Debora y yo camino a la perversion 11

Este capitulo me gusto cuando lo escribi porque tiene muchos sucesos de la vida real

Débora y yo camino a la perversión 11

El tiempo siguió pasando, Débora había visto a Juan Carlos y a Ricardo, pero no en casa había salido con ellos y me decía que no había nada que contar, lo de siempre y se burlaba de mi, a veces me mostraba alguna marca que habían dejado en su cuerpo. Una noche llego de salir con Ricardo, se acostó en la cama y me pido que le pusiera una crema suavizante en el culo, estaba todo irritado, se lo había roto hacia un rato, me hizo estar un montón acariciándoselo y mirándolo, casi acabo y por eso pare. Débora me felicito por haber parado ha tiempo. Me contó que había hecho muchas averiguaciones y que Ricardo le había dado una idea. En la cena me dijo:
-Averigüe que el pibe de arriba, Oscar, esta sin trabajo… y Ricardo me dijo que a vos te hace falta un ayudante… en todo sentido… dijo poniendo cara de perversa… y como a mi me calienta el flaco ese… lo vas a contratar… a las 2200 va a bajar a charlar con vos… mandalo a buscar algo que dejes en tu mesita de luz… -y ahí termino la charla.
Diez minutos antes de las diez Débora se fue para el cuarto, a las diez en punto tocaron el timbre era Oscar. Lo hice pasar y le conté cual era mi trabajo que el podía aprender el oficio, se sorprendió de la paga y a todas vistas estaba encantado. Yo veía el velador prendido en el cuarto y le pedí si podía ir a buscar mi agenda que estaba en la mesa de luz junto a la ventana. Oscar entro y salio sin decir nada. Charlamos un rato más y le dije que mañana lo esperaba a la mañana para empezar a trabajar. Lo acompañe hasta la puerta y fui hacia el cuarto, Débora estaba con ese conjunto de medias con sujetador blancas, yo nunca lo había visto y la tanguita con la mariposa culo arriba en la cama.
-Se quedo duro me miro un rato y no atino a nada… -dijo Débora, en ese momento se escuchaban los primeros gemidos de la vecina de arriba.
A los pocos días Débora me dijo que lo citara para trabajar a las 2 en nuestro departamento y que yo llegara cerca de las tres así podía tratar de hacer algo con el, estábamos en primavera. Ella vestía su short y una musculosa. No dije nada y así quedamos. Cuando llegue a las 3 Débora estaba en la cocina y Oscar sentado en el sillón de la sala. Nos fuimos a trabajar, no veía la hora de volver a la noche.
Débora estaba radiante, me esperaba solo con ese conjunto blanco, con portaligas.
-Te mereces un premio, me dijo y me beso dejando que la manoseara a gusto.
-No sabes que placer… que lucha que tiene… me encanta… lo recibí así como me viste y empezamos a hablar del matrimonio y nada... yo le dije que lo escuchaba como la cogia a la esposa… que era un potro… le dije que yo necesitaba que me cojan así… que hacia mucho que nadie me cogia así… me saque los pechos por sobre el sujetador y se los ofrecí… te gustan? Se quedo duro en el lugar… me senté en el sillón y me empecé a pajear… -el no hacia nada, tampoco se fue, estaba ahí parado en la sala.-
-No te gustaría chuparlos…? Viste unos pechos así… alguna ves…? –y seguía pajeandome. Viendo como se le transformaba la cara, su pija abultaba en el pantalón.
-Tapate por favor…
-Sabes cuanto hace que no cojo… debo tenerla cerradita ya… no te gustaría metérmela en el culito… a que tu señora no te deja…?
-Basta por favor. –y estaba cada vez más caliente.
-Yo no hago nada… estoy en mi casa y me masturbo… y nadie me chupa las tetas no te gustan… como me gustaría que me rompas el culo y me lo llenes de leche. En ese momento no pudo mas, se abalanzo sobre mi cayo de rodillas en el sillón y me empezó a chupar las tetas como un desesperado, le quise agarrar la pija y no me dejo, me chupo un buen rato, me marco toda y se paro de golpe y salio del departamento, volvió cinco minutos antes que vos llegues, yo le pedí disculpas diciéndole que no iba a volver a pasar que estaba muy caliente.
Me dijo que me ponga un forro y que la coja, le dije que no iba poder aguantar que hacia un montón que no me dejaba hacer nada.
-Y que hago con este calenton…? Bueno lo guardo.. pero si yo me quedo caliente vos también…
Así estuve casi veinte días sin acabar, a las dos semanas Débora había ideado el mismo plan que viniera a esperarme en la casa y así lo hicimos a la noche me contó.
-Me encanta… no puede decidirse… otra vez le hice el mismo juego… le dije que me gustaría tomarme toda la lechita de el… mientras me pajeaba en el sillón vino a chuparme las tetas y tras muchos tira y afloje me dejo que liberara el miembro del encierro, tiene una pija hermosa, cabezona y dura, lo mire a los ojos y le dije que tenia una pija hermosa y se la empecé a chupar hasta la garganta, el me pellizcaba las tetas con violencia, estaba enojado pero le encantaba, no pudo aguantar casi nada, se quería salir cuando estaba por acabar pero lo agarre del culo y me la trague toda hasta la ultima gota, directa a la garganta.
-Que rica leche… me encanta tu lechita… te la habían tragado así alguna vez… sabes que tengo la conchita toda depiladita… queres verla… -y otra vez salio corriendo del departamento. Pobrecito…, me encanta amor.
Así pasaron las semanas y las cosas se iban complicando, cada vez le costaba más a Oscar resistirse, la ultima vez que vino estuvo dedeandole el culo y la concha a la vez, pero no la cogio, Débora le hizo derramarse sobre sus tetas y las fregó bien sobre ellas.
-Me siento más perversa que nunca… lo tendrías que ver… que lucha que tiene… no puede más… pero esta cada vez más caliente… la próxima vez que venga me coge… si te queres quedar escondido…
Así preparamos todo, yo me escondí, Débora se puso una pollera tipo hippie y una remera común, cuando el llego le abrió la puerta y se fue a la cocina.
-Queres un café.
-Bueno gracias. –Cuando Débora salio de la cocina el hablo- esto tiene que parar, no puedo más me voy a volver loco.
-Pero si te encanta… te vuelven loco mis tetas y mi conchita depilada…, pero si queres parar… -tomo el teléfono y se sentó en el sillón, llamo a una amiga y puso las piernas sobre el sillón, levanto la pollera y se veía su concha totalmente desnuda, Oscar saco su pija y embistió como un toro, la arrastro hacia el borde del sillón y la clavo. Se movió un poco, recién la había puesto y se salio escupiendo unos chorros potentes de leche hacia arriba, era impresionante, se moría de calentura.
-Que apretada que sos… no puedo mas… ni ponértela pude… -Débora corto el teléfono y arrodillada se la chupo un poco, enseguida estaba al palo, se tiro sobre ella y la empezó a coger con una violencia infernal, no daba más de calentura, no se cuantos orgasmos habrá tenido Débora, ahora si la cogio un montón y acabo bien al fondo de su concha. Al final se puso a llorar, Débora se puso delante de el y le dio a chupar su concha mientras le acariciaba la cabeza.