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Como me inicie en el placer de disfrutar de ambos sexos

Como me inicie en el placer de disfrutar de ambos sexos

Empezare diciendo que me gustan las mujeres y cuando veo a una que me resulta atractiva, si la circunstancia lo permite, volteo para observarla con detenimiento e incluso ver si encuentro oportunidad de acercarme a ella. Esto nunca me ha sucedido con un hombre de ninguna manera. Además, soy más alto y fuerte que el promedio de los hombres y nada afeminado.

Sin embargo, cuando veo alguna película porno donde un tipo con una gran verga se folla a una chica no puedo dejar de pensar que sentirá la chica y lo hermosa que se ve una verga grande y dura . ¿Qué sentirá de mamarla? ¿Qué sentirá mientras se la meten por el culo?

Soy hombre (o bi-sex) de acción, así que un día decidí que quería tener esa experiencia.
Pensé que si quería tener sexo con un hombre que tuviera una verga de buen tamaño sin sentir dolor, no era posible que me abrieran el culo desde “cero”, así que decidí prepararme para la experiencia.

Recordando la novela de “Historia de O” donde preparan a la protagonista para el sexo anal mediante la introducción muy gradual de consoladores cada vez más grandes, inicie con algo muy pequeño (y mucho lubricante), que mantenía insertado en mi ano durante 20 minutos cada día hasta que sentía que era momento de avanzar a otro un poco mayor. Continúe con ese procedimiento por varias semanas, hasta lograr que mi ano acepto sin problema un consolador de tamaño menor al de una verga promedio. Porque quería sentir cuando me abrieran el culo y que a su vez el tipo me sintiera bastante apretado.

Debo decir que disfrute mucho con estos preparativos, no porque la sensación fuera muy placentera, mas bien era una satisfacción sicológica pensando en lo que finalmente sucedería. Tener una buena relación anal no es sencillo. Hay que estar seguro de que el intestino esta vacio, no esta irritado y asearse con varias lavativas, para evitar olores y desechos desagradables.

Al mismo tiempo que entrenaba mi colita, averiguaba en internet sobre chicos acompañantes gay. Decidí que era mejor el servicio de un buen profesional, porque no quería relaciones personales. Así que vi los anuncios, leí opiniones, intercambie mensajes en foros gay hasta que escogí un candidato de una ciudad vecina. Hable con él, me puse de acuerdo en lo que quería y comprobé que era el adecuado y que tenía la actitud correcta. Así que acordamos la cita.

El día de la cita yo no aguantaba los nervios mientras esperaba en el pequeño cuarto de hotel, cubierto solo por una bata. Saber que en cualquier momento tocaría la puerta el hombre que me iba a penetrar era algo completamente nuevo para mí. Mil dudas y preguntas asaltaban mi mente. ¿Sería su verga tan hermosa como en las fotos o me quedaría decepcionado? ¿La tendría demasiado grande o seria demasiado rudo y me iba a lastimar? Sin embargo ardía en deseo de perder mi virginidad. Finalmente tocaron a la puerta.

Me pare como impulsado por un resorte y abrí. Hola, saludo él y paso a la habitación. Era sin duda el de las fotos. Delgado pero de cuerpo marcado por el ejercicio. Platicamos un poco hasta que el, notando mi nerviosismo tomo la iniciativa y parándose frente a mi (yo estaba sentado en la cama) se bajo los pantalones puso su verga enfrente de mi cara mientras decía – Mira el regalo que vas a disfrutar.

Yo quede maravillado por el espectáculo de una verga que a pesar de estar flácida, lucia poderosa, coronando dos magníficos testículos. Yo simplemente abrí la boca y empecé a chupar esa verga con hambre. El me contuvo un momento mientras se desvestía y luego tomándome con autoridad por los cabellos metió nuevamente su verga en mi boca mientras decía. – Demuéstrame que eres una buena putita y que sabes como complacer a tu hombre.

Empecé a chuparle la verga y a lamerle las bolas como a mi me hubiera gustado que una mujer supiera hacerlo, mientras su miembro crecía y se ponía cada vez mas duro. El tomaba su verga de vez en cuando y me pegaba con ella en la cara, para hacerme sentir todo su poder mientras me decía - Verdad que te gusta mi verga putita. – Dime que eres mi puta.
Yo contestaba - Si papi me encanta tu verga y quiero ser tu putita.

El se acostó cómodamente de espaldas en la cama mientras yo aprovechaba para acariciar y besar su torso desnudo y continuar lamiendo sus bolas y chupando su deliciosa verga.

Cuando sentí que su verga estaba completamente dura empecé a suplicarle que me cogiera. El me hizo que le rogara un poco hasta que finalmente me ordeno que le pusiera el condón, lo que hice ayudándome con la boca. Luego me coloco de rodillas sobre la cama y parándose detrás de ni, empezó a lubricar mi ano abundantemente con un dedo.

Luego, tomándome por la cintura, coloco su verga contra mi ano y empezó a empujarla lentamente, pero con fuerza irresistible hasta que le rendí la entrada, dando paso a toda su longitud, lo que me arranco un gran gemido. El permaneció un momento con su verga clavada hasta el fondo y luego empezó a moverse rítmicamente mientras me preguntaba – ¿Te gusta mi verga? ¿Te gusta como te cojo? En medio de los gemidos que me arrancaba con cada embestida le contestaba - ¡Si papito, cójeme! ¡Cójeme con tu rica verga! ¡Me gusta mucho ser tu putita!

Nunca imagine que un hombre podía causarme tal placer. Sentirme lleno de su carne caliente y dura. Sentirlo profundamente clavado hasta el fondo de mis entrañas. Ni como me iba a rendir incondicionalmente al poder de su verga. Me sentía poseído por completo y sentía placer de ser su puta.

Ese dulce tomento duro un buen rato y cuando yo ya no podía mas, el empezó a gruñir mientras se venía dentro de mi. Quedamos derrumbados sobre la cama un momento, hasta que el se paro y entro al baño. Yo me quede tumbado. Con el culo abierto y un tanto adolorido, pero feliz por la experiencia. Después de unos minutos el salió secándose el cabello con una toalla, lo que yo aprovecha para hincarme frente a él y besar tiernamente su verga y sus bolas.

Me siguen gustando más las mujeres, pero una o dos veces al año, cuando siento deseos, me entrego al placer de disfrutar de una verga grande y dura.


Espero que les haya gustado mi relato y que me compartan sus comentarios y opiniones. Gracias 😀

7 comentarios - Como me inicie en el placer de disfrutar de ambos sexos

MIESVANDERROHE
Esta bien si es lo que te gusta.
Dale para adelante.
guile31
a la pelotita que mente abierta......
sobre gustos ...no?
suerte loco y cuidate!!!
Chico_reputito
eres bisexual? esa es la actitud! 🆒 open mind! 🙎‍♂️
troletti
Me gustó mucho, muy bien relatado!!!
GABIOBA
excelente relato, a mi me sucede igual, pero yo concreto mas seguido, con mi esposa tambien lo hacemos, trio, me encanta chupar pija, que recojan y a la vez que mi mujer me mire y participe, a ella tambien le encanta verme con otro...uffffffffff estoy recaliente
365dias
realmente es rico hacerlo con los dos generos y de vez en cuando con algun juguete estoy contigo.