Hace ya algunos años tuve un novio, él y yo eramos virgenes (29 y 30 años, respectivamente, bastante boludotes los dos, ¿verdad?), aunque yo había visto algunas películas pornos así que sabía más o menos de que iba el asunto. Pero por lo menos había besado a unos cuantos tipos (él ni siquiera le había dado un pico a nadie), así que también le tuve que enseñar a besar.
En fin, una noche en la que volvimos del cine, más o menos a las dos de la mañana y mis padres estaban durmiendo, nos sentamos a la mesa al comedor a ver la TV. Yo ya estaba hasta el morro de tanto tocadero, quería algo más.
Así que mientras veíamos una de esas pelis eróticas dónde no se ve casi nada, yo disimuladamente le puse la mano en el cierre del pantalón, él se sobresaltó y me miró con cara de: "¿qué estás haciendo?. Yo me hice la que no vi su expresión y le fregué la pija suavemente sobre sus pantalones, el cerró los ojos y suspiró pero no dió señales de calentarse, así que le bajé el cierre, le metí la mano adentro del pantalón y le froté el miembro con más rapidez.
Acto seguido, me bajé el pantalón (porque si esperaba que él lo hiciera me podía dar por muerta), le tomé la mano y se la puse en mi bombacha, el comenzó a frotar lentamente y nuestras respiraciones eran entrecortadas. Le puse la mano dentro de mi ropa interior, una en una teta y la otra en mi conchita que ya se estaba humedeciendo. El hurgó con su dedo dentro de ella y con el otro hacía pequeños círculos en mi pezon.
Yo le saqué los pantalones y el calzoncillo y me puse a chuparle la pija, el muy idiota se resistía, me decía que no quería acabar en mi boca pero a esas alturas no me importaba.
Así que le dije: Está bien, entonces chupamela vos a mi y listo.
Me tiré sobre la mesa, boca arriba y con las tiernas levantadas. Le tenía que decir como hacerlo porque me estaba lastimando de bruto que era. Me besó la entrepierna y eso me hizo jadear como un perro al rayo del sol, yo deseaba gritar de placer pero él me tapaba la boca con una mano pues tenía miedo que mis padres se despertasen. Eso me enojó muchisimo ya que parecía no querer que gozaramos ninguno de los dos.
Le dije que me pusiera la pija en la concha y que me hiciera gozar de una condenada vez.
Lo intentamos o, mejor dicho, lo intentó varias veces sin éxito. Ni siquiera parecía querer cojerme.
Estaba tan frustrada que tenía ganas de llorar. Así que dejamos las cosas así y él se fue a su casa.
Dos días después me lo encuentro caminando por la calle y el muy pajero me dice: Me dejaste doliendo los huevos.
Obvio que TAMBIEN le tuve que explicar eso: Lucho, creí que lo sabías -le dije riendo por lo bajo-, eso te pasó por no cojerme. Tenías los testículos hasta el tope de semen y al no descargarlo, duele. Lo que tendrías que haberte hecho cuando llegaste a tu casa es una buena paja hasta acabar y que la leche se descargara de tus huevos.
Ah, bueno, no sabía -me dijo con su voz de Homero Simpson.
Tuvimos unos cuantos encuentro más pero solo fueron chupadas de pija y de concha.
Y aquí me tienen, a mis 37 años virgo aún v esperando un hombre que no solo me haga gozar en una cama, sino que sea mi amigo, mi novio, mi amante y mi TODO.
Espero que les haya gustado mi historia berídica.
Besos y comenten.
En fin, una noche en la que volvimos del cine, más o menos a las dos de la mañana y mis padres estaban durmiendo, nos sentamos a la mesa al comedor a ver la TV. Yo ya estaba hasta el morro de tanto tocadero, quería algo más.
Así que mientras veíamos una de esas pelis eróticas dónde no se ve casi nada, yo disimuladamente le puse la mano en el cierre del pantalón, él se sobresaltó y me miró con cara de: "¿qué estás haciendo?. Yo me hice la que no vi su expresión y le fregué la pija suavemente sobre sus pantalones, el cerró los ojos y suspiró pero no dió señales de calentarse, así que le bajé el cierre, le metí la mano adentro del pantalón y le froté el miembro con más rapidez.
Acto seguido, me bajé el pantalón (porque si esperaba que él lo hiciera me podía dar por muerta), le tomé la mano y se la puse en mi bombacha, el comenzó a frotar lentamente y nuestras respiraciones eran entrecortadas. Le puse la mano dentro de mi ropa interior, una en una teta y la otra en mi conchita que ya se estaba humedeciendo. El hurgó con su dedo dentro de ella y con el otro hacía pequeños círculos en mi pezon.
Yo le saqué los pantalones y el calzoncillo y me puse a chuparle la pija, el muy idiota se resistía, me decía que no quería acabar en mi boca pero a esas alturas no me importaba.
Así que le dije: Está bien, entonces chupamela vos a mi y listo.
Me tiré sobre la mesa, boca arriba y con las tiernas levantadas. Le tenía que decir como hacerlo porque me estaba lastimando de bruto que era. Me besó la entrepierna y eso me hizo jadear como un perro al rayo del sol, yo deseaba gritar de placer pero él me tapaba la boca con una mano pues tenía miedo que mis padres se despertasen. Eso me enojó muchisimo ya que parecía no querer que gozaramos ninguno de los dos.
Le dije que me pusiera la pija en la concha y que me hiciera gozar de una condenada vez.
Lo intentamos o, mejor dicho, lo intentó varias veces sin éxito. Ni siquiera parecía querer cojerme.
Estaba tan frustrada que tenía ganas de llorar. Así que dejamos las cosas así y él se fue a su casa.
Dos días después me lo encuentro caminando por la calle y el muy pajero me dice: Me dejaste doliendo los huevos.
Obvio que TAMBIEN le tuve que explicar eso: Lucho, creí que lo sabías -le dije riendo por lo bajo-, eso te pasó por no cojerme. Tenías los testículos hasta el tope de semen y al no descargarlo, duele. Lo que tendrías que haberte hecho cuando llegaste a tu casa es una buena paja hasta acabar y que la leche se descargara de tus huevos.
Ah, bueno, no sabía -me dijo con su voz de Homero Simpson.
Tuvimos unos cuantos encuentro más pero solo fueron chupadas de pija y de concha.
Y aquí me tienen, a mis 37 años virgo aún v esperando un hombre que no solo me haga gozar en una cama, sino que sea mi amigo, mi novio, mi amante y mi TODO.
Espero que les haya gustado mi historia berídica.
Besos y comenten.
24 comentarios - Te tengo que enseñar y no aprendes
Con respecto a mi ex, él va por sexo a las putas, que tonto conmigo lo hacía gratis.
Allá él y sus cosas, ¿no? 😉
Como diría Homero: Uuuuyyyyy
Puf, medio lejos, soy de Rosario
Nop, tengo 37 che, tampoco soy tan vieja... jajaja
Salu2
Salu2