Fantasía con Lucho

Por desgracias y digo DESGRACIA, porque nunca pasó y me gustaría que pasara.
Mi primo Luis es un Dios, mide 1,95, un cuerpo que rompe la tierra ya que si no va al gimnasio se la pasa jugando al futbol o al paddle con sus amigotes, o cojiendose a la que ahora es su esposa (antes novia) o a alguna otra perrita de ocación. Está super duro y fibroso. Su cara es de ángel, labios gruesos y perfectos, dientes medios grandes, ojos verdes y una pestañas de una extención increíble. Todas las tipas andan tras él porque está muy bueno. Cuando va a la pileta se pone esa maya tipo slip que muestra muy bien su enorme bulto... ¡¡¡AAAAYYYY DIOSSSSSSSS, HAY QUE SER TAN DESGRACIADO CARAJO!!!. Como pretende el muy forro que las mujeres no se pongan loquitas ante su presencia.
La verdad que de chico era insoportable, me hacía las mil y unas, me empujaba, me ponía trabas para que me cayera, me tiraba de los pelos, me escondía los juguetes, o sea, un maldito de mierda. A veces pensaba que me detestaba. Ahora, gracias a Dios, nos llevamos mucho mejor ya que se le pasó la época del boludo y se comporta como un hombre.
En una ocación mis tíos se fueron de su casa y Luis entró a bañarse (él no sabía que yo estaba ahí y yo que él estaba en el baño). El salió todo mojado y desnudo, solo tenía 13 años (yo 10), a pesar de su corta edad tenía una pija bastante grande. Yo me quedé paralizada, no sabía que hacer. El se hizo el tonto y se metió en su habitación para secarse y cambiarse. Nunca hablamos de eso pero esa imagen de él desnudito NUNCA se me quitó de la cabeza. En realidad el siempre estaba en mis fantasías, cuando tenía esa edad o tal vez mas chiquita, soñaba que el era mi principe y yo la princesa que estaba encerrada en la torre mas alta del castillo y el venía y me rescataba. Con el tiempo me di cuenta que estaba total y perdidamente enamorada de él (y creo que siempre lo amaré aunque nunca se lo dije ni se lo diré, ahora menos que antes ya que está casado y con hijos).

Hasta ahí TODO es la pura verdad... ahora viene la FANTASIAAAAAAAAAA.

Cada vez que vamos a la pileta yo no le puedo sacar la vista de ese bulto enorrrrme.
Un día se dio cuenta y me dijo: ¿Qué mirás?.
- Nada -respondí poniendome super colorada.
- A mi no me pareció que nada -replicó el muy zorro con esa sonrisa torcida que me hacia agua a la bombacha-, no te preocupes, todas me miran ahí -y se alzó de hombros como si no le importara nada.
- Pues no te mirarían AHI si anduvieras un poco más decente -dije enojada.
- ¿Qué querés decir con eso de DECENTE?.
- Pues que te pondrías una maya un poco menos ajustada.
El se carcajeó con su sonrisa y cara de pervertido.
- Estás loca, a mi me encanta que me miren.
- ¿Por eso te la pasas en el Gym?.
- Por eso y porque me gusta ver a las minas todas sudorosas mientras levantan pesas y mueven el culo en la clase de step. No sabes como se mueven esas tetas con cada uno de los saltitos.
Se volvió a carcajear.
- Sos un asqueroso y un pervertido.
- Lo soy porque es a vos a la que no miro pero si pusiera mis ojitos en vos seguro que no me dirías eso.
- Yo no soy ninguna puta.
- Si, ya lo sé -se rió-. Ya sé que la tenés sin estrenas.
Levanté la mano para darle una cachetada, estaba furiosa, pero el tomó mi brazo en el aire y de un tirón me acercó a su cuerpo semi desnudo y mojado. Su piel estaba muy brillosa y olía a aceite bronceador... Mmmmm... que delicia, pensé para mis adentros. Intenté zafarme de sus brazos sin éxito.
- Vamos, primita, ¿no me deseas ni un poquito?.
Levanté la mano que tenía libre pero el la tomó y me puso ambos brazos por detrás de la espalda para que no me pudiera mover.
- ¿No querés que te toque un poquito?.
- No.
- No seas mentirosa.
- Soltame hijo de puta.
- Si me decis la verdad te suelto y no te jodo más.
- No me interesas ni un poquito.
Se carcajeó de lo lindo.
- Veamos si eso es verdad.
Me empezó a besar el cuello y yo puse resistencia. Lo empujé un poco hacia atrás. El soltó mis brazos, tomó mis caderas con ambas manos y me acercó otro vez. Yo podía sentir como su pija se ponía durita. Besó mis labios con ternura y luego con desesperación, me metía la lengua en la boca y yo degustaba su sabor a menta. Me lamió el lóbulo de la oreja, eso me puso la piel de gallina.
- Menos mal que no te gusto, como te pondrías si de verdad te gustara -susurró junto a mi oreja-. Estás bien cachonda, te gusto muchisimo ¿verdad?.
Y para que le iba a mentir si él ya se había dado cuenta.
- Si, super recontra cachonda y me volves locaaaaa -respondí con un pequeño gemidito.
Se alejó de mi.
- ¿Qué haces?.
- Ya te dije que si me decías la verdad te dejaba tranquila.
Así que el muy hijo de puta se fue dejándome super caliente. Me metí en la pile y me pajié de lo lindo hasta acabar y sacarme la calentura que me había dejado el muy forro.
No sé por qué lo hice, porque nunca lo había hecho, días después me estaba pasando cera para sacarme los pelos de las piernas se me ocurrió también depilarme la conchita, fue en verdad muy doloroso pero cuando terminé la acaricié y había quedado super suave. Eso me gustó y me puse a masturbarme a mis anchas.
Esa misma noche, nuestros padres se habían ido a cenar a un restaurante y nos dejaron la casona para nosotros solos. Comimos unos sandwiches. Yo me fui a mi cuarto y Luis se quedó viendo un partido de futbol de la liga europea.
Me entredormí un rato, escuche unos pasos, en mi dormidera pensé que mis tíos y mis viejos ya habían vuelto. De repente siento que algo me toca por encima de la bombacha, pensé que era yo misma pero después entré en la cuenta que esa mano era muy grande para ser mía. Abrí los ojos y vi a Luis poniéndo su mano ahí abajo.
- Que haces asqueroso.
- ¿No te gusta? -dijo mirandome con ojos brillantes de deseo.
- No.
- Ya sabes, si me decis la verdad te dejo en paz.
Yo no abrí la boca. Sentir su mano en mi conchita me volvía loca. Se levantó, encendió la luz del cuarto y volvió para acariciarme la entrepierna. Corrió un poco la bombacha y se sorprendió.
- La tenes depilada.
Uy no -pensé-, ya veo que le gusta peluda y yo como una tarada me saqué hasta el último pelo.
- Siempre le digo a mi novia que estoy harto de escupir pendejos. Mmmmm... que suave que se siente.
Eso me exitó.
- ¿No te gusta lo que te hago?.
- No -respondí con un gemido. Iba a mentir descaradamente con tal que él no se fuera.
El me sacó la bombacha del todo y empezó a lamerme la conchita y a chuparme el clitoris como un poseso. Yo me retorcía, gemía y gritaba como loca. En eso sentimos que habrían la puerta de entrada de la casa. Luis se levantó, apagó la luz y salió de mi cuarto.
- ¿Qué hacías ahí? -le preguntó tío Enrique.
- Fuí a preguntarle a Tutti (así me decían en esas épocas) si quería ir a bailar conmigo ya que es la 1 y los boliches no empiezan hasta las 2:30.
Me incorporé un poco para prestar mas atención, el clitoris me latía muy fuerte.
- Dijo que se cambiaba y que salíamos.
Al escuchar eso me levanté como un rayo, me bañé super rápido, emperfumé todo mi cuerpo, me puse la lencería más transparente que encontré y un vestido que sin ser muy provocador mostraba la forma de mi cuerpo virgen.
Nos subimos al auto de tío Enrique, de vez en cuando Luis me miraba de reojo para ver mi reacción. Yo temblaba un poco de exitación y la mayor parte de susto. No sabía si me dolería o no, o como comportarme en una cama.
Para mi sorpresa, el muy forro estacionó frente a un boliche al cual yo no había ido nunca. Lo miré con los ojos como platos al tiempo que le preguntaba: ¿Qué hacemos acá?.
- Vamos a bailar -respondió como si fuera obvio.
- Yo creí... -pero cerré la boca.
- Todo a su tiempo conchita suave. No me voy a ir a ningún lado.
Se carcajeó, salió del auto y como todo un caballero dió la vuelta y me abrió la puerta. Pagó los tickets y fuimos a la entrada. El portero lo saludó como si fueran viejos amigos.
- ¡¡¡Tanto tiempo, Lucho!!!. Nos tenías super abandonados. ¿Quién es esta ricura?.
- Es mi prima.
- ¡Hola, soy Andrea!.
El me dio un beso en la mejilla y después entramos. El tipo no creía que yo fuera su prima, eso se le notaba en la expresión de su rostro. No podía creer lo que veían mis ojos: Mujeres en pelotas se franeleaban en caños mientras en la semi oscuridad se podían vislumbrar a parejas que se toqueteaban a mis anchas. Comprendí que esta era la previa y me exité muchisimo. Una puta bien tetona se nos acercó.
- ¿Una reservado? -le preguntó a Luis.
- Si preciosa -le respondió mientras le daba un chirlito en el enorme culo, la tipa le sonrió complacia y yo ardía de celos-. Tranquila Tuttita, vos sos la favorita -me dijo con una sonrisa endiablada.
Los sillones eran mullidos y suaves. Luis le dijo a la mina que trajera dos cervezas. Cuando se fue, Luis empezó a masajearme los pechos.
- ¿Te gusta?.
- No... no... -le contesté entre gemidos.
- Decime la verdad, esta vez no me voy a ir a ninguna parte.
- Si, mi amor, me pones como loca.
Me metió la mano por debajo del vestido y me la puso en la conchita. Ni se tomó el trabajo de sacarla de ahí cuando la tetona nos trajo las bebidas. Nos pusimos de pie y bailamos con movimientos super sensuales. Podía sentir como se le ponía durita. Me lamía mi cuello y mi lobulo.
- Te gusta lo que te hago mamita.
- Siiiii, te amo mi amor.
Dejó de bailar y se separó de mi para mirarme con el ceño fruncido.
- ¿Qué dijiste?.
- No dije nada, Luis.
- ¿Está enamorada de mi?.
- ¿Crees qué estoy acá sólo para sacarme la calentura?. No lo haría con nadie más que con vos, ¿por qué te crees que estuve guardando mi virginidad?. Quería ser sólo tuya y que me dijeras: "Te amo", aunque fuera una gran mentira. Te amo con locura y desesperación. Tengo celos de todas las mujeres que te tumbás, de las que te miran... te tocan... no sé. Te amo como una estúpida adolescente a su primer novio -me puse a llorar de la angustia- y vos siempre fuiste mi novio en mis fantasias.
El me abrazó muy tierno.
- No llores Tutti, por favor.
- Lo siento.
- Jamás tengas miedo de decir lo que sentís. Nunca te dejaré mi bebé. Siempre voy a ser tuyo y vos vas a ser siempre mía.
- Sólo tuya mi amor -sentencié.
Después de una hora de tocarnos, besarnos y chuparnos nos fuimos a un hotel.
Entramos a la habitación y antes que se cerrara la puerta del todo Luis ya estaba sacándome en vestido, el corpiño y la bombacha. Me pegó un empujó y me tiró sobre la cama. De inmediato se desnudó y se puso a chuparme la conchita.
- Mmmmm... chiquita... que conchita mas suave y sabrosa. A esta si que da gusto chuparla... Mmmmm... mamita... que rico tu sabor a conchita caliente.
Yo me retorcía de placer, gemía y gritaba como una loca. El dejó mi concha toda mojada y con sus perfectos labios y lengua disfrutó a sus anchas de mis tetas. Estaba cada vez más caliente y él cada vez mas duro.
- La querés adentro, ¿verdad?.
- Siii... siiii... te amo... ponemela donde quieras... mi amor... si, siiii.
Primero introdujo dos dedos en mi vagina.
- ¿Te duele?.
Yo estaba tan dilatada que apenas si los sentí.
- No.
Entonces me metió la puntita de su roja y latiente pija.
- Hay... hay me duele, hijo de puta.
- No te preocupes perrita, te va a doler un poco ahora pero después la vas a gozar como la putita que sos.
- Siiii, mi amorrrr... soy tu puta, tu hembra, tu mujer... soy lo que quieras, te amo tanto que no puedo más.
Entonces de un emprellon me la mandó hasta el fondo.
- AAAAAAAAAYYYYYYYYYYY... ME ESTAS MATANDO HIJO DE PUTA... ME DUELEEEEEE... AAAAAYYYYYY.
- Si, te duele putita y quiero hacerte doler. Grita más así se me pone más dura y te acabo toda.
Sentía que un líquido salía por mi conchita mientras él me la sacaba y ponía de una forma bestial.
- AAAAAAAAYYYYYYYY... SSSSIIIIII... COJEME PAPITO... TE AMOOOOOOOO... METEMELA BIEN ADENTRO.
- ¿TE DUELE, PUTA?.
- YA NO TANTO... AAAAYYYY ME ESTOY MEANDO.
- NO MAMITA, TE ESTAS ACABANDO EN MI PIJA Y ESO ME PONE COMO LOCO. COMO ME GUSTA SENTIRTE ASÍ DE MOJADITA.
Me metió un dedo en el culo y eso me exitó mucho más que su pija en mi concha.
- ¿Querés que te la ponga por el culo?.
- ¿Me va a doler mucho?.
- Tal vez un poco más de lo que te dolió la conchita cuando te la rompí, pero después vas a gozar mucho más que si te la pusiera por la vagina.
Eso me puso loquita... siiiii... quería exitarme mucho más aunque eso ya me parecía casi imposible.
Luis era un experto en todo lo que me hacía.
Me chupo un rato el año, me lo escupió varias veces para lubricarlo e introdujos sus dedos muy lentamente para dilatarlo.
Yo sentía como me escurría líquido por la concha y caía en la cama, manchando las sábanas. No me importó, total no iba a lavarlas yo.
- Ahí, voy mami -me anunció.
Yo abrí las piernas todo lo que pude para que mi culo quedara bien expuesto. Me la metió suave un pedazo y yo gemia y gritaba de dolor y calentura.
- ¿Te duele perrita?.
- Si, mucho Luis, me duele muchisimo.
- Eso es exactamente lo que quiero, que te duela putita de mierda -y me dio una fuerte cachetada en la nalga, eso me puso frenética.
Como un animal me la metió toda adentro. Sentía esa pija dura salir y entrar de mi cuerpo una y otra vez. Luis tenía razón, era mucho mejor que si me estuviera cojiendo por la concha, me dolía un montón pero estaba tan caliente que no me importó, sólo quería seguir sintiendolo dentro de mi culo. Acabé como cinco veces, cada vez tenía las piernas y las sábanas más mojadas. Luis tenía una pija hermosa y la tenía toda para mi adentro de mi culo, que ya tampoco era virgen. Me la sacó y me la puso en la boca, yo la lamía y la chupaba como si fuera un rico helado, él respiraba entrecortadamente y ponía una cara de placer que me hacía sentir la mejor de las putas. Me la sacó de la boca y me la volvió a poner en la concha, los dos rujiamos como animales en celo. Después de darme duro durante no sé cuanto minutos me la metió en la boca otra vez, él acabó en mi boca, yo me trague esa rica leche sin rechistar y él me devolvió el favor lamiéndome la concha hasta que yo también le acabé en la boca. Nos relamimos un poco y nos besamos apasionadamente degustando el sabor que cada uno tenía en su boca, él a mi concha y yo a su pija. Nuestro cuerpos sudados temblaban de pasión, cansancio y deseo. Nos quedamos toqueteandonos unos minutos más hasta que sonó el teléfono de la habitación. Era el tipo de administración que nos informaba que nos quedaban solo 15 minutos. Tuvimos el tiempo suficiente para bañarnos juntitos. Salimos, Luis pagó la cuenta del telo y nos fuimos.

Ay, ojalá fuera verdad todo esto, pero es solo mi fantasia con el potro de mi primo Luis.

Espero que les haya gustado y espero sus comentarios.