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Yo, Matias... Capitulo 4

Bueno, aca esta el ante ultimo capitulo, el final es el mejor, Comenten! Matias




Estaba nervioso, la noche pasaba, y las horas empezaban a mostrar el sol, la proposición que Romina me había hecho, genero una sensación rara en mi, una fue, querer hacerlo, y la otra fue que, si Suyai no quería hacerlo, perderíamos la confianza. A ellas, varias veces las vi charlando, pero no quise acercarme, para no poner en una situación incomoda a Suyai, y no interferir en los planes de Romina.
Hablaba con Pedro, me decía lo bonita que era Suyai, que le llamaba mucho la atención, y que tenía mucha suerte con las mujeres. Mucha bola no le daba, por que estaba pensando que iba a ser de mí, después de unas horas.
Romina me llamo, me dijo que Roció se estaba por ir, de los 12 solo quedaban 7. Nosotros 3, Roció, Pedro, Nacho y Abigail. Ya era la hora de partir, y todos estaban en pareja, Nacho tranzaba con la rubia, y pedro se comía a Roció, Romina me propuso irnos en taxi, ya que nosotros 3 no teníamos auto, y los interrumpiríamos en su relación a los demás. Nacho y Roció, los dos que tienen auto, se opusieron a esta idea, que no era problema llevarnos, pero al final nos terminamos yendo en taxi.

- Tachero: ¿Adonde chicos?
- Romina: he… ¿A mi casa?... ¡Si! a mi casa.
Le dio la dirección del destino, y el tachero empezó a manejar, los tres nos sentamos atrás, yo, en el medio, estaba inclinado hacia adelante con los codos en las rodillas, y mis manos en mi barbilla, Romina empezó, a tocar mi espalda, por la huella de mi columna, jugaba con sus dedos, como si caminaran en mi espalda, puse mi mano sobre su rodilla y le rasgaba esa parte como insinuándole algo. Suyai, estaba quieta, no se movía, solo miraba por la ventana.
- Romina: ¡Hey! Gordita, ¿Estas bien?
- Suyai: No me siento muy bien, necesito un baño.
- Tachero: Ya llegamos, no te preocupes, voy a subir un poco la velocidad.
En verdad se veía mal, se notaba muy pálida, al acomodarme un poco me acerque y la abrace, ella apoyo su cabeza en mi hombro, y me acariciaba el brazo como diciendo gracias. Lo primero que se me vino a la mente era que estaba descompuesta, por todo el alcohol tomado, Romina, nos abrazo por la espalda quedando mi cuerpo envuelto en ellas.
Al llegar Romina se baja, abriéndole la puerta a Suyai, yo pague el taxi, y nos quedamos en la vereda.
- Matías: Hey gordita, ¿Qué tenes? ¿Qué te duele?
- Suyai: Nada, me mareo en los autos esos, y me descomponen mal, igual creo que tome mucho, Romi, ¿Me dejas pasar al baño?
- Romina: ¡Si! Entra, la puerta ya esta abierta, entra al pasillo, y te vas a dar cuenta cual es el baño.
- Suyai: Gracias…

Romina me miraba con cara de “¡Viste que la convencí!” estando Suyai en el baño, mi inolvidable morocha se me acerco y empezó a besarme, estábamos en la vereda de su casa, yo estaba apoyado en la pared, con un cigarrillo en la mano, ella me besaba con mucha calentura, mi mano en su cadera la traía hacia mi, cuando me dijo que pasemos adentro.
Adentro Suyai estaba saliendo del baño, me senté en la silla, y suyai tenia la cara mojada, se veía mejor, ya no tenia esa palidez en el rostro.
- Matías: Ahora si te ves mas bonita.
- Suyai: Huí si, tenia un dolor de cabeza terrible, por suerte, ahora se me fue todo lo que tenia.
- Romina: ¿Quieren algo para tomar?
- Matías: Dale, cualquier cosa.
- Suyai: Algo fresco ¡Sin alcohol! Jaja…

Romina me trajo una cerveza, que tomamos charlando tranquilos, ya eran como las 7 de la mañana. Pase al baño y me quede un rato hay, pensando como íbamos a hacer para que Suyai entre en nuestro juego, estaba orinando y mi verga estallaba, quería guerra, y la quería urgente. Me lave las manos, moje un poco mi cara, y me dirigí al living. En el sillón estaba Suyai, Romina estaba en su pieza. Cuando Suyai me vio, se paro, y me estiro los brazos, la tome de las manos, y me dio un abrazo fuerte, me quedo mirando, y empezamos a besarnos, nos besamos con pasión, tocaba mi culo, y me besaba, separo su cuerpo del mió, mirándome, y de atrás me tomo Romina. Empezó a besarme el cuello, y cruzo sus brazos por mis hombros, por abajo, haciéndome como una llave, ella como me conoce, sabe lo que me gusta, que me besen el lóbulo de la oreja me pone a mil, empezó a mordérmelo, Suyai estaba sentada en el sillón frente mió, y me miraba con los brazos cruzados, pude agarrar a Romina, y la di vuelta, y empecé a besarla, ella tocaba mi verga, cuando veo que Suyai se para y se pone atrás mió, ella paso la mano por mi cuello empezando a besármelo. Romina que estaba adelante me tocaba el culo, y Suyai desde atrás me agarraba la verga, yo deliraba, no pensaba que iba a pasar así, esto era un sueño, las morochas más perras que conocía, se me estaban entregando. Suyai desde atrás me desabrocho el cinto, y me bajo el pantalón, debajo de mi bóxer, parecía que estaba el Everest, la tenia muy al palo, el mismo bóxer me lo apretaba, mi verga pedía aire, y Romina se lo dio, se arrodillo, y me bajo el bóxer, mi verga estaba roja, Suyai me saco la remera, y empezó a manosearme el pecho, y me besaba la espalda, adelante tenia a romina, de rodillas chupándome la verga, yo estaba en pelotas, y ellas no se habían sacado ni las hebillas del pelo, Suyai se cruzo hacia delante, se arrodillo, entre las dos me besaban la verga, yo estaba en un sueño, las dos me miraban con cara de putitas, y con muchas ganas de tener guerra. Me la besaban de costado, ellas solo tenia la boca abierta, y yo me movía, me estaban haciendo una paja con sus bocas. Al ver esa escena, yo saque mi verga y me senté en el sillón, y ellas quedaron enfrentadas, empezaron a besarse. Romina lo hacia con ganas, pero Suyai, no se veía muy convencida, era manejada por Romina. Ella empezó a sacarle la remera, y Suyai tenía un corpiño blanco, hermoso, Romina tenía un corpiño azul, que le daba un toque de luz a la escena, estaba al palo, tocándome la verga, todo era tan excitante, la luz que entraba por los espacios que no cubría la cortina le daba un toque tenue al acontecimiento, Suyai le desabrocho el corpiño a Romina, y quedo con sus tetas hermosas, al aire, redondas, con pezones perfectos apuntando hacia arriba, excitada, los tenia duros, y dispuestos, Suyai se los besaba, con pasión, ya estaba entrando en el juego, Romina me miraba y me levanta las cejas, ella empezó a gemir, agarro a Suyai y descubrió sus tetas, deliciosas, redondas, con sus pezones grandes, y firmes, estaba viendo una escena inolvidable, Romina le saco el pantalón a Suyai, su preciado culo, estaba intacto, hermoso, redondo, perfecto, Romina se lo tocaba, y se lo besaba, empezó a sacarle el culote blanco que tenia, y mostró su conchita mojada, su cuerpo perfecto estaba desnudo, como ella había nacido, y con su inmejorable cuerpo totalmente excitado, yo seguía mirando, mi verga se estimulaba cada vez mas, ellas se acercaron a mi, Romina todavía tenia su pantalón de Jean bien ajustado en su cuerpo, Suyai empezó a besarme la verga, arrodillada en el piso, yo le ayudaba a Romina a sacarse el pantalón, tenia un bóxer para mujer, con los dibujitos de Mickey Mouse, se bajo la única prenda que quedaba, y me mostró en su totalidad, la concha cinco estrellas que tenia, la tenia totalmente depilada, su vagina era gorda, el clítoris se le notaba, los labios no, ella se tocaba, y se lo abría, mostrándome en todo su esplendor su sexo, se subió al sillón, y empecé a besarle la conchita, gemía como una guerrera, gritaba de placer, sentía el pete perfecto que me hacia Suyai, y besaba la conchita de Romina, mi verga, estaba en su momento cumbre, tocaba los senos de romina, que me pedía que la penetrara, Suyai se levanto y romina se arrodillo sobre mi verga, se la metió sin preámbulos, empezó a moverse totalmente perfecto, solo movía sus caderas, yo besaba sus perfectas tetas, que hace mucho que no besaba, tenia mi espalda apoyada en el respaldo del sillón, cuando vi que Suyai empezó a tocarse sola, ya que en esa posición no podíamos darle placer a ella, me tire sobre el sillón, y deje mi boca a su disposición, Romina gemía de placer, la sentía mas, en esa posición también se le introducía mas, con mis manos en mi barriga ella ayudaba al movimiento de su pelvis. Empecé a besarle la conchita a Suyai, que estaba de frente mirando a Romina, yo por casualidad, podía ver los dos hermosos pechos firmes rebotando, a medio metro de mi, Suyai estaba re mojada, empecé a tocarle las tetas, sus pezones estaban duros, igual que los de Romina, ellas empezaron a besarse, se escuchaban los gemidos de las dos, Romina gemía mas fuerte, y a mas velocidad, cuando acabo sobre mi. Mi pelvis estaba empapada de sus jugos, y ahora era el turno de Suyai, que ya se paraba para poder penetrarla a ella, Romina, fue al baño, volví a la posición que estaba, apoyado en el respaldo, Suyai cruzo sus brazos en mi cuello, y empecé a dársela muy perfecto, sus nalgas chocaban contra mi cuerpo, y se podía escuchar ese magnifico ruido de choque. Gemía fuerte, con desesperación, yo besaba sus tetas, cuando empezó a gemir más fuerte, sus pezones se endurecieron, su cara estaba ruborizada, empezó a besarme el cuello, y me daba pequeños mordiscos. “Hay Mati, como me gusta! Sos perfecto Mati, sabia que esto te iba a gustar, sabia” “haaa… dalee, no pares, no paresss, haaa… dámela dámela dámelaa!!” ella estaba por acabar, y yo estaba a mil, igual no me sentía raro, por que se que cuando estas empedo, tenes sexo por muchas horas sin acabar, y eso era un punto a mi favor. Mi verga me ayudaba a estar muchas horas con esas dos putitas increíbles. Ella acabo clavándome las uñas en la espalda, Romina no aparecía, ella se bajo de mi, y mi verga brillaba, estaba roja, quería seguir, pero solo era una batalla, la guerra todavía no comenzaba.

- Vengan putitos – se escuchaba desde la pieza donde estaba Romina.
Yo entre directamente a la pieza, y Suyai fue al baño. Con las piernas en una perfecta V me esperaba la morocha, pidiendo sexo, con su conchita depiladita, y preparada, mojada e insatisfecha.
- Veni putito, cojeme, dale, ¡Cojeme!
Con mi verga todavía parada, le penetre, ella estaba al borde de la cama, sus dos tetas se apretaban contra sus piernas, su culito se veía a la perfección, empezamos a besarnos, y yo se la metía con mucha velocidad, ella gemía desesperadamente, le gustaba mucho, estaba mojadísima, levante mi cuerpo, y empecé a dársela parado, mi verga entraba y salía sin ningún conflicto, Suyai entro en la pieza y se subió a la cama, se puso en 4 hacia la boca de Romina, y yo tenia una vista de ese culo descomunal del que antes me había prohibido, sus nalgas perfectas estaban abiertas, mostrándome su ano, negrito y cerradito mientras me cojia a la mas putita de todas, Romina me vio que le estaba viendo el culito de Suyai con ganas, y empezó a besarle la concha, y a meterle el dedito, las dos gemían fuerte.
- ¡¡Hay Mati, rómpenos el culo!! –Dijo Romina, con una vos cómplice.
Ella se saco a Suyai de enzima y se puso en cuatro yo estaba esperando alguna reacción de Suyai, que su culito era mi tesoro. Romina me quedo mirando, y pedía verga, ella agarro a Suyai, y le hizo besarle su cola, mientras ella me hacia un pete. Agarraba las nalgas de Suyai, que eran pura carne, puro músculo.
Se la saque de la boca a Romina, y le apunte a su culito, despacito, fui metiéndoselo. – ¡Mándalo toda mi putito! – Yo empecé a penetrarla mas rápido, estaba toda adentro, Suyai estaba acostada tocándose, Romina se la empezó a chupar en cuatro, y yo empecé a bombearla, primero despacio, tranquilo, después como a los 30 segundos, se la mande mas rápido, ella gritaba de placer, masturbaba a Suyai, totalmente excitado, mis entradas eran fuertes, desesperadas, la cama estaba haciendo ruido, mi verga sentía esa presión de su cola perfecta, besaba la conchita de suyai, y con su mano se tocaba la de ella, las dos gemían fuerte, y yo volaba de placer.
- ¡Así mi putito! ¡Así dámela toda! ¡Dámela! ¡Mi putito, métemela, rómpeme el orto que me gusta!
Y increíblemente, Suyai acabo, yo veía como apretaba las sabanas, y los dientes, gritaba de placer, terrible oral le hizo Romina, que no paraba de chupársela, Romina empezaba a gemir mas ruidoso, y las dos, hacían mucho ruido, Nos quedamos congelados al ver que abren la puerta de la habitación.
Entro una chica rubia, preciosa, en corpiños, y tanga verde, sus piernas eran redondas, yo estaba en el cielo, pensé que estaba muerto, la rubia venia hacia nosotros, tenia los ojos verdes, y una cara de putita terrible, seguramente a mi se me caía la baba, dos morochas y una rubia, estaban dispuestas a hacer una orgía, donde yo iba a participar, estaba tan ciego con esa rubia que nunca me di cuenta que en la puerta apoyado en el marco, estaba el hermano de Romina viéndonos.


Falta el ultimo... Matiasy

5 comentarios - Yo, Matias... Capitulo 4

pabloarj88
no q wena ta tu novela chango
re fatal la trama
y mucho sexoooo
🙎‍♂️ 🙎‍♂️ 🙎‍♂️
😉 😉 😉
Ifiuse
Subi la ultimaaaaaaaaaaaaaa
nab_geek
jaja me pasaron varias cosa asi! jaja bue che mati avisame x mp cuando hagas la ultima .. lei todos sos re copado!
nes
ElPryde
Nooo q al pedo, me la lei toda y estaba serguro q eras de Roca, hasta q vi al comunidad
ea_pancho15
che que buna historia chabon la historia esta muy copada 😉
que mal qe no tedeje putnos soy novato 😞 pero bueno
muy beuna mati 😉

quiero saver que pasa desp ajja muy bueno 🙎‍♂️ 🙎‍♂️ 😀 😀