guantes de latex. yo empecé a llorar. estaba aterrado. la instrumentadora acercó su mesa y la asistente se ubicó entre mis piernas. me miró, y dijo:
-vamos a empezar.
(continuará)
0 comentarios - fantasía doctora paciente (continuación)