mientras esperaba en la salita me iba poniendo cada segundo más nervioso.
sabía que mi tratamiento no iba a ser sencillo, pero nunca estuve preparado para lo que iba a suceder.
una enfermera abrió la puerta y dijo: "adelante".
yo me paré y caminé hasta el consultorio. ella me dejó pasa y cerro la puerta a su espalda.
el consultorio era sencillo, no muy grande, con un escritorio, unos gabinetes metálicos, una balanza, un biombo y la camilla. la enfermera era realmente joven, no creo que llegara a los 20 años, y muy bonita. un físico delgado pero armónico se ocultaba bajo la chaquetilla blanca escote en V, y el lazo anudado a su espalda marcaba una delicada cintura. era facil imaginar gluteos firmes y piernas curvas bajo los pantalones blancos; nunca pude ver su pelo poruqe estaba cubierto por la cofia.
- desnúdese por completo - dijo, mientras agarraba una carpeta de escritiorio y empezaba a hacer unas notas.
yo me fuí detrás del biombo y me saqué toda la ropa, excepto los calzoncillos. la verdad es que me daba vergüenza quedar desnudo frente a la enfermera. Cuando salí de detrás del biombo, ella me ordenó:
- a la balanza - me paré en la balanza, ella movió las pesas hasta que marcaron mi peso y lo anotó.
- muy bien, acuéstese en la camilla boca arriba - mientras yo obedecía, ella buscó un termómetro y lo acomodó bajo mi axila, luego se dirigió a uno de los gabinetes de donde sacó un tensiómetro y un estetoscopio. ajustó el tensiómetro a mi otro brazo y se calzó el estotoscopio. me tomó la presión y anotó los resultados. sacó el termómetro de bajo mi brazo, leyó la marca del mercurio y también tomó debida nota. dejó la carpeta sobre el escritorio, levantó el teléfono y dijo:
- el paciente esta listo para ser revisado, doctora. - y colgó.
- me van a revisar? - pregunté algo nerviso.
la enfermera sacaba un par de guantes de latex de una caja y, mientras se los calzaba, me dijo:
- no hable a menos que se lo ordenemos, sino vamos a tener que amordazarlo. - y se ajustó los guantes.
- ahora vamos a dejarlo desnudo para que la doctora pueda trabajar - y me sacó el calzoncillo.
en ése momento entró la doctora al consultorio. era muy alta, cabello castaño que apenas tocaba los hombros recojido con una "cola de caballo", ojos verdes bajo un prolijo flequillo, y labios muy sensuales. usaba un guardapolvos blanco sobre un ambo verde, pero debajo de su atuendo se insuaban pechos importantes y un físico atlético y armónico. no tenía más de 35 años, levantó la carpeta del escritorio y leyó las notas.
- esta un poco nervioso, pero es normal - dijo, mientras dejaba la carpeta y buscaba su par de guantes de latex. mientras se calzaba los guantes no dijo palabra. la enfermera acomodaba un par de reflectores enfocados en mi humanidad, yo estaba acostado boca arriba completamente desnudo y tenía a cada lado de la camilla a la doctora y la enfermera. cuando la doctora estuvo satisfecha con los preparativos dijo:
- vamos a empezar - la enfermera se paró detrás mío y me sostuvo firmemente la cabeza. la doctora me abrió bien los párpados y miró mis ojos, luego tomo una pequeña linterna y revisó mis pupilas. estaban las dos muy cerca y yo podía sentir los olores de los perfumes de sus cuerpos, mezclado con el del latex de sus guantes.
- abra la boca - primero fue el baja lengua y la linterna para mirar mi garganta, y luego introdujo sus dedos enguantados en mi boca para palpar la cavidad. después, palpó mi mandíbula y cuello.
- el estetoscopio, por favor - pidió. y de inmediato la enfermera lo puso en sus manos. me auscultó, se lo quitó y lo colgó de su cuello. me palpó el abodomen, presionó y tocó. y luego me tomó el pene. lo revisó y dejó expuesto el glande. al sentir el contacto de sus manos con guantes empecé a exitarme, ella lo notó en seguida y dijo.
- esta teniendo una erección. vamos a hacerlo eyacular, asi después podemos seguir con el tratamiento - no entendí porque, pero la enfermera me miró y se sonrió. dió media vuelta y sacó un recipiente para toma de muestras de un gabinete. la doctora me seguía revisando el glande y el frenillo. no me masajeaba como si me fuera a masturbar, me revisaba, me tocaba suavemente y miraba mis partes me palpaba los testiculos, recorria el glande con sus guantes suaves. la enfermera, mientras tanto, me acarició la frente y las mejillas.
- tranquilo, ahora tu cuerpo es nuestro. la doctora te va a hacer eyacular, no trates de hacer nada. estás en nuestras manos - la doctora la interrumpió.
- el recipiente para muestras - la enfermera volvió a su puesto con el recipiente y entre las dos me manipularon para dejar el glande dentro del vaso plástico, al momento que brotaba en semen.
- mandá la muestra al laboratorio - dijo la doctora mientras se quitaba los guantes.
- y al paciente?
- llamá otras dos enfermeras, prepárenlo y llévenló al quirófano. quiero que lo aseguren a la silla ginecológica y, cuando lo tengan listo para la operación, me avisan. vos me vas a asistir.
- como ud. ordene doctora.
la doctora dejó el consultorio y yo estaba muy asustado.
(continuará)
sabía que mi tratamiento no iba a ser sencillo, pero nunca estuve preparado para lo que iba a suceder.
una enfermera abrió la puerta y dijo: "adelante".
yo me paré y caminé hasta el consultorio. ella me dejó pasa y cerro la puerta a su espalda.
el consultorio era sencillo, no muy grande, con un escritorio, unos gabinetes metálicos, una balanza, un biombo y la camilla. la enfermera era realmente joven, no creo que llegara a los 20 años, y muy bonita. un físico delgado pero armónico se ocultaba bajo la chaquetilla blanca escote en V, y el lazo anudado a su espalda marcaba una delicada cintura. era facil imaginar gluteos firmes y piernas curvas bajo los pantalones blancos; nunca pude ver su pelo poruqe estaba cubierto por la cofia.
- desnúdese por completo - dijo, mientras agarraba una carpeta de escritiorio y empezaba a hacer unas notas.
yo me fuí detrás del biombo y me saqué toda la ropa, excepto los calzoncillos. la verdad es que me daba vergüenza quedar desnudo frente a la enfermera. Cuando salí de detrás del biombo, ella me ordenó:
- a la balanza - me paré en la balanza, ella movió las pesas hasta que marcaron mi peso y lo anotó.
- muy bien, acuéstese en la camilla boca arriba - mientras yo obedecía, ella buscó un termómetro y lo acomodó bajo mi axila, luego se dirigió a uno de los gabinetes de donde sacó un tensiómetro y un estetoscopio. ajustó el tensiómetro a mi otro brazo y se calzó el estotoscopio. me tomó la presión y anotó los resultados. sacó el termómetro de bajo mi brazo, leyó la marca del mercurio y también tomó debida nota. dejó la carpeta sobre el escritorio, levantó el teléfono y dijo:
- el paciente esta listo para ser revisado, doctora. - y colgó.
- me van a revisar? - pregunté algo nerviso.
la enfermera sacaba un par de guantes de latex de una caja y, mientras se los calzaba, me dijo:
- no hable a menos que se lo ordenemos, sino vamos a tener que amordazarlo. - y se ajustó los guantes.
- ahora vamos a dejarlo desnudo para que la doctora pueda trabajar - y me sacó el calzoncillo.
en ése momento entró la doctora al consultorio. era muy alta, cabello castaño que apenas tocaba los hombros recojido con una "cola de caballo", ojos verdes bajo un prolijo flequillo, y labios muy sensuales. usaba un guardapolvos blanco sobre un ambo verde, pero debajo de su atuendo se insuaban pechos importantes y un físico atlético y armónico. no tenía más de 35 años, levantó la carpeta del escritorio y leyó las notas.
- esta un poco nervioso, pero es normal - dijo, mientras dejaba la carpeta y buscaba su par de guantes de latex. mientras se calzaba los guantes no dijo palabra. la enfermera acomodaba un par de reflectores enfocados en mi humanidad, yo estaba acostado boca arriba completamente desnudo y tenía a cada lado de la camilla a la doctora y la enfermera. cuando la doctora estuvo satisfecha con los preparativos dijo:
- vamos a empezar - la enfermera se paró detrás mío y me sostuvo firmemente la cabeza. la doctora me abrió bien los párpados y miró mis ojos, luego tomo una pequeña linterna y revisó mis pupilas. estaban las dos muy cerca y yo podía sentir los olores de los perfumes de sus cuerpos, mezclado con el del latex de sus guantes.
- abra la boca - primero fue el baja lengua y la linterna para mirar mi garganta, y luego introdujo sus dedos enguantados en mi boca para palpar la cavidad. después, palpó mi mandíbula y cuello.
- el estetoscopio, por favor - pidió. y de inmediato la enfermera lo puso en sus manos. me auscultó, se lo quitó y lo colgó de su cuello. me palpó el abodomen, presionó y tocó. y luego me tomó el pene. lo revisó y dejó expuesto el glande. al sentir el contacto de sus manos con guantes empecé a exitarme, ella lo notó en seguida y dijo.
- esta teniendo una erección. vamos a hacerlo eyacular, asi después podemos seguir con el tratamiento - no entendí porque, pero la enfermera me miró y se sonrió. dió media vuelta y sacó un recipiente para toma de muestras de un gabinete. la doctora me seguía revisando el glande y el frenillo. no me masajeaba como si me fuera a masturbar, me revisaba, me tocaba suavemente y miraba mis partes me palpaba los testiculos, recorria el glande con sus guantes suaves. la enfermera, mientras tanto, me acarició la frente y las mejillas.
- tranquilo, ahora tu cuerpo es nuestro. la doctora te va a hacer eyacular, no trates de hacer nada. estás en nuestras manos - la doctora la interrumpió.
- el recipiente para muestras - la enfermera volvió a su puesto con el recipiente y entre las dos me manipularon para dejar el glande dentro del vaso plástico, al momento que brotaba en semen.
- mandá la muestra al laboratorio - dijo la doctora mientras se quitaba los guantes.
- y al paciente?
- llamá otras dos enfermeras, prepárenlo y llévenló al quirófano. quiero que lo aseguren a la silla ginecológica y, cuando lo tengan listo para la operación, me avisan. vos me vas a asistir.
- como ud. ordene doctora.
la doctora dejó el consultorio y yo estaba muy asustado.
(continuará)
1 comentarios - fantasía doctora - paciente